Peces-Barba y su cansina cantinela contra Religión Católica
Hay personas que, venga a cuento o no venga a cuento, tienen que demostrar su visión laicista y meter la pata donde no la tenían que haber metido.
El poco ínclito, es decir el poco Ilustre, poco esclarecido y poco afamado Peces-Barba, don Gregorio, es uno de los individuos que, cuando sacan la lengua a pasear, miren por dónde, no puede dejar de empitonar a la Iglesia católica aunque sea a costa de la asignatura de Religión Católica.
La cuestión es despotricar y demostrar, una vez más, que el sentido que tiene de la democracia es, digamos, escaso o más bien nulo por totalitario.
Independientemente de lo que ahora diremos, resulta sintomático de una concepción alicorta de la democracia que, por una parte, una asignatura que es solicitada por un número de padres muy elevado (pero que muy elevado) y que es la de Religión Católica, quiera suprimirse (eso es lo que se busca, sin duda, con el paulatino apartamiento de la misma) mientras que otra (Educación para la Ciudadanía) se quiere imponer a fuerza de leyes y reglamentos.
Sin embargo, con ser lo dicho muy importante (porque supone un actuar ciertamente torticero) hay algo que va más allá de tal pretensión y que es la razón por la cual se quiere hacer tal cosa con Religión Católica. Es la cuestión de los valores, ni más ni menos.
Bien sabemos que, casi todos los días, se presentan presuntos argumentos contra el hecho mismo de la Religión en las escuelas; casi todos los días se deducen malas conclusiones sobre la influencia que puede tener tal enseñanza en el proceder de los alumnos que la cursan; casi todos los días se pretende sobredimensionar la influencia negativa (¿?) que se atribuye al contenido de lo que se enseña en las escasas horas (2, como mucho, a la semana) como si se tratase de un extraño adoctrinamiento que perturbara el normal desarrollo emocional de los alumnos.
Sin embargo, al igual que se puede decir lo que se diga en contra del mantenimiento, lógico y normal, de Religión Católica, en las aulas, también se puede hacer lo contrario.
Sin ánimo de ser exhaustivos, estos son algunos argumentos a favor de que Religión Católica se mantenga (y aumente) su presencia en el calendario escolar:
1.-El hecho mismo de la presencia de Religión Católica en la enseñanza no va en contra de lo que se hace en el resto de Europa. Naciones como Holanda, Alemania, Dinamarca, Grecia (y otras) imparten Religión en sus escuelas. Oponerse supone tener un desconocimiento grande de la realidad espiritual de Europa.
2.- La no obligatoriedad.
Religión Católica no es, como sabe cualquiera, una asignatura obligatoria para nadie. El hecho mismo de que un tanto por ciento tan alto de padres manifiesten, año tras año, la voluntad de que sus hijos cursen la misma no deja de ser un punto a su favor. Si se hace oposición a Religión Católica se hace en contra de las personas que tienen derecho a ejercer tal decisión.
Oponerse, pues, a la existencia de Religión Católica es prueba más que suficiente de totalitarismo que, con sus palabras, demuestra Peces-Barba.
3.-Aquello que se imparte en las clases de Religión Católica no es si se practica la fe que los alumnos dicen tener. No se trata, pues, de impartición de catequesis. Cuando se enseña, por ejemplo, los 10 mandamientos o los siete sacramentos no se hace, a continuación, un control sobre el cumplimiento de los mismos.
4.-Está claro que aquellos conocimientos que se quieren transmitir tienen un valor cultural tan grande (nuestra historia, literatura, arte, costumbre, etc.) que quien desconozca de ellos no puede decir que tiene, siquiera, un saber sobre la realidad en la que vive que está, con mucho, constituida por valores cristianos.
5.-La pretensión según la cual la enseñanza ha de ser neutra no cabe en lo que se refiere a la Religión. Personas creyentes y consecuentes con su fe han de ser los que transmitan los conocimientos a los alumnos. Eso es, precisamente, lo que se pretende con la elección de tal asignatura por parte de quien tiene derecho a hacerlo (los padres)
6.-La Religión, su enseñanza, no es, para nada, anticonstitucional ni va, por tanto, en contra del ordenamiento jurídico. Muy al contrario, la misma Carta Magna de 1978 contempla el respeto a la que lo es Católica así como al derecho de los padres a elegir una educación moral adecuada a sus creencias (Art. 16.3 y 27.3, respectivamente)
Por lo tanto, de “Dudosamente constitucional” nasti de plasti, don Peces, sino más constitucionales que la imposición de Educación para la Ciudadanía.
7.-Resulta extraño que aquellas personas que proclaman a los cuatro vientos lo necesario que resulta educar en valores (por ejemplo, los democráticos) a los escolares se opongan a que la enseñanza en los valores cristianos se haga en el mismo sentido cuando, como hemos dicho arriba, han dado forma lo que hoy es Europa.
Y esto es una prueba más de tener un sentido totalitario de la convivencia como, por ejemplo, demuestra Peces-Barba.
Por todo lo dicho, la beligerancia que se tiene hacia las clases de Religión Católica sólo puede entenderse por mentalidades muy pegadas a una ideología puramente impositiva. Y, por eso mismo, la defensa de tal derecho es obligación grave de los padres, exigencia importante de los alumnos y, sobre todo, manifestación pública de aquellos que de una manera o de otra, tenemos el deber de hacer ver lo que, a veces, se oculta al común de las personas por intereses, siempre, manipuladores de la Verdad.
Otra cosa es ser un Peces-Barba cualquiera o, mejor, alguien que, desde su atalaya laicista pretende imponer sus nigérrimas y, ya muy carcas, ideas.
Y es que dice, el gachó, que “La clase de religión debe desaparecer totalmente de las escuelas”
¡Qué tío más cansino!
Eleuterio Fernández Guzmán
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9 comentarios
Para mi, uno de los mayores desprestigios de la escuela pública es la falta de respeto a la religión católica, crucifijos, etc...
Como creo que la enseñanza de la religión en las escuelas públicas va a ser muy difícil por estar dominadas por ampas socialistas o "izquierdistas", yo creo que lo mejor que puede pasar con la escuela pública es que desaparezca o, en su defecto, que exista la suficiente autonomía para crear escuelas públicas católicas y escuelas públicas laicas, para que la gente decida y se vea que es lo que quieren los padres de familia en España.
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EFG
Pues a mí me da que eso, los socialistas y otros istas, no lo van a permitir porque sería quitarse su lugar preferido de adoctrinamiento.
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EFG
Yo creo que este tipo de personas sólo cree en las libertades para los suyos y sus ideas.
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EFG
Cifras son amores...
En efecto Esteban. Afortunadamente hay quien solo se representa a si mismo, o casi, y aunque no se lo crea, imponer sus ideas a la mayoría no se puede llamar defensa de la libertad en ningún caso.
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EFG
Las cifras son más que evidentes: más del 70% de padres eligen Religión católica para sus hijos. Negar eso es llegar demasiado lejos.
El cristianismo -como religión con una serie de preceptos y ritos- sólo debe ser enseñado a quien lo solicite. Es un DERECHO de los PADRES, más que de los hijos. Y es un precepto consitucional el que lo exige: "Los padres TENDRAN DERECHO a que SUS HIJOS reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones" (ARt. 27-3 C.E.)
Parece mentira de Peces -que fue padre de la Constitución- pretenda ignorar esto.
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EFG
Como Ud.comprenderá estoy de acuerdo con que ha dejado escrito en su comentario.
Es una pena que algo que es tan sencillo de entender parezca imposible de llegar a comprender.
No he afirmado que la mayoría de los padres elegirían un colegio con ideario católico (la verdad es que no lo se). Usted parece saber lo contrario (no es en que datos se basa). Simplemente me parece que la única forma de que la educación pública se salve es abrir su ideario a una pluralidad. Teniendo en cuenta que muchos padres tenemos que llevar nuestros hijos a un colegio concertado para poder tener un mínimo de respeto a nuestras creencias religiosas, a mi me gustaría haber podido elegir entre una escuela pública católica o una escuela concertada católica.
Por otra parte el informe pisa habla reiteradamente de la ínfima calidad de la educación pública en España y una de las razones es la poquísima autonomía en cuanto al ideario y al proyecto educativo de cada centro.
Este tipo de centros públicos con ideario religioso existen en paises con mayor tradición liberal:
"En Inglaterra los centros públicos incluyen escuelas financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas, principalmente la Iglesia Anglicana y la Iglesia Católica, las cuales representan entre una cuarta y una tercera parte de todas las escuelas públicas. En la práctica, estas escuelas son parecidas a los centros concertados en España"
En definitiva si estamos interesados en extender la educación y salvar la libertad de creencias, opiniones, actitudes, tenemos que luchar contra la escuela pública española que parece tener como fin la igualación de todos los alumnos y la homologación ideológica, religiosa, cultural.
O acabar con la escuela pública o abrirla a la fe católica.
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