José Ignacio González Faus, otro teólogo que baila al son de la progresía
La verdad es que en un principio no quería escribir nada sobre la entrevista que José Manuel Vidal le había hecho al teólogo José Ignacio González Faus. Sin embargo, dice algunas cosas las cuales no podemos callar para que no se pueda decir que otorgamos.
Creo que todo lo que dice en la entrevista se resume cuando dice que, en libro del que se habla en la misma y cuyo título es “Presencia pública de la Iglesia, ¿fermento de fraternidad, o camisa de fuerza,? se proponen 6 calificativos relacionados con el cómo debería ser la presencia pública de la Iglesia católica.
Estos son los que siguen:
“Sin poder”
Es, ya, una extraña manía decir que la Iglesia no tiene que tener poder alguno. Sin duda, en el mundo no lo tiene porque entiende la separación aquella de “Dad al César…” Pero lo que no se puede pretender es que no tenga ningún tipo de poder para sí misma porque toda organización ha de tener alguna organización que, lógicamente, ha de plasmarse en un entramado de poder sin el cual, con toda seguridad, no funcionaría.
Y eso es, precisamente, lo que buscan personas como González Faus.
“Dialogante, que no pretenda imponer su propia verdad ni su propia moral (aunque sea la Verdad), sino a través del argumento”
También es curioso que se diga que la Iglesia católica no dialoga cuando, en realidad, no es la Esposa de Cristo la que no quiere llevar a cabo un fructífero diálogo sino que se limita a proponer la Verdad y la doctrina que la hace Santo. Decir, por eso, que no se argumenta la Verdad es faltar a la realidad de las cosas y son otros, poderes mundanos, los que acaban imponiendo, en leyes y reglamentos, lo que son sus ideas.
“Una presencia servicial“
No sé cómo se puede decir que la Iglesia católica no es servicial cuando su misión principal, y cumplida, es la de servir como bien dijo su fundador, un tal Jesucristo, en la llamada Última Cena.
Lo que no sé yo es qué tipo de servicio quiere González Faus que preste la Iglesia católica. A lo mejor es uno que lo sea a lo siniestro o izquierdoso.
“Una presencia molesta (porque la Iglesia ha de estar en los lugares donde no está nadie, donde la sociedad crea sus víctimas: en la Cañada Real, etc)”
Al parecer no le parece bastante molesta la presencia de la Iglesia católica porque no debe saber que la misma se manifiesta, siempre, en contra, de lo que considera contrario a la doctrina que predica (el aborto, los imposibles matrimonios entre homosexuales, el divorcio, etc.)
Aunque, a lo mejor, tal no es la molestia que quiere que cause la Iglesia a la que pertenece González Faus.
“Una presencia ejemplar (que se viera que realmente practica lo que predica y no va por la línea del poder)”
Es cierto que, en algunas ocasiones, puede que no pueda llamarse ejemplar la actuación de la Iglesia católica o, mejor, la de alguno de sus miembros (por ejemplo, el caso de Marcial Maciel nos servirá para entender lo que se quiere decir con esto) Sin embargo, de tal cosa no debería deducirse que la Iglesia católica no es ejemplar cuando hace lo que hace y dice lo que dice porque lo es.
Otra cosa es que, por ejemplo, a González Faus, no le guste el ejemplo que dé y le gustaría otro más, digamos, progre.
“Una presencia plural, para una comunidad que es tan grande y a veces conflictiva, con muchas voces distintas que, sin embargo, convergen todas en la figura de Jesucristo”
La pluralidad buscada por González Faus es la que conlleva, porque tal es el fin buscado por la misma, la destrucción de Iglesia católica porque entiende, por ejemplo, que la misma no lleva el camino que a tales ejemplos de pluralidad les conviene. Vamos, que no sigue el camino equivocado de, digamos, la Teología de la Liberación, verdadero cáncer eclesial que, al parecer, resulta imposible extirpar.
A eso se refiere González Faus cuando habla de voces que, efectivamente, “convergen todas en la figura de Jesucristo” pero que, en realidad, tal convergencia no lo es por la defensa de la doctrina de Jesucristo sino, en todo caso, por ser hermanos del Hijo de Dios y, sobre todo, por el ejercicio de misericordia que ha de estar haciendo el Creador con ciertos hijos suyos.
Pero lo que resulta más preocupante es que pretenda decir que, en general, el nombramiento de los obispos se hace, más o menos, de forma caprichosa cuando no ilegal:
“La Iglesia está nombrando hoy a sus obispos de una manera que puede ser legítima, pero que lo ha sido en casos de excepción”.
¿Eso lo dirá, también, de aquellos que, por decirlo así, son de su cuerda?
Seguramente, de tales obispos predicará un nombramiento justo.
Sin embargo, se levanta el velo cuando dice, que “los de izquierda o los progres, tampoco debemos ir por ahí buscando protagonismo”
Y es que eso, que es cierto, es decir que personas como él dentro de la Iglesia católica son de izquierdas y progres no es cierto, para nada, que no busquen protagonismo porque es lo único que buscan y, en ciertos lugares, encuentran.
Ahora bien, leyendo lo que González Faus ha escrito sobre el aborto no extraña, para nada, que se pronuncie como se pronuncia.
Aunque pena, sí da bastante.
Eleuterio Fernández Guzmán
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24 comentarios
Creo que en lugar de atacar a Gonzalez Faus con falacias ad hominem, habría que retomar los puntos que se señalan, e interpretarlos a la luz del Evangelio y de la Iglesia.
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EFG
Claro, lo que pasa es que González Faus ha dicho lo que ha dicho.
No preocupan a nadie ya.
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EFG
Puede que lo que Ud. dice sea cierto pero, ciertamente, dan bastante malestar.
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EFG
Suele ser, tal proceder, común en tal medio de (Des)"información" religiosa.
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EFG
Pues esos "topos" como bien apuntas existen y bien que tratan de socavar los cimientos de la Iglesia católica con sus agujeros espirituales.
Es la blasfemia del "Yo soy": Yo soy progre, yo soy de izquierdas, yo soy socialista, yo soy liberal, yo soy de de derechas, yo soy... , yo soy... Reflexionemos lo que nos dijo Jeśus: "Niégate a tí mismo". Si no nos negamos a nosotros mismos no podremos entrar en el Reino de Dios. Es el gravísimo pecado de soberbia contra el primer mandamiento en el que muchos caen, algunos a placer como este señor, y otros por tentación y falta de conocimiento, y los que somos del Señor deberíamos aprender a no caer en este pecado y a enseñar a nuestros hermanos a que no caigan en él, porque solo el Señor es "Yo soy", nosotros no somos nada. No volvamos a decir "Yo soy...", digamos solo "Yo solo soy católico, cristiano, hijo humilde de Dios". Para lo demás digamos: "Yo opino que... o: mi pensamiento político es...", pero no volvamos a decir el "Yo soy" sobre todo de esa manera exaltada en que parece que nuestra plena existencia queda justificada por una mera adscripción ideológica que además siempre será cambiante y siempre será falsa. Cuidado, por tanto.
Claro que como ya han apuntado los señores lectores que me anteceden, la cosa no se queda en solo un grave pecado de soberbia, ni tan siquiera de grave herejía, es que estos señores son verdaderos demonios, trabajan para el maligno y en este caso lo hacen como lobos queriéndose disfrazar con piel de cordero para poder hacer mas daño desde dentro, y esto es lo mas importante a tener en cuenta y conviene no olvidarlo ni por un instante, son personas al servicio de satanás y están plenamente conscientes de sus intenciones de atacar y hacer daño al Señor y a su Iglesia. Sin entender esto no se entiende nada.
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EFG
Hay que reconocer que, para ciertos pensamientos, negarse a sí mismos no es fácil porque sería quedar en nada que es, precisamente, lo que somos ante Dios. Otros, sin embargo, eso no lo pueden soportar.
JESUS,que es el fundamento y punto de referencia constante de la Iglesia.
Toda la Iglesia ha de ser ministerial, es decir SERVIDORA. Movida por el ESPIRITU SANTO, DEBE PERMANECER. Así será capaz de responder con generosidad .Tiene que salvaguardar la UNIDAD.
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EFG
Pues eso, que tan sencillo parece de entender hay personas que prefieren tergiversarlo.
Asimismo, reivindicar, como hacen ellos, el que haya transparencia en los manejos de la Iglesia, horizontalidad en las relaciones entre todos los fieles bautizados,fraternidad entre todos, confianza mutua y compromiso social nada tiene de anticatólico. Eso mismo pretendió y logró con admirable santidad Francisco de Asís. Lo que sí es más discutible es la permanente y como infatigable cantinela progresista contra los dogmas,la jeraqrquía, el Papa...
Por lo demás, desde mi propia experiencia me parece conocer -mejor,haber conocido- que,en efecto, el giro eclesial progresista ha acabado por desertizar a la Iglesia: vaciamiento de comunidades, descenso de la práctica sacramental, secularización interna... Y eso que nome considero tampoco un fiel católico del sector llamado, a menudo con desprecio, "neocons". Pero sí que creo entender ahora perfectamente que no hay cosa más triste que una triste misa, es decir, que una de esas misas en que tanta tijera se mete en su liturgia para hacerla más cortita, llevadera, menos pesada, más digestiva... Esos recortes -muy del gusto de cierta progresía eclesial y extraeclesial- ahora entiendo que muy flaco favor han hecho a la propia sacramentalidad y espiritualidad de la Iglesia. Porque han acabado por desfondar a la propia Iglesia, por desmisterizarla, por desacralizarla. Y claro, una Iglesia sin fondo, sin sacralidad, secularizada, es como sal que se vuelve sosa; y la sal que se vuelve sosa, ya sabemos por exhortaciones del mismísimo Jesucristo qué debemos hacer con ella.
Quienes aun siendo como católicos,como es mi caso, tenemos una gran estima y hasta devoción por la liturgia ortodoxa, no podemos evitar sino una mueca o rictus de perplejidad cuando escuchamos todavía de labios de ciertos eclesiales progres -no digo tampoco que de labios de todos- loas a un tipo de celebración litúrgica en claves de democracia y laicismo... Esas celebraciones han hecho mucho mal a la Iglesia, porque han acabado por precipitarla en brazos del secularismo y el relativismo; es decir, han acabado por desacralizar y desmisterizar a la Iglesia.
Y esto lo dice, ojo, alguien que no se alinea tampoco con el sector de los más tradicionalistas, sobre todo porque considera que la liturgia católica actual, tal y como ha salido de la reforma litúrgica del Vaticano II, si se respeta como se debe, es muy bella y digna también. Y espiritual y convocante del misterio que se adora, como debe ser.
De modo que -acabo-, en principio yo mismo no tendría mayor dificultad en aceptar casi todas las reivindicaciones de la progresía eclesial: mayores niveles de fraternidad en las comunidades cristianas, Iglesia no casada con ningún poder político de este mundo -tampoco con el izquierdista o progre-, obispos serviciales y proféticos... Pero cuando uno comprueba in situ en qué se han convertido muchas de ellas, en la sociedad y en la Iglesia misma... Entonces a uno le entra algo así como una súbita desconfianza.
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EFG
El caso es que, precisamente, en lo que deriva la progresía eclesial es, precisamente, en un desvirtuar la fe que se dice que se tiene. Para eso, sin duda, lo mejor es que no se pronuncien como se pronuncian porque una cosa es la libertad de pensamiento (defendible, por supuesto) y otra muy distinta que se lleve a tal extremo que no se reconozca la fe que se pretende defender.
Lo verdaderamente importante, es que la vida de la comunidad se exprese en toda su RIQUEZA .
No se discute si el " servicio de
la Palabra"( evangelización), es más importante que el "servicio a las mesas"(atención a los necesitados):o si la oración o vida liturgica deben ceder el puesto a la lucha por la justicia-
La vida Cristiana debe poder expresarse plenamente y para ello es necesario establecer tareas y distribuir responsabilidades, de modo que todo quede asegurado .
Y siempre.debe volverse constantemente hacia JESUS, para descubrir en sus palabras y en su modo de obrar los principios de los cuales ha de deducir su manera concreta de organizarse en este mundo.JESUS siempre el fundamento y el punto de referencia.
Los sumarios del Libro de los Hechos, presentan el ideal de la vida cristiana.Eso no significa que, de suyo no existieran en el seno de las primera comunidades Cristianas dificultades y conflictos que amenazaban su unidad y su armonía.Pero esos conflictos tenían aveces consecuencias positivas.Servian para que la comunidad fuese descubriendo sus propias necesidades y organizandose cada vez mejor.
Por lo demás, tengo entendido que uno de los principales temores de la Ortodoxia, cuando se plantea en serio la unidad, es justamente el espectáculo que para ellos supone el contemplar tanto desastre litúrgico en la Iglesia católica, tantas misas que duran veinte minutos o poco más en las que muy imperceptiblemente se puede captar el misterio sagrado que nos convoca...
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EFG
El caso es que muchas de las "reformas" que se pretenden sean introducidas en la Iglesia católica la dejaría sin el sentido que la misma tiene de actuación. Por tanto sería otra cosa y no, precisamente, una que lo es católica, universal, fundada por Cristo.
De manera que sí,insisto: muchas reformas progresistas a mí mismo ya hoy día me parecen directas a pretender más secularismo para la Iglesia católica. Como si no hubiera ya demasiado.
¿Has leído el folleto contra el aborto que citas? , ¿qué es lo que te parece mal?
¿Te parece bien que alguien se exprese en tu blog en estos términos (aunque sea averca de un "progre")?:
...estos señores son verdaderos demonios, trabajan para el maligno y en este caso lo hacen como lobos queriéndose disfrazar con piel de cordero para poder hacer mas daño desde dentro, y esto es lo mas importante a tener en cuenta y conviene no olvidarlo ni por un instante, son personas al servicio de satanás y están plenamente conscientes de sus intenciones de atacar y hacer daño al Señor ...
¿No te parece verdaderamente monstruoso permitir que alguien se exprese así? ¿No se les dan razones? ¿Quién se puede tomar en serio "argumentaciones tan serias"?
Mire, señora, ¿le parece usted bien decirle al autor de una bitácora lo que debe y no debe permitir? A mí, no.
¿Le parece usted bien eso tan propio de prodigiosos cerebros de criticar a los demás por que sí pero no entrar a discutir ni uno solo de los argumentos? A mi, no.
Si tiene algo que argumentar contra lo que digo, hágalo, aquí la espero, pero si no haga usted el favor de no descalificar lo que opino gratuitamente, seguro que por lo que presume usted será capaz de entender lo que le digo y de predicar con el ejemplo el debido respeto.
- A su primera pregunta: sí, me parecería bien; pero no es el caso: no le he dicho al blogger lo quetien que hacer.
- A su segunda pregunta: sí, también me parecería bien, pero tampoco es el caso: nada de lo que menciona en esa pregunta tiene que ver con mi intervención.
-A su sugerencia: no, no tengo nada que hablar con usted.
Eleuterio:
hace meses que no discuto agriamente con nadie; sólo quería llamar tu atención sobre algo que me partece tremendo, tremendo.
Usted presume de lo que no tiene, por eso no le devolveré el cumplido llamándola dama, y no apostillaré aquello de no merecerlo.
De sus dos primeros ensayos filosóficos cabe deducir solo una cosa: la chulería y prepotencia de sus indistinguida persona.
Pero con la tercera genialidad todo se explica: efectivamente, usted eso de argumentar... naranjas de la china.
Oiga, ni un retrato digital en alta resolución me hubiera dado mejor idea.
Y que manía con recurrir al dueño de la bitácora: pero que quiere, ¿que me expulse porque a usted no le gusta lo que opino y encima es incapaz de expresarse razonadamente sobre una base argumental?
Oiga, usted quiere poner a D.Eleuterio en un grave compromiso. Porque resulta que yo estoy opinando educadamente y sin insultarla ni a usted ni a nadie pues lo que he dicho no son insultos, son opiniones bien fundadas que solo estoy compartiendo con quién las quiera leer, gracias a la generosidad del autor de la bitácora y de la propia InfoCatólica. Es mas, si alguien ha recibido un insulto sin venir a cuento y sin merecerlo ha sido servidor y ha sido por parte suya. Pero volviendo a mis opiniones, resulta, que le vamos a hacer, que yo al pan no le llamo bollo ni al vino mosto, ¿lo entiende usted? Es que las cosas son como son y no son de otra manera y a mi los eufenismos y la corrección política pues sinceramente no me van, y las delicados jueguecitos de té pues para las personitas delicadas, pero es que este mundo no es delicado ni estos tiempos tampoco lo son, ¿lo entiende usted? Porque vivimos una guerra, una guerra peculiar porque el armamento no es el tradicional, sino que es mas bien cultural, social, ideológico, mediático, etc... pero no deja de ser una guerra, otra malvada guerra mas en este caso contra el bien, es decir, contra Dios, y perdóneme que le diga pero usted con su jueguecito de té lleno de corrección política y eufenismos (por no decir mas) no va a salvar a nadie, ¿lo entiende? Así que lo menos que puede hacer es dejar que los caballeros dispuestos al combate y al sacrificio extremo se dejen la piel en el campo de batalla y si no está usted dispuesta a echar una mano, a dar ánimos y aliento por lo menos quédese en casa tranquilita jugando agustito al bridge con sus amigas a la soporífora hora del té.
Por tanto vamos a dejar al dueño de la bitácora en paz y si tiene algo conmigo aquí me sigue teniendo, que tiene usted la zancada para huir mas larga que grande la bocota para insultar sin mas. Y si efectivamente no tiene nada que argumentar a mis opiniones pues entonces vamos a dejar el tema de una vez por todas.
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¡?!
En esto consiste toda su riqueza argumental: "¡?!"
Oiga, ¡que máquina!
Le vuelvo a decir que si tiene algo que decir que lo diga, y ya van lo menos 3 veces, ¿o le tengo que enviar los cuadernos Rubio para que aprenda lectura y escritura?
Le invito, Eleuterio, a buscar expresarse desde la mirada de Dios, a buscar la crítica cercana al Amor, que no tiene por qué ser blanda, pero sí respetuosa y ansiosa de diálogo.
Un saludo
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