El maestro Ciruela, Cayo Lara, que no sabía y puso escuela

Como sabemos, un sistema es un conjunto cuyas partes están relacionadas entre sí de una forma armónica. Esto lo que, en general quiere decir es que entre las partes que lo constituyen no hay discordancia sino que, por decirlo de otra forma, hay acuerdo total.

Por eso resulta tan raro y extraño lo dicho por un zascandil, votado por su familia y pocos más, que se llama, Cayo Lara, comunista de profesión y zote por demostración.

Pues resulta que Cayo Lara ha rebuznado contra la Iglesia católica y, claro, le ha salido lo que le ha salido que, teniendo en cuenta que demuestra saber poco de aquella, es bien cierto que ha querido poner escuela de anticatolicismo cuando ha insinuado que “Oculta sistemáticamente las violaciones de chavales“.

Resulta difícil, en tan corto espacio de tiempo decir tantas tontadas y más cosas que falten a la realidad. Claro que, teniendo en cuenta que Cayo Lara es partidario de una ideología especialista en quemar iglesias y en matar sacerdotes o a cualquier persona que tenga que ver con la Iglesia católica, es lo menos que podía decir.

Lo dijo y, además, se quedó tan ancho.

Ahí va:

“El tiempo terminará democratizando a la Iglesia“

Existe la equivocada idea de que la democracia sería una buena cosa para la Iglesia católica. Sin embargo, trasladar estructuras humanas a instituciones esencialmente divinas ningún buen resultado puede traer. Por eso lo que quiere decir Cayo Lara, el tan singular maestro Ciruela, es que le gustaría que a la Iglesia católica se trasladaran las querellas políticas, los tejemanejes políticos y, en fin, el basuriento comportamiento de muchas fuerzas políticas.

A eso, simplemente, se le podría llamar, mundanizar a la Esposa de Cristo y eso, como es fácil de entender ni puede ser ni será.

“Se tendrán que acabar las formas de vida de los obispos, curas y sacerdotes con su celibato, igual que de las monjas y sus votos de castidad“.

Resulta difícil hablar de una forma más despreciativa hacia una opción que es, además de santa, gozosa para quien la toma. Habla el tío de que acabar “las formas de vida” … “con su celibato”.

Francamente, es posible ser más torpe pero no más burdo a la hora de juntar cuatro palabras para opinar de lo que ni se sabe ni se entiende ni nada de nada cuando sería muy bueno que Cayo Lara mantuviese un celibato de palabra y se abstuviese de abrir la boca si lo que ha de decir son tales sandeces.

Ya se sabe, el maestro Ciruela-Lara, que de no saber nada de religión quiere poner escuela de anticatolicismo.

Y para más rebuznancia:

“Lo mejor que podrían hacer para la sociedad sería integrarse en la vida común cotidiana como tienen determinados sectores de las sociedades religiosas en el mundo“

¡Claro que sí hombre! Lo que convertiría a la Iglesia católica en más aceptable de cara a la sociedad es que no tuviera ningún tipo de dogma y que, en fin, cambiara de idea en todo lo que tiene que defender según vayan los tiempos. Acomodarse al mundo para que el mundo la acepte.

El problema es que dejaría de ser Iglesia católica y sería, a lo sumo, una religión de tres al cuarto a la que poder dominar con facilidad y a la que nunca se le echaría nada en cara porque nada echaría ella en cara al comportamiento social ni a la sociedad. Es decir, una Iglesia católica sorda ante lo que pasa y muda ante lo que pasa.

La Iglesia, según lo entiende el maestro Ciruela-Lara, es una “institución absolutamente machista, muy hipócrita desde el punto de vista de estar defendiendo posiciones que van contra la propia natura del ser humano, como el celibato”.

¡Y dale con el celibato!

Ya sabemos que hay pensamientos que no son capaces de entender que pueda haber una persona que sienta gozo por someter su vida a la privación de la relación sexual. A lo mejor lo hacen por algún tipo de sentido espiritual de sus vidas al que no puede llegar, ni en sueños, Cayo Lara, sometido al relativismo y al hedonismo.

“El tiempo hará que se modifique esta institución, porque ella misma y su forma de vida es la que está provocando los casos de pederastia que están saliendo, junto a posiciones absolutamente retrógradas, porque es mentira que defiendan la vida, y que también tienen que cambiar. ¿Cómo puede ser que el Papa haya dicho que los preservativos en lugar de prevenir el Sida, lo que hacen es provocarlo más? ¿A cuánta gente está matando cada vez que abre la boca con ese planteamiento?“

Atribuir los casos de pederastia a la forma de ser de la Iglesia católica es algo que demuestra, a la perfección, la catadura moral de Cayo Lara y es algo que, en fin, manifiesta un pensamiento, ciertamente, ruin.

Sin embargo, se supera al decir que Benedicto XVI “mata” cuando habla de lo inoportuno que puede ser el uso del preservativo que, en realidad, más que prevenir, por la promiscuidad que promueve, más provoca que ayuda a prevenir el SIDA. Eso es muy propio de una persona que, además, linda en sus declaraciones con lo delictivo.

Dice, también, que la Iglesia católica tiene “avanzar todavía mucho la Iglesia, porque sigue siendo un aparato represor de libertades absoluto“.

Resulta absurdo, cuando no ridículo, que se le pueda achacar a la Iglesia católica la represión de nada ni de nadie porque para poder reprimir se ha de tener el poder político. Si no se tiene, en poca represión se puede caer.

Aunque eso lo dirá Cayo Lara por la experiencia de su propia ideología que, como sabemos, es muy dada a imponer y a reprimir todo lo que no es de su nigérrima y hedionda cuerda.

Pero, como decía el dibujo animado de Super Ratón, “no se vayan que aún hay más”:

“Están en la hipocresía y espero que la sociedad le vaya dando de lado sistemáticamente. No es extraño que cada vez haya menos gente joven en las iglesias, no me extraña que vayan teniendo pérdida de influencia permanente porque hay cosas que ni eran sostenibles en el siglo pasado, ni lo son ahora. Y cuanto más avanza la ciencia más se desmontan todos los dogmas represivos que ha montado la Iglesia a lo largo de su historia“.

Si, ciertamente, los jóvenes no acuden como deberían, a la Casa de Dios no es debido al comportamiento de la Iglesia católica sino, más bien, al alejamiento que de ella procuran los poderes del mundo porque al mundo no le ha interesado, nunca, que le canten las cuarenta y le digan las cosas como son o, mejor, como deberían ser.

En esto, el Mal (incluido Lara, don Cayo) está haciendo bien su trabajo.

Sin embargo se comprende lo dicho por el dirigente de Izquierda Unida porque había aprovechado otro rebuzno para defender la dictadura sangrienta de los Castro en Cuba.

Es que, la verdad, de donde no hay poco se puede sacar.

Eleuterio Fernández Guzmán

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