La Jornada por la Vida es hoy: muchos no quieren pero otro ser humano merece vivir

La campaña tiene, digamos, un ser humano como protagonista: pequeño, indefenso y, al parecer, innecesario y ha sido elaborada y presentada por la Conferencia Episcopal Española.

Mientras escribo este artículo estoy escuchando, de fondo, el sonido que acompaña a las imágenes de las ecografías: es un corazón que late con la fuerza de la Vida y que no tiene la más mínima intención de dejar de latir a no ser que sea por causa ajena a su voluntad.

Y, como no podemos andarnos con medias tintas, vale la pena (aunque sea triste) para un tiempo viendo el siguiente vídeo del que, advierto, no saldrá bien parado un corazón abortista. Y si sale bien parado, sin duda alguna es un corazón muerto.

EXCURSUS

Como podrán comprobar, el enlace citado arriba, no contiene, ya, el vídeo de Eduardo Verástegui, actor y provida Mexicano que se encontraba entre los “testimonios” de la campaña. Ha desaparecido, muy oportunamente, diciendo que ha habido “una infracción de los términos de uso".

Que cada cual piense lo que quiera aunque, para mí, está bastante claro la razón de la desaparición de tal vídeo, en el que se mostraban los resultados, muchos, del aborto.

FIN DEL EXCURSUS

¿En realidad, hay necesidad de celebrar una Jornada por la Vida?

Algunos dirán, llevados por su pensamiento progre y más preocupados por el bien mundano que por la Verdad, que se trata de una estrategia de sectores retrógrados de la sociedad española (véase Iglesia católica y muchos de sus creyentes) Lo tendrán, así, como algo que hay que olvidar tan rápidamente como pase el día de hoy, 25 de marzo.

Para otros, sin embargo, vale la pena traer al recuerdo de hoy mismo (pero sin olvidar que siempre se ha de hacer tal cosa) que la vida del ser humano que no tiene, por sí mismo, defensa posible, es decir la del nasciturus, no puede ser olvidada ni, tampoco, dejada en manos de aquellos que quieren hacer, con ella, más o menos, lo que les viene en gana.

Por eso es tan importante la campaña que traigo aquí.

¿Qué se pretende con esta campaña?

Pues cosas que, por elementales, no deberían ser recordadas porque produce vergüenza tener que hacer tal cosa:

La inclusión del aborto entre los medios supuestamente necesarios para cuidar la salud es de por sí una grave falsedad. El acto médico se dirige a prevenir la enfermedad o a curarla. ¿El embarazo es una enfermedad? ¿Qué se cura cuando alguien aborta?

¿Es difícil entenderlo?

Otra de las grandes mentiras que se nos intentan transmitir es que nuestros actos no tienen ninguna consecuencia. Pero esto que, con carácter general, es falso, adquiere un dramatismo particular en el caso del aborto donde se elimina la vida de un ser humano indefenso y, con frecuencia, se silencian las graves consecuencias psicológicas y morales que tiene para las mujeres que abortan

¿Es imposible comprenderlo?

A las gestantes en dificultades hay que ofrecerles la acogida de un corazón abierto, el consuelo para sanar sus heridas y la ayuda real que no las deje solas en una situación tan complicada

¿Resulta difícil e imposible proponer esto?

Ciertamente, cuando desde las instancias más elevadas (pero en la fosa moral hundidas) de la política, se proponen medidas como el aborto ante las dificultades por las que pueda pasar una mujer embarazada en vez de procurar dar solución a tan difícil trago, la verdad es que tenemos que pensar, a la fuerza, que no hay voluntad de solucionarlo sino, simplemente, de terminar con quien “ocasiona” el problema.

Por eso vale la pena celebrar la Jornada por la Vida para que se sepa que no todo el personal está a favor de sucumbir a la mundanidad, al hedonismo o a los egoísmos particulares; que no todo el personal se hace cómplice de la muerte de un hermano que, sin saber la razón por la que le pasa tal cosa, se ve abocado a una muerte prematura, injusta e inmerecida.

Y esto no puede tratarse de un grito al vacío sino que tiene que ser recogido por los corazones de aquellos que, a lo mejor, tienen al aborto como una “solución” como otra cualquiera ante la que no cabe remordimiento de conciencia alguna porque, para eso, se tendría que tener conciencia.

Sin embargo, el Mal, que nunca descansa, utiliza a sus peones para que, voluntariamente, muestren la maldad de sus acciones haciendo lo posible para que la campaña aquí referida tenga menos efectos de los esperados.

Lo que pasa es que, seguramente, con su vil acción, han conseguido lo contrario.

Cosas del Bien y el Mal. A veces, ganan los buenos.

Eleuterio Fernández Guzmán


Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).

2 comentarios

  
Snolkocevic
Lamento decirle, Eleuterio, que el video que comenta, ya ha sido retirado de Youtube.
Si hace el favor de comentar el video retirado, sería bastante instructivo.
Gracias


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EFG


Pues el vídeo trata, supongo que aún trata aunque lo hayan escondido, de una sucesión de filmaciones sobre los resultados del aborto: sobre todo miembros de seres humanos seccionados del cuerpo como, por ejemplo, brazos, pieras e, incluso, cabezas.

Lo que muestra, porque supongo que en algún lado estará, es a lo que lleva el aborto.

Y, por cierto, los miembros del cuerpo humano se distinguen e la perfección y no son, digamos, masas informes porque se puede ver, supongo yo que se puede seguir viendo donde sea, los dedos, las manos, los pies, los ojos.

En fin, todo esto es el resultado de una aberración a la que llaman, con toda falsa naturalidad, "interrupción voluntaria del embarazo".

Eso es lo que se podía ver.
25/03/10 10:28 AM
  
Ana
La vida de otro no nos pertenece no depende de nuestra voluntad tienen derecho a vivir. Además de medidas la formación es vital y por supuesto la oración
25/03/10 7:12 PM

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