Esto de Logroño no es una simple tontería, aunque lo sea

Un lector de este blog me hizo llegar algo que, en realidad, puede parecer una simpleza y una tontería (hecha, pues, por quien cumple tales características) pero que, en realidad es el síntoma del camino que están llevando las cosas en nuestra, aún, llamada España.

Posteriormente, la noticia apareció en InfoCatólica, pero me veo en la obligación de citar la fuente primera porque creo que vale la pena destacar el interés del creyente por transmitir lo que, a veces, se produce de negativo con relación a nuestra fe.

Resulta que el Ayuntamiento de Logroño ha tenido una idea que, digamos, no es en sí extraña: ha editado un calendario para 2010.

Sin embargo, el resultado de la misma ha sido bastante extravagante y, entonces, fuera de lugar.

Puede dar la impresión de que las celebraciones de aquella capital de provincia, donde tanta importancia tiene el vino, han cambiado a la misma de lugar y, en realidad, no está en España sino… yo no sé dónde.

Vamos con ello y pueden sujetarse a la silla (si es que están sentados) o a lo que puedan (si es que están de pie)

Aquí, en la estulticia alcaldil, pueden apreciarse tres realidades, a saber:

1.-La utilización del lenguaje políticamente correcto para modificar el sentido de las fiestas cristianas.

2.-La celebración, directa, de festividades algo raritas para los españoles.

3.-El olvido directo de festividades tradicionales españolas y, por tanto, riojanas (o al revés).

Pues en cada una de estas realidades, el Ayuntamiento de Logroño, con un tal Tomás Santos a la descabezada cabeza, ha sobresalido la tontería, la simpleza y, lo que es peor, el ataque a lo religioso cristiano.

Todo es, simplemente, un insulto, una bofetada, una torta en la cara cristiana del logroñés y, por extensión, en la del español creyente.

Según lo comunicado por el lector aludido arriba, lo siguiente es lo que consta en el calendario de marras:

Dentro de la primera realidad (que es aquella que utiliza el lenguaje equívoco para cambiar las cosas):

-El día 6 de enero no es la festividad de Reyes sino el día después de la Cabalgata organizada por Radio Rioja.

-El 3 de febrero tampoco es el día de San Blas, sino el día de la bendición de la rosquillas de San Blas.

-El 8 de diciembre, no se hace constar que es la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, sólo que “El Colegio de Farmacéuticos celebra la Inmaculada".

Dentro de la segunda realidad (que es aquella que, directamente, introduce festividades ajenas a la cultura cristiana española)

-El 24 de febrero recoge El Maulid, celebración del Nacimiento de Mahoma; ninguna referencia al nacimiento de Jesucristo.

-El 15 de agosto, festividad señera en toda España, la Asunción de María, da paso al recuerdo del día de la Independencia de Pakistán.

-En octubre, no hay espacio el día 12 para la festividad de la Virgen del Pilar pero sí para Id Al Adha, la Fiesta del Cordero de la comunidad islámica.

Dentro de la tercera realidad (que es aquella que olvida, directamente, festividades tradicionales cristianas)

1.-No hay ninguna alusión al Miércoles de Ceniza.

2.-El 25 de julio, Santiago Apóstol, ha dejado de celebrar al Patrón de España.

Creo que se comenta por sí solo lo aquí dicho pero tenemos que darnos cuenta del cambio que esto quiere introducir, qué es lo que se olvida o disimula y qué es lo que se destaca.

Sin embargo, a mí me gustaría saber qué tipo de población vive en Logroño. Es decir, si la misma es mayoritariamente católica y, por tanto, la que paga los impuestos con los que se llevan a cabo tales imbecilidades es, a lo mejor, de creencia cristiana. Si es así, cosa más que probable, más de una persona debería acudir al Ayuntamiento de Logroño, y afearle la conducta al Sr. Alcalde que es, en último término, el responsable de tan desaguisado calendario.

Y todo esto no debe haberse tomado como cosa verdadera después de haber ingerido algunas botellas de algún buen caldo de La Rioja.

Esto lo digo porque en el saludo del Alcalde se dice que Logroño es tierra de vino “que alegra el corazón”.

Pues el corazón lo puede alegrar pero a más de una neurona la ha hecho agua.