Diócesis de S. Sebastián: rebeldes sin causa
Muy conocido es el título de una película en la que intervenía un actor que, al fallecer demasiado joven pasó a ser considerado un mito cinematográfico: “Rebelde sin causa” es el título y James Dean, el actor.
Relacionado con el mismo Dean, el cantautor Luis Eduardo Aute, en su canción “Las cuatro y diez” y refiriéndose a “El Este del Edén” dice que el actor “tiraba piedras a una casa blanca”.
Pues aunque puedan los lectores pensar que desvarío verán que todo esto tiene mucha relación.
En la diócesis de S. Sebastián ha pasado algo por el estilo: determinadas personas se han comportado como rebeldes… sin causa y tiran, además, piedras contra una casa, también, blanca.
En el, ya, famoso, comunicado dice cosas que, sin duda alguna, los califica como lo que son, rebeldes sin la debida correspondencia entre lo que se critica y a quien se critica.
De todas formas, antes que nada, hay que hacer notar que son una minoría los firmantes porque de los 650 sacerdotes que podían haberlo hecho sólo han dado su apoyo al documento 132. Así, una fácil resta demostrará que la manipulación, al respecto, tampoco ha dado en el clavo. Pero, como intento de sembrar cizaña hay que reconocer que no está mal.
Bueno, pues dicen cosas como las que siguen:
-Dicen que el nombramiento ha tenido una intención clara: “variar” el rumbo de la diócesis de Guipúzcoa. A lo mejor no era el mejor si, por ejemplo, vemos el número de seminaristas que tiene su Seminario.
Es cierto que puede decirse que, en general, es la tónica en toda España. Sin embargo, tampoco podemos dejar de reconocer que el hecho de querer ser sacerdote tiene mucho que ver con la vida de la misma diócesis y que si tan pocos jóvenes que quieren ser sacerdotes… que cada cual piense lo que crea oportuno.
-Dicen, también, que no están de acuerdo con el procedimiento llevado a cabo para el nombramiento de monseñor Munilla. En realidad, con lo que no están de acuerdo es con la propia persona elegida.
En realidad, el procedimiento habrá sido el mismo de siempre. Por eso, una vez disimulada la idea de qué molesta (el cómo se ha elegido) pasan a la verdad de las cosas y de las intenciones: quién molesta. Por eso dicen que “Conocemos de cerca la trayectoria pastoral de D. José Ignacio Munilla” como presbítero (que lo fue de Zumárraga, también en S. Sebastián) y que la misma fue “profundamente marcada por la desafección y falta de comunión con las líneas diocesanas”
Es muy raro que una tal persona fuera desafecta o que mostrara falta de comunión con quien pastoreaba la diócesis en aquellos años.
¿Quién era obispo entonces?
Exactamente, José María Setién Y esto dice más de lo que parece y explica muchas cosas. Por eso dudan de la “idoneidad” de monseñor Munilla.
-Y, por último, manifiestan una peligrosa tendencia a ponerse la venda antes de tener la herida “queremos reiterar nuestra voluntad y compromiso de seguir caminando en coherencia con las opciones pastorales que hemos mantenido a lo largo de todos estos años” porque creen que, a lo mejor, van a cambiar.
¡Ay!, cuánto bien va a hacer José Ignacio Munilla en aquella diócesis guipuzcoana.
Además, los mismos sacerdotes también tiran piedras contra una casa blanca que es la casa papal; la que, con su mano recta lleva Benedicto XVI, sucesor de san Pedro que, creo, es quien nombra a los obispos para las distintas diócesis del universo católico.
En definitiva ¿Tienen o no tienen causa? (posibilidad, la de tenerla, que dejo abierta para los más optimistas)
Bueno, a lo mejor creen tener una causa pero e, en todo caso, bastante ilegítima: la relacionada con el nacionalismo vasco y con la infección que ha sufrido parte de la Iglesia católica de aquella diócesis aunque es una pena que la casa contra la que tiran las piedras sea, exactamente, la suya y ya se sabe que nada hay más imprudente que tirarse piedras contra el propio tejado de uno.
Sin embargo, hay que reconocer que no están solos los rebeldes sin causa.
Otros, con menos causa aún que los pocos rebeldes del norte de España se dedican a lo único que saben: a emponzoñar la vida eclesial española.
Para eso han quedado.
14 comentarios
Allá quien se alegre de eso. Yo creo que es algo sobre lo que no puede alegrarse nadie.
Es ciertamente triste esta situacion, en la que, utilizando aquel aforismo, se ha practicado aquello de "al enemigo ni agua". Y lo es, en primer lugar, porque se entienda que estamos entre enemigos, y segundo, porque ni la minima caridad cristiana se ha estilado, y se ha ido a degüello con el nuevo Obispo.
Menos mal que Dios cuenta en su plan con todas estas cosas. Asi que confiemonos a su plan y a su Misericordia.
No señores. Vds., sres. presbíteros, no pueden ir por libre. La Iglesia visible no es una comuna igualitaria, sino una realidad jerárquica donde todos los sacerdotes y los fieles deben respeto y obediencia -sí, respeto y obediencia- a su Obispo, y máxime si su nombramiento ha sido decidido -como parece- por el mismo Benedicto XVI. ¿Qué es eso de decidir por su cuenta seguir una u otra línea pastoral? Esto no es el anglicanismo. La línea pastoral -entérense de una vez- la marca el Obispo actual, no el anterior o el de principios del siglo XX. Y Vds. -porque se comprometieron a ello- están obligados a obedecer y a cooperar con el obispo.
Si quieren Vds. montar un chiringuito clerical aparte, monten un cisma , o mejor, funden un partido político, pero no usen a la Iglesia Católica para sus experimentos sociales y políticos. La Iglesia -qué verguenza tener que recordárselo- debe como misión principal salvar las almas de los hombres.
La verdad es que han llevado, los rebeldes, su pensamiento político demasiado lejos. Esto huele a Teología de la Liberación casera.
Pues sí. Llevan mucho tiempo utilizando a la Iglesia católica para fines poco santos. Tal es el problema. Y, claro, ahora, no quieren dar su brazo a torcer.
Bueno, eso han pretendido. Para mi el problema, como tal, no son 132 sacerdotes de una diocesis de 650. Para mi el problema verdadero reside en saber quien ha amparado, y en cierto modo, provocado el que una parte del clero este asi (y aqui sabemos que hay nombres y apellidos concretos).
Pero como decia antes, tambien Cristo cuenta con todos los errores y pecados de la humanidad, para llevar a cabo su plan. Por eso se dice que Dios escribe recto con renglones torcidos, o que saca bien del mal. Por eso, ya puede dar el enemigo la lata, que la victoria, esta asegurada (venga quien venga y diga quien diga, acuse quien acuse y de lo que quiera acusarnos).
Tenemos un Dios grande, y nos ha dado, nada menos que a su Madre. Por lo tanto, que griten lo que quieran.
Ellos son los católicos, de su catolicismo. Y los demás, tristemente, sólo saben que son hijos de Adán.
A lo mejor lo ha patrocinado el pensamiento nacionalista. Pero, vamos, es una idea mía, claro.
Pues en parte, ese es el responsable, pero lo triste es que esta respaldado, e incluso animado (que es lo que mas trsite me parece) por ciertos Obispos de aquellas diocesis.
A esto me venia a referir yo.
El problema es, creo yo, que algunas personas pertenecientes a la Iglesia católica (pienso ahora en Setién) han hecho todo lo posible, desde hace muchos años, para que ahora pase lo que está pasando. Son, por eso, seguramente, más responsables que los sacerdotes que incurren en tantas villanías.
Ojalá esos curas se dedicasen a atender a su grey, a la que deben su vida, su tiempo, su esfuezo, su todo.
¿QUÉ ESTÁ FALLANDO Y QUÉ HA FALLADO EN LA PASTORAL VOCACIONAL Y EN LA FORMACIÓN DE LOS SACERDOTES?
Actitudes como ésta son clericalismo puro y duro. Pastores que devoran a sus ovejas.
¡Cuánta falta hacía un año sacerdotal!!
Por supuesto, asi es.
Lo que tambien me hace mucha gracia es que, ahora se pretenda hacer valer un "clamor" (si es que a esas cantidades se les puede llamar clamor") contrario a Monseñor Munilla, cuando somos muchos mas los que llevamos mucho tiempo elevando nuestras voces contra las barbaridades de estos sacerdotes y de Setien y Uriarte, en relacion a su "linea pastoral" con relacion a ETA y a otros temas politicos, y no se ha hecho ni el mas minimo caso. ¿Que tenemos que hacer ahora? Espero que no pretendan que se pare el mundo a su deseo y se les ponga la alfombrita roja.
Estamos ante la tipica pataleta de niño pequeño, que o le das lo que quieren, o creen que con gritos y lagrimas de cocodrilo van a salirse con la suya. Pues como a los niños, hay que explicarles que las cosas no son asi y si quieren seguir montandola, que sigan y cuando sea demasiado (aunque yo creo que ya es demasiado), pues las debidas decisiones oportunas y punto pelota.
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