Eppur si muove - Sobre la teología y los teólogos

Entendemos por Theología, como definición, el discurso o tratado acerca de Dios. Por tanto, el término encierra todo lo referido al Creador. Pero no sólo al mismo sino a lo que significa su influencia en nuestra vida cotidiana, en nuestro diario vivir.

El teólogo, por tanto, habla de Dios y así nos transmite el sentido que, para él (o ella) tiene el objeto de su estudio: la revelación de Aquel que lo creó.

Por otra parte, la teología siempre ha tenido, entre sus objetivos, una interpretación de las Sagradas Escrituras teniendo en cuenta los tiempos que, en cada momento, han corrido. Esto, en términos generales, es lo que se espera de tal ciencia.

Así, entre teologías positivas, dogmáticas, apologéticas o escolásticas siempre ha sido el objeto de la teología la revelación misma en el entendido de que en el pasar de los siglos muchas han sido las circunstancias que han hecho cambiar sus ideas o pensamientos que, sin embargo, no han podido afectar al la revelación propiamente dicha.

También se le atribuye a la teología, por lo dicho hasta ahora, una actitud eminentemente crítica al respecto de lo que estudia, analiza y comprende.

Por eso, se espera de quien así actúa que tenga una actitud abierta a todo pensamiento porque sólo así podrá hacer bien el especial trabajo que, como miembro de la comunidad religiosa, tiene encomendado.

No resulta conveniente, para que no se vea tergiversada su labor, que la necesaria crítica nuble la vista y el corazón de quien tiene que dar a conocer las profundidades a las que la gran mayoría de creyentes no llegamos.

Y esto porque la teología no puede ser considerada como ciencia que es, en sí misma, un fin sino, más bien, un medio. Muy bien lo comprendió esto Sto. Tomás de Aquino cuando en la Iglesia de San Domenico Maggiore de Nápoles una aparición de Cristo le hizo pensar que todo lo que había escrito hasta entonces (¡nada más y nada menos!) era, en realidad, pura paja (es decir, nada y, además, fácil de hacer desaparecer) ante aquella aparición. El fin era, pues, Dios y no la misma teología a la que tanto tiempo había dedicado.

Y esto debería comprenderse.

Llegados a este punto podemos preguntarnos lo siguiente:

¿Teólogos progres y teólogos conservadores?

Cuando aparece, junto al término “teólogo” el calificativo de progre o de conservador sabemos, la mayoría de las veces, a qué debemos atenernos y no equivocaremos, seguramente, el pensamiento acerca de ellos si sobre ellos hablamos.

Por ejemplo, la progresía teóloga apuesta por temas como:

-El pensamiento acerca de que la jerarquía eclesiástica no se preocupa por los pobres.

-Que existe una jerarquización excesiva.

-Que no existe democracia en la Iglesia católica y, tampoco, por eso mismo, corresponsabilidad.

-El celibato obligatorio y no opcional.

-La supuesta marginación de la mujer en la Iglesia católica.

-La existencia de normas morales y sexuales “cerradas”.

-La censura contra los denominados “teólogos progres”.

-La creencia según la cual la liturgia eucarística es demasiado monótona y aleja a los jóvenes de la misma.

Y así podríamos estar un rato largo porque los temas son tantos como, en realidad, conforman la doctrina de la Iglesia católica.

El tema, por eso, de la existencia de una teología conservadora y una que lo sea progresista tiene una relación directa con la interpretación que se hace de la revelación y de las Sagradas Escrituras.

Así, quien cree y entiende que se ha tratado de manipular la Iglesia que fundó Cristo a favor de determinada jerarquía siempre estará en contra de lo que la misma ha llevado a cabo a lo largo de los siglos y, claro, siempre a favor de lo que sea contrario a lo hecho.

Por ejemplo, tenemos algo que muestra hasta qué punto es equivocada la posición que mantienen los teólogos denominados progres: creen que, en realidad, la labor que está realizando Benedicto XVI es puramente involucionista y que se quiere volver, como poco, al Concilio de Trento:

-Misa en latín.
-Confesión de rodillas y en la boca.
-Misa llamada extraordinaria o de cara al sagrario.
Etc.

Pues, en realidad, no se trata de nada de eso sino de comprender que, en la Iglesia católica la evolución supone, siempre, volver a los orígenes.

Y, claro, eso no cuadra para aquellos teólogos que tienen, de la evolución de la Iglesia a la que pertenecen, una visión light y acomodaticia al mundo.

10 comentarios

  
Ricardo de Agentina
Que no existe democracia en la Iglesia católica y, tampoco, por eso mismo, corresponsabilidad.
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No existe ni debe existir Democracia en la Iglesia.
LA Democracia es un movimiento o doctrina político-filosófico-religiosa que sostiene -por principio- que no hay poder por encima de la voluntad general.
La Iglesia Católica, en cambio, sostiene que todo poder (aún el más encumbrado poder del mundo) proviene de Dios y de él se sostiene y por El subsiste.
Consecuentemente, la Iglesia enseña que "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres", lo cual es una herejía para la Democracia.

No hay ni debe haber parte entre la Homicida Democracia y la Santa Religión. Fruto de una época muy confusa y desdichada para la Iglesia, la Democracia Cristiana fue finalmente barrida de la historia, quedando de ella sólo el recuerdo de un movimiento que intentó conciliar lo inconciliable, y que próximo a su final mostró su verdadero rostro progresista.
16/10/09 2:37 AM
  
Eleuterio
Ricardo de Argentina

Completamente de acuerdo con Ud.

Tales pensamientos los llevan aquellas personas que confunden lo mundano con lo divino. Pero lo que resulta necesario es que los creyentes no caigamos en tal trampa.
16/10/09 7:27 AM
  
Luis López
Ricardo, la democracia es efectivamente el gobierno de la voluntad general, y eso tiene sus riesgos. Pero la democracia -también- es la aternancia en el poder con lo que esos riesgos pueden corregirse.

Lo que Vd. señala me suena algo así como una instauración por decreto ley del Reino de Dios, y eso es un disparate. El Reino de Dios sólo se contruye desde cada persona, no desde estados presuntamente teocráticos. Como Vd. bien dice, la democracia cristiana fue un desastre, pero lo fue porque el Reino de Dios no se construye desde arriba, desde el poder. Allí, como señaló el demonio a Nuestro Señor, manda él (Lc. 4,6).
16/10/09 9:41 AM
  
enkibilal
Hombre, Eleuterio piense un poco en lo que ha dicho, porque si hay que volver a los orígenes entonces hay que permitir que los clérigos se casen, hay que ir por el mundo con un manto y unas sandalias sin dinero en el bolsillo, hay que derribar todos los palacios episcopales, hay que disolver el Colegio Cardenalicio, en fin...
16/10/09 10:35 AM
  
Eleuterio
enkibilal

Vale. A lo mejor me he equivocado o no he sabido expresarlo.

Lo que he quereido decir es volver al sentido cristiano esencial: respeto a la vida, por ejemplo o a la creencia que la fundada por Cristo la entregó a Pedro y que es legítimo el papel que juega, hoy día, el Papa. Etc.

Aunque reconozco que no he matizado lo suficiente lo que quería decir.
16/10/09 11:34 AM
  
rastri
enkibilal:

Disculpa que intervenga:

Ciertamente sí hay que volver a los orígenes.
Y siempre y cuando se sepa dónde y cómo se encuentrasn nuestros orígenes. Porque, ciertamente, si pretendemos que nuestros orígenes se encuentran en las catacumbas con el Coliseum al lado; Pues no.

Pero si entendemos que nuestro orígenenes se encuentran en modo y lugar de aquel llamado Paraiso Terrenal. Dicho sea antes del llamado Pecado Original. Entonces sí que hay que volver a los origenes, si queresmos saber, ver y comprender lo que es la eterna salvación por Jesús el Cristo predicada.

Y puesto que por nuestro propios medios, -nosotros los muertos mortales en esta catacumba estando- no podemos volvera al origen de nuestros días pasadoos en aquel Paraiso Terrenal.
Escrito está: Que se prometió y se ha cumplido. Y vino uno llamado el Hijos de Dios para enseñarnos y abrirnos el camino a fin de poder llegar.

Claro que, en ejemplo por Él dado, para volvera a este origen de Paraiso Terrenal perdido: Hay que dividirse hasta la última de la más recondita vestimenta de nuestra estructuras molecular como ser libre y responsable. Y aquí lo que es el morir en y para este mundo en cual todos los que sabemos esperar estamos.

De cualquier forma toda esta terrenal fábrica que el hombre, en sus "síndromes de estocolmo matizados de síndrome de rió kwai": serán destruídos.

Como dicho sea: El que tenga oidos para oír que oiga.
16/10/09 1:48 PM
  
gallego
Y así podríamos estar un rato largo porque los temas son tantos como, en realidad, conforman la doctrina de la Iglesia católica
Eleuterio, creo que está metiendo gato por liebre.

Para ustedes los católicos, muchas de las cosas que ha citado no son cosas doctrinales. Son cosas organizativas que la Iglesia prefiere ahora que sean así pero que son cambiables, y que incluso se dan ahora como lo de los curas casados, como ya hemos debatido.
16/10/09 4:02 PM
  
Eleuterio
gallego

Eso es cierto. De todas maneras no me negará Ud. que en los temas que no son organizativos los teólogos llamados progres no están desnortados.

16/10/09 4:52 PM
  
Luis R.
?Derribar palacios episcopales?, ?Gato por liebre?, ?Cosas organizativas (...) que son cambiables?...

La Iglesia no "prefiere" nada. Los creyentes somos Iglesia y la Iglesia anuncia una Verdad revelada, por encima de preferencias, para quien la quiera escuchar.

El articulo de D. Eleuterio se entiende. Me extranian las dudas de cabezas preclaras como enkibilal y gallego.
16/10/09 5:12 PM
  
Gallego
La Iglesia no "prefiere" nada. Los creyentes somos Iglesia y la Iglesia anuncia una Verdad revelada, por encima de preferencias, para quien la quiera escuchar
SI? La verdad revelada es que debe haber un nuncio en España? Y que Fene pertenezca a la diócesis de Santiago en vez de la de Mondoñedo-Ferrol?
16/10/09 6:06 PM

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