Mi cuerpo no es mío
“Mi cuerpo es mío” es un eslogan feminista ya muy antiguo. Y también es el título de una historieta o pseudocuento elaborada para niños, en la que trata de enseñar a los niños, no tanto a conocer su propio cuerpo (o el cuerpo humano a secas), sino a aprender a rechazar contactos físicos no deseados.
Más específicamente, el objetivo es que los niños sepan percibir y rechazar (“aprender a decir no”) cualquier intento de abuso sexual por parte de un adulto o de otro niño. Naturalmente, este fin deseado (evitar abusos sexuales) es bueno, pero la premisa de la que se parte es mala. Por ello, esta campaña está equivocada, y por tanto, no es buena.
Como decía al principio, “mi cuerpo es mío” es un lema de origen feminista. Forma parte del llamado “empoderamiento” de la mujer, un neologismo bastante feo, pero descriptivo. Ese propósito de aumentar el poder de un colectivo, reproducido posteriormente en otros considerados de por sí “faltos de poder” (minorías étnicas o nacionales, homosexuales, etcétera), tiene un origen marxista, la teoría de la lucha de poderes. Fue efectivamente el filósofo alemán quien describió de forma cruda algo que ya se había planteado más veladamente en otros pensadores desde Maquiavelo: que el objeto final de toda acción humana consiste en alcanzar y mantener el poder, y que toda la historia del hombre no tiene otro objeto que la lucha entre personas y grupos por el poder. En el caso de Marx, la lucha de clases, pero posteriormente se ha aplicado a todo tipo de colectivos.
A partir de la revolución sexual de 1968, el feminismo (hasta entonces un movimiento francamente conservador) se infiltró de pensamiento marxista, en buena parte gracias a la filósofa radical comunista Sulamith Firestone en su obra “la dialéctica del sexo: en defensa de la revolución feminista”, en la que aplica las enseñanzas marxistas a la de lucha de sexos, y en la que equipara a las mujeres con el proletariado, a los hijos con el producto del trabajo y a los varones con la clase explotadora. Es inevitable encontrar huellas de esta equiparación en muchos de los movimientos feministas contemporáneos.
Como la sociedad posmoderna nacida después de la revolución sexual es fundamentalmente liberal y libertaria, ese empoderamiento se ha aplicado más marcadamente a los individuos que a los colectivos. Por tanto, afecta principalmente a la autonomía de la voluntad (principio liberal) personal. Es decir, aunque el fin sea lograr el poder, el centro principal de la teoría filosófica se desplaza al individuo sujeto y su voluntad. O por aplicarlo más llanamente a la sociedad actual, a sus apetitos y pasiones (que en el existencialismo posmoderno representan la “autenticidad” del sujeto, y consecuentemente deben marcar su voluntad, just do it).
Es importante señalar que se deben diferenciar los esfuerzos por aumentar la capacidad de personas que por su condición tienen una desventaja (minusválidos, enfermos mentales, menores, etcétera), que se denominan “dotar de autonomía”, del concepto de “empoderar”, que se aplica a personas o comunidades cuya situación de presunta inferioridad proviene de una injusticia externa o estructural. En el caso de las mujeres, serían esencialmente merecedoras de igual poder que los hombres, pero de forma histórica se les habría privado del mismo injustamente por una superestructura (cuya existencia real por lo visto no es necesario demostrar) llamada patriarcado.
Naturalmente, el lector cristiano ya ha podido advertir cuál es el fallo de raíz de ese “mi cuerpo es mío” (y de otras similares como “mi vida es mía”, “mi sexualidad es mía”, “mi muerte es mía”, etcétera): basar todo en el grado de poder. Cuando consideramos que el poder es la meta o fin detrás de toda acción humana, como afirmaba Marx, estamos cometiendo un error garrafal. Vamos a analizar los dos extremos errados de este principio.
Comencemos por el objeto del acto humano, que siempre debe ser buscar el bien. Es decir, practicar la virtud (Platón) para alcanzar la felicidad (Aristóteles), posesión perfecta de todos los bienes que únicamente se alcanza en plenitud al llegar a la bienaventuranza (Santo Tomás de Aquino). El poder no puede ser nunca el fin buscado, sino un medio más para hacer el bien.
La teoría del poder para el cristiano es muy simple, y nos la enseñó Nuestro Señor Jesucristo en Mateo 20, cuando afirmó “sabéis que los príncipes de las naciones las subyugan, y que los poderosos imperan sobre ellas. No sea así entre vosotros. Por el contrario, el que entre vosotros quiera ser grande, sea vuestro servidor, y el que de entre vosotros quiera ser el primero, sea vuestro siervo, así como el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos”.
La potestad, pues, se ha de emplear al servicio caritativo del prójimo, y eso legitima su ejercicio. Por ello uno de los títulos del Papa es “siervo de los siervos de Dios”. El servicio como fin del acto. El amor, una vez más.
Sigamos por el sujeto: nosotros no nos pertenecemos. Ni nuestro cuerpo, ni nuestra mente ni nuestra alma han sido hechos por nosotros, ni los hemos comprado tampoco. En el caso de nuestro cuerpo, es obra de la naturaleza, por medio de nuestros padres. Es un regalo, pues. Un regalo, sabemos los cristianos, del Autor de la naturaleza. Un don que estamos obligados a cuidar y mejorar, y que usufructuamos con un fin muy preciso: emplearlo para obras buenas, que den Gloria a Dios y ayuden a nuestro prójimo.
Lo mismo cabe decir de nuestra alma y nuestra mente.
Enseñar a nuestros niños a “empoderarse”, a que “su cuerpo es suyo”, aunque se haga so capa de ayudares a defenderse de un posible abuso sexual, es enseñarles algo malo. Puesto que nuestro cuerpo no es nuestro para emplearlo mal. Puesto que ese mismo eslogan justifica la autonomía de la voluntad para el aborto provocado, la automutilación, la impudicia, la pornografía, los vientres de alquiler, las aberraciones biológicas, las drogadicciones, o cualquier otro hábito malo para nosotros o para los demás.
El abuso sexual es objetivamente malo, y ello no depende de la voluntad de la víctima. Algunos niños tienen un carácter fuerte, y otros no. Podemos efectivamente considerar que es una herramienta útil enseñar a un infante a desarrollar una voluntad sólida, y probablemente lo es, pero ante todo debemos dotarles de un criterio adecuado para discernir lo justo de lo injusto, lo correcto de lo incorrecto.
Enseñemos los cristianos a nuestros hijos que es la finalidad lo que hace fundamentalmente bueno o malo un acto, y que es esa finalidad lo que importa, y no si nosotros tenemos o no la potestad de hacer ese acto, pues como dijo el apóstol de los gentiles “Todo es lícito, pero no todo conviene; todo es lícito, pero no todo edifica.Nadie busque su provecho, sino el de otros” (1 Cor, 10, 23-24).
Y enseñemos a la sociedad que es buena la castidad, que es buena la pureza de los niños, pero también la de los adultos. Prediquemos la importancia de la templanza, de controlar los apetitos de nuestro cuerpo, que muy perfectamente pueden orientarse al egoísmo y la satisfacción personal, haciéndonos obrar el mal. Creemos una moral social que, por sí misma, haga repugnante a cualquier conciencia el tocar impúdicamente a un niño. No simplemente por miedo al castigo (que también), ni mucho menos porque pueda “forzar la voluntad de un menor”, sino por propio asco y horror personal. Será así más fácil que quien tenga tales inclinaciones o tentaciones acuda por propia iniciativa a ayuda psicológica y espiritual para someterlas, con la ayuda de Dios, en vez de andar confiando en que enseñando a los niños que su cuerpo es suyo vayan a tener discernimiento para impedir los abusos.
La experiencia enseña que no basta con castigar el mal, además hay que promocionar el bien. Promocionarlo personal y socialmente. Enseñar la virtud ahorra muchas condenas. Y muchos crímenes.
Si no es por fe en la enseñanza de Dios, al menos hágase por sentido práctico.
La autonomía de la voluntad no conduce al bien necesariamente, pues todos estamos dañados por el pecado original; con frecuencia somos presas de la concupiscencia, que nos ofusca el entendimiento y enturbia el alma, y nos empuja a hacer el mal que no queremos y no el bien que queremos. Necesitamos la Gracia. Y necesitamos una doctrina clara y misericordiosa que nos oriente a la práctica del Bien. Como personas y como comunidad humana.
Cuando veamos alguna doctrina que parte del “empoderamiento” de la naturaleza caída, desconfiemos de inmediato. Incluso aunque pregone que puntualmente tiene un objetivo bueno, porque esta es la forma habitual en que la propaganda posmodernista ha implantado socialmente algunos de los hábitos más repugnantes, ya que el objetivo principal del axioma no es evitar los abusos sexuales, sino afirmar el poder omnímodo del sujeto y su voluntad.
Eso no viene de Dios.
78 comentarios
Sí que veo que puede abordarse la cuestión, en estas personas, desde un punto de vista de la virtud. Pero actualmente, que se busca tanto la practicidad y provecho de las cosas, también del cuerpo, es muy difícil llegar a los jóvenes ateos desde este flanco. ¿Para qué voy a servir, a ser humilde, bondadoso, etc?, responden. ¿Qué beneficio saco de esto?
Por tanto veo difícil, en estas personas no creyentes, abordar la cuestión. Éstos, en una cultura del "uso y disfrute" del cuerpo, lo siguen viendo como un instrumento más de deleite y propiedad personal.
La pretensión de "empoderar" a los niños de esa manera no sólo está errada por la falsa premisa de "mi cuerpo es mío", sino también porque se presupone que el consentimiento hace lícitos los actos. Esto genera problemas, ya que esos niños crecerán con la idea de que sólo los actos no consentidos dejan secuelas en la psique, y que, en cambio, de todo lo consentido no se debe temer nada. Los promotores de ese "empoderamiento" saben perfectamente que eso no es así, y que la promiscuidad se asocia con numerosos problemas tales como depresión, adicciones, suicidios, etc.
En lo que a educación respecta, se pueden mencionar un par de cosas desde la tradición católica. Lo primero, en cuanto a esto:
"Podemos efectivamente considerar que es una herramienta útil enseñar a un infante a desarrollar una voluntad sólida, y probablemente lo es, pero ante todo debemos dotarles de un criterio adecuado para discernir lo justo de lo injusto, lo correcto de lo incorrecto."
Hay algo que se hacía en otros tiempos, y de lo cual existe una buena literaratura, y es la formación del carácter. Incluía ambas cosas: fortalecimiento de la voluntad, y desarrollo de criterios de comportamiento adecuados.
Lo segundo, y esto es algo digno de analizarse en profundidad, es la curiosa contradicción entre lo que el mundo advierte como consecuencia de no seguir sus dictados y lo que la Iglesia ha observado en su propio seno. Y el contacto con niños es un ejemplo claro de esto. ¿Cuántos casos no hubo de niños que, sin recibir una "educación sexual", ni muchas veces una educación favorable a la virginidad, convervaron, sin embargo, su pureza, incluso a pesar de la oposición de sus mismos padres? Recordemos a Santa Catalina de Siena, que hizo voto de virginidad a los siete años, a Santo Tomás de Aquino, y a tantos otros. Los mundanos quieren hacernos creer que, por ejemplo, si a una adolescente no se le explica todo lo referente al sexo, lo primero que hará apenas pueda será embarazarse, pero la historia no sólo los desmiente, sino que, si la gente se informara, quedaría en evidencia que esos mismos mundanos son los que buscan que tales cosas sucedan.
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LA
Gracias por su aporte.
Efectivamente, la clave del error está en creer que el consentimiento hace lícitos los actos, cuando estos son lícitos en sí según su fin y parcialmente según sus circunstancias.
Es el error de raíz: que la autonomía de la voluntad es la clave moral. A veces se escuda en la conciencia, pero no es una conciencia rectamente formada, sino simplemente una máscara para describir a la voluntad autónoma.
Un saludo.
No es que el cuerpo sea mío sino que soy yo, que es distinto. La persona que vende, trafica o hace lo que le da la gana con su cuerpo es como la persona que vende su alma, lo que hace es afectar a su ser que ya no será el mismo. Todo el mundo entiende que la propiedad es algo ajeno a mi que pasa a ser de mi pertenencia por diversas razones, por lo tanto es imposible separar mi cuerpo de mi misma y cosificarlo haciendo ver que yo soy yo y mi cuerpo es otra cosa. Y eso sirve tanto si crees en Dios como si no crees.
Todo el mundo nace desnudo, sin propiedad alguna, pero todo el mundo nace corpóreo a no ser que sea un ángel. Hasta los fetos tienen cuerpo y eso lo que destruyen y, al destruirlo, destruyen a la persona.
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LA
Es un magnífico argumento para razonar con quien no tiene fe. Muchas gracias
Un saludo.
"La moralidad del acto humano depende sobre todo y fundamentalmente del objeto elegido racionalmente por la voluntad deliberada, como lo prueba también el penetrante análisis, aún válido, de santo Tomás" (S. Juan Pablo II, Veritatis splendor, n. 78).
Decir "mi cuerpo no es mío", tal como suena, es un contrasentido, pues entonces no sería "mi cuerpo", y tanto daría que yo "tenga" el cuerpo que tengo como si "tuviera" otro. En realidad, sostener que "mi cuerpo es mío" es correcto. Pero claro que eso no autoriza a hacer con él lo que me venga en gana. También mi familia es mía y mis bienes son míos, y no puedo hacer (moralmente) lo que quiero con ellos. Porque todo obrar humano ha de estar regulado moralmente.
Y para Diácono: reconocer al Creador no requiere de suyo la fe, pues es un conocimiento accesible a la sola razón natural, como asimismo la ley natural.
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LA
Creo que en el artículo se entiende que la refutación va contra el concepto de propiedad personal que encierra la frase "mi cuerpo es mío", y no como que se trata de algo separado del propio ser, como deduce usted.
La familia o los bienes son algo ajeno a mi propio ser, y que he adquirido de un modo u otro, y por tanto sí se podría aplicar el razonamiento que usted realiza.
El cuerpo, como la mente y el alma, nos viene dado, no hemos hecho acto alguno para recibirlos ni para merecerlos. Por tanto, no son propiamente nuestros. Son de quien nos los ha dado. Es decir, de Dios. A él se lo debemos y sólo según sus mandamientos debemos de usarlo.
Pero entiendo que el mío es un razonamiento muy espiritual, y que el argumento de África es más versátil para una discusión abierta.
Un saludo.
Yo diría que la verdadera dificultad radica en el inmenso tinglado de mentiras bajo el que se cobija la promoción de la lujuria. Sería demasiado largo hacer una lista, pero sería interesante plantear cómo es que algo supuestamente tan sano requiere de tanta publicidad engañosa.
No dije que nuestro cuerpo sea algo "separado". Nuestro cuerpo forma parte de nuestra naturaleza individual, pero nuestro ser es realmente distinto de nuestro cuerpo, toda vez que es realmente distinto de nuestra esencia. La pertenencia no se aplica aquí en el mismo sentido, está claro, que respecto de otras cosas. Pero así como aceptamos que nuestra familia es "nuestra" sin por ello deducir de allí que se puede hacer cualquier cosa con ella, no parece haber ningún problema en aceptar que nuestro cuerpo es también "nuestro" (aunque de otro modo) sin tampoco deducir de allí que se puede hacer cualquier cosa con él. Que algo nos sea dado no significa que no pueda ser también nuestro: nuestros padres también nos han sido dados y son nuestros.
Pero es que hasta nuestro ser no lo somos, sino que lo tenemos: es el supuesto (la persona, en nuestro caso) el que tiene el ser, dice santo Tomás: "sicut habentem esse" (S. Th., III, q. 17, a. 2, ad 1). Pues también cada persona humana tiene un alma racional y un cuerpo, que son suyos.
En fin, el mismo Señor habló de su Cuerpo como suyo y así lo escuchamos en cada Santa Misa, al renovarse su Santo Sacrificio: "Hoc est enim Corpus meum...".
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LA
El empleo que hace el feminismo de la expresión "mi cuerpo es mío" es el propio del sentido de "mi cuerpo es de mi propiedad", por el cual puedo hacer con él lo que quiera. No es el sentido de "el cuerpo forma parte de mi ser", que es el que usted aplica.
Verá que bajo ese prisma es desde el que está hecho mi crítica. Nuestro ser, sea alma, mente o cuerpo, no es nuestra propiedad. Y por tanto no podemos decir que es "nuestro".
Un saludo.
Escribes: "...también dijo Jesús: " Mi alma sufre tristezas de muerte" y no por eso vamos a entender la posesión de un alma por parte de Jesús,..."
¿Quieres decir que Jesús no posee un alma humana?
Luego añades: "La Resurrección de Cristo comprende todo Él".
Pero yo creo que aunque Jesús descendió a los infiernos todo Él, su naturaleza divina y su alma no resucitaron porque no murieron.
Cuando Jesús dijo esas palabras sudó sangre y el alma no suda, su cuerpo reaccionó a la angustia porque el cuerpo y el alma mientras estemos con vida están interconectados.
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LA
Por supuesto que no, Federico, pues hay una moral de la propiedad, que manda orientarla al bien particular y el común (que nunca son contradictorios). Por derecho natural la posición libertaria del "yo conmigo hago lo que quiero" ya está errada.
Pero es que además nosotros no poseemos nuestro cuerpo del mismo modo que poseemos bienes. Los bienes que poseemos, o los hemos creado nosotros, o los hemos obtenido intercambiándolos con bienes que hemos creado. Es una nuda propiedad, sujeta a un fin moral, pero de disposición libre.
En cambio, nuestro cuerpo no es nuestro, porque no lo hemos creado ni adquirido. Nos ha sido regalado por el Señor de la vida con un propósito. Sería equiparable a la viña arrendada de la parábola: no es propiamente nuestro, aunque podamos disfrutarlo o aprovechar sus frutos. Es de Dios, y estamos obligados a emplearlo según sus mandamientos.
Un saludo.
1. Nunca definí al hombre así.
2. Nunca dije que el cuerpo no pertenece a nuestra esencia.
Santo Tomás dice que el hombre tiene o posee la humanidad ("Homo autem qui habet humanitatem [...] ipsum suppositum sive individuum habet naturam speciei, sicut homo humanitatem" (De pot., q. 7, a. 4, c.)): la persona posee una determinada esencia, y por tanto posee las "partes" de dicha esencia, en nuestro caso, que son el alma racional y el cuerpo. Ergo, el cuerpo es de la persona humana, como asimismo lo es también el alma racional. Y esto se aplica también a Jesucristo, Persona divina que poseía (y posee) una naturaleza humana, merced a la Encarnación, y por tanto poseía (y posee) un alma racional y un cuerpo.
No parece viable, por decirlo suavemente, hacer Metafísica con nociones existencialistas de "ser y tener" y eso de que "yo soy mi cuerpo"...
Nunca definí al hombre como "espíritu poseedor de un cuerpo". Digo que la persona posee una naturaleza determinada. Y en el caso de la persona humana, dado que nuestra naturaleza es compuesta, posee sus partes: alma racional y cuerpo. De tal modo que una persona humana, como Ud., África, posee un alma racional y un cuerpo, que son suyos, distintos de los que posee otra persona humana.
Asunto muy importante. Se empieza enseñando a los niños este tipo de pequeñas monstruosidades y se les acaba hablando del género fluido. En temas como este se percibe el por qué de esa sensación de repugnancia que produce la postmodenidad, pareciera que responde a algún tipo de disociación cognitiva o psicológica. Además, hablarles a los niños con esa jerga del tipo "es para proteger tu cuerpo", en vez de es para protegerte a ti, no puede producir mas que confusión. Conste que no he leído el libro y solo he visto alguna referencia.
Qué importante recuperar la teología del cuerpo, tal y como dice África, y qué importante recuperar la cultura cristiana en un mundo que ya es completamente refractario a la verdad.
Pues ahí está la cuestión y en eso coincidimos plenamente, Ignacio (como, claro está, en la idea de fondo del post). Pero entonces lo poseemos, aunque de otro modo.
Lo que agrego es lo siguiente:
1. Cabe, por tanto hablar de que es nuestro en ese especial sentido en que es nuestra la naturaleza individual que poseemos, dado que el cuerpo es una parte de ella. Que algo sea nuestro no implica negar que sea recibido de Dios (de hecho, todo lo bueno es recibido de Dios).
2. Al decir "nuestro cuerpo no es nuestro", para que esta frase tenga sentido, "nuestro" debe estar tomado en sentidos distintos: de lo contrario, se cae en el absurdo. Como si dijera "mi auto no es mío". Entonces ¿de quién es? ¿Y si no es mío, por qué digo que es "mi" auto? (auto = coche). Si no es "mío", no es "mi auto".
No sólo no es una barbaridad monumental, sino que es una tautología decir "mi cuerpo es mío", pues "mi" es el apócope de "mío", y "mío" indica que "es de la persona que habla o escribe" (RAE). Y santo Tomás dice que la naturaleza individual y sus partes son de la persona que las tiene, ya que "de" indica posesión (RAE). Porque no todo lo "nuestro" ha de ser creado o adquirido por nosotros mismos. Hasta incluso dice la SE, en un sentido, "mi Dios" (y "mi alma" y "mi carne"): Sal 62.
Y ya que habla de la resurrección de la carne, África: "...en el día del juicio todos los hombres comparecerán con sus cuerpos ante el tribunal de Cristo, para dar cuenta de sus propios actos, a fin de que cada uno reciba lo propio de su cuerpo..." (Dz 531).
Es la persona o supuesto, realmente distinta del alma y del cuerpo. En el caso de Jesucristo es la Persona divina del Verbo. Es pura doctrina tomista.
Entonces Ud. tiene un alma que es suya. Porque el posesivo indica que "es de la persona" (que habla o escribe). Y el "de" indica posesión. De nuevo, hay que salir de categorías existencialistas, que se han difundido demasiado..., y volver a la Metafísica realista y tomista: la persona es realmente distinta de su naturaleza. Si Ud. dice que su alma no es suya, entonces no posee alma. De allí que Jesucristo hablara de su alma y de su cuerpo y de su sangre. Si así no fuera, al recibir la Eucaristía, no deberíamos responder "Amén" a "El cuerpo de Cristo".
XVII De las ocupaciones mujeriles, a beneficio de las artes.
"Provincias hay, en que la mujeres sin salir de España, van en los barcos a pescar en el mar; llevan a vender el pescado fresco, desde los puertos de mar tierra adentro, o a los mercados; cultivan las tierras por sí mismas: son tenderas, panaderas, que amasan y venden el pan".
"En los mismos países las mujeres guardan el ganado por vecería, si es necesario: guían los carros: sallan, escardan, dan, siegan, y cirvan las mieses, y aun labran, a falta de hombres, las tierras.
Se crían seguramente, a pesar de tanta fatiga, más sanas, y conservan costumbres naturales, y no menos decentes".
"Portean y venden las mujeres de la costa septentrional las frutas, y son ellas casi las que regentan todas las tiendas de mercería.
Hacen encajes, medias, cordones, y otros géneros ordinarios, según las luces del país. En fin no se desdeñan de aplicarse, a cuantas faenas permiten sus fuerzas, y convienen al sustento de su familia.
Estas costumbres son antiquísimas en aquellos pueblos, y eran trascendentales a toda España, antes de la entrada de los árabes".
"Ahora no están encerradas las mujeres, ni deben estarlo sin injuria, y degradación de la justa libertad, que les pertenece, cuando no renuncian a ella".
"Los Mahometanos por principios erróneos de religión, acomodan sus costumbres respecto a las mujeres; y de ahí viene su encierro, ociosidad, y superstición". Jeje
"Las antiguas españolas, hasta el siglo octavo de la era cristiana, todas vivían ocupadas, y es resabio derivado de los árabes la indiferencia actual. La práctica de algunas provincias, no debe prevalecer a la general laboriosidad de nuestros mayores".
"Esta larga mansión de 700 años ha podido influir algunas costumbres. La Reina Católica reprendió en las mujeres de Córdoba la ociosidad; y nadie que ame el estado, y la felicidad de las mujeres, podrá aprobar, que vivan descuidadas, y llenas de una pobreza, y desnudez voluntarias.
No creo, que se asegure con el ocio la honestidad del mujeriego; antes es la ocasión próxima, de corromperse las costumbres en gentes de ambos sexos".
"La mujer tiene el mismo uso de razón, que el hombre: sólo el descuido, que padece en su enseñanza, la diferencia, sin culpa suya".
"Tampoco sus fuerzas la hacen apta a la guerra, ni a otros trabajos pesados, que deben soportar los hombres, que nacieron con mayor caudal de valor, y robustez. Con todo, ha habido sus heroínas en el sexo, sabias, y políticas".
"Como no es el asunto de la aplicación, a que intento dedicar las mujeres, relativo a las ciencias y combinaciones abstractas, de que son capaces, a mi entender sin distinción de sexos, sería impertinente discusión, internarse en una disputa, en que tomo seguramente el mejor partido el Padre Feijoo; mirando como error del vulgo la diferencia, que en perjuicio del mismo sexo hacía la opinión común, a favor de los hombres".
"Si se ha de consultar la experiencia, puede afirmarse, que el ingenio no distingue de sexos; y que la mujer bien educada, no cede en luces, ni en las disposiciones a los hombres; pero en las operaciones manuales, es mucho más ágil que ellos. Con que en la materia de que se trata, debe concluirse, que son tan idóneas a lo menos, para ejercitar las artes, compatibles con su robustez".
"El establecimiento de maestras de cuenta del público, para enseñar a leer, y las labores a las niñas, es un recurso muy oportuno; pero absolutamente necesario, si la educación se ha de fijar, como es razonable, sobre cimientos sólidos. Donde haya fondo de propios, es cosa prudente asignar un salario, competente a estas maestras; y que las madres y los párrocos cuiden, de que las niñas no falten a esta enseñanza.
Los hospicios enseñarán a las niñas desvalidas; y los padres cuidarán generalmente, de que no vivan ociosas sus hijas".
"Aquellas que carecen de rentas, o caudal cuantioso, no pueden recibir educación en los monasterios; y es preciso, que busquen medios de suplirla el Magistrado público en las ciudades, y villas grandes: no se trata de las aldeas, las cuales tienen muy diferentes reglas.
Unas irán a la maestra, y otras vivirán en el colegio. Pero serán comunes en ambas clases, las ideas de la necesidad de la enseñanza, y de la aplicación, respectiva de las mujeres".
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Santo Tomás dice que el hombre posee la humanidad de lo cual se puede deducir, siguiendo sus argumentos, que si posee la humanidad puede hacer con ella lo que le da la gana sin que el hombre resulte afectado por ello puesto que es una posesión, como mi casa, y lo que le pase a mi casa no es lo que me pasa a mi. Tampoco explica usted, con tanto insistir con el mi qué diferencia existe entre mi cuerpo y mi bolso porque si el posesivo es el mismo las posesiones deberán ser objetos ajenos a mi.
"ya he dicho que si hablamos de poseer un alma y un cuerpo, y hablo por todos, es que tiene que haber alguien, que no sea ni el alma ni el cuerpo, que los posea a los dos y ese ¿quién es?"
Yo creo que no es que haya alguien que posea el cuerpo y el alma de cada uno. La persona humana es una dualidad de cuerpo y alma profundamente unidos.
Y el alma humana con su inteligencia adquiere conciencia de su individualidad, de su ser alguien.
Respecto al tema central, quieren normalizar el abuso, no prevenirlo. Solo combaten, y a veces ni eso, la agresión. Buscan el sexo con los niños a través de engaños y de bloqueos mentales. Juguetitos, mascotas, atención... Y por supuesto vicio. Después de bloqueados la perversión de esos niños es mucho más fácil. Mecanismo mental similar al maltrato. En esta sociedad de exaltación del placer sexual lo tenemos complicado los padres. Mucha comunicación y precaución. Pero sobre todo Dios. Muy interesante su artículo.
Esta casa es mía, este bolso es mío, esta copa es mía que suele corresponder a la pregunta: ¿De quién es?
En el caso del cuerpo y del alma (o espíritu) esta pregunta nunca se formula y si utilizamos, como dice Cos, frases como:
-Protege tu cuerpo en, vez de simplemente protégete.
- Este cuerpo es mío
etc...
Estamos hablando de forma en que el cuerpo es una posesión en el mismo sentido que cualquier otra y, por lo tanto, lo estamos cosificando.
Pero luego vete a decirle a una mujer violada que van a acusar al violador de "uso indebido de propiedad ajena" y ya verás lo que dice. La mujer que ha sido violada lo que dice es: "me han violado" no dice: "han violado mi cuerpo". Así que la precisión es importante porque no podemos estar hablando unas veces del cuerpo como yo y otras como si fuera una posesión de mi yo.
Yo lo sé. Ese alguien es Dios. Ya lo dice el Salmo 99.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.
San Agustín dice: "Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti" (Las Confesiones, i, 1, 1).
Sí, en la Eucaristía está todo Él, pero la Resurrección de Cristo es sólo la resurrección de su mismo cuerpo, que es glorificado. No hay resurrección de su alma. El alma no necesita resucitar porque no ha muerto.
Jesús habla claramente de la distinción de cuerpo y alma cuando dice: “Y no temáis aquellos que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma”.
Ahora las cristianas tenemos que apoyarnos en pediatras NO cristianos como Carlos González, para poder defender la crianza de nuestros hijos y el cuidado de nuestra familia como prioritario. Sin detrimento de que en un momento dado podamos realizar otras tareas. Y de recibir el mismo estudio.
Me parece mucho más sensato los varones pescando en alta mar y las mujeres mariscando en la orilla y tejiendo redes. O mujeres y hombres llevando un negocio, en el que los varones pasaban más tiempo fuera de casa (el caso de mis padres). Como ejemplos no cerrados. Simples ejemplos adaptables a situaciones particulares concretas. Al menos las casadas y con hijos. No tengo ningún interés en ir a pescar a alta mar con varones con peligro, entre otras cosas, de ser violada, lejos de mis hijos y padres (si estos necesitaran ser cuidados). Y no porque no fuera capaz. Los hijos no se crían solos. Son una responsabilidad. La leche artificial lleva relativamente poco tiempo en el mercado. Y obviamente no es lo dispuesto por Dios, salvo para salvar vidas. Ahora está a la orden del día, igual que los servicios del estadoarcado, para justificar el feminismo y hacer de los hombres madres bis. He criado a dos hijos. Solo dos. Y no les cuento el trabajo que dan. Ahora tengo a mis padres mayores. No me voy a ir a alta mar. Mi espejo es María, no los mahometanos. Mi juez, Dios.
La "cultura de la violación" es un ejemplo de lo que digo. Es perfectamente conocido lo que causa el fenómeno, pero de hecho se culpa a cualquiera que no sea progre. Se llega incluso a decir que quienes abogan por un mayor recato en el vestir son causantes de violaciones a mujeres.
Es como si hubiera una especie de leyenda negra contra la castidad y una leyenda rosa a favor de la lujuria.
Marta de Jesús
Creo que con eso se refiere a que, inicialmente, las feministas no eran favorables a ninguna clase de laxitud en temas sexuales.
A mi me gusta un slogan que está por ahi que dice algo asi:
Tu cuerpo es tuyo, pero el cuerpo del que llevas dentro No.
Creo que es la manera mejor de hacer entender porque no se puede abortar.
Muy interesante tu articulo de los artesanos del siglo XVII.
En el Pais Vasco, ha existido el matriarcado, las mujeres eran las que organizaban casi todo. Entonces no hacia falta el feminismo, y los hombres estaban muy contentos con tener esas joyas en casa.
Eran famosas las Bermeanas.
En el país Vasco no existía el feminismo, un matriarcado no es feminismo siempre y cuando la transmisión de poder no sea a través de las mujeres. En ese sentido la Ley Catalana era mucho más feminista porque la mujer tenía el mismo derecho que el varón a la hora de heredar el patrimonio; las gallegas también eran más feministas porque disponen de un mayor número de mujeres que han pasado a la Historia por peso propio como Rosalía Castro, Concepción Arenal o la Condesa de Pardo Bazán. Así que dejémoslo en X. El poder en la sombra no cuenta porque, si contara, resultaría que los amos dependían más de sus esclavos que los esclavos de los amos, hay toda una teoría sobre el asunto.
Pues Ud. iría bien como ideóloga para una nueva edición de "neo-habla" (1984), pues con su argumentación se podría abolir de facto la propiedad privada de un plumazo: "mío" (contra la RAE) ya no sería un posesivo, sino un determinativo. Pues los ladrones ya podrán quitarnos cualquier cosa...: si les respondemos que algo es "mío" nos podrán decir: "sí, eso que Ud. está determinando no es una posesión suya, pues no se valió de un posesivo, sino de un determinativo... De modo que me la llevo".
Si no se respeta el sentido de las palabras, es imposible el diálogo.
Dice Ud.: "Santo Tomás dice que el hombre posee la humanidad de lo cual se puede deducir, siguiendo sus argumentos, que si posee la humanidad puede hacer con ella lo que le da la gana sin que el hombre resulte afectado por ello puesto que es una posesión, como mi casa, y lo que le pase a mi casa no es lo que me pasa a mi".
Pues le pido que relea lo que escribí antes de atribuirme deducciones absurdas. Nunca equiparé la posesión de la humanidad por parte de la persona (que es lo que dice santo Tomás, a quien no logro ver si trata de enmendarle la plana), a la posesión de una casa.
Dice Ud.: "Tampoco explica usted, con tanto insistir con el mi qué diferencia existe entre mi cuerpo y mi bolso porque si el posesivo es el mismo las posesiones deberán ser objetos ajenos a mi".
Que el posesivo sea el mismo no significa que lo sean las posesiones. También posee Ud. su ser, y si se le fuera quitado, sería aniquilada. El posesivo no indica que todo aquello a lo que se refiere deba ser "ajeno": eso es inferencia gratuita suya.
Ahí salió la veta existencialista. Y entonces se entiende la incomprensión (y quizá hasta el rechazo) de la Metafísica clásica.
Pero..., ¿y mi casa, mis propiedades, todas mis cosas?
No tendrás nada de eso. Nada de eso es en realidad tuyo. Lo que te parece ser un pronombre posesivo es un realidad un "determinativo": determina qué casa es, qué propiedades, qué cosas. Pues todas esas ahora no son más tuyas...
Neo-habla, doble-pensar...
¿Y mi cuerpo es mío? Tampoco: recuerda que "mi" no es un posesivo. Así que cualquiera podrá emplear el cuerpo de cualquiera a voluntad, como si fuera una piedra del camino que no es de nadie en particular. Porque el "mi" sólo determina "este" cuerpo. Y como no es de nadie, puede ser de cualquiera.
Porque yo tengo propiedades a mogollón, además de mi cuerpo y mi alma, tengo mis vecinas, mis vecinos, mis sobrinas, mi cuñada, mi hermano, mis amigos, mis amigas...y todos son míos.
Ya ve que en esos casos es imposible volver la oración a copulativa:
-Mi vecina es mía
-Mi amigo es mío
porque adopta otro matiz diferente. Así que deje de decir que la utilización de mi, tu, su, nuestro, vuestro y su (3ª persona del plural) es siempre y en cualquier caso indicativo de posesión porque no es así como puede comprobarlo. Es un adjetivo de un significado mucho más poliédrico que la mera posesión de algo o de alguien.
De la misma manera yo puedo hablar de mi cuerpo y de mi alma pero no puedo decir que sean mías.
La confusión entre los adjetivos y los pronombres posesivos, que no son lo mismo, lleva a decir a algunas: "mi cuerpo es mío" y el precedente está, precisamente, en los antiguos uxoricidas (hoy criminales de género) que dicen: "La maté porque era mía". Pues va a ser que no porque el adjetivo en "mi cuerpo" o "mi mujer" no me autoriza a decir que son míos y, en consecuencia, hacer con esas posesiones utópicas lo que de me da la gana.
Me voy a fijar solo en esto de Franco:
>> La pretensión de "empoderar" a los niños de esa manera no sólo está errada por la falsa premisa de "mi cuerpo es mío", sino también porque se presupone que el consentimiento hace lícitos los actos. Esto genera problemas, ya que esos niños crecerán con la idea de que sólo los actos no consentidos dejan secuelas en la psique, y que, en cambio, de todo lo consentido no se debe temer nada. Los promotores de ese "empoderamiento" saben perfectamente que eso no es así, y que la promiscuidad se asocia con numerosos problemas tales como depresión, adicciones, suicidios, etc.
A esto ya contestó Luis Ignacio, y estoy de acuerdo tanto con el comentario como con la respuesta. Pero su lectura me sugiere lo siguiente: los niños pueden ser fácilmente sugestionados para presten su consentimiento. Lo cual significa que el eslógan "mi cuerpo es mío" pueden convertirse sutilmente en un nuevo instrumento para el abuso, porque el niño sugestionado para consentir encima tendrá motivos para pensar que no ha sido abusado, porque ha consentido.
No digo que esta intención perversa haya sido directamente querida. Al igual que Luis Ignacio, pienso que el eslógan es bien intencionado, aunque muy equivocado en su fondo antropológico.
No es difícil encontrar razones para pensar que allí no hay, ni puede haber diría yo, buena intención.
- Para empezar, como dijiste, el niño puede ser manipulado. Y lo que lo hace especialmente vulnerable es el ataque a la familia promovido por la misma gente que promueve este tipo de "educación".
- Por otro lado, enseñarle tales cosas a un niño es inútil cuando el abuso se produce de forma violenta, ya que a un pervertido poco le va a importar que su víctima intente poner límites.
- Está también el hecho de que se les da a los niños una información innecesaria y que no son capaces de manejar, y que dificilmente se puede evitar que surja una curiosidad por cosas que están más allá de sus capacidades(lo que los hace aún más vulnerables), o que terminen sospechando de cualquier adulto que los abrace sin preguntarles(aunque sean sus padres).
- La supuesta "prevención" se centra en las víctimas, sin que exista nada que prevenga realmente que haya abusadores. Como bien dice Ignacio en el post, debería ser cosa de toda la sociedad el evitar que los niños sean sometidos a cualquier trato inapropiado, pero para eso sería necesario que la castidad sea valorada, cosa a la que se oponen quienes dicen tratar de prevenir los abusos a menores.
Sumando lo del primer punto, es interesante notar que los enemigos de la familia destacan que la mayoría de los abusos se producen en el seno de ésta. Pero aquí sucede como con la violencia doméstica, tema en que se omite decir qué porcentaje de casos sucede dentro de matrimonios o de concubinatos. Así, los "expertos" saben muy bien qué clase de dinámica familiar(sin contar otros factores) es la más propicia para los abusos a menores, pero se cuidan muy bien de atacar realmente el problema por ahí, y por las mismas razones. Es, en fin, un ponerle tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.
Solo somos administradores de nuestro cuerpo y de las demás cosas, que Dios nos ha dado.
Es verdad que trabajamos y recibimos un salario, pero tanto el trabajo como el salario nos lo da Dios. Otras personas no tienen trabajo, y algunas no tienen salario, y a lo mejor se lo merecen mucho más.
Administramos los bienes temporales como los eternos, segun la capacidad o gracias que nos de Dios, y nuestro libre albedrio
Pero una persona que no tiene formación, o no es creyente, piensa que todas las cosas que tiene son suyas como propietario, y hace con ello lo que le parece.
A muchos solo la obligación interna que siente de que tiene que respetar a los demás, le frena de matar, robar etc., la ley natural y las leyes civiles.
En el caso de la vida, es importante reconocer que el pequeño ser que una embarazada tiene dentro es un ser humano, porque para muchos eso es lo único que le parará para no matarlo.
No creo que el Feminismo es un empoderamiento, término manipulado, pues lo de tener poder para hacer lo quiera lo quiere todo el mundo.
El feminismo no es una lucha contra el hombre, sino contra los impedimentos que un hombre puede poner a la mujer para realizarse como quiera.
Hay mujeres hogareñas, y hay otras que aparte de la atención en la familia, tienen dones, concedidos por Dios, que también quieren desarrollar.
Cuando era joven, muchas de las mujeres que se quedaban embarazadas fuera del matrimonio, no querian abortar, pero les obligaba una sociedad cruel, empezando por el novio o lo que fuera, seguido por los padres, en el trabajo, aparte de tratarles como a la adultera del evangelio, aunque las piedras fueran, duros juicios.
Esa sociedad, ha convencido a la mujer, de que no hay nada malo en abortar, le ha persuadido de que lo que tiene dentro solo son células, y de que como su cuerpo es suyo, puede hacer lo que quiera.
Se equivocan los que piensan que son feministas las que abortan, por los números de abortos que hay se ve, los que abortan hoy, son casi todos los hombres y mujeres de nuestra sociedad, unas materialmente, otros con la presión, las leyes, la persuasión, la amenaza etc.
Pienso que los abusos en los colegios, se resolveria por lo menos en parte, dandóles clases de defensa personal, en el aspecto físico como en el sicologico de forma cristiana.
Pues no, Argia. Aún quitando que aquí se habla de abusos sexuales a menores en general, lo cierto es que el progrerío no quiere lo que planteás. De hecho, lo común en las escuelas es que el que hace bullying no sea castigado, pero sí se castiga a la víctima cuando se defiende. ¿La excusa? Que no quieren que la víctima sea, en un futuro, una persona "violenta". En esta y otras cosas uno puede darse cuenta de que los progres no quieren, en realidad, prevenir mal alguno.
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LA
Mi Dios (tu Dios) entregó a su hijo para salvar al esclavo, y desde entonces ya no nos llama siervos, sino amigos, e hijos.
Sobre que la la ley es igual para todos, me temo que no es cierto, de hecho ayer mismo les acaban de conceder al equipo español nacional femenino de futbol, unas condiciones economícas parecidas a las del equipo masculino, algo que hasta ahora estaba a años luz. Las de los campeonatos de tennis femeninos, siguen cobrando menos de la mitad que en los masculinos. Esto no es una opinión, es un hecho que puedes comprobar.
Yo he conocido a varias mujeres que se dicen feministas, y ninguna es como la Kahlo, o como las chaladas que atacan a las iglesias, que deben de ser un 0,00010 % de las feministas.
Pero esto es en Occidente, donde es verdad que está muy avanzada la igualdad de oportunidades, aunque en los sueldos no.
Tampoco en los asesinatos a sus parejas está resuelto este tema, muy pocas matan a sus parejas, sin embargo este año ya llevamos 19 víctimas femeninas asesinadas por sus parejas, de las maltratadas supervivientes, no tengo cifras. Puedes seguir negando las cifras, pero eso me parece una pérdida de tiempo.
En algunos lugares del mundo es espeluznante el trato a las mujeres, ya has comentado en alguna ocasión que esto no te importa nada, y que a lo mejor hasta ellas lo quieren asi.
Esta es la última vez que te contesto sobre este tema, porque ya me parece una pérdida de tiempo, y en verdad para mi es muy desagradable.
Carta de San Pablo a los Romanos 6-22, versión de la CEE:
22 Ahora, en cambio, liberados del pecado y hechos esclavos de Dios, dais frutos para la santidad que conducen a la vida eterna.
El problema es que Ud., Sra. "Ma.", agrega algo que no sé de dónde lo sacó: "...el mismo sentido de propiedad...". Nunca dije eso. Trate, por favor, de no agregar cosas de su propia invención. Gracias.
Que el cuerpo y el alma son tenencia de la persona, que por ello puede decir de ellos que son suyos, es algo que dice el propio santo Tomás.
Otra afirmación gratuita: no se trata de "dominio absoluto".
El pronombre posesivo indica posesión o pertenencia (RAE), y la pertenencia se podría referir a las relaciones que Ud. indica. Cuando se dice que "mi vecino es mío", se indica que es "mío" en cuanto vecino, que "lo tengo" como vecino.
De cualquier modo, si al negar "mío" del propio cuerpo se quiere decir que se niega la licitud de un empleo del mismo "como si se tratara de un animal", entonces habría que aceptar, con todo, la licitud de calificarlo de "mío" a secas, toda vez que tal denominación no incluye de suyo tal connotación (sin duda censurable), como, por ejemplo, lo atestigua la RAE.
"Abusus non tollit usum". Que algunos entiendan "mío" como para justificar aberraciones no hace inválido un uso correcto de tal posesivo. Si de pronto los abortistas pretendieran fundar el filicidio en que el hijo es "de la madre", claro que el justo rechazo de ese crimen abominable no tendría por qué censurar la expresión "de la madre", rectamente entendida, ni deberíamos dejar de llamarlo así a tal hijo.
"Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna."
O sea, nos hace "libres" tan solo para convertirnos en siervos? Fantástico.
Además se promete una vida "eterna" que es como ponerle un zanahoria al burro delante del morro pero que no llega a alcanzarla nunca.
Resumiendo, esclavos de pensamiento y de obra. Maravilloso.
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LA
No ha entendido usted. Desobedecer a un padre que te manda hacer lo bueno no es libertad, sino rebeldía.
Dios sólo pide que hagamos actos de amor. Eso libera precisamente de la esclavitud.
Como decía un sabio, quien se tiene a sí mismo por maestro, tiene a un tonto por discípulo.
Detrás de todo ese discurso sobre la libertad frente a Dios sólo está el non serviam. La arrogancia y, en último término, la pretensión de que sean los demás los que nos sirvan a nosotros.
"Pues sigue siendo posesivo: en "mis" vecinas y en todo: es "de" la persona que habla o escribe. Eso de "determinativo" es un subterfugio barato".
Es de todo punto imposible que usted se crea en posesión de esas personas. Cambio determinativo, que está mal expresado, por relacional pero su posición le lleva a posturas insostenibles. Cualquier gramático le dirá que no se tome en serio la posesión de personas porque podría acabar en la cárcel, y matizará el término.
Cosa que yo no acepto ni siquiera en ese caso.
Europa rompió sus lazos con el Cristianismo y, al romperlos, va a la deriva por el mundo como "a jangada de pedra", que decía el escritor, con la diferencia de que ésta jangada ya no es de piedra y hace agua por todas partes.
Si estamos en desacuerdo, entonces lo que hay que hacer es definir que entendemos por libertad, y explicar los principios en los que nos basamos para el desarrollo de nuestro pensamiento. Si no, caemos en el riesgo de acabar componiendo simples juegos de palabras que se pueden aplicar en cualquier contexto: "libertad de los siervos", "esclavos de la libertad", "libres de todo", "esclavo de mi mismo", "libre de mi mismo", "siervo de cualquier cosa", "libre de la libertad"...
Lo mismo se podría aplicar a los aspectos del alma, la cual también requiere de un cuidado y de una salud, y de la toma de decisiones en ese sentido. Lo cual no significa asumir ningún tipo de proposición autoreferencial, puesto que la moral cristiana aplica en todo caso.
Siempre es bueno acudir a Santo Tomás.
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LA
Siendo justos, Federico aplica al cuerpo, como al alma, el principio cristiano de la legitimidad de uso para el bien según las enseñanzas de Cristo y la Iglesia, por tanto, en absoluto propone una valoración similar a la de las propiedades latas.
Yo creo que la discusión en más conceptual que verdaderamente práctica. A la hora de la verdad, sospecho que tanto África como Federico responderían lo mismo sobre el uso lícito del cuerpo.
No tengo muy clara la respuesta pero diría que en el caso del eslogan feminista, éste se basa, como dice el artículo, en una premisa de tipo liberal, la autonomía personal, y el derecho a la posesión privada como principio para su articulación. Recuerdo que hablando una vez con un liberal sobre este asunto, para rechazar el principio ius naturalista de su pensamiento, me exponía que el derecho de propiedad se da por sí mismo, puesto que desde que uno nace ya dispone de la propiedad del aire que hay en sus pulmones. El por qué de este razonamiento no quedaba muy claro.
Sin embargo, no se de donde viene esta distinción pero en filosofía se suele diferenciar entre ética y moral. Entendiendo que ética es la rama de la ciencia del comportamiento que se refiere al ámbito particular del individuo y la moral la que se refiere al social. Siendo que, de hecho, ambas pueden entrar en conflicto, y desde luego si no se contempla bajo la luz de la sana doctrina. Así es que, aparte del hecho de que este movimiento feminista no participa de una correcta mirada cristiana, se puede decir que el eslogan "mi cuerpo es mío" no solo contiene un principio perverso que deja indefensos a los niños, sino que desde el punto de vista moral tampoco responde a una conclusión apodíctica. Curiosamente en el asunto de las inoculaciones el "mi cuerpo es mío" sufrió un cese temporal en el ejercicio de su aplicación.
Esto nos lleva a pensar si nos encontramos realmente ante un movimiento que pretende establecer la defensa de unos derechos individuales o si se trata de un ejercicio de construcción de un comportamiento social. Y eso es lo que parece que se ve en el cuento, detrás del "mi cuerpo es mío" lo que asoma es la forma de una moral particular. Aunque expuesta de forma contradictoria, como de forma contradictoria se suelen exponer los pensamientos de todos estos movimientos postmodernos.
En euskera el posesivo se omite para dar paso a un mero articulo determinado: "Aitak esan du" (el padre ha dicho); "badator bizilaguna" (ya viene la vecina). "aita eta biok", tan difícil de traducir correctamente porque literalmente significa "el padre y los dos", hay que traducirlo por "mi padre y yo" o carece de sentido en español. Es decir que el posesivo varía según el idioma, en unos aparece y en otros no. Así que en swahili no sabemos si el cuerpo te pertenece a ti o tú perteneces a tu cuerpo.
Pues yo sostengo lo segundo. No es razonable afirmar que estos movimientos tengan alguna buena intención, más allá de que algunos activistas puedan entrar en los mismos con buena intención, como parece suceder a veces según varios testimonios de conversión, pero esto confirma lo que digo.
religionenlibertad.com/opinion/614400839/feminismo-chivo-expiatorio-hombres-cultura-violacion.html
"...realmente estas señoras son dueñas de su cuerpo y, por lo tanto, sus reclamaciones son válidas en el caso, por supuesto, de que no sean cristianas".
En primer lugar, el embrión no es su cuerpo. En segundo lugar, no pueden hacer lo que les apetezca con su cuerpo (como, por ejemplo, suicidarse): es decir, no pueden hacerlo moralmente. En tercer lugar, esto es de ley moral natural: no hace falta el ser cristiano para determinarlo (aunque, claro, el cristianismo lo corrobora).
No tomes nunca un párrafo descontextualizado porque no significa nada. Si te pierdes en la consideración de que el cuerpo es suyo, pero no así sino de esta otra forma, van a entender propiedad y yo niego esa propiedad, lo cual se lo deja más claro. En estos casos los matices solo sirven para confusión porque es sí o no y yo digo que no.
Y respecto a los Inocentes, los Niños ¡la Tiranía democrática, el Nuevo Nazismo Feminista, los Perversos Ricos Avaros y en fin el Corrupto Hombre moderno, los Pervierte desde el vientre de la Madre, los que sobreviven al genocidio del aborto ¡el Seno de la Madre es el lugar más peligroso para un Niño! ¡Ay! y a partir de los 6 Años se les impulsa a tener Relaciones Sexuales consentidas incluido el Vicio Solitario ¡en definitiva se fomenta y defiende la Fornicación Infantil, el Incesto y la pederastía! ¡Viva el Inocente! ¡Viva la Pureza! ¡Viva Dios!
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