Patriotismo cristiano
Esta de moda hablar de patrias en España, algo inédito en 30 años. No existe el nacionalismo católico, claro está. Poner a la nación por encima de Dios es idolatría, y eso es exactamente lo que hace el nacionalismo. Pero el patriotismo es otra cosa. Nuestros hermanos americanos a veces identifican ambos términos como sinónimos, pero no son lo mismo. Es perfectamente legítimo amar la propia tierra, a los propios paisanos y a los propios ancestros, siempre que no olvidemos que tal amor siempre está por debajo del amor que le debemos al Amor de los Amores.
Pero es que además, a diferencia de la nación, sí que hay una patria común para todos los cristianos. Y no sólo en sentido poético, sino bien real. Los cristianos debemos hacer lo posible por lograrla. Pero no por “crearla”, al estilo de las naciones humanas, puesto que ella es de Dios y no nos necesita para existir, sino más bien por “alcanzarla”, esto es por hacer los méritos necesarios. Con la ventaja de que es imposible que cometamos pecado en tal trabajo, pues sólo el Bien nos acerca a esa patria, mientras que cualquier mal nos aleja de ella.
San Juan nos la describe muy bien en el libro del Apocalipsis, el último de la Biblia.
“Haré que el vencedor sea una columna en el Templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Y sobre él escribiré el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios –la nueva Jerusalén que desciende del cielo y viene de Dios– y también mi nombre nuevo” (3:12).
“Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos. El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó».
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y agregó: «Escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. ¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los asesinos, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los falsos, tendrán su herencia en el estanque de azufre ardiente, que es la segunda muerte».
Luego se acercó uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y me dijo: «Ven que te mostraré a la novia, a la esposa del Cordero». Me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y me mostró la Ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios. La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como la más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino. Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas miraban al este, otras tres al norte, tres al sur, y tres al oeste. La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero. El que me estaba hablando tenía una vara de oro para medir la Ciudad, sus puertos y su muralla.
La Ciudad era cuadrangular: tenía la misma medida de largo que de ancho. Con la vara midió la Ciudad: tenía docemil estadios de largo, de ancho y de alto. Luego midió la muralla: tenía cientocuarenta y cuatro codos, según la medida humana que utilizaba el ángel.
La muralla había sido construida con jaspe, y la Ciudad con oro puro, semejante al cristal purificado. Los cimientos de la muralla estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, el quinto de ónix, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto y el duodécimo de amatista. Las doce puertas eran doce perlas y cada puerta estaba hecha con una perla enteriza. La plaza de la Ciudad era de oro puro, transparente como el cristal.
No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. Y la Ciudad no necesita la luz del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el Cordero. Las naciones caminarán a su luz y los reyes de la tierra le ofrecerán sus tesoros. Sus puertas no se cerrarán durante el día y no existirá la noche en ella. Se le entregará la riqueza y el esplendor de las naciones. Nada impuro podrá entrar en ella, ni tampoco entrarán los que haya practicado la abominación y el engaño. Únicamente podrán entrar los que estén inscritos en el Libro de la Vida del Cordero.
Después el Ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero, en medio de la plaza de la Ciudad. A ambos lados del río, había arboles de vida que fructificaban doce veces al año, una vez por mes, y sus hojas servían para curar a los pueblos. Ya no habrá allí ninguna maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la Ciudad, y sus servidores lo adorarán. Ellos contemplarán su rostro y llevarán su Nombre en la frente. Tampoco existirá la noche, ni les hará falta la luz de las lámparas ni la luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y ellos reinarán por los siglos de los siglos. Después me dijo: «Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. El Señor Dios que inspira a los profetas envió a su mensajero para mostrar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. ¡Volveré pronto! Feliz el que cumple las palabras proféticas de este Libro»”.
(21:1-27; 22:1-7).
Así como las cosas del Cielo son mayores que las de la Tierra, la Jerusalén celeste sobrepuja a todas las patrias terrenas. Allí no habrá templo, porque Dios habitará entre sus fieles, y su luz les iluminará, y no habrá noche ni día, ni sufrimiento, ni lágrimas, ni muerte, ni dolor. Allí habrá árboles de la vida, como no los hubo en el Jardín del Edén, que fructificarán todos los meses del año. Allí el agua de la vida de la que habla Nuestro Señor Jesucristo (Jn 3, 5; Jn 4, 10; Jn 4, 14; Jn 7, 38; 1 Cor 10, 4; Ap 7, 17; Ap 22, 17) brotará en manantial desde el Trono de Dios Padre y del Cordero, para todos sus fieles, aquellos que “vienen de la Gran Tribulación”, y a los que el Pastor conducirá hacia “los manantiales de agua viva”.
Queridos hermanos, meditemos en esta fecha sobre la gran patria del Cielo, a todos prometida. Allí donde moraremos, si Dios quiere y por su misericordia, por toda la eternidad. Nada en la tierra vale tanto, ni merece así la pena. No arriesguemos esa patria por otras menores.
Feliz y Santa Natividad del Señor.
47 comentarios
Sin embargo Jesús siempre pareció tener conciencia de su pertenencia al pueblo de Israel, a sus leyes y a su tradición. Él no fue Flavio Josefo que nadó entre dos aguas, nació y murió como galileo. Podía acceder a que se pagaran los impuestos al César, podía aceptar la legitimidad de un tribunal romano pero, desde luego, dejó muy claro que no se consideraba romano. El que los nazarenos no participaran en la Rebelión Zelote del 68 d.c no quiere decir que fueran algo así como cosmopolitas o apátridas. El Cristianismo, a pesar de ser katolikós, es decir universal, nunca fomentó el ser cosmopolita en la acepción de la RAE:
"adj. y s. Aplícase a la persona que ha vivido en muchos países y ha adquirido las costumbres de ellos". En ese sentido Jesús no fue cosmopolita, acepción que se debe a Diógenes, el Cínico, ni ningún padre de la Iglesia la tomó como expresión propia del Cristianismo. En cambio católico es diferente:
"Antes de ser utilizada para denominar propiamente a la Iglesia, ya la encontramos en importantes obras de la literatura cristiana para otros conceptos. Así, habla San Justino de “la resurrección católica”, la resurrección para todos, o Tertuliano “la bondad católica de Dios” la bondad total de Dios. De hecho, se llama “Epístolas Católicas” a las Epístolas de Santiago, San Juan, San Pedro, San Judas, así llamadas por ir dirigidas no a comunidades locales, sino a la entera comunidad de creyentes. La expresión “Iglesia Católica” (katholike ekklesia) se halla por primera vez en la carta escrita por San Ignacio de Antioquía a los habitantes de Esmirna hacia el año 110 d.C., donde dice:
“Dondequiera que esté el obispo, dejen que esté la gente, incluso como donde esté Jesús, ahí está la Iglesia universal [katholike].”
No hay que confundir entonces a un cosmopolita con un católico, el primero comparte costumbres de los pueblos con los que vive sin implicarse con ninguno, el segundo dogmas y tradiciones religiosas pero tiene conciencia de que, mientras camine por este mundo, lo hace con una identidad determinada.
Es frecuente que los cosmopolitas sean ateos, sincréticos o den el mismo valor a todas las religiones a fuer de identificarse plenamente con los pueblos con los que viven.
El " Hijo Varón " dado a Luz por la Iglesia ,a semejanza de la Virgen Maria ( Apocalipsis : 12 ) ,será nombrado Rey del Reino por el Anciano de Días ,según el profeta Daniel ,y entonces sera una realidad el Reino de Dios en toda la tierra habitada.
Nos encontramos actualmente en un parentesis de la Historia de la Iglesia después del Milenio Preliminar. ( 380-Primera Guerra Mundial ). Y el Diablo ha sido soltado por un corto espacio de tiempo ,para engañar a las naciones de los cuatro ángulos de toda la tierra habitada ; que nos podrá llevar hasta finales del presente siglo.
Serán engañados los que deliberadamente quieran dejarse engañar ,y por ésta razón hace falta un partido cristiano y teocrático ,católico y confesional , para todos los habitantes de la tierra ; que sea el preludio de la patria común e indivisible de todos los cristianos.
Nuestro nacionalismo brega por unificar la gran nación hispanoamericana, o hispánica si posible fuera, bajo el estandarte de Cristo, luego de derrotar a la masonería que nos oprime con su impía democracia.
A mí lo que me parece es que en España llamáis "nacionalismo" a lo que en realidad es secesionismo encubierto. Me da toda la sensación de que os habéis plegado a usar el lenguaje del enemigo secesionista. España es una nación, formada por muchas patrias con peculiaridades regionales, pero que en su conjunto es una nación consolidada históricamente y reconocida internacionalmente.
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LA
Estimado Ricardo, me temo que es un asunto de terminologías diversas a un lado y otro del Atlántico. Acá lo que describes se llama hispanismo, no nacionalismo. Secesionismo no es más que la aplicación del fin del nacionalismo cuando esté pretende crear una nación a partir de un trozo de otra (que es el caso de las republicas hispanoamericanas sin excepción). Cuando la nación se crea a partir de la fusión de varias, como ocurrió en Alemania o Italia, se le llamará unionista.
Lo que distingue al movimiento es que pone a la nación en el centro de todo, y por supuesto la religión está a su servicio. En Europa, desde luego, nacionalismo quiere decir idolatría de la nación, y el estado propio es el paraíso terrenal.
Un saludo cordial y feliz Navidad.
En este día te aconsejo un exorcista . Es lo mejor que te puedo desear .
¿Que puede pervertirse?, pues claro, para eso están el demonio y su cortejo.
¿Que se pueden poner pegas?, pues claro, porque ¿qué puede entender cada quién de "unidad", o cómo interpreta cada uno eso de "destino", o ¿eso de lo universal qué significa?. Cierto. hace falta tomar un poco el asunto como el Teorema de Pitágoras, que necesita de un ángulo recto. Procurando una interpretación lo más recta posible de ese triángulo filosófico de unidad, destino y universal, desaparecen muchas pegas.
Y desde luego, como los problemas en que interviene el teorema de Pitágoras, la solución es una, y sólo una, los errores infinitos... pero por muchos que sean, siguen siendo errores.
Por cierto, para balcanización, la hispanoamericana. Cuando Inglaterra se hizo con e dominio de los mares luego de Trafalgar, esto fue un caos, pues los enemigos liberales instigados desde afuera, se agazapaban por todas partes.
Ahora bien, lo que yo veo en los separatismos o secesionismos que se dan en España puntualmente, no es precisamente una idolatría de la nación sino todo lo contrario: quieren hacer estallar a la nación española en pedazos.
Me dirás que lo que idolatran ellos es a las propias nacionalidades catalana o vascuence, y eso coincide con lo que los separatistas proclaman a los cuatro vientos. Pero eso no es verdad, ya que las tradiciones seculares de ambas regiones fueron siempre de raíz hispánica cristiana, mientras que los separatismos que ahora las dominan son izquierdistas rabiosamente antihispanistas. Lo que se idolatra allí no es a una nación o a una región, éso es sólo la excusa, lo que allí se idolatra es a una perversa y disolvente ideología.
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LA
Creo que se dan ambas cosas: una idolatría de la nación propia, muy al estilo del nacionalismo romántico del siglo XIX; y a la vez, y como consecuencia del proceso de creación de esa identidad nacional (que pasaba precisamente por conseguir que catalanes y vascos odiasen y extirpasen cuanto de hispano tenía su ser y cultura) un ansia de destruir la patria hispana, la hispanidad y cuanto representaba España. Este segundo punto de odio visceral, es mucho más antiguo y profundo que el movimiento nacionalista romántico. Hunde sus raíces en el odio a la España, en palabras de Menéndez y Pelayo, "luz de Trento y martillo de herejes".
Es decir, en el odio no tanto a un trozo de tierra o las gentes que lo pueblan, sino a la idea que España intentó plasmar en el mundo. La "Christianitas minor" de la que hablaba Elías de Tejada, tras el hundimiento de la "Christianitas major" bajo los golpes del protestantismo y el liberalismo.
A los nacionalistas vascos y catalanes les han inoculado ese veneno, por cierto de origen bastante ajeno, y lo manifiestan continuamente, de forma incluso inconsciente, cuando reservan su principal odio contra la historia monárquica y católica de España.
Por cierto que entre los próceres de la independencia de las repúblicas hispanoamericanas, aunque me consta que hubo de todo, predominaron los liberales masones con odios muy similares.
Un saludo cordial.
- Los prójimos son los que son, es decir, a quienes Dios nos pone en nuestro entorno o acceso; no los elegimos, como tampoco elegimos a los padres y a la Patria. El hecho de que no los elijamos, no exime de los deberes hacia ellos.
- En el amor a la patria, se ama agradecidamente a los "prójimos" que fueron y que a su muerte nos dejaron la Patria que nos acoge.
- En el Amor a la Patria, amamos a los prójimos que serán, quienes nos imponen -por vía amorosa y vinculante- el deber de dejarles una Patria hermosa, buena y santa.
- Por el Amor a la Patria, es legítimo ofrendar la propia vida, en defensa de la Patria agredida, acercándonos a
aquello de "no hay mayor amor que dar la vida por los demás".
- En el Amor a la Patria, amamos no solo a los próximos o prójimos, sino sus cosas, las que nos legaron los antepasados, las que hemos de dejar a generaciones futuras.
- Por el Amor a la Patria admiramos a otros hombres de otras Patrias, y sus obras, por eso, Homero, Virgilio, Sun-Tzu, Wagner, Mozart, los trescientos espartanos de las Termópilas, Marco Polo, Max Planck ... enriquecen nuestro propio patrimonio intelectual, literario... espiritual y "hacemos nuestras" sus obras como parte de la propuesta de Bien Común . Este aspecto es muy interesante, pues tiende puentes de intercomunicación admirativa y generosa con otras Patrias.
- Por el Amor a la Patria, ansiamos que ella en su conjunto y en cada uno de sus miembros individuales y personales, entren a formar parte de la Patria Celestial, que indudablemente es el gran fin de todas las Patrias.
Y es que ninguna de las Patrias terrenales, puede darnos per se la Patria Celestial, pero servirnos en su camino hacia ella, sí.
Aún hoy en día los niños de las escuelas primarias argentinas lo tienen como modelo y hasta no hace mucho se le cantaba un ditirámbico himno.
Y sí, por supuesto que la Iglesia es una unidad de destino en lo universal. Es la única que existe. Por eso se llama a sí misma Iglesia católica. Porque nada de lo humano escapa a Dios. Y Dios es nuestro destino.
El aspecto idolátrico del primoriverismo es más sutil, en cualquier caso, y por eso, justamente, más peligroso: Primo de Rivera coge un "precipitado histórico", un accidente, y lo convierte en esencia y precondición. En una concepción de la nación que, aunque se quiera vestir de ropaje tradicionalista y católico, en el ánimo y la inspiración de fondo bebe más de la nación abstracta de tipo revolucionario francés. Su "sindicalismo" es una utopía abstracta. La nación española real no tiene nada que ver con eso. Ni siquiera en su configuración histórica. Es "una nación nueva" a partir de un emocionalismo patriotero que está ideológicamente inspirada, por mucho que se quiera negar, por la abstracción francesa. No es el apego a la Patria real.
Es por eso que el falangismo terminó montando escuadrones de la muerte en la retaguardia para matar a miles de personas sin juicio ni confesión. Porque su inspiración de fondo es revolucionaria.
Esta página trata de patriotismo cristiano y yo afirmo que siendo apátrida no eres por eso mejor cristiano, simplemente. Y mi opinión es compartida por gente tan poco sospechosa como G.K. Chesterton y C.S.Lewis.
Si la Iglesia hubiese considerado que el patriotismo no es cristiano el ejército no tendría capellanes y siempre los ha tenido, por lo menos hasta ahora, porque se habría considerado que los soldados al ir a combatir por su patria dejaban de ser cristianos. Pero resulta que, tan pronto como el siglo III nos encontramos con esto:
"La legión tebana fue, según la hagiografía cristiana, una legión del ejército romano de Oriente que procedía de Tebas, en Egipto, y cuyos oficiales, entre los que se encontraba Mauricio el tebano, se habían convertido al cristianismo. Llamados por los emperadores Maximiano y Diocleciano a luchar contra las bagaudas rebeldes, fueron diezmados y masacrados entre 285 y 306 en Agauno (la actual San Mauricio), en el Valais (Suiza), por negarse a acatar órdenes que contravenían su religión. Se les venera desde entonces como santos y mártires católicos"
Como comprenderás, siendo soldados, no se negaron a luchar contra los bagaudas, se negaron a masacrar una aldea dónde solo había niños, mujeres y ancianos, lo que indica claramente sus prioridades.
Es el mismo caso del sargento Anton Schmid, un relojero católico vienés, al que ascendieron a sargento por su valor en los combates en Rusia, y que en el ghetto de Vilna se negó a masacrar a los judíos allí encerrados porque consideró que el deber para con su patria no podía imponerle el asesinato de civiles indefensos, razón por la que se le hizo un juicio sumarísimo y se le fusiló como traidor. En su carta a su esposa le dijo: "No pueden comprender mis acciones en este mundo, solo Dios puede entenderlo. Hacia Él voy y a su juicio me remito".
Me parece que San Mauricio y el sargento Anton Schmid tenían bastante claro a Dios y a la patria, por ese orden.
"Varones de Galilea, ese Jesús que veis subir al Cielo volverá a venir del mismo modo". La Patria Celestial, el Cielo, la Eternidad o como quieras llamarle no está en el Universo.
Lo que hicieran los falangistas no tiene nada que ver con su definición de España. Cada nación pretende tener un destino en lo universal, se diga así o se diga de otro modo, si los ingleses escogieron el Brexit es porque su concepto de nación pretende tener un destino en el mundo distinto de los países de la UE; Putin también tiene una idea bastante clara del puesto que cree debe tener Rusia en el mundo; etc...
La razón de que los falangistas definieran así a España no es entrar en competencia con lo que hay más allá, se debe a su utilización del lenguaje que era muy poética y grandilocuente como se ve en todos sus himnos y arengas: "Impasible el ademán, que están presentes en nuestro afán", por ejemplo. El modernismo, como corriente poética, influyo mucho en ellos, y cualquiera que haya leído a Rubén Darío o a José Martí ve la huella de su poesía en ese lenguaje fantasioso y cuasi culterano. Es como si me dijeras que hay pretensiones racistas en el poema de Rubén Darío: "Ínclitas razas ubérrimas/sangre de Hispania fecunda" o en el ensayo de José Vasconcelos "La raza cósmica", en ambos casos tanto el nicaragüense como el mexicano solo intentaban dar relevancia al papel que los pueblos hispánicos tienen en la historia y la historia es cosa de este universo-mundo no del otro.
Aún así yo no veo que la expresión contenga ninguna afirmación herética. Siempre y cuando sepamos contextualizar bien las palabras, claro. Tambien podríamos decir que . . . una familia es una unidad de destino en lo universal, cosas así. No descuidando el juicio cierto de que todo es corruptible y perecedero en este mundo no entiendo que haya un sustrato en ella al que se le pueda aplicar reproche alguno.
Otro día aplicaremos la lupa a su asociada: "Una, grande y libre". :D
Por otro lado, Primo de Rivera, que fue encarcelado injustamente y fusilado de acuerdo a un perfecto atropello jurídico, estando en prisión se ofreció como mediador para detener la guerra. Es una pena que muriese tan joven, y eso por muchas razones. Una de ellas el ver como hubiese evolucionado su pensamiento.
1: se reconoce a la religión católica como la "verdadera" además de "históricamente la española"
y
2: La referencia la aclara el propio Jose Antonio en su discurso en el teatro Calderón de Valladolid, diciendo que ese sentido universal es el de unirse y darse para un fin común, que trasciende a la propias particularidades para reunir en su seno, el de la patria, pueblos distintos con un mismo objetivo.
No conozco a ningún falangista, y conozco a muchos, que tengan en la patria a un sustituto de Dios, pues incluso los no creyentes saben que por encima de la patria está la misma dignidad humana.
PATRIA
1. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.
Mientras que NACIÓN es:
1. f. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno
3. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.
Patria pareciera tener un matiz más personal, familiar, racial o afectivo. Hay de hecho una definición etimológica que dice que patria es la tierra de nuestros padres. Y hay una expresión entrañable, la "patria chica", que alude a la comarca en la cual crecimos y cuyas costumbres adoptamos.
Nación en cambio, tiene un matiz más bien jurídico-político. Un imperio, por ejemplo, es una nación formada por varias patrias.
Del mismo modo, "patriotismo" alude preferentemente a un sentimiento amoroso hacia el terruño.
En cambio "nacionalismo" es una convicción, que normalmente tiene por base el patriotismo (ya que nadie es nacionalista de patria ajena), pero que se ve enriquecido por conocimientos históricos, políticos y religiosos que forman parte de la tradición que se defiende.
Por eso sostengo que los movimientos separatistas de Vascongadas y Cataluña no son nacionalismos, puesto que reniegan de las tradiciones esenciales de ambas regiones y en cambio pretenden imponer una ideología foránea.
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LA
(aunque el mensaje no es para mi). A mi juicio, y a efectos prácticos sobre lo que se considera y emplea en Europa actualmente al uso, dos son las diferencias principales entre ambas definiciones.
1. La nación ocupa el lugar de Dios, como ya dije anteriormente. Es única y absorbente, y como entidad jurídica y política, no admite nada por encima. La patria simplemente es un ente natural asociado a grupos humanos. No pretende sustituir a Dios, y de hecho, como bien señalas, puede tener gradaciones afectivas (la patria chica y la patria grande). Probablemente esto es porque aunque el término nación es de origen greco-romano, y ha sido usado intermitentemente a lo largo de toda la historia de occidente, su uso actual es derivado directamente de su definición liberal, que es filosófico-política, y absolutista (la soberanía nacional reside enteramente en la asamblea, etc).
2. La experiencia me dice que mientras la patria no necesita nada más que su mera existencia para tener sentido, casi constantemente la nación necesita un enemigo exterior (un vecino, un antiguo dominador) para justificarse. Mientras la patria únicamente es amor, la nación es amor propio y odio externo.
Un saludo.
Creo que la mejor explicación del drama del nacionalismo católico , es lo que paso en Ruanda en 1994 . Un país con una gran mayoría de católicos donde dos facciones se odian entre ellas . ( uno a dos millones de muertos ).
En Argentina , tenemos una experiencia con la subversión . Abal Medina , Walsh , Firmenich ….nacieron en el nacionalismo católico .Después hubo la represión ……………
Acuérdese , no hace mucho , publicado en Infocatolica , el artículo de Mons Aguer hablando que no hubo “ dos demonios “ , hubo “legiones “. …….Nos entendemos .
Cuanto al odio que hablo L.A. ( “Mientras la patria únicamente es amor, la nación es amor propio y odio externo.”), A veces me extraña
reflexiones del muy erudito R.de A. que manifiesta en sus diferentes comentarios , su odio declarado a los ingleses , franceses , yankees , vascos , catalanes …..
Los deberes para con la Patria, van muy cercanos, muy próximos a los Deberes hacia el prójimo.
El examen de conciencia de nuestros deberes hacia el prójimo, puede llevarnos a reconocernos pecadores por acción u omisión; igualmente el examen de conciencia de los deberes hacia la Patria. En ambos casos la exigencia a un buen cristiano y a un buen patriota, es la misma: Vigilar para no pecar.
Por otro lado, pueden llegar a manipularse conceptos naturales como patria, nación y estado, para degradarlos a distintas formas de "estatalismos".
Se comprende que los españoles - que identifican nacionalismo con separatismo - no entiendan a nuestro Nacionalismo, pero vos como argentino se ve que no tenés ni pálida idea.
Fue precisamente el Nacionalismo Católico el primero en plantar cara al marxismo tercermundista infiltrado en la Iglesia, del cual el obispo Angelelli era un referente indiscutido. Los Montoneros fueron la expresión armada de ese marxismo que respondía a la llamada "teología de la liberación".
Y tanto fue así, que nuestro nacionalismo se precia de honrar a dos mártires: Jordán Bruno Genta y Carlos Sacheri, bárbaramente asesinados por las hordas marxistas que crecieron al amparo de la Unión Cívica Radical (ERP) y el peronismo y las parroquias infiltradas (Montoneros).
Había sido Carlos Sacheri quien había denunciado la infiltración marxista en la Iglesia, origen que fue de Montoneros, en su libro "La Iglesia Clandestina". Y eso le costó la vida.
Si estudias la historia de " TACUARA " vas a entender lo que digo . De toda manera , yo pienso que la conoces . No quiero entrar en detalles . Que los interesados investiguen por sus cuentas . Vale la pena .
Cuando esa organización, que había sido originariamente católica y nacionalista, estalló en mil pedazos, se dispersó en un amplio arco de otras organizaciones, algunas de derecha y otras de izquierda, incluso Montoneros. Los pocos que permanecieron nacionalistas y católicos siguieron espiritualmente al P. Ezcurra, quien se hizo sacerdote y tuvo siempre un comportamiento ejemplar.
¿Qué se sabe del origen de la homosexualidad o la transexualidad? ¿A veces es genética y otras por educación? ¿Están relacionadas con un fenotipo ( como noseque hallazgos del fenotipo cerebral transexual en Swaad via prueba histologica y neuroimagen (no entiendo esto que escribo, lo redacto simplemente?
LA
No he estudiado con detalle lo que pregunta, pero algo sale en un artículo que publiqué hace poco, y en el hilo de comentarios: http://www.infocatolica.com/blog/matermagistra.php/1809291238-en-busca-de-la-virilidad
De todas maneras quisiera decirle a Juan Pablo B. que el concepto de odio se está trivializando mucho porque es una palabra de moda. Ahora se llama "odio" a cualquier desacuerdo y ese no es la idea que del odio se tiene, el odio es un sentimiento de tal magnitud que no para en barras hasta destrozar al odiado.
Hay una biografía que demuestra que eso no es siempre así:
"La organización Zegota, también llamada "Consejo de Ayuda a los Judíos", fue una sociedad secreta, creada el 4 de diciembre de 1942 por la resistencia polaca, a partir del anterior "Comité Provisional de Ayuda a los Judíos". El nombre Zegota, fue inventado por la resistente polaca Zofia Kossak-Szczucka. Polonia fue el único país en la Europa ocupada por la Alemania nazi, donde existía una organización secreta creada por personas no judías, cuya finalidad principal era ayudar a los judíos. Una de las activistas más famosas de la organización fue la enfermera y trabajadora social Irena Sendler".
Después de la guerra Zofía Kossak-Szczucka, periodista católica, fue llamada por el Yad Vashem de Jerusalén que le hizo esta pregunta:
-Señora, estamos confusos, antes de la guerra escribió usted muchos artículos antisemitas lo cual no concuerda con su actuación posterior.
-¿Por qué no concuerda?-se asombró ella-los judíos eran el 10% de la población polaca, pero les importaba un bledo el destino de Polonia y no podíamos contar con ellos para defenderla, por eso escribí los artículos. Vinieron los nazis y los trataron peor que a perros, como si no fueran humanos, pero yo nunca dije que no lo fueran y la situación era insostenible, por eso fundé la Zegota. Una cosa no quita la otra.
El Comité Judío se lo pensó y le dio el título de "Justa entre las Naciones", más que merecido.
La pregunta, Juan Pablo B. es la siguiente:
¿Odiaba esta señora a los judíos tanto que soportó la tortura de la Gestapo sin denunciarlos? ¿los odiaba tanto que formó una organización solo para salvarlos? Cuidadito con aquello que llamamos odio. La antipatía no es odio, a una persona antipática se la saca del agua si se está ahogando, a una que deseas ver muerta no. Y eso es el odio.
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LA
¿Dónde?
A eso me refería. Digamos que esos colectivos no gustan demasiado a esa persona, pero la calificación de odio hacia ese sentimiento no se la da él, se la das tú, igual que los judíos dedujeron que la periodista polaca les odiaba porque zahería su poco patriotismo en sus artículos.
El odio es una pasión que ciega a las personas y se lleva hasta sus últimas consecuencias, deducir de comentarios adversos a ciertos colectivos que están dictados por el odio es muy arriesgado.
Y lo de "odio", sobra más todavía, tengo amigos de varias de esas nacionalidades. Lo que a mí me asombra es que asocies a una nacionalidad determinada, los juicios que puedan emitirse acerca de la orientación que ostentan las minorías que dominan -a veces tiránicamente - a esas sociedades.
A raíz de tu cita he vuelto a leer la respuesta de L.A. del 25/12, donde encuentro lo siguiente:
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"...conseguir que catalanes y vascos odiasen y extirpasen cuanto de hispano tenía su ser y cultura) un ansia de destruir la patria hispana, la hispanidad y cuanto representaba España. Este segundo punto de odio visceral, es mucho más antiguo y profundo que el movimiento nacionalista romántico. Hunde sus raíces en el odio a la España, en palabras de Menéndez y Pelayo, "luz de Trento y martillo de herejes".
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Y da la casualidad de que hoy mismo estuve mirando el video de un afiliado a VOX que en una plaza de Barcelona, envuelto con la bandera española, gritaba: ¡VIVA ESPAÑA! ante la mirada hostil de muchos transeúntes, mientas se dedicaba a arrancar lacitos amarillos de los postes. Entonces de la turba salió un grito:¡PUTA ESPAÑA!, que demuestra por sí solo la veracidad de lo que afirma L.A.
Entonces me queda claro que conozco gente que odia de verdad a los africanos y musulmanes porque no quieren que se les rescate del mar, y si se les rescata quieren que se les devuelva a los países de los que salieron huyendo de la guerra, aunque puedan matarlos.
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LA
¿Alguien que conozcamos nosotros?
Y esos deberes ob-ligan a todo católico, guste o no guste, parezca bien o parezca mal.
Y como es de Ley Natural, también ob-liga a no católicos.
¿Que puede pervertirse el amor a la Patria?. Cierto, pero será pecando contra el amor debido a la Patria por mandato del Cuarto Mandamiento.
¿Que puede llegar a idolatrarse la Patria?. Cierto, pero será pecando contra el amor debido a la Patria, contemplado en el Ćuarto Mandamiento, y pecando sobre todo contra el Primer Mandamiento.
Pero las perversiones que subvierten el amor a la Patria, no son amor a la Patria, como toda perversión que degrada el amor no es amor.
Lo mismo que hay un amor sano y fecundo, hay un amor a la Patria sano y fecundo.
Cuando alguien niega dignidad al amor a la Patria, tal vez esté apegando a su idea el riesgo de caer en perversiones de ese amor que entonces no es amor.
Y que nuestra Patria verdadera, hacia la que debemos tender, es la del cielo, no cabe duda.
Pero durante nuestro tránsito en la tierra, nos debemos también a nuestros prójimos, inmediatos o próximos o más lejanos en el tiempo y en el espacio. Hacer sociedad verdaderamente social, es hacer Patria en la tierra.
La patria es lo mismo, pero en circunstancias normales, efectivamente, el amor a la patria va unido al 4º Mandamiento: Honrar padre y madre, ya que la palabra patria tiene el mismo origen etimológico que padre. La patria, en un sentido general, es aquella que nos suministra el afecto necesario para no sentirnos extraños y para que no nos perdamos en un mundo sin fronteras y la que nos religa con nuestros antepasados. La pérdida de la patria causa problemas, estoy leyendo la correspondencia entre Voegelin y Leo Strauss, que eran de cultura germánica exiliados en Norteamérica por culpa del nazismo, y siempre notaron esa ausencia, lo mismo les pasó a los de la escuela de Frankfurt. No se sentiría el exilio si no hubiese una patria que añorar.
Ya que usted es carlista, ¿En qué se diferencian los fueros de los Estados Federales modernos o, del sistema autonómico actual? ¿En qué consisten? ¿En que no haya ninguna Ley común a toda la Nación?
¿Para el carlismo la Monarquía ha de ser necesariamente hereditaria?
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LA
Básicamente, la respuesta está en mis contestaciones a Ricardo de Argentina. Resumiendo mucho, el patriotismo es amor a la propia tierra, los propios paisanos y los antepasados. El nacionalismo no se conforma con eso, y además añade odio a nación ajena.
Por otra parte, el nacionalismo es estatalizante y exclusivista; el patriotismo no tiene un fin único institucional, y además no es exclusivo: uno puede amar varias patrias en distintos planos, desde su pueblo o barrio hasta la Hispanidad entera.
Naturalmente, este es un concepto personal. A lo largo de la historia, y actualmente, hay diversas opiniones sobre el tema.
El fuero es un término jurídico, no meramente administrativo. Es una "ley propia" de una persona o, principalmente, de un grupo de personas. La clave del fuero es que emana de un consenso social primigenio y anterior a una ley general. Se basa en el concepto católico de subsidiariedad, definido en la Quadragésimo Anno como "“una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad y ayudarle a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común” (puede verse este concepto y otros básicos sobre este tema en el Catecismo de la Iglesia Católica 1878-1896).
Es decir, que coexisten diversos fueros en diversos niveles. Y una misma persona puede estar sometido a varios de ellos a la vez: el fuero familiar, el profesional, el académico, el eclesiástico, el administrativo, etc. La clave es que el soberano (entendido como concepto) adquiera su autoridad a contraprestación de respetar el fuero de cada uno de sus súbditos.
Desde el punto de vista administrativo, históricamente en las Españas el fuero básico sería el municipal, posteriormente el del territorio histórico (reino, principado, provincia, etc) y finalmente el de la corona, la cual se reservaba la competencia exclusiva en las cuatro áreas clásicas del derecho romano: Justicia, Moneda, Defensa y Relaciones exteriores.
Por supuesto, esto es un mero esquema: hay cientos de libros que desarrollan el tema.
¿A qué se asemejaría hoye en día? Es difícil, por la originalidad del modelo, y porque los estados federados o confederados actuales provienen de la unión voluntaria (al menos formalmente) de asambleas soberanas diversas, invento liberal muy posterior a la unificación de España, que se realizó por medio de uniones personales (normalmente matrimoniales) o reconquista a los musulmanes, y bajo la luz de una fe. Tal vez una confederación helvética que tuviese un rey y fuese confesionalmente católica se le parecería algo (probablemente otro carlista que me leyese disentirá). En realidad, no hacen falta equiparaciones: el modelo hispano es original y único.
El carlismo no es sino el tradicionalismo político católico en su versión española. Y en esa historia, la monarquía unificadora se rigió por unas leyes de sucesión concretas. Si queremos mantener la continuidad con nuestros antepasados, no pueden modificarse dichas leyes de forma arbitraria.
Ya que es usted es médico, no le paso, que lo miraran con cara de pánico, y salieran volando, es teofobia, pensamiento de la modernidad, Arranco con José de Maistre Pensamiento de la modernidad. El Primer Ministro de Brasil, la recordó. Asi se pueden morir de verdad!!!!
Y yo que una de mis escasa virtudes es la observación, mire a pacientes aterrados, cara de panico, usted que es médico no atendería al Sr Kissinger al que venga porque es médico..
Que Dios Bendiga a Está hermosa página, que debe deben pagarme porque suben el rating, si el Padre Iraburu, habla de pagar por el IVA!!
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