Batoure - Tras los pasos de los misioneros
Por P. Emmanuel Pujol
Voy por las calles de esta ciudad del trópico subsahariano, y escucho a los niños gritar con emoción cuando me ven: “¡batoure, batoure!” Batoure es un palabro de la lengua local, el “Baribá", que significa “el blanco". Para ser más precisos hay que decir que es una de las lenguas locales, la más común en la ciudad donde se encuentra el obispado, que es el lugar donde me encuentro. Hay hasta cinco distintas.
El P. Federico, mi superior, dió positivo en coronavirus al descender del avión, y se activó el protocolo que lo obliga a confinarse unos catorce días, a la espera de que otro caro test le dé negativo. En realidad se encuentra bien, aunque lo ha pasado muy mal por los efectos secundarios de la medicación que le prescribieron en el hospital. La situación, que también ha pasado por momentos angustiosos, se confunde con el panorama del surrealismo en el que estamos inmersos. Y pasados los momentos angustiosos, nos reímos de lo acontecido, pues los efectos secundarios de estas medicinas dan para toda clase de anécdotas.
Mientras el P. Federico está recluido, servidor hace el trabajo de campo, recorriendo las zonas que el Obispo nos permite, para contrastar con los pies en la tierra lo que hasta ahora solo hemos podido conocer por insuficientes referencias. La realidad desborda el papel: llevo varios días literalmente tras los primeros pasos de los primeros misioneros de estas tierras para establecer la porción que nos ha de corresponder a nosotros. ¡Es una maravilla contemplar con satisfacción los frutos de las misiones! ¡Que cantidad de poblaciones ha venido a la fe verdadera por el esfuerzo infatigable de los misioneros! ¡Con que vitalidad florece la Iglesia, incluso en medio de la presión que a su vez ejerce el mundo islámico, que aquí es hegemónico!
En general, los musulmanes de estas tierras respetan la religión cristiana, e incluso la aprecian por sus obras, y la prefieren en la escolarización de los hijos por el prestigio que tienen las escuelas católicas. Pero hay una realidad preocupante que es Boko Haram, y eso limita nuestros movimientos en la zona, ya que el colorcillo de mi piel no es muy fácil de disimular. San Elias es en la Iglesia lo que la tropa de choque a un ejército, y por eso estamos dónde estamos; pero tampoco vamos a ponernos a inconscientes.
Recorrida de Este a Oeste la diócesis (el norte nos está prohibido), nos hemos fijado en una selva que se halla al sureste, dependiente de la parroquia más occidental del territorio. Los habitantes de esa zona suelen ser algo hostiles a la predicación, pero podríamos apoyarnos en algunas pequeñas comunidades que existen en la zona. Justo hoy he estado hablando con el rector de la parroquia, que posiblemente me acompañe a un poblado limítrofe con la selva, al que solo puede accederse en motocicletas (en las épocas secas, también en todoterreno, con alguien que conozca muy bien la zona). La idea es familiarizarse con el entorno y preparar entonces una expedición al interior de la selva. ¡El panorama es emocionante! ¡Tengo que aprender a ir en moto!!!
12 comentarios
SALUDOS DESDE QUITO, UNA ALUMNA DEL ATENEO SAN ELIAS.
EN MIS 🙏⚘💙
La tarea de evangelización que realizan para gloria de Dios y con la gracia que el mismo Espíritu Santo derrama sobre ustedes, refuerza nuestras oraciones para que la Virgen Santísima los acomoañe y proteja e unterceda por todas su santas intenciones y gran apostolado.
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El martes me liberan de la absurda cuareterna.
No tengo nada pero el Régimen Covidiano me engripó, me encarceló y me envenenó y me quiere seguir envenenando.
Hoy me curé. ¿Cómo? Dejando de tomar esa pastilla que más que remedio es veneno. Se llama hidroxicloriquina. Me causó los más espantosos dolores de cabeza de mi vida. Era como si los piqueteros de D'Elia y los anarco-terroristas catalanes del siglo pasado hicieran pogo en mi cabeza.
En Dios
PF
Que se cuide el P.Federico. Un abrazo para los dos. Miguel.
Rezamos por vosotros.
Animo a todos: ¡¿Quien contra Dios?!
Adelante pregoneros de Cristo!! Que en el ejército de Dios no hay régimen covidiano ni mahometano que aguante su avance.
La Hidroxicloroquina si bien ha ayudado a muchos con el Covid, muchos países la implementaron como medicamento para todos, el único tratamiento de primera línea. La verdad es que eso esta muy mal, hay medicamentos mejores y con menos efectos secundarios. Por eso no entiendo a los " Doctores por la Vida " que ponen a la Hidroxicloroquina y al Dióxido de Cloro como primeras medidas, cuando ambos tienen muchos efectos secundarios.
Aquí en Argentina no se están usando gracias a Dios.
Gracias a Dios usted está bien.
Cuídese e hizo bien en dejar la Hidroxicloroquina.
In Domino et Domina
PF
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