Animismo e Islam en el África Subsahariana
Sin dudas, las conversaciones que tuve con el Padre Herve fueron las más interesantes y provechosas que tuve con alguien en África, pero por sobre todo, las más edificantes. Es un hombre muy culto que ha cursado estudios varios tanto en Europa como en Asia, y además de conocer perfectamente bien la doctrina católica y la cultura occidental conoce en detalle las creencias animistas y mahometanas, su historia y cultura: donde está localizada cada una de sus aldeas, cual el porcentaje de miembros que cada una de estas denominaciones tiene en cada tribu y la estrategia a aplicar para abordarlas.
Me comentaba que entre las primeras, hay cuestiones en las que no conviene focalizar demasiado a fuer de no alejarlas desde el primer momento. Un caso ejemplificador que me dio al respecto es el del milagro de Jesucristo en la resurrección de Lázaro. Al parecer, la cultura animista considera que cualquier persona resucitada es indefectiblemente “obra de demonios”. Luego me ofreció otro ejemplo no menos sorprendente, en este caso, acerca del modo de acercar a estos pueblos a la Virgen María. Dice que aquí conviene enaltecer más su condición de “madre” (pues el símbolo de fecundidad, y ésta en si misma, es considerada un valor supremo para estos paganos) que la de “virgen”, ya que éstos no consideran a la virginidad como un valor. Esto, aclaro, lo recomienda el padre para las primeras aproximaciones a estos grupos. Y esto es justamente lo más complicado de todo: atraerlos. “Y para esto”, continuaba el padre, “hay que hacer un proceso de inculturación y hacer algunas concesiones iniciales y/o adaptar ciertas normas a la cultura local”.
Esto tal vez no lo entienda algún obstinado tratadista de escritorio, pero lo cierto que los procesos de evangelización (máxime en lugares y grupos tan remotos y disímiles como estos) son muchas veces procesos complejísimos (en el que intervienen un innumero de factores y variantes: sociales, culturales, políticos, raciales, económicos, logísticos, etc.) que requieren ciertas libertades o concesiones (en las formas exteriores o accidentales, claro está, no en dogmas o cuestiones de Fe) que faciliten a los neófitos la transición del viejo al nuevo orden. Y en realidad, no decimos ni descubrimos nada nuevo: así logró históricamente la Iglesia penetrar en el alma de hombres y culturas tan dispares en todo el planeta y en todos los tiempos. Un claro ejemplo de esto, y que me recordaba el Padre Federico, es que en el Extremo Oriente se presenta a la virgen con rasgos asiáticos, como en la América pagana aparece no pocas veces con rasgos indígenas o en el África con piel negra. Lo que quise decir o demostrar con todo esto, en suma, es que el padre Herve es un minucioso estudioso y entusiasta de la evangelización del África; conoce todos los vericuetos posibles para “entrarles” a los animistas.
No menos interesante fue lo que me comentó acerca de los musulmanes del África Negra o subsahariana. Contrariamente a lo que nosotros pensamos y a la información oficial que existe en torno al asunto, al parecer, el Islam no es en absoluto mayoritario en África ¡sino todo lo contrario! Herve, que no solo ha dedicado los últimos años de sus estudios a este tema sino que ha visitado aquellas regiones e incluso ha escrito un libro al respecto (disponible en Internet en francés), me aseguró que esta creencia común es completamente falsa y es alimentada deliberadamente por las potencias mahometanas de Medio Oriente y por Argelia, Mali y Libia (sus principales satélites en África). Al parecer, la atribución de un poder e influencia que no tienen verdaderamente en el continente tiene un doble objeto: por un lado es un golpe psicológico al mundo no musulmán, y por otro, se pretende con esto influenciar, disuadir, a las poblaciones africanas para que adopten la “religión del poder”.
Y si bien el mahometanismo está visiblemente presente en casi todo el África Negra, me decía el padre que los africanos, en general, más allá de haber adoptado ciertos signos exteriores del Islam y de actuar como ellos en muchos sentidos, en realidad siguen practicando el animismo, ergo: no son verdaderamente musulmanes. Como habíamos adelantado en otra crónica (aunque muchas cosas desconocíamos entonces), muchos se han convertido al islamismo por las ventajas comerciales y económicas que les trae aparejada esta nueva condición. Asegura el Padre asimismo que Qatar y Arabia Saudita giran billones y billones de dólares para convertir personas y ganar adeptos; no es casualidad que incluso en los más humildes pueblos o aldeas (donde no rara vez hay bombas de agua o electricidad) pueda uno encontrar enormes y costosas mezquitas). Y al parecer (ojala sea así), estos musulmanes de primera generación, en su mayoría, no estarían interesados en la Yihad sino en hacer dinero. Medio Oriente y los países realmente islámicos (extremistas) han tomado nota de la situación (del engaño de estos “nuevos conversos) y han comenzado a enviar extremistas al África Subsahariana para “reeducar” y “reconvertir” (termino utilizado por el Padre Herve) a estos “musulmanes” negros.
Resulta por demás interesante cuanto dice el padre. Jamás hubiera sospechado de esta situación. Agregaba el Padre Herve que conoce bien la situación y de lo que habla no solo por sus estudios y labor misionera, sino porque varios de sus más cercanos amigos son musulmanes ¡y le han reconocido eso! Un ejemplo de algo que me pasó aquí varias veces y que podría aportar en ese sentido de la tesis del padre, es que en mis caminatas por los barrios musulmanes (casi todos lo son por aquí) y a medida que iba intercambiando palabras con vendedores o personas que me abordaban, ¡siete veces! (las conté) me elogiaron los tatuajes; tres particularmente: el de una gran cruz celta (que tengo en mi brazo izquierdo), el de un cruzado con el estandarte y la espada (brazo derecho) y el de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén (antebrazo izquierdo). ¡Al menos dos de esos tatuajes son completamente antimusulmanes! Estoy seguro que en Qatar, Arabia Saudita, Argelia o Pakistán me hubieran colgado de un farol…
Históricamente, los musulmanes han logrado conversiones casi exclusivamente de dos formas: mediante el dinero o la espada (el Islam, como apuntaba el gran Hilare Belloc, es una herejía simplificadora del cristianismo). Aquí, al parecer, el dinero solo les ha comprado algunos balcones y mezquitas pero no el alma de los nativos. Cuando quisieron entrar por la fuerza a través de Mali (y de allí penetrar en Burkina Faso y Costa de Marfil), el ejército francés los sacó carpiendo, como diría mi querida madre. Saben que para “ganar” en el África Negra, deben lograr que los “musulmanes africanos” (que rezan en secreto a sus ídolos paganos) se “conviertan verdaderamente” y comiencen a desplegar la Yihad en sus lugares de origen. El padre Hevre cree que es difícil que esto suceda, ya que la cultura y el espíritu idolátrico de los animistas es parte inescindible de todo africano (rinden culto a las plantas, piedras, ríos, etc. Todo tiene un espíritu para ellos y por ello debe venerárselos y ofrecérseles sacrificios de sangre).
Nuestra tarea, la tarea de la Iglesia, es que el África se convierta verdaderamente, pero a la única Fe verdadera: la católica. Pero para que ello suceda, indefectiblemente, deberán primeramente conocer todas ellas el Evangelio. Tanto nosotros como el Padre Herve estamos convencidos que así debe ser, efectivamente. Y por ello (otro de los grandes frutos de este providencial encuentro) es que comenzaremos a hacer (junto al padre y, desde luego, todos aquellos que podamos ir sumando) el PRIMER CATÁLOGO CATÓLICO DE TRIBUS PAGANAS EN EL PLANETA. El Padre Federico, que hace unos meses se apersonó en el departamento vaticano de Propaganda Fidei, en Roma, terminó de confirmar lo que sospechaba: no existe tal utilísimo y esencial catálogo.
Hasta ahora solo los protestantes han hechos aproximaciones interesantes en este sentido. Las innumeras sectasprotestonas son quienes en la actualidad están activamente comprometidas con la labor misionera. Y el protestantismo es el triunfo de la soberbia y el materialismo, como lo es el Islam.
Ahora es la hora católica.
Abrazo a todos
Cristián
Dios, Patria y Hogar
4 comentarios
Respecto a los países islámicos que más proselitismo realizan, no hay pruebas que determinen que sean los países citados en el artículo los que lleven una actividad gubernamental en ese sentido. Sí que existen fundaciones privadas y grupos religiosos fanáticos los que, a titulo privado, donan cantidades importantes, lo hacían más bien, pues ahora están cambiando las cosas y existe más presión de los gobiernos para eliminar o reducir dichas prácticas.
Por último, respecto a la labor misionera, cabría recordar al autor las iniciativas sobre diálogo interreligioso que la Iglesia Católica viene realizando, así como el aspecto misionero de la Iglesia en la actualidad.
No creo que ahora sea el momento de la "hora católica", no al menos de ese tipo de catolicismo que destila la expresión, y menos presentando al Islam como "el triunfo de la soberbia y el materialismo".
Gracias.
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