7.03.20

Nuevos libros disponibles en Amazon

En estos últimos meses he tenido la gracia de publicar tres libros. Lógicamente no los he escrito en este tiempo, pero sí se me ha dado la oportunidad de publicarlos.

Les comparto los enlaces para poder adquirirlos en la tienda Amazon en Formato digital.

El Rosario, camino de contemplación y conversión.

Obra conjunta con el p. Jorge Leiva, es una invitación a aprovechar las riquezas de esta oración tan querida por la Iglesia.

Cada misterio contiene una contemplación, una reflexión, peticiones y un soneto para ayudar a la oración e intimidad con Jesús y con María.

https://read.amazon.com/kp/embed?asin=B085HS5S26&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_967yEb5VNHWMQ

Leer más... »

6.02.20

Por si algún católico aún duda... Francisco sobre la Ideología de género

Tal como informa Aleteia, en estos días se publica un nuevo libro-entrevista al Papa Francisco. Comparto el análisis que el Papa Francisco hace sobre la Ideología de Género, en la misma línea de sus anteriores intervenciones -y en la línea del análisis de Benedicto XVI en el discurso a la curia de 2012-.

Sus palabras son de un enorme valor en este tiempo, sobre todo porque aún hay quienes en la Iglesia Católica piensan que este es un tema menor. El Papa lo señala, por el contrario, como uno de los males más graves de esta época. Vale la pena retenerlo y meditarlo. Y difundirlo.

Leer más... »

22.01.20

¿Curas casados o célibes? Alejando el zoom para ver más allá

¿Puede ser la ordenación de viri probati (varones probados) una respuesta a las necesidades de la Iglesia?

Antes que nada, debo decir que no he leído y probablemente no pueda leer por ahora el libro “Desde lo profundo de nuestros corazones”. No pretendo con estas líneas ponerme ni a favor ni en contra del Card. Sarah, de Benedicto XVI ni de Francisco, sino enfocar el tema dando “dos pasos hacia atrás”, o, si prefieren, “alejando el zoom” de la simple cuestión “curas casados sí-curas casados no”.

También debo decir que asumo plenamente lo que hasta el momento ha enseñado el Magisterio de la Iglesia en relación al celibato y el sacerdocio en el rito latino. Especialmente claras son –a mi entender- las enseñanzas de Pablo VI en la Sacerdotalis coelibatus. Allí el papa Montini repropone dos principios fundamentales que hunden sus raíces en la Tradición y la Escritura, y siguen –y seguirán- vigentes hasta la Segunda Venida.

Esos dos principios son: (1) el celibato y el presbiterado son carismas distintos, que (2) la Iglesia latina ha decidido unir por encontrar grandes motivos de conveniencia.

(1)  Que sean dos carismas distintos significa –esto quiero decirlo con toda claridad- que la ordenación de varones casados es posible, no es contraria a ningún dogma de fe ni contradice algún mandato de Jesús. Hay personas que reciben el carisma del celibato sin recibir el presbiterado; y hay personas que fueron llamadas al matrimonio y también reciben el carisma del presbiterado. Así acontece en las Iglesias católicas de rito oriental, donde algunos presbíteros son hombres casados previamente. Su ministerio tiene el mismo “rango”, eficacia y valor para las almas que el de los sacerdotes célibes, tanto orientales como latinos.

(2) Que la Iglesia latina haya decidido unir ambos carismas –es decir, que sólo ordena presbíteros a quienes manifiestan ser llamados y eligen el celibato por el Reino- significa que como Madre y Maestra, motivada por razones teológicas profundas –la imitatio Christi especialmente- y por razones prácticas –la mayor libertad y disponibilidad que otorga el celibato- ha sostenido esa disciplina durante siglos, a pesar de muchas presiones e incluso consciente de las dificultades de cada época. Vale aclarar que esas razones no son de índole económico ni político –como nos quieren convencer algunos- sino místicas y evangelizadoras.

Por todo lo dicho, para mí está claro que si el Papa decidiera abrir la ordenación a hombres casados no haría nada contrario a la fe, nada contrario a la moral, ni nada –por otro lado- que no suceda ya en la Iglesia católica en sus ritos orientales y otras situaciones excepcionales. Si eso ocurriera, seguirían existiendo varones que recibieran ambos carismas –celibato y sacerdocio- con lo cual no se daría –como alguno vaticinaba apresuradamente- “el fin del celibato”. En ese sentido, eso considero no tan acertadas algunas críticas que dicha posibilidad ha recibido en los últimos días.

Leer más... »

15.01.20

13.01.20

Padre Leandro, ¿alguna vez te enamoraste?

OrdenaciónCada tanto, el tema del Celibato sacerdotal se pone “de moda”, ya sea en ambientes eclesiales o en otros más mundanos, a tal punto que incluso en los sitios webs de los diarios, en los programas televisivos de chimentos o en los matutinos radiales se habla de él.

Para abordar la cuestión, suelen llamar a muchos para opinar: a psicólogos, a sociólogos, a historiadores de las religiones, a ex-sacerdotes, sin que falte la opinión de las vedettes de turno o del presentador del programa… Pero casi nunca nos preguntan a nosotros, a los que hemos optado por el celibato, ni suele oírse la voz de un cura que esté encantado con su vida célibe.

Por este motivo, muchos cristianos, incluso con cierta formación, desarrollan ideas equivocadas sobre el celibato sacerdotal. Llegan a ver en el mismo únicamente una norma eclesiástica que se impone desde afuera, una prohibición, una censura a lo más normal para un hombre, para un varón. ¿Qué tiene de malo el amor? ¿Acaso no es el centro de mensaje cristiano? En la mente de muchos aparece asociada la palabra “celibato” a “negación del amor". “Prohibido amar".

Leer más... »