Que proclame la Verdad con valentía y coherencia
Continúo desglosando en estas sencillas meditaciones la oración de consagración de mi sacerdocio, que compartí hace unos días.Las anteriores meditaciones:
V. (…te consagro…) Mis oídos y mi lengua, para que como vos sepa escuchar y comprender la Palabra, y la proclame con valentía y coherencia en toda circunstancia
Madre, tu obediencia y tu apertura a la Palabra hicieron posible la redención del mundo. Te dejaste modelar completamente por la Escritura que escuchabas cada sábado junto al Pueblo de Dios. La acogiste no sólo con silenciosa apertura y docilidad, sino con el corazón completamente disponible.
Dejaste que esa Palabra -como en los orígenes del mundo- hiciera en Vos su obra creadora con total libertad.
Te consagro, entonces, mis oídos del cuerpo y sobre todo los oídos del corazón… porque el Padre eterno me habla a cada instante, me quiere instruir cada mañana, me quiere dar también la semejanza con Cristo a través de cada letra de la Escritura que llega a mí… Pero muchas veces tengo los oídos cerrados. Con frecuencia estoy distraído, aturdido, apurado, acelerado… y permanezco como sordo a su Voz.
El Padre me habla no sólo en la Escritura: me habla también en los acontecimientos, en los signos del tiempo. Y me habla, y me llama, y me educa a través de las voces de mis hermanos, de los fieles que me son confiados.
Que nunca deje de escuchar. Que nunca me cierre a lo que mis ovejas necesiten decirme. Que nunca caiga en la autosuficiencia de quien se cree que lo sabe todo.
Que no cometa el error de aferrarme a mis propias ideas y maneras de ver las cosas: que sepa escuchar y comprender cuando Jesús me educa, también a través de las críticas, aunque me duelan
Y te consagro mi lengua. Esa lengua creada para alabar a Dios, para cantar su grandeza, para proclamar que Cristo está vivo, para decir palabras de Verdad y de Amor. Esa lengua que me permite expresar el mundo interior, narrar tus maravillas, ofrecer a los demás el significado más hondo de la Vida
Esa lengua, Madre, que tantas veces he puesto al servicio de lo vano, lo superficial, lo prescindible.
En ella muchas veces han primado palabras insustanciales, innecesarias, vacías de sentido y de eficacia.
Madre, que yo no menoscabe nunca el sagrado valor de la Palabra.
Madre, que nunca calle la Verdad por miedo ni por comodidad. Que proclame con valentía incluso las verdades más difíciles, con la certeza de que sólo en ella se encuentra la libertad. Que nunca busque el fácil aplauso, que nunca me deje encadenar por la búsqueda de popularidad.
Que proclame la Palabra con coherencia. Que lo que diga en el ambón, en el confesionario, en la cátedra, en una charla, en los medios de comunicación… tenga siempre el respaldo de una vida congruente, de una fidelidad siempre intentada, de un compromiso vital sin fisuras.
Y que lo haga en toda circunstancia. Siempre. A tiempo y a destiempo. Con ocasión o sin ella. Sin dudar, sin someterme a las modernas dictaduras de lo políticamente correcto, ni a la impostura diabólica del relativismo, ni al eufemismo elevado a táctica.
Que lo haga con la valentía de Ignacio de Antioquía y de todos los mártires del Imperio Romano, y con la fortaleza de Roque González y sus compañeros mártires rioplatenses, con la de los mártires de la revolución francesa, con la de los que cayeron bajo los totalitarismos modernos en México, en España, bajo la Alemania nazi, en China, en Siria
Con la valentía de aquellos que prefirieron perder su vida del cuerpo antes que traicionar la fe recibida.
Y que murieron, muchos de ellos, invocando tu nombre y el de tu Bendito Hijo: “Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe".
3 comentarios
Hermosa oración Padre. Dios lo bendiga abundantemente porque UD habla en Cristo Jesús y María Santísima.
20/02/18 2:05 PM
El Señor y su Madre Santísima bendigan Padre su Ministerio Sacerdotal, sea UD transparente de Jesús y de María , sea instrumento de amor y mensaje de que se puede ser plenamente feliz por el camino de la fidelidad . Gracias Padre . Rezo por Ud.
20/02/18 4:12 PM
Que Cristo y su santísima madre, a la que ranto ama, lo protejan y lo acompañen siempre en su ministerio sacerdotal.
21/02/18 2:30 PM
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