Palabras de un bebé a su madre que piensa en abortar
“Mamá: vos todavía no lo sabés, pero ya -sí, ¡ya!- estoy viviendo, sintiendo y empezando a comprender dentro de tu ser.
Es imposible explicar ni describir la magia del primer instante. Un aliento creador, un soplo vital, acabó de amalgamar las dos incompletas células que se unían…
Y yo, de pronto, en un momento, comencé a existir. A recorrer este primer viaje -imagino que algo de esto será toda la vida- hacia el lugar donde acabo de anidarme. Me siento tan seguro, tan feliz, tan protegido.
Mamá, yo sé que no todo ha sido fácil, ni lo será en adelante. Sé que las cosas quizá no han ocurrido como lo esperabas, sé que te sientes sola por momentos.
Pero no te confundas, no te dejes engañar.
Yo no soy parte de tu cuerpo: aunque te debo todo, aunque te necesito imperiosamente, soy alguien, alguien distinto, alguien nuevo, alguien original. Y necesito que me cuides.
Y tampoco soy, como te dicen por ahí los ignorantes, o, peor aún, los malintencionados, un puñado de células. Si pudieras ver con tus ojos la perfección de cada proceso que estoy viviendo… si pudieras imaginar mi sonrisa ya esbozada, mis manitos ya prediseñadas, el color de los ojos que en vos descansarán por primera vez… Necesito sólo que esperes, sólo que me cuides.
La potencia de la vida se despliega, inexorable, a cada segundo… todo es tan rápido, tan vertiginoso… el orden, la armonía, la proporción, el equilibrio, no pueden tener más explicación que un milagro.
Mamá, yo no espero una vida perfecta. Yo no espero que todo sea ideal. Yo sólo espero tener la oportunidad de verte, de abrazarte, de besarte, de decirte cuánto te amo.
Te pido la oportunidad de seguir mi viaje. De que no se trunque, de que no acabe casi antes de empezar.
Mamá, juntos podremos vencer. Nada es imposible para el amor. Porque la vida es siempre un bien.
Tu hijito que te quiere con locura… y te necesita”
3 comentarios
Muchas gracias por su blog. También por las reflexiones que hemos recibido en el día de las madres, en Argentina, y las reflexiones con ocasión del 32 encuentro de mujeres en Resistencia.
Aprovecho la oportunidad para agradecerle sus reflexiones diarias sobre el Santo Evangelio, su catequesis sobre cada libro de la Santa Biblia, su catequesis sobre los Mandamientos del Señor.
Es un bien muy grande el que hace por nosotros.
La Virgen Santísima lo ampare y el Espíritu Santo lo siga iluminando.
Desde Mendoza, rezamos con Usted (y también por Usted).
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