Leche cruda, agua sin tratar... la versión alimenticia de la New Age
Silicon Valley es el epicentro de la innovación tecnológica, la meca de los nuevos inventores. Pero a la vez, y aunque resulte paradójico, también es uno de los núcleos donde con más fuerza florecen las pseudociencias, el pensamiento mágico o, en lenguaje internetero, los “magufos”. Así comienza un artículo que ha publicado el diario El Mundo, firmado por Cristina G. Lucio.
El agua sin filtrar, de moda
La última moda new age que causa furor en el pequeño universo californiano es la llamada agua cruda, que aunque se presente envuelta en un halo de esoterismo, no es otra cosa que agua que no se ha filtrado o tratado. Compañías como Live Water la venden a unos seis euros el litro, alegando que la suya «es un agua viva», llena de «probióticos beneficiosos para el organismo» y sin las sustancias peligrosas que, aseguran, contienen tanto el agua del grifo como las aguas embotelladas convencionales.
Otras empresas ofrecen dispositivos para obtener agua de la atmósfera e incluso invitan a los usuarios a buscar manantiales y recoger su propia agua, siempre bajo la premisa de que el agua corriente es un «agua muerta» que no ofrece garantías.
Su discurso, que está trufado de teorías de la conspiración y afirmaciones sin ninguna base científica –en declaraciones a The New York Times el fundador de Live Water, Mukhande Singh, ha señalado, por ejemplo, que el cloro que se añade al agua sirve en realidad para mantener a la ciudadanía sumisa y dócil– y ha generado una gran polémica dentro y fuera de EE.UU., por las consecuencias que puede acarrear.