El Papa ante las sectas: no es posible la neutralidad
En su discurso al nuevo embajador de El Salvador ante la Santa Sede, Manuel Roberto López Barrera, a quien recibió el pasado 18 de octubre en audiencia en el Palacio Apostólico para recibir sus Cartas Credenciales, Benedicto XVI ha vuelto a referirse al fenómeno de las sectas, como uno de los desafíos al que se enfrenta la Iglesia salvadoreña.
Según el Papa, “sería extraño que los discípulos de Cristo fueran neutrales ante la presencia agresiva de las sectas, que aparecen como una fácil y cómoda respuesta religiosa, pero que, en realidad, socavan la cultura y hábitos que, desde hace siglos, han conformado la identidad salvadoreña, oscureciendo también la belleza del mensaje evangélico y resquebrajando la unidad de los fieles en torno a sus Pastores”.
No es la primera vez que Benedicto XVI se refiere a este tema en el mismo contexto, cuando habla sobre la situación vital de la fe católica en algún país iberoamericano. Normalmente las alusiones las encontramos en los discursos que pronuncia a los obispos en visita “ad limina apostolorum", pero en esta ocasión se trata de un documento de otro nivel, al ser dicho ante un embajador, un representante civil de un Estado.
Sería interesante recopilar aquí las alusiones que ha hecho este pontífice al fenómeno sectario. Algo que ya se ha hecho con Juan Pablo II, y que podremos publicar más adelante. También en la Santa Sede se mira con atención el fenómeno sectario, que sigue constituyendo un desafío de primer nivel en algunos países.