El apocalipsis de Fidel Castro
Fragmentos de apocalipsis (8)
A comienzos de enero ya es normal encontrar en los medios de comunicación las predicciones que en Cuba hacen los “babalawos” o sacerdotes de la santería para el año nuevo. Sobre esto escribí el año pasado justamente por estas mismas fechas (“Augurios del otro lado del océano”, 11/01/11). Ahora quiero volver a la isla, pero dejando de lado el sincretismo afrocaribeño para centrarme en un asunto diferente de interés, y que no es otro que las últimas declaraciones del anterior jefe de Estado cubano, Fidel Castro. Quiero tomarlas como un ejemplo reciente de un lenguaje apocalíptico peculiar al que ya nos vamos acostumbrando y que se sale de los límites de lo religioso para impregnar un discurso de nivel político que se difunde en nuestra sociedad.
El contexto de las afirmaciones de Castro es la primera de sus reapariciones públicas en 2012, esta vez por escrito, ya que de vez en cuando corren rumores sobre su estado de salud, y parece que el ex-mandatario debe desmentirlos de forma discursiva. Si durante su ejercicio del poder absoluto la modalidad de adoctrinamiento era la tan conocida de sus arengas interminables, ahora que está en un lugar mucho más discreto su nuevo estilo de magisterio es la aparición de sus artículos escritos, bajo el encabezado genérico de “Reflexiones”. Publicadas por la página web Cuba Debate, y difundidas por Twitter, se enmarcan en un proyecto editorial que se define de esta manera: “un espacio para el intercambio sobre el terrorismo y las campañas de difamación organizadas contra Cuba”, y también como un “proyecto para destruir las calumnias contra Cuba y otros países hermanos, y evitar que la mentira se convierta en un arma mortal”. Por si no es suficiente el diario oficialista Granma para informar, con esa libertad sui generis del comunismo isleño, sobre la maldad de los Estados Unidos, la OTAN y todo lo que represente oposición contra el castrismo, aquí está una web que lanza a todo el mundo las reflexiones del “compañero Fidel”, tal como lo llama el diario comunista ya citado al reproducir los textos exclusivos de Cuba Debate.