Luis Santamaría: "las sectas siguen fascinando a los jóvenes"
Dentro del Curso de Formación Bíblico-Ecuménica 2011-2012 que ofrece el Centro Ecuménico “Misioneras de la Unidad” de Madrid, en la parte final siempre hay un par de jornadas dedicadas al fenómeno de las sectas. Después de la lección que estuvo a cargo de Vicente Jara, ayer, martes 29 de mayo, ha sido el turno de Luis Santamaría, sacerdote y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
Santamaría dividió su intervención en dos temas diferentes: el primero, más sociológico, se acercó a la situación sociorreligiosa de los jóvenes españoles y cómo les afecta el fenómeno de las sectas; en segundo lugar, hizo un acercamiento teológico al concepto de Dios en el movimiento de la Nueva Era.
La relación sectas-jóvenes
Este miembro de la RIES comenzó su intervención cuestionando la temática: “¿sigue siendo válida la afirmación de que la juventud es un público ‘fácil’ para el proselitismo de las sectas? ¿Es razonable la preocupación de las familias por la posibilidad de que sus miembros más jóvenes puedan afiliarse a estos grupos?”. Echando la mirada atrás, explicó cómo surgió la preocupación por el fenómeno sectario en España en los años 80, y cómo en 1989 algunos estudios del Estado ofrecían la cifra de 70.000 jóvenes pertenecientes a sectas (casi la mitad de los adeptos).
Ya en aquella época “la Iglesia católica, en sus documentos sobre el tema, reflejó esta cierta alarma social vertiéndola a la preocupación pastoral”, y citó dos ejemplos importantes: el documento del Vaticano de 1986 sobre los desafíos de las sectas, y el documento que emitió la Conferencia Episcopal Española en 1989.