Casi un millar de granadinos formarían parte de sectas
La crisis económica ha hecho que muchas personas se vean inmersas en la desesperación y se agarren a un clavo ardiendo. Un momento de vulnerabilidad que es el caldo de cultivo perfecto para la actuación de los grupos sectarios. Ya son más de 50 las organizaciones de la provincia de Granada que captan a uno de cada cien granadinos (unos 900) mediante técnicas manipulativas. Lo cuenta Irene Albarral en el diario Granada Hoy.
El Zaidín o el Albaicín son dos de los puntos calientes de la capital, y es que Granada es una ciudad universitaria y de mucha diversidad cultural, por tanto es un lugar propicio para el desarrollo de este tipo de grupos. “Es muy sencillo encontrar publicidad sospechosa en sus calles, no hay más que dar un paseo o fijarse en los carteles que se cuelgan en las facultades”, explicó el psicólogo clínico y social y experto en sectas José Miguel Cuevas, que hace unos días informaba sobre la penetración sectaria en Málaga.
En la provincia operan tanto grupos sectarios de corte tradicional como otros de tipo autóctono, que van desde las veinte personas, hasta grandes organizaciones internacionales. Los más pequeños cuentan con un control por parte del líder mucho más férreo y directo, ya que en la jerarquía hay un único mandatario que controla absolutamente todo, pero tanto unas como otras son igual de peligrosas.
Aunque parezca una cuestión lejana, que nunca se experimentará en primera persona, “hay una secta para cada perfil de población”, apuntó Cuevas. Pueden ser grupos de corte religioso, espiritual, económico o relacionados con temas de salud, pero todos ellos se adaptan a las necesidades de cada persona en un momento determinado.