Las sectas usan Internet y las redes sociales para llegar a las personas más vulnerables
La llegada de internet y de las redes sociales ha modificado las estrategias de captación de las sectas —también conocidas como grupos coercitivos— que ahora cuentan con nuevas herramientas para atraer a posibles adeptos. De los panfletos y los anuncios en revistas y periódicos, estas organizaciones han saltado a la red, obteniendo un alcance más inmediato y global. Lo cuenta Marta Sofía Ruiz en El Confidencial.
“Antes se llegaba a la gente con papeles pegados en las calles, ofreciendo cursos o conferencias, o bien te paraban para ofertarte cualquiera de las actividades del grupo. De esta forma atraían solamente a la gente de la zona, pero ahora el sector al que pueden alcanzar es muchísimo más amplio”, explica a Teknautas Margarita Barranco, psicóloga y experta en sectarismo y dinámicas abusivas de REDune, ONG que trabaja en la prevención sectaria.
Según esta experta, prácticamente todos los grupos de este tipo, sustentados sobre una serie de procedimientos encaminados a fomentar la devoción de sus miembros hacia una ideología específica o hacia el propio líder y caracterizados por emplear técnicas de manipulación psicológica, tienen presencia en internet. Y no prevalece ningún perfil concreto. “Da igual que sean más religiosos, más políticos, culturales, pseudoterapéuticos o ufológicos… Todos tienen cabida”, concreta la especialista.
Una muestra: el auge de la Bioneuroemoción
Desde RedUNE señalan como ejemplo a un grupo pseudocientífico al que llevan tiempo denunciando: el movimiento de la Bioneuroemoción, liderado por Enric Corbera. Revestida con una capa de pseudociencia, sus vídeos en Youtube tienen una gran popularidad y alcanzan los 134.000 suscriptores. “Son los propios miembros los que han puesto en marcha el grupo de Facebook, con más de 100.000 suscriptores, y donde se difunden los postulados de esta ‘teoría’”, relatan.