Calculan en 200 las sectas en España, como Nueva Acrópolis y otros grupos
¿Es España un paraíso para las sectas? Ésta es la pregunta que encabeza como titular un artículo publicado por RT y firmado por David Romero. En él se lee que en España operan unos 200 grupos sectarios, camuflados como organizaciones políticas o culturales, o como centros de servicios terapéuticos.
La Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP) calcula que más de medio millón de personas en nuestro país son víctimas de alguna secta destructiva. Además, señalan que esta cifra es cada vez mayor.
Según las investigaciones llevadas a cabo por esta asociación, en España, operan actualmente unas 200 sectas destructivas, localizadas en su mayoría en la llamada Costa del Sol, la región litoral de la provincia de Málaga. Precisamente en esa provincia y en las Islas Canarias se encuentran la mayoría de los adeptos a las sectas, además de en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.
De la influencia a la manipulación
Según la AIIAP una secta destructiva es un grupo o movimiento que, con independencia de su credo o doctrina, despliega procedimientos de influencia social excesivos, no éticos y manipuladores con la finalidad de ejercer un control sobre las personas para que muestren una devoción carente de espíritu crítico y hasta una dependencia existencial de la ideología, conductas, actitudes o de las actividades del grupo, siempre en detrimento real o posible del individuo, de la familia o de la sociedad en conjunto.
En la actualidad estas sectas ya no son grupos clandestinos u ocultos, sino más bien “disfrazados”, que se publicitan abiertamente en todo tipo de espacios públicos ofreciendo servicios diversos. Cursos de yoga, terapias alternativas, talleres de cocina, métodos curativos revolucionarios, o cursos sobre filosofía están entre los posibles ganchos que estas organizaciones.Y es que las nuevas sectas que se extienden por España y especialmente por la Costa del Sol, ya no se centran sólo en temas religiosos o esotéricos, sino que cada vez son más las sectas de tipo político, terapéutico o cultural.
Un ejemplo internacional: Nueva Acrópolis
En Madrid no es difícil encontrar publicidad de los cursos que organiza e imparte Nueva Acrópolis. Esta autodenomidada “escuela de filosofía a la manera clásica” se define como una “organización internacional sin ánimo de lucro fundada en Argentina” y declara que sus objetivos son: reunir a los hombres y mujeres de todas las creencias, razas y condiciones sociales en torno a un ideal de fraternidad universal; despertar una visión global mediante el estudio comparado de las filosofías, las ciencias, las religiones y las artes, y desarrollar las capacidades del individuo para que pueda integrarse en la Naturaleza y vivir según las características de su propia personalidad.
Uno de sus cursos, por ejemplo, lleva por título “Curso de filosofía aplicada” y en su programa plantea unos objetivos verdaderamente ambiciosos: Potenciar la ética y los valores, mejorar las relaciones humanas y construir el futuro. “Si quieres venir a informarte sobre el curso y sobre otros horarios del mismo, puedes venir de lunes a viernes a partir de las 19 h.”, ofrecen en su publicidad.
En 1983, el eurodiputado conservador británico Richard Cottrell presentó ante el Parlamento Europeo un informe, basado en trabajos previos acerca de la peligrosidad de determinados nuevos movimientos religiosos y sectas destructivas. En la lista que aportaba ya aparecía Nueva Acrópolis, al igual que en el Acta 2468 de la Asamblea Nacional Francesa de 1995, catalogada como una agrupación fascista de origen paramilitar, de corte sectario.
Hoy, existen interesantes testimonios de ex-adeptos de Nueva Acrópolis recogidos por la propia AIIAP, que describen y denuncian a la perfección los mecanismos de captación y el proceso progresivo de abuso psicológico que ejerce esta secta destructiva.
La situación jurídica
Hace ya nueve años, una entrevista con Juantxo Domínguez, el presidente de la RedUNE (una de las plataformas de estudio sobre las sectas más activa en España), ya dejaba constancia de una problemática que aún no ha encontrado solución en España: “Para las diversas policías, nacionales y autonómicas, los temas relacionados con grupos sectarios, en términos generales, o están totalmente despistados o lo que es mucho peor, es un fenómeno que apenas lo investigan (…) Se legalizan entidades diversas dentro del Registro de entidades religiosas, como por ejemplo la Iglesia de la Unificación, la Cienciología, o se les da un estatus jurídico especial a los testigos de Jehová… en [el resto de] Europa no dan crédito a estas legalizaciones”.
Para combatir este vacío de conocimiento y visibilizar el problema, y sobre todo, para comprender la experiencia sectaria, la citada AIIAP ha producido un documental que recoge los testimonios de varias personas que han sido captados y abusados por sectas destructivas. En el documental, el psicólogo Miguel Perlado, un experto de referencia en España para todo lo relacionado con los métodos empleados por los grupos sectarios, va explicando los mecanismos psicológicos que operan la experiencia sectaria.
Hoy en día no existe en España ninguna institución pública dedicada expresamente a combatir el surgimiento o el desarrollo de las sectas destructivas, aunque los profesionales de la salud pública y numerosos agentes sociales llevan años reclamando la creación de un observatorio antisectas con carácter público.
El vacío legal existente, la camaleónica forma con que las grupos sectarios se adaptan al tejido social en forma de organizaciones de todo tipo y la pasividad de las instituciones al respecto contribuyen a que el problema siga creciendo, y a que España sea hoy en día un paraíso para las sectas.
10 comentarios
Observo, por cierto, que la mayoría de los sectarios se contarían en las principales ciudades (obvio, hay mucha más gente, y aunque el porcentaje sea muy bajo algo de bulto harán), y más llamativamente, en zonas con fuerte presencia de turismo y residentes / jubilados extranjeros (costa malagueña, Canarias...) El cachondeíto fino que se puede gastar un andaluz de a pie (o un canario de a pie) con esas "cosas raras" puede ser de cuidado. Estoy convencido de que su presencia es más fuerte ahí precisamente por la existencia de estas comunidades de "europeos aburridos con problemas del Primer Mundo." Aquí pasa un poco lo de aquel chiste chusco que hizo el comunista Carrillo hace muchos años: "si no creo en la religión de los curas, que es la única y verdadera, ¡voy a creer en las de estos...!" (o algo así.) Hace tiempo que ya ni se pasan los testigos de Jehová a llamar a la puerta por donde vivo, ¡con el juego que daban...! Un aburrimiento, oiga.
Qué va. Aquí en España lo que tenemos es un problema de secularización del tamaño de las pirámides de Egipto, tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica. Y cuanto más joven el personal, más pasan de cualquier movida espiritual o pseudo-espiritual. Es que no les interesa, no les va, "no es su rollo." Como mucho, ya digo, a lo mejor alguno o alguna se pasa un poquillo por el grupo de yoga esotérico de su barrio (si es que lo hay) para relajarse, y luego se marcha de fiesta con sus colegas como si nada (para horror de un auténtico yogui esotérico...) A las iglesias protestantes y evangélicas ni se las ve, están pero son sólo para inmigrantes que ya lo eran o gitanos de la de Filadelfia. Aquí lo que triunfa como la espuma es el secularismo total. Aunque ni siquiera estoy seguro de llamarlo así, porque en el secularismo se supone alguna clase de pensamiento, de reflexión al respecto... qué va, entre españoles nativos (y muchos inmigrantes jóvenes) es más bien pasotismo total.
Lo que me encontré es lo siguiente: Cuando uno intenta tirar del hilo de cualquier iglesia -evangélica en este caso-, al final, lo único que encontrará como referencia es una dirección de correo postal -generalmente ubicada en USA, en el sur más concretamente- y nada más; ¡nada más! Ni nombres de responsables, ni de juntas, ni órganos coordinadores... ¡Nada! Ya digo, un apartado postal de algún lugar remoto del mundo -tipo (me lo invento): "2502 Wonwuayre Ca. USA"- (información que además uno encuentra en páginas web de dudosa procedencia).
Con la Iglesia Católica me encontré con un mundo diferente; todo documento viene aprobado o firmado por alguien (aunque sea como Diócesis, vicaría o parroquia) y siempre puedes hablar con el responsable de algo, que es alguien con nombre, apellidos, lugar de trabajo y horarios -generalmente sacerdotes, cosa que me agrada sobremanera porque los admiro- y finalmente, al final del todo, siempre tienes al obispo (en mi caso, aprovecho para felicitar a D. Carlos Osoro por su nombramiento como cardenal) y a su Santidad el Papa como responsables a quien acudir y a quien pedir cuentas en un momento dado. Sabemos de donde venimos y a donde vamos, y eso, en este mundo no tiene precio.
Otras iglesias y sectas sólo tienen cortinas de humo y responsables que nunca están o no sabes quiénes son -ni lo que buscan de ti-. Ojito al dato.
Abrazos y bendiciones
Y es necesario que la Iglesia vuelva a investigar sobre las sectas satánicas presentes en cada diócesis. Son peligrosas, pues además de profanar a Jesús-Eucaristía, agreden a sacerdotes, como le pasó a uno que los investigaba.
El gran éxito de las sectas, en este momento, es que no se perciben, están perfectamente camufladas en redes sociales y contactos personales.
En la revista "Iglesia en Córdoba" nº 527, de 09-10-2016 (justo esta semana) que publica el obispado de Córdoba (España) hay un magnífico estudio sobre "Las sectas de tercera generación: los NMR", del sacerdote D. Manuel Sánchez, que dió a conocer en la apertura del curso 2016-2017. Está disponible en la web de la Diócesis de Córdoba, abajo de la pág., en el apartado de Publicaciones.
Lo leeré, sin duda, pero de verdad que creo que mucha de esa información está desactualizada. Mira, por razones profesionales, me muevo en toda clase de ámbitos y estoy en más redes sociales (electrónicas y de las de toda la vida) de las que quisiera. Y así como hace 20 años la cosa era francamente preocupante y casi no pasaba una semana sin que me invitasen con tono cómplice a esto del Reiki, a aquello de las canalizaciones, a lo de más allá de no se qué orientalista, ahora mismo tendría que hacer un esfuerzo para recordar la última vez que me pasó.
Así en los últimos 5 años, lo más cercano que me ha pasado es que en un sarao social al que me tocó ir, los organizadores llevaban un rollito así new age y montaron una meditación antes de comenzar. Pero nada, invitaron amablemente al que se quisiera sumar, los demás nos quedamos fuera meditando con una cerveza, y eso fue todo. Gente que me consta que en aquellos tiempos estaba muy metida ahora se limita a "cuatro cositas" en casa si es que no lo han dejado estar del todo. ¿Que ahora lo llevan todo más en secreto? Pues eso lo ignoro, claro, pero si fuese verdad, el problema de llevarlo todo más en secreto es que dificulta muchísimo hacer nuevos acólitos y los que tenías, se te van "escurriendo" poco a poco. Por eso los católicos nos negamos a que nos propulsen "a la intimidad", porque una vez te has metido entre cuatro paredes pues... estamos los que estamos, menos los que se cansan y los que se van muriendo. A ellos les pasa igual.
Tengo además dos hijas "en edad de merecer" (una de pleno y la otra llegando... ¡qué miedo!) que hoy en día ya sabes cómo va la cosa, están más interconectadas que si las hubiésemos cableado con fibra óptica al nacer. De vez en cuando, por supuesto, hablamos sobre "los peligros de la vida" y entre ellos, las sectas, no faltaba más. Y claro, aprovecho para preguntarles que si conocen a alguien o han oído hablar de alguien que esté metido en temas de ese tipo, y me miran como si les preguntara que si conocen a algún extraterrestre. Sus amigas y conocidos, igual. En serio. Está por completo "fuera de órbita" no sólo de ellas, sino de todo el resto de la juventud que conocen y de la que yo conozco. Cualquiera de las dos sabría decirme quién vende hachís en el barrio por mucho que ellas no consuman, porque eso es algo que está ahí presente, "en el ambiente." Mucha gente fuma, se ve, se oye, se saben cosas por mucho que a ti no te vaya. ¿Sectas? Sólo saben de ellas lo que les hemos contado los mayores.
La ufología, que en "mis tiempos" estaba en pleno apogeo y dio lugar a numerosas sectas ufológicas, es ahora cosa de cuatro frikis. A la gente le sigue interesando si hay vida extraterrestre o no, pero con una aproximación mucho más científica. Del reiki y todo eso, sólo tienen éxito sus versiones más "light"; algunas personas me han contado que incluso quienes lo practican profesionalmente para ganarse la vida hace años que se han dejado de las partes más esotéricas y se limitan a la parte más "paramédica" (ejem...) porque la clientela lo que quiere es que le quiten el dolor de espalda, no oír hablar de las filosofías pseudo-religiosas de unos chinos raros. Pagan sus 20 o 30 euros y se van.
¿Sacarse la carta astral, que te echen las cartas? ¡Ah, sí, guay, mola! ¿Más? No, "a mí déjame de rollos." Y así con todo. A los que les va la new age, hacen exactamente lo mismo que otros hacen con la doctrina católica: se quedan así con la parte más bonita y buenrrollista (y menos comprometida), lo que les acaricia el lomito, y del resto, "no me vengas con rollos." Y todo esto son los NMR. Con Nueva Acrópolis, lo que te cuento, pasé por la puerta justo a la salida de un acto y ni 50 eran (por cierto que, efectivamente, como dice el artículo, todos tenían una pinta de "fachas" de mediana edad de pronóstico reservado.) Hoy en día, ofrecer al público clases de (pseudo)filosofía, por muchos carteles con los que empapeles la ciudad, es como ofrecerles clases de arameo antiguo: no interesa ni gratis.
Miro todos los años las estadísticas de FEREDE (los protestantes), que mira que les gusta vacilar de "iglesias plantadas" e incrementos de grey del 50% si antes tenían 2 fieles y ahora tienen 3, y llevan estancadas desde que recuerdo así de memoria. De testigos de Jehová, conozco a menos de los que conocía: los que eran, menos los que se han salido; nuevos, ni uno. Es curioso, pero el fenómeno de las sectas me recuerda al fenómeno de la heroína: un boom muy fuerte en su momento, durísimo, pero ahora marginal aunque de vez en cuando haya algún altibajo. La gente se ha pasado a otras drogas menos agresivas, más "buenrrollistas", y con las sectas, se han pasado a maneras individuales de creer o a no creer nada de nada.
Ya te digo, por supuesto no niego que haya gente que esté metida en sectas, claro que la habrá, pero ni punto de comparación con el peligro de hace 20 años. Yo pienso que simplemente el fenómeno de secularización e individualización masiva de las sociedades occidentales nos está impactando a todos. La gente sigue haciéndose preguntas, por supuesto, y cree en cosas, pero muy personalizadas al gusto de cada cual, tomando de aquí y de allá lo que a cada uno le gusta más. Eso "pega mal" con toda forma de religiosidad o espiritualidad organizada, sea la Santa Madre Iglesia o no sé qué secta rara. Y el resto, pues nada, o agnósticos y escépticos de diversos pelajes o directamente más ateos que Lenin. Quitando a los hermanos de la Iglesia, eso es lo que veo en la sociedad a mi alrededor, con toda sinceridad.
Un fuerte abrazo en Cristo.
Coincido bastante con el análisis que haces. Si operan sectas, creo que influyen en un sector de población muy minoritario.
La mayoría de la gente, especialmente si es joven, pasa de casi todo; y más, si son "movidas espirituales"; pasan de catolicismo, de protestantismo, de ideologías políticas, de iglesias de cualquier tipo, de planteamientos utópicos e idealistas.......y de sectas.
Lo que si hay es bastante amor al deporte; y el curro porque se necesita "pasta" para vivir; no porque haya mucho amor al trabajo.
Es cierto que esto es una generalización muy general y simple; pero creo que por ahí van los tiros en un gran sector social de la población.
Totalmente de acuerdo. Salvo por un puñadito de movimientos protestantes que son de "cosecha nacional", el resto de lo que se ve son "implantaciones" procedentes del "cinturón bíblico" de los EEUU... que rara vez llegan a alguien más que a quienes ya eran protestantes para empezar. Allá llaman a España (y a otros muchos países de Europa...) el "cementerio de los misioneros", porque vienen aquí a "misionar" y se acaban volviendo agotados y descorazonados. Europa se seculariza a toda máquina y se seculariza para todos (y por cierto, en EEUU también se nota ya el mismo tipo de secularización entre las generaciones más jóvenes y fuera del "cinturón bíblico"... hace poco ya he estado leyendo comentarios en la prensa de allá de que estas podrían ser las primeras elecciones en que el voto de la "derecha religiosa", aunque todavía importante, ya no tiene una relevancia fundamental.)
Aquí en Europa... qué te voy a contar, si sigue habiendo unos pocos partidos demócrata-cristianos (sobre todo en países más protestantes, por cierto) es porque de cristianos tienen lo que yo de indio misquito. Son partidos de centro-derecha con un cada vez más leve barniz cristiano cuando les queda algo, eso es todo. Aquí (y cada vez más allí) no avanzan ni religiones, ni fes, ni sectas, ni nada. Secularismo, individualismo, "religión personal a la medida" o nada en absoluto.
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Recomendamos leer:
http://es.aleteia.org/2016/02/04/puede-haber-sectas-dentro-de-la-iglesia/
http://es.aleteia.org/2016/02/08/que-puede-hacer-la-iglesia-ante-los-comportamientos-sectarios-en-su-interior/
https://www.change.org/p/policia-nacional-ilegalizar-a-religiones-que-practique-la-brujer%C3%ADa-por-una-sociedad-sana-y-humana/fbog/688790606?recruiter=688790606&utm_source=share_petition&utm_medium=facebook&utm_campaign=share_petition
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