El Consejo General de Enfermería acusa a las “doulas” de comportamiento sectario
El Consejo General de Enfermería de España pondrá en conocimiento de la Fiscalía General del Estado la información de la que dispone sobre las denominadas “doulas” para que actúe de oficio contra estas “consejeras” de embarazadas, que llegan a fomentar el “canibalismo” (placentofagia) con la “anuencia” de las autoridades.
Así lo anunció ayer, 16 de febrero, el presidente del Consejo, Máximo González Jurado, en una rueda de prensa en la que presentó el “Informe Doulas”, una investigación de casi tres años realizada por enfermeras –tanto generalistas como matronas– y juristas especializados en Derecho Sanitario y Penal. Lo cuenta la agencia Efe.
Intrusismo profesional
El informe, que ya ha sido remitido al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha detectado numerosas actuaciones que están realizando las doulas y que son competencia de las matronas, una invasión que podría calificarse como “delito de intrusismo”.
Así, ha identificado situaciones en las que la actuación de la doula pone en riesgo la salud de la madre y de su bebé, que pueden llegar incluso a provocar la muerte, tal como ha advertido Gloria Boal, vocal de la Comisión Nacional de Matronas.
González Jurado ha lamentado la “nula sensibilidad” del Ministerio y ha informado de que si no actúa tendrán que denunciarlo ante los tribunales. “Y saben que no nos tiembla el pulso”, ha subrayado. Sanidad ni siquiera ha retirado la mención que se hace a las doulas en la Estrategia de atención al parto natural, lo que tomarán en consideración cuando se plantee la revisión de ese plan, “dentro de diez o quince años”, ha ironizado.La investigación del Consejo se inició a raíz de que una mujer que había contratado los servicios de una doula pidiese ayuda a Emilia Redondo, una matrona de atención primaria de Murcia. “Se encontraba muy mal, tenía una depresión postparto impresionante, estaba con mastitis y con desgarro de clítoris”, ha narrado Redondo, quien ha explicado que, a pesar de ello, la mujer se niega a denunciar “porque todavía tiene miedo”.
Comportamiento sectario
El informe ha identificado 547 doulas (de las que 4 son enfermeras y una matrona), que se anuncian a través de páginas web y redes sociales, unas “personas siniestras” que podrían estar vulnerando “día a día” competencias profesionales.
El informe documenta numerosas situaciones irregulares que se están dando de forma continua en la relación entre estas “falsas expertas” en la maternidad y las madres que cuentan con ellas. Situaciones que pueden poner en riesgo la seguridad de la mujer y su hijo y que van desde casos de intrusismo profesional e invasión de competencias profesionales, a otros extremos donde las doulas están alentando a la participación de las mujeres en “rituales sectarios propios de sociedades subdesarrolladas y contrarios a la salud pública y al sentido común”.
El Consejo General de Enfermería también ha divulgado en su perfil de Twitter que “en un comportamiento típicamente sectario, las doulas intentan apartar al padre del proceso de gestación y alumbramiento”.
Según informa Gaceta Médica, González Jurado equiparó a las doulas con sectas de las que “es muy difícil salir”, motivo por el cual no se han producido denuncias todavía. En los casos más extremos, las doulas impiden que la madre acuda al médico, la convencen para que no le corte el cordón umbilical al bebé y las instan a prácticas canibalistas como comerse su propia placenta.
Comerse la placenta
Profesoras de danza, bailarinas, monitores de esquí, periodistas, publicitas o expertas en literatura y antropología social son algunas de las profesiones de estas personas que se atribuyen un carácter de profesión sanitaria que no poseen legalmente: “La legislación vigente ni las reconoce ni las ampara”.
Comerse la placenta o encapsularla para poder consumirla incluso hasta la menopausia, no cortar el cordón umbilical y obligar al bebé a convivir con la placenta hasta que éste se seque, lo que se conoce como “nacimiento lotus”, o parir cantando son algunas de las prácticas que recomiendan las doulas.
González Jurado ha asegurado que en internet “abundan las recetas tales como la placenta picante al estilo australiano y la placenta con brécol, aunque lo que más se cocina es el batido de placenta”. Aunque no todas las doulas realizan estas prácticas, sí todas las que las hacen son doulas, ha precisado Rosa Isabel Molina, matrona en desempleo que ha investigado en las redes sociales sobre esta figura.
Los cursillos de “doula”, sin ninguna validez legal o académica, tienen un precio en torno a los 2.000 euros y entre los “gurús” que los imparten abundan los que se anuncian como “sacerdotisas de la rosa blanca, renacedores certificados o expertos en yoga de la voz”. Los servicios que ofrecen llegan hasta los 1.200 euros e incluyen la atención en el embarazo, el parto y el postparto, un “negocio lucrativo”, que se cobra “en black”. “También el señor Montoro tendrá que decir algo”, ha señalado González Jurado.
Acusan a las matronas de “violación”
Por otro lado, como denuncia Gloria Boal, las doulas envían mensajes equívocos sobre la actuación de las matronas. “Llegan hasta afirmar que nosotras, las matronas, violamos a las mujeres y cito textualmente: cada vez que le metemos los dedos en la vagina a una mujer, la estamos violentando. Si lo hacemos sin pedirle permiso, la estamos violando. Cada vez que se le hace una episiotomía a una mujer, la estamos violentando. Si se hace sin pedirle permiso, estamos mutilándola salvajemente”.
Esto, para Boal, es una falsedad y lo único que genera en la embarazada es un mayor miedo y rechazo hacia los profesionales sanitarios que sí están preparados para disminuir los posibles riesgos del embarazo y parto. Lo cuenta el diario El Mundo.
Desde el Consejo General de Enfermería se quejan de que ya informaron al Ministerio de Sanidad el 24 de julio de 2014 y “lo único que dijeron fue que valorarían esta figura de la doula en la próxima revisión de la Estrategia sobre parto natural. Pero, ¿esto cuándo será? No podemos dejar por más tiempo esta situación”, afirma González Jurado.
Las doulas se defienden
Sin embargo, algunas doulas consultadas por El Mundo muestran su desacuerdo con las conclusiones de este informe. “No sé cómo lo han hecho. No han hablado con las asociaciones de doulas”, afirma Ruth Cañadas, doula de Madrid que lleva desde 2012 acompañando a mujeres en su embarazo y parto.
Cañadas asegura que la información que dan a las madres “está basada en la evidencia científica. Seguimos el plan de parto del Ministerio o las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”. Y aunque reconoce que “hay madres que se comen la placenta o que no cortan el cordón umbilical hasta que no se cae, yo no lo he hecho. Es algo que a mí nunca me ha pasado, pero conozco casos de mujeres que piden esto y nosotras debemos respetar su voluntad”.
En estos tres años ejerciendo como doula, Cañadas asegura que su papel es “acompañar a la mujer en su proceso. No asistimos partos, estamos en el parto”. Sin embargo, reconoce que a sus oídos le ha llegado información de que algunas doulas, “sobre todo en Galicia”, sí están atendiendo partos solas. “Ése es el intrusismo real. Pero no es algo que ocurra en todo el colectivo”. Y asegura que es la matrona la que debe ser la responsable del parto. “Pero el problema es que las matronas no pueden estar durante todo el parto, mientras que las doulas sí. Y esa presencia es un beneficio muy grande para las madres”.
En cuanto al informe y a las acusaciones que se hacen en él hacia las doulas, Cañadas explica que éstas son muy graves. “Entiendo el malestar porque hay intrusismo, pero lo que se debería es atacar directamente a las personas que no actúan bien y no a un colectivo”.
En el diario ABC leemos que Susana Olaya, doula en la ciudad de Málaga, califica de “mentira” las acusaciones del Consejo General de la Enfermería. “Yo he trabajado codo con codo con las matronas en los hospitales y en ningún momento las doulas hemos tomado decisiones por las madres. Solo ofrecemos una labor de información y acompañamiento. Las matronas pueden estar tranquilas que no suplantamos su trabajo”, apunta a ABC esta mujer que lleva más de 30 años como doula.
Según Doulas.es, una de las plataformas de este colectivo –creada en 2005 por María Arroyo, otra de las mujeres que se dedican a este trabajo remunerado colectivo–, las doulas vienen a recuperar esa “red de apoyo” que existía antiguamente entre las mujeres de una misma familia o del pueblo durante el embarazo, el parto y el puerperio. “La doula es una mujer muy sensible que acompaña, solo está al lado de la mujer gestante. Si a la mujer le interesan las flores de Bach, le informamos dónde buscarlas; si quiere una clínica privada, le buscamos una clínica privada. La doula no toma decisiones por la madre”, apunta Olaya.
Para saber más:
- “La Nueva Era aprovecha la maternidad y el parto para la captación de mujeres”, InfoRIES, 10/05/14.
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