Se entrega a la policía japonesa un adepto de la Verdad Suprema
Según informa la agencia Notimex, el japonés Makato Hirata, miembro de la secta Aum Shinrikyo (La Verdad Suprema), responsable del ataque con gas sarín en el metro de Tokio de 1995, se entregó sorpresivamente a la policía, después de 16 años de permanecer fugitivo, informaron el 1 de enero fuentes oficiales.
Hirata, de 46 años y presunto responsable de varios crímenes, llegó a la estación de policía de Marunouchi en el centro de Tokio 10 minutos antes de iniciar el Año Nuevo para entregarse y responder ante las autoridades por sus malos actos. La policía informó de que Hirata fue detenido en el acto y que tras una identificación y la verificación de huella digital se confirmó que era uno de los fugitivos más buscados por la justicia japonesa, según un despacho de la agencia informativa Kyodo.
De acuerdo con el reporte policiaco, Hirata, uno de los miembros y fundadores de la secta Aum Shinrikyho, conspiró en el secuestro del notario Kiyoshi Kariya, pariente de un seguidor que intentaba abandonar el grupo. Además de ser uno de los autores intelectuales del ataque con gas sarín contra el metro de Tokio en 1995, que dejó 13 muertos y más de seis mil heridos, el ataque terrorista más mortífero realizado hasta ahora en Japón.
Cerca de 200 miembros de la secta Aum Shinrikyo han sido condenados por el ataque con gas sarín de marzo de 1995, entre ellos el jefe y fundador de la secta, el gurú Shoko Asahara, sentenciado a la pena de muerte. La policía dijo que al momento de su llegada a la estación de Marunouchi, Hirata dijo que se entregaba él mismo porque consideraba que había llegado el tiempo de ser encerrado, después de varios años de estar huyendo de la policía.
“Llevaba una mochila y tenía decenas de miles de yenes”, destacó el informe oficial, sin precisar la cantidad de dinero. Hirata se encontraba en la lista de los fugitivos más buscados de Japón desde mayo de 1995, por su presunta participación en la conspiración en el secuestro de Kariya en febrero de ese año y su muerte un mes después por la inyección de un potente químico. El ahora detenido no reveló donde se había estado ocultando durante su cautiverio, ni sobre su relación con el fundador de la secta, a la que se unió en 1987.
Según explica la BBC, casi 200 miembros de la secta fueron sentenciados por el ataque y otros crímenes. Dos de ellos continúan fugitivos.
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