La Suiza de los vientos cosecha tormentas
Uno de los recuerdos más insidiosos de los pocos años vividos en Ginebra es el persistente viento del norte que a veces sopla por esos lares, y que los suizos franceses tienen a bien llamar “bise”, algo así como “besito”. Eso ya de por sí previene de la mala baba que campa por esos lares.