Es hora de escribir un nuevo libro
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.
Ap 21,5
Muchos somos los que, en determinados momentos de nuestras vidas, seguimos el ejemplo de la mujer de Lot y miramos atrás, ignorando el camino marcado por San Pablo:
… una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Fil 3-13-14
Atrás podemos dejar cosas buenas, malas, alegrías, penas, cruces, pecados, etc. Da igual. Ni somos todavía lo santos que Dios nos concede y conmina a ser, ni hay pecado al que no alcance la misericordia de Dios si partimos de la llanura de la impiedad hacia el monte del arrepentimiento.
Si estás herido, quebrantado, abatido o desolado, no te comportes como un perrillo que se lame las heridas y escucha la voz del que te dice:
«Despierta, tú que duermes, álzate de entre los muertos, y Cristo te iluminará»
Ef 5,14
Si eres de Cristo, recuerda la enseñanza del apóstol:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Cor 5,17
Cierra el libro de tu pasado y sé dócil al Espíritu Santo que te lleva a escribir el nuevo libro de tu vida entregada a Dios, conforme a la medida de fe que Dios te ha dado (Rom 12,3), “porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Jn 1,16).
Y Aquella que por su intercesión obtuvo de su Hijo la conversión del agua en vino, obtendrá para ti la alegría de estar presto y listo para las bodas del Cordero (Ap 19,7-9)
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Laus Deo Virginique Matri
Luis Fernando Pérez