Mi primer viaje a Lourdes
Aviso: Téngase en cuenta la fecha en que se escribió este post a la hora de “encajar” los datos que doy.
Hace 7 años y medio que tomé la decisión de unirme a la Iglesia Ortodoxa. Tras haber sido protestante durante los ocho años anteriores, aquel paso de fe no estaba exento de dificultades. Una de ellas era precisamente el papel que se le daba a María en la teología y religiosidad ortodoxa. Un papel que poco tiene que envidiar al que tiene en la Iglesia Católica.
Fue precisamente entonces cuando descubrimos que mi madre tenía un cáncer de hígado que estaba entrando en la fase terminal. Tomé la decisión de no decirle la gravedad de su estado a menos que ella me lo preguntara directamente. Ya le había compartido mi intención de abandonar el protestantismo para hacerme ortodoxo, lo cual le produjo una alegría poco disimulada aunque mitigada por el hecho de que no regresaba a la Iglesia Católica. Su concepto de la Iglesia Ortodoxa era el mismo que tienen muchos católicos y protestantes: es como la Iglesia Católica pero sin Papa.