Foros, blogs, chats, listas de correo y otras hierbas....
Diez años de presencia en Internet dan para mucho, especialmente si, como es mi caso, el internauta es de los que se conecta a diario. Durante todo este tiempo puedo decir que he hecho en la red prácticamente de todo menos concertar una cita a ciegas para mantener una relación apasionada de una noche. Confieso, sin embargo, que me he dado cuenta de lo relativamente fácil que es establecer una relación personal con una persona del otro sexo que, si se prolonga en el tiempo y no se toman medidas, puede acabar con un matrimonio incluso aunque el mismo esté asentado. He conocido varios casos de esos en que la cosa acabó mal.