27.03.08

El padre de Mari Luz, ejemplo de cristianismo genuino en un país donde no hay justicia

Mari Luz era una chiquilla alegre de cinco años que tuvo la desgracia de vivir al lado de un miserable asesino que debería de estar en la cárcel por abusar de sus propias hijas. Ese ser despreciable puso fin a una vida inocente y también a la felicidad de toda una familia cristiana evangélica. El padre de Mari Luz, Juan José Cortés, es pastor de la iglesia de Filadelfia, que es la denominación particular de los evangélicos de raza gitana. Y a fe que Juan José Cortés está dando un ejemplo a toda España de lo que significa ser cristiano. Él ha pedido justicia y no venganza, e incluso ha dicho que ni siquiera deseaba al asesino de su hija que pasara por lo que él ha pasado.


Juan José cree que San Pablo tenía razón cuando afirmaba que los magistrados deben ser servidores “de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal” (Rom 13,4). Y es que donde no hay justicia, no hay civilización. Una nación que protege más los derechos de los delincuentes que los de las víctimas, va camino hacia la auto-aniquilación, pues donde no existe una justicia que merezca el nombre de tal, acaba siendo sustituida por la venganza desbocada de quienes son doblemente pisoteados: por sus agresores y por las leyes o jueces que les dejan en total desamparo.


Nadie podrá devolver a Mari Luz a sus padres, pero si en este país queda un poco de decencia, el tipejo que la mató no puede volver a ver la libertad en lo que le quede de su puñetera vida. Es hora de plantear de una vez la pena de cadena perpetua para delitos escandalosos. El terrorismo, el asesinato, la violación y la pederastia deberían de estar castigados con esa pena. No puede ser que matar a una persona salga barato. Y barato es que un asesino salga a la calle tras pasar 20 ó 30 años en la cárcel. Siempre debe quedar un resquicio para la reinserción, pero no creo que la misma sea posible en los delitos que he señalado. De los violadores y pederastas es conocida su tendencia a la reincidencia. Por tanto, el que pone un violador o un pederasta en la calle, sea el legislador o sea el juez que no usa todos los mecanismos legales para retener a esa chusma, está siendo cómplice de las futuras acciones de esos personajes.

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26.03.08

¿Qué pensarán en Roma del Abad Soler?

En la comunidad autónoma catalana se da un índice de bautismo de niños inferior al 40%, el 62,6% de las bodas son civiles, apenas un 17% de ciudadanos marcan la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la renta, hay 46 seminaristas menos en los últimos seis años y sólo 6% de los jóvenes entre 13 y 18 años se declaran católicos. Vamos, como para echarse a temblar ante el futuro que le depara a la iglesia catalana si no se produce un cambio de rumbo radical. Sin embargo, el Abad mitrado de Montserrat, Josep María Soler, está más preocupado por la cadena Cope. Hoy ha declarado ante un centenar de personalidades de la vida política y cultural catalana que ha presionado en Roma para que desde la Santa Sede se pida un cambio en algunos programas de la emisora.

Lo bueno de Soler es que no disimula nada. Es nacionalista catalán y esa condición la pone por encima de cualquier otra consideración. Como cualquier dictador de tiempos pasados o presentes, confunde la crítica a la clase política catalana y a las leyes que emanan del Parlament, con la crítica a todo el pueblo catalán. Se podría decir que este abad es la cara religiosa de un futuro Pacto del Tinell, versión medios de comunicación. Es decir, todo el aparatchik mediático catalán contra esta Cope. Los suscriptores de ese posible pacto saben que no es fácil que en Roma les reciba más allá de algún minutante, pero para eso está el abad mitrado.

El caso es que dudo mucho que Roma mire con buenos ojos a Soler. Es incluso posible que en la Santa Sede sepan ya que buena parte de la culpa del estado del catolicismo en Cataluña la tienen personajes como este Abad metomentodo. De hecho, los últimos nombramientos episcopales para las diócesis catalanas parecen que están marcando un giro importante en la iglesia de Cataluña. Una iglesia a la que le sobra nacionalismo y progresismo eclesial por los cuatro costados. Si ese proceso continua cuando en breve se elijan obispos para Gerona y Lérida, el cambio será imparable. Nadie dude que entonces Soler se hará aún más de notar. Dará lo mismo. El futuro no está en sus manos. A Dios gracias, añado.

Luis Fernando Pérez Bustamante

El Arzobispo de St Louis (EEUU) excomulga públicamente a tres mujeres

Texto en inglés del comunicado

Resumiendo:

- En noviembre del 2007, Monseñor Raymond L. Burke escribió una carta advirtiendo a tres mujeres de su archidiócesis de que si participaban en un simulacro de ordenación sacerdotal, caerían en la pena de excomunión. El arzobispo recordó que la cuestión de la ordenación de mujeres está definitiva zanjada por el magisterio.

- Se confirmó que las tres mujeres habían participado en una simulación del rito de ordenación. Una de ellas se presentó a sí misma como obispa romano-católica y procedió a imponer sus manos sobre las otras dos.

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24.03.08

Los dramaturgos del siglo I

Juan Masiá Clavel, sj
El insigne y nunca bien ponderado miembro de la Compañía de Jesús, padre Juan Masiá Clavel, con motivo de un post sobre la ¿resurrección? de Cristo nos regaló ayer una de esas perlas con las que acostumbra a apoyar sus catoliquísimas tesis doctrinales:

Ya sabemos, por la hermenéutica, que Lázaro no fue devuelto a la vida milagrosamente por Jesús, sino que el capítulo 11 del evangelio según Juan es una dramatización narrativa del evangelista para escenificar y repensar la verdad profunda de que Jesús es la Resurrección y la Vida, liberando así al discipulado del miedo a la muerte.

Ay, ignorante de mí, que no sabía tal cosa. Ay, cuán estúpido y crédulo soy que me he tragado toda mi vida que Lázaro existió, que realmente murió y que Cristo le resucitó cuando su cuerpo ya presentaba obvios síntomas de descomposición. Pues no, no es así. La hermenéutica dice que naranjas de la China. Que lo que ocurre es que los evangelistas tenían la vocación oculta de guionistas de teatro -entonces no había cine-, y aprovecharon los evangelios para dar rienda suelta a su imaginación y destapar el dramaturgo que llevaban dentro. Por supuesto, con motivos muy beatíficos como es el de evitar que la gente tenga miedo a morir. ¿Y qué mejor manera de acabar con ese miedo que presentar a Cristo resucitando a la gente? Está claro. Veinte siglos creyendo que era historia lo que en realidad era un drama mitológico.

Como quiera que Masiá es más listo de lo que parece, no llega a decirnos abiertamente que los relatos sobre la resurrección de Jesucristo son más o menos lo mismo con un poco de más adorno dramático, pero yo tiendo a pensar que eso es lo que en su corazón cree. Es decir, sospecho que Masiá no cree que el cuerpo de Cristo se levantó de entre los muertos. Sospecho que para él la resurrección ocurrió más bien en la imaginación de los discípulos del Señor, en el corazón de una fe que supo ver más allá de la muerte física el triunfo de unos ideales que bla, bla, blaaaaa, bla…. Al fin y al cabo, la hermenéutica también está para eso. Si sirve para presentar lo de Lázaro como una dramatización, no digamos nada el “peazo” drama que sale de un Cristo que carga una cruz, sube al Calvario, muere y…. su cuerpo se lo comen los gusanos como a todo hijo de vecino. Viva la hermenéutica que limpia nuestra fe de aspectos infantiloides y mitológicos. Vivan los sacerdotes como Torres Queiruga y los jesuitas como Masiá. Abajo las caenas de la credulidad fundamentalista preconciliar y arcaica.

¿Sabéis lo peor de todo esto? Que la Iglesia no hace apenas nada para librarse de esta gangrena que nos corroe por dentro. La Iglesia permite que desde su seno se hagan afirmaciones que minan la fe de la gente sencilla, que sirven para alimentar la carcoma de los que disfrutan viviendo en la heterodoxia sesentayochista, que consiguen el aplauso complacido de un mundo que no quiere verse enfrentado ante la locura de la cruz y del verdadero evangelio. Masiá es un síntoma de la Iglesia del postconcilio. Masiá es un titular de prensa cotidiano que nos anuncia en manos de quién está hoy Aquella que Cristo dijo que construiría sobre la fe y la persona de Pedro. Menos mal que algunos seguimos creyendo que las puertas del Hades no prevalecerán. Para pocas cosas se necesita tener tanta fe como para confiar en aquella promesa de Cristo.

Luis Fernando Pérez Bustamante

23.03.08