6.01.10

Una simple pregunta a todos los cardenales y arzobispos que escriben en Religión Digital

A la atención de:

S.E.R Cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla

S.E.R Cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires

S.E.R Cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Milán

Monseñor Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger

… y resto de prelados que colaboran de una u otra manera con Religión Digital.

¿Ustedes creen que deben seguir escribiendo en un portal donde aparece una portada como la siguiente?:

Hagan click para verla (advierto es que es MUY desagradable)

¿Puede aparecer el nombre de ustedes al lado de semejante imagen blasfema?

Piensen en ello y tomen las medidas que crean oportunas para que no se les identifique con aquellos que, pretendiendo ser un medio de información religiosa de referencia, reproducen imágenes sacrílegas y ofensivas contra nuestro Señor crucificado.

Luis Fernando Pérez
Director InfoCatólica

PD:
La pregunta va también para los bloggers que escriben en RD y que todavía pretenden ser fieles a la Iglesia.

Sólo falta que el sindicato de la ceja se manifieste contra Munilla

Monseñor Munilla, o más bien lo que él representa, va camino de conseguir un récord dentro de la Iglesia en España. Puede ser el obispo contra el que más se manifiesten los enemigos de la Iglesia, tanto internos como externos. Hasta ahora se habían pronunciado contra su nombramiento como obispo de San Sebastián políticos nacionalistas, algunos socialistas, curas, religiosos y, en general, todos los cismáticos progre-liberales (lo de liberal lo digo en un sentido teológico) del “Estado español". Sin embargo, faltaba el perejil de todas las salsas, la guinda del pastel. Pero nadie se aflija. Feministas, gays y transexuales acaban de anunciar que piensan manifestarse contra el obispo vasco y que lo piensan hacer delante de la catedral de San Sebastián. El círculo de opositores se cierra. Sólo echo de menos al sindicato de la ceja (*). Si mañana los Bardem y cía arremeten contra don José Ignacio, todo se habrá consumado. Si acaso, no descartaría que algún espía de la SGAE fuera el día nueve a comprobar si en la misa de toma de posesión se canta algún tema del que se pueda recaudar dinero de derechos de autor.

Los argumentos de feministas, gays y transexuales -Dios los cría y ell?s se juntan- son demoledores, contundentes, impresionantes, novedosos, agudos, imaginativos. Se resumen en: Munilla es un heterofascista. Hay que ver qué imaginación le echan esos muchach?s. También les molesta que el obispo haya dicho que el aborto es un asesinato, que es lo mismo que decimos todos los católicos que lo somos de verdad y no de boquilla, como los cismáticos progre-liberales.

Leer más... »

5.01.10

¿Piensan los Cristianos Socialistas que los demás somos imbéciles?

Yo entiendo que debe ser difícil ser católico de verdad y pertenecer a un partido que está llevando a cabo un programa de ingeniería social radicalmente contrario a la moral y a la cosmovisión católica. Ahora bien, no creo que sea tan difícil el no tomar al personal por imbécil, por estúpido, por gilipuertas. Y sin embargo, eso es lo que acaba de hacer uno de los portavoces de Cristianos Socialistas, un tal Jordi López Camps. El tío va y dice que la nueva ley del aborto “no reconoce el derecho al aborto; es decir, no reconoce el aborto como derecho, porque entra en conflicto con el derecho del ‘nasciturus’. Ni en la exposición de motivos ni en la propia ley se dice que el aborto sea un derecho; se habla del derecho de una mujer a interrumpir su embarazo, no de que el acto en sí del aborto sea un derecho. El matiz es diferente“. Ahí queda eso, sabueso. Tócate las narices. Y si no te lo crees, revientas.

Lo que es evidente es que estos “cristianos socialistas” son muy socialistas y nada cristianos. Un cristiano jamás puede estar a favor de la nueva ley del aborto, por mucho que lo disfracen de “derecho de la mujer a interrumpir su embarazo“. Pero estos mercenarios de la política pretenden presentarse a sí mismos como católicos. Es por ello que, como llevo diciendo desde antes de que se reabriera la polémica sobre el aborto en España, creo que la Iglesia debería de ir más allá. No basta con que se les niegue el acceso a la comunión eucarística a los políticos católicos que votan esas leyes. Habría que cambiar el Código de Derecho Canónico y decretar su excomunión. Ellos, al dar razones para que la conciencia de muchos se corrompa, hacen mucho más daño a la causa de la vida que los particulares que abortan. Si se excomulga a la mujer que aborta, que se excomulgue al político que afirme que eso es un derecho. Y una vez excomulgados, ya no cabe duda alguna sobre si pueden comulgar o no. Ahora bien, eso sólo lo puede decidir Roma.

Leer más... »

4.01.10

¡Bono, santo súbito!

¡Bono es grande! ¡Bono es único! ¡Bono es de los nuestros! ¡Bono es nuestra bandera! ¡Deberían ponerle un altar! (no es coña, no… ¡¡LEAN!!). ¡Viva Bono! Y…. ¡Qué malos son los que condenan a Bono! ¡Qué irresponsables son nuestros obispos! ¡Cobardes! ¡Qué gentuza son los ultra-católicos, carcas, tridentinos y cavernícolas!…. la izquierda eclesial ha salido en tromba a defender a su profeta de la Carrera de San Jerónimo. Están dispuestos a dar la cara por él, a atacar a quienes osen negarle la comunión, a darle ellos mismos la comunión aunque el mismísimo Papa lo prohíba, a lo que sea. Desde sacerdotes como el padre Ángel -¡otra vez!- o Pedro Miguel Lamet al periodismo eclesial de extrema izquierda. Incluso desde el blog de las dos mentiras en su título, se defiende a Bono, se ataca a los obispos y, faltaría más, a quienes les apoyamos. Incluso hay una monja que le postula como sucesor de Zapatero al frente del PSOE, lo cual lo mismo disgusta a ese prohombre del catolicismo socialista gallego llamado José Blanco. Sólo falta que el abad montillesco vuelva a decir que lo mismo Bono tiene razón en votar a favor de la nueva ley del aborto.

Pues ya lo ven, señores obispos. Esto es lo que hay. Esta es la cosecha de lo que se plantó décadas atrás. Este es el verdadero rostro de la secularización interna de la Iglesia. Sacerdotes, periodistas y pseudo-católicos que aseguran que el modelo ideal de político católico es quien les llevó la contraria en la cuestión del matrimonio gay y se la lleva al votar sí a la nueva ley del aborto. Y si ustedes osan ir más allá de lo acostumbrado e insisten en que eso no puede ser, en que no se puede ser católico y votar a favor del aborto, toda esa retahíla de desechos del catolicismo post-conciliar se les echa encima cual leones hambrientos sueltos sobre los mártires por la verdad.

Leer más... »

¿Dónde habrá comulgado Bono?, ¿dónde comulgará?

Don José Bono Martínez, presidente del Congreso de los Diputados y, por tanto tercero en el rango protocolario del Estado tras el Rey y el presidente del Gobierno, lleva años empeñado en ser una especie de apóstol laico de los progre-eclesiales. Siempre que los socialistas dan un paso adelante en su política de ingeniería social, ahí aparece Pepe Bono a dar su imprimatur y nihil obstat con argumentos del tipo “Cristo es bueno pero los obispos son unos carcas". Lo hizo con la ley del matrimonio entre homosexuales, cuando llegó a soltar una de sus grandes máximas teológicas, digna de aparecer en alguno de los manuales de moral que se han estudiado en los seminarios en la era postconciliar: “A Dios no le importa mucho lo que se haga de cintura para abajo".

Pero claro, cuando ha intentado hacer lo mismo con la nueva ley del aborto, la cosa se ha puesto más peliaguda porque la Iglesia, con razón, está empeñada en que los católicos, sobre todo si presumen de serlo públicamente, no pueden apoyar con su voto leyes que faciliten ese holocausto que se produce en las clínicas abortivas. Y, se ponga como se ponga el señor Bono, una ley que hace que el aborto pase de ser un delito a un derecho, es una salvajada. Que la ley anterior también lo era, ninguno que se llame cristiano lo pone en duda. Pero la nueva ley empeora objetivamente el derecho a la vida en este país.

Y precisamente por eso, los obispos españoles han tenido que recordar lo que la Iglesia ha dictaminado sobre los políticos católicos que votan a favor del aborto. A saber, que no pueden recibir la comunión eucarística. Es importante recordar que esa disposición no se le ocurrió a Monseñor Martínez Camino ni al cardenal Rouco. No, esa norma viene de Roma y, por tanto, es de obligado cumplimiento en todo el mundo. Los obispos españoles faltarían a su deber si no lo recordaran.

El caso es que a Bono le importa un pimiento -por no decir otra cosa más gorda- lo que la Iglesia diga o deje de decir y ha confesado a El Mundo que ya ha comulgado tras votar a favor de la ley abortista. Y que piensa seguir haciéndolo. Lo que no nos dice es dónde ha comulgado y dónde piensa hacerlo en el futuro. Se me ocurren varias posibilidades:

Leer más... »