Nos llega la "ley doctor Montes"
Todos lo sabemos. No hay más que tomarse un café en el bar de la esquina o ir en el transporte público. Los españoles no hablan de otra cosa. El otro día, sin ir más lejos, escuché la siguiente conversación entre dos de mis vecinas:
- Oye, Matilde, ¿sabes cuándo va hacer algo el gobierno para que muramos dignamente?
- No lo sé, Carmen, pero esto es un sinvivir.
- Pues chica, no sé a qué esperan.
Y es que, señoras y señores, este gobierno no tiene ni idea de como gestionar la economía del país, sostiene una política diplomática que da vergüenza (véase lo del Sáhara) y en materia educativa es un auténtico desastre, pero cuando se trata de la muerte, son unos ases. Les encanta la muerte. Adoran la muerte. Facilitan la muerte. Da igual que seas un feto, un anciano o un enfermo. El gobierno de Zapatero no hace acepción de personas. Parece que las quiere a todas muertas.
Rubalcaba, ese señor cuya sola presencia en un gobierno -y no digamos en el ministerio del Interior- hace dudar de que en este país exista un régimen de libertades, nos ha anunciado hoy una ley de muerte digna. Dice que no será una ley para aprobar la eutanasia. Señal inequívoca de que, efectivamente, será una ley a favor de la eutanasia aunque le pongan otro nombre. Al fin y al cabo, al PSOE se le da bien eso de cambiar a las cosas de nombre. Al aborto le llaman interrupción voluntaria del embarazo. A la unión sodomita o lésbica, matrimonio. Y ahora le toca el cambio a la eutanasia.