Cuando muchos evangélicos me ayudaron a hacerme católico
De vez en cuando repaso mi actividad en internet en los tiempos en que no era católico. Buena parte de ella sigue en el foro de Iglesia.net, donde escribí más de 12.000 mensajes, que si se juntan todos casi harían palidecer a la cantidad de posts que he escrito desde que entré en el mundo de la blogosfera.
Al leer hoy uno de esos mensajes no he podido hacer otra cosa que sonreír. Es seguro que cambiaría alguna cosa, pero en esencia mantengo lo mismo que escribí el 8 de septiembre de 1999. Meses antes había dejado de ser protestante pero todavía no era católico. Asistía los domingos a la parroquia ortodoxa rumana que había cerca de la Plaza de Castilla, que estaba a cargo del sacerdote Teófilo Moldován. Ya por entonces la lectura del Beato Henry Newman me estaba situando, por gracia de Dios, a las puertas del regreso a la Iglesia. Pero esa misma gracia me abrió los ojos ante algo que suele ocurrir cuando tratas con muchos evangélicos. Lo señalé en este mensaje: