A los de la memoria histórica no les gusta que el cardenal Rouco tenga memoria histórica
Vuelvo a escribir sobre el mismo tema que ayer, pero es que estamos asistiendo a un ejercicio de histerismo e hipocresía alucinante por parte de la clase política y determinados estamentos pseudo-católicos a cuenta de una frase del cardenal Rouco en la homilía predicada en el funeral de Adolfo Suárez.
Aquellos que llevan años y años hablando de la necesidad de recuperar la memoria histórica respecto a lo acontecido en esta nación el siglo pasado, son tan tolerantes que cuando un cardenal habla de las raíces del enfrentamiento civil que tuvo lugar, se le echan encima cual jauría de hienas hambrientas de la sabana africana.
Hemos llegado a ver incluso a un senador pro-etarra acusando al cardenal de fascista. Y el tipo se ha quedado tan pancho, oigan. Hemos visto a una Rosa Díez, mandamás en UPyD, quitándose del todo la careta de monja pseudo-liberal y patriota española, para mostrar el verdadero rostro de roja anticlerical de toda la vida, a la que además le molesta que suene el himno de España en una catedral. Al PSOE le hemos visto en su línea de la última década. Recordemos que la regulación de los funerales de Estado actual viene de la etapa de Felipe González como presidente del gobierno. Los nacionalistas separatistas han aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para cargar contra quien siendo presidente de la CEE, ha sido co-artífice de documentos a favor de la unidad de España como bien común. Y el PP, como siempre, en su tibieza habitual.
Luego están los de las trincheras periodísticas religiosas progresistas, que odian al cardenal de tal manera que incluso causan estupor entre sus propias filas. Pero de esos no cabe esperar otra cosa. No les da el alma para más.