29.06.19

Breves reflexiones sobre la modernidad

- No hay ley humana que consiga que alguien concebido y nacido con los cromosomas XY pase a tener los cromosomas XX. Tampoco que alguien concebido con los cromosomas XX pase a tener los cromosomas XY.

  • Las leyes de ideología de género pretenden obligar a aceptar que lo blanco es negro y lo negro es blanco, pero lo blanco sigue siendo blanco y lo negro sigue siendo negro.

- No hay ley humana que cambie la naturaleza biológica del ser concebido, tanto dentro como fuera del seno materno.

  • Las leyes abortistas destruyen cualquier noción de la dignidad del ser humano.

- No hay ley humana que consiga que la relación sexual entre dos hombres o dos mujeres pueda engendrar o concebir otro ser humano.

  • Las leyes de unión o matrimonio civil entre homosexuales atentan contra la ley natural.

- No hay ley humana que consiga que, mediante el diálogo, lo que es falso se convierta en verdadero.

  • El diálogo suele ser la excusa de los tibios que tienen miedo a defender la verdad que nos hace libres.

Luis Fernando Pérez Bustamante

25.06.19

Preguntas elementales sobre la cuestión de los abusos a menores

La Fiscalía General del Estado opina que las medidas para evitar y denunciar los abusos sexuales a menores en la Iglesia en España son «deficientes». En el texto de la Fiscalía se puede leer que «se deben evitar comprobaciones o filtros internos de verificación previos a la información del caso a las Autoridades competentes por parte de la Institución en cuyo seno se ha detectado el caso». Esa puesta en conocimiento «habría de realizarse de forma directa por quien haya recibido la noticia o disponga del conocimiento directo de la sospecha del abuso sexual».

Perdonen ustedes si hago la siguiente pregunta:

¿Se puede saber por qué las víctimas no denuncian ellas mismas los abusos a la Justicia?

Si a mí, siendo cura, obispo, profesor o director de colegio católico, alguien me dice que otro cura, obispo o profesor ha abusado de él/ella, ipso facto le digo que vaya a comisaría. Y si hace falta, me ofrezco a acompañarla a presentar la denuncia.

Tengo alguna otra pregunta que hacer a la Fiscalía General de este país. Siendo que, según informa el diario Público -que no es sospechoso de ser de extrema derecha-, “cada tres horas se denuncia un abuso sexual hacia un menor en España” pero el 70% de los casos nunca llega a juicio, ¿no habrá que abrir una investigación general sobre la actuación de jueces y fiscales? ¿o es que aquí sólo han sido negligentes algunos obispos y provinciales de órdenes religiosas?

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22.06.19

La herejía más absurda del protestantismo está de moda en el catolicismo

El protestantismo tiene una serie de principios fundamentales sin los cuales nadie puede considerarse, o ser considerado, protestante. Uno de ellos es el Sola Scriptura, con su hermano de sangre el “libre examen", y otro es el solafideísmo. Este último consiste en la tesis de que somos justificados solo por la fe y que las obras no tienen ni arte ni parte en nuestra salvación. 

Una presentación chabacana, pero muy real, del solafideísmo es la famosa frase de Lutero “Pecca fortiter crede fortius” -"peca con fuerza pero cree con más fuerza"-.

Pues bien, la única vez en toda la Biblia en que las palabras fe, sola y justificación aparecen en un versículo es para negar el solafideísmo:

Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe.
Stg,2,24

Lutero fue tan “genial” que en su traducción al alemán de Romanos 5,1 “Justificados, por tanto, por la fe, estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” añadió se su propia cosecha el “solo", quedando entonces así “Justificados, por tanto, SOLO por la fe, estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo",

Como muchas herejías, el solafideísmo tiene algo de verdad. San Pablo enseña:

Así pues, por gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no procede de vosotros, puesto que es un don de Dios: es decir, no procede de las obras, para que nadie se gloríe,
Efe 2,8-9

Pero el mismo apóstol aclara en Gálatas a qué tipo de obras se está refiriendo

Pero, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley. Pues por las obras de la ley no será justificado nadie.
Gal 2,16

Resumiendo. San Pablo, como el resto de la Iglesia al menos desde el primer concilio en Jerusalén (Hch15,7-11), indica que la salvación no viene por guardar la ley mosaica sino por gracia. Y ello por una razón elemental: “nadie, por sí mismo, puede guardar toda la ley".

Ahora bien, el propio apóstol señala la importancia de las obras a la hora de ser salvos. En la epístola de Romanos escribe:

Tú, sin embargo, con tu dureza y con tu corazón que no se quiere arrepentir, atesoras contra ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual retribuirá a cada uno según sus obras: la vida eterna para quienes, mediante la perseverancia en el buen obrar, buscan gloria, honor e incorrupción; la ira y la indignación, en cambio, para quienes, con contumacia, no sólo se rebelan contra la verdad, sino que obedecen a la injusticia.
Rom 2,5-8

¿Cómo va a ser solafideísta al modo protestante quien enseña que Dios paga con la vida eterna a quien persevera en el buen obrar? ¿cómo el que también enseña esto?:

Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu. Porque la tendencia de la carne es la muerte; mientras que la tendencia del Espíritu, la vida y la paz.  Puesto que la tendencia de la carne es enemiga de Dios, ya que no se somete -y ni siquiera puede- a la Ley de Dios. Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Rom 8,5-8

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14.06.19

Benedicto XVI: "Los Estados tienen el derecho de regular los flujos migratorios"

Llevamos mucho tiempo con una polémica abierta entre el papa Francisco y los gobernantes y políticos europeos a cuenta de la cuestión migratoria. 

El Pontífice quiere que Europa acoja a más inmigantes. Los políticos, tanto de derecha como de izquierda -p.e, la que acaba de ganar en Dinamarca-, dicen que no.

Pues bien, veamos lo que Benedicto XVI dijo al respecto hace tal solo 9 años. Cito de su Mensaje para la 97ª Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado (2011):

El Venerable Juan Pablo II (ndr: hoy ya canonizado), con ocasión de esta misma Jornada celebrada en 2001, subrayó que «[el bien común universal] abarca toda la familia de los pueblos, por encima de cualquier egoísmo nacionalista. En este contexto, precisamente, se debe considerar el derecho a emigrar. La Iglesia lo reconoce a todo hombre, en el doble aspecto de la posibilidad de salir del propio país y la posibilidad de entrar en otro, en busca de mejores condiciones de vida» (Mensaje para la Jornada Mundial de las Migraciones 2001, 3; cf. Juan XXIII, Enc. Mater et Magistra, 30; Pablo VI, Enc. Octogesima adveniens, 17). Al mismo tiempo, los Estados tienen el derecho de regular los flujos migratorios y defender sus fronteras, asegurando siempre el respeto debido a la dignidad de toda persona humana. Los inmigrantes, además, tienen el deber de integrarse en el país de acogida, respetando sus leyes y la identidad nacional. «Se trata, pues, de conjugar la acogida que se debe a todos los seres humanos, en especial si son indigentes, con la consideración sobre las condiciones indispensables para una vida decorosa y pacífica, tanto para los habitantes originarios como para los nuevos llegado» (Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2001, 13).

Está claro, ¿verdad? Existe un derecho a emigrar pero también un derecho de cada país a regular el flujo migratorio. Y, le guste o no a Francisco, cada país, Italia también, es soberano a la hora de decidir cómo regula ese flujo y cómo defiende sus fronteras.

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5.06.19

Occidente es el perro que vuelve a su propio vómito

Hace seis años escribí un artículo sobre el apóstol de la eutanasia en España, el fallecido doctor Montes, en el que aseguré lo siguiente:

… no solo se sufren por una enfermedad física. Hay quienes están sanos de cuerpo pero creen, por las razones que sean, que la vida es repugnante y no merece la pena ser vivida. Y no me imagino a un psiquiatra o un psicólogo dándole un cóctel de pastillas para que se quite de enmedio.

Iluso de mí, que no quería reconocer entonces la deriva lógica de la cultura de la muerte en la que nos vemos inmersos en Occidente. Si hay médicos dispuestos a matar la vida en el seno materno, ¿cómo no los habrá dispuestos a acabar con la de enfermos que no quieren vivir?

Es lo que acaba de ocurrir en Holanda, y no es la primera vez, donde una joven de 17 años, con graves trastornos psicológicos tras haber sufrido abusos sexuales, se ha quitado de en medio dejando de comer y de beber sin que el estado lo haya impedido.

No hablamos de enfermos terminales cuya muerte es segura en un tiempo relativamente corto de tiempo. Hablamos de una cría que tenía toda una vida por delante. Sí, es claro que estaba sufriendo mucho, pero ¿acaso la ciencia médica es incapaz de ayudar a aquellos que sufren ese tipo de circunstancias? ¿en serio que la mejor solución es ayudar a que se suiciden?

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