7.11.14

Es preciso que entre vosotros haya disensiones

El Señor Jesucristo ama la unidad de la Iglesia. La desea. Es más, rezó al Padre por ella. “Que todos sean uno” (Jn 17,21).

Los apóstoles también pidieron unidad:

Por lo demás, hermanos, alegraos, perfeccionaos, anímaos, tened un mismo sentir, vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz será con vosotros.

2ª Cor 13,11

Así, pues, os exhorto yo, el prisionero en el Señor, a andar de una manera digna de la vocación con que fuisteis llamados,  con toda humildad, mansedumbre y longanimidad, soportándoos los unos a los otros con caridad,  solícitos de conservar la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz.
Sólo hay un Cuerpo y un Espíritu, como también una sola esperanza, la de vuestra vocación.  Sólo un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
Efe 4,1-6

Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis igualmente, y no haya entre vosotros cismas, antes seáis concordes en el mismo pensar y en el mismo sentir.

1ª Cor 1,10

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables…

1ª Ped 3,8

Ahora bien, en ocasiones las divisiones no solo son inevitables, sino incluso “convenientes". El propio apóstol San Pablo lo dice:

Pues primeramente oigo que, al reuniros, hay entre vosotros cismas, y en parte lo creo, pues es preciso que entre vosotros haya disensiones, a fin de que se destaquen los de probada virtud entre vosotros.

1ª Cor 11,18-19

Es, por tanto, altamente conveniente saber quién es quién en la Iglesia. El propio apóstol dice en otra de sus epístolas:

Os recomiendo, hermanos, que tengáis los ojos sobre los que producen divisiones y escándalos en contra de la doctrina que habéis aprendido, y que os apartéis de ellos, porque ésos no sirven a nuestro Señor Cristo, sino a su vientre, y con discursos suaves y engañosos seducen los corazones de los incautos.

Rom 16,17-18

Como podéis comprobar, si algunos, muchos o pocos, se apartan de la doctrina que hemos recibido y lo hace con palabras “suaves y engañosas", hay que apartarse de ellos. Pero claro, es necesario que se sepa qué dice cada cual para poder discernir quién anda en conformidad con la doctrina de Cristo y quién no

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6.11.14

Cáritas es una ONG católica no filantrópica

El 27 de mayo del año 2011, Benedicto XVI se dirigió a la Asamblea general de Cáritas Internationalis. Tras alabar su labor social, explicó algo que no está del todo claro que se tenga muy en cuenta:

Caritas Internationalis es distinta de otras agencias sociales porque es un organismo eclesial, que comparte la misión de la Iglesia. Esto es lo que los Pontífices han querido siempre y esto es lo que vuestra Asamblea General debe afirmar con fuerza.

En otras palabras, Caritas no es una ONG más. Tiene una identidad cristiana, católica. Y en cuanto tal, es lógico pensar que debe dar siempre testimonio de su condición. Hay que huir de cualquier tentación de aconfesionalidad, de cualquier intento de tapar una simbología cristiana, de cualquier acción encaminada a presentar un rostro meramente humanista para, como le he oído decir a algún responsable de la institución, “no molestar a los que no comparten nuestra fe".

No en vano, en su primera homilía como pontífice, el Papa Francisco lanzó la siguiente advertencia:

«Si no confesamos a Jesucristo, no vale. Nos convertiríamos en una ONG filantrópica, pero no seríamos la Iglesia»

Es por ello que, sin dejar de alabar la gran labor social que lleva a cabo Cáritas en España, no debemos dejar de pedir a esa querida parte de nuestra Iglesia que, efectivamente, se muestre de forma más “visible” en sus carteles, en sus campañas, en sus comunicados, etc, como institución eclesial católica. De hecho, si como dijo Benedicto XVI, Caritas comparte la misión de la Iglesia, habrá que reconocer que dicha misión consiste esencialmente en evangelizar y llevar a Cristo a los hombres. Eso se hace ayudando a los pobres en sus necesidades materiales, pero también en sus necesidades espirituales. No en vano, en la Evangelii Gaudium, el papa Francisco indica:

Puesto que esta Exhortación se dirige a los miembros de la Iglesia católica quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe.

(EG, 200)

Por otra parte, sin dejar de denunciar las raíces de la pobreza y las injusticias sociales, Caritas no puede caer en el error de soltar discursos e ideas populistas, más propios de la extrema izquierda antisistema que de la fidelidad a la doctrina social de la Iglesia. En otras palabras, ni Caritas es comunista por decir que es una vergüenza que haya recorte en el gasto social, que haya gente en España que lo pasa muy mal, que no da a basto para atender tanta necesidad, ni tampoco debe convertirse en un eco de las tesis político-económicas de Podemos o del movimiento okupa que, como dice el cartel que encabeza este post, “fomenta la ocupación de viviendas vacías". Esas cosas, o se explican bien, o mejor no se dicen, porque no está el patio como para que desde la Iglesia parezca que se anima a ocupar la vivienda ajena.

Como acaba de escribir Mons. López de Andújar, obispo de Getafe:

Hay que aprovechar esta situación difícil para no caer ni en el abstencionismo, ni el populismo, ni en utopías irrealizables, sino para buscar razonablemente, con la luz del sentido común y de la revelación, lo que sea más conveniente para el bien de la persona y de la sociedad.

Desde una sana confesionalidad y desde la elaboración de propuestas sensatas y realizables, Caritas podrá realizar su labor aun mejor de la que hace ahora. Labor que merece nuestro apoyo, nuestra alabanza y nuestro agradecimiento.

Luis Fernando Pérez Bustamante

3.11.14

Perlas del beato Pablo VI

En la que fue su última audiencia general, en Castelgandolfo, el 2 de agosto de 1978, cuatro días antes de partir hacia el Padre, el Beato Pablo VI, Papa, nos dejó esta joya:


El hombre moderno ha aumentado mucho sus conocimientos, pero no siempre la solidez del pensamiento, ni tampoco siempre la certeza de poseer la verdad. En cambio aquí está precisamente el rasgo singular de la enseñanza de la Iglesia. La Iglesia profesa y enseña una doctrina estable y segura. Y a la vez todos debemos recordar que la Iglesia es discípula antes de ser maestra. Enseña una doctrina segura, pero que ella misma ha tenido que aprender antes. La autoridad de la enseñanza de la Iglesia no dimana de su sabiduría propia, ni del control científico y racional de lo que predica a sus fieles; sino del hecho de estar anunciando una palabra que dimana del pensamiento trascendente de Dios. Esta es su fuerza y su luz. ¿Cómo se llama esta transmisión incomparable del pensamiento, de la palabra de Dios? Se llama fe.

¿De qué fe nos hablaba el Papa? Se puede contemplar en gran parte de su magisterio, pero también en esos escritos íntimos que nos regaló. Por ejemplo, en su Meditación ante la muerte encontramos esta joya:

Y después, todavía me pregunto: ¿por qué me has llamado, por qué me has elegido?, ¿tan inepto, tan reacio, tan pobre de mente y de corazón? Lo sé: «quae stulta sunt mundi elegit Deus… ut non glorietur omnis caro in conspectu eius: Eligió Dios la necedad del mundo… para que nadie pueda gloriarse ante Dios» (1 Cor 1, 27-28). Mi elección indica dos cosas: mi pequeñez; tu libertad misericordiosa y potente, que no se ha detenido ni ante mis infidelidades, mi miseria, mi capacidad de traicionarte: «Deus meus, Deus meus, audebo dicere… in quodam aestasis tripudio de Te praesumendo dicam: nisi quia Deus es, iniustus esses, quia peccavimus graviter… et Tu placatus es. Nos Te provocamus ad iram, Tu autem conducis nos ad misericordiam: Dios mío, Dios mío, me atreveré a decir en un regocijo extático de Ti con presunción: si no fueses Dios, serías injusto, porque hemos pecado gravemente… y Tú Te has aplacado. Nosotros Te provocamos a la ira, y Tú en cambio nos conduces a la misericordia» (PL 40, 1150).

Y esta maravilla:

Por tanto ruego al Señor que me dé la gracia de hacer de mi muerte próxima don de amor para la Iglesia. Puedo decir que siempre la he amado; fue su amor quien me sacó de mi mezquino y selvático egoísmo y me encaminó a su servicio; y para ella, no para otra cosa, me parece haber vivido. Pero quisiera que la Iglesia lo supiese; y que yo tuviese la fuerza de decírselo, como una confidencia del corazón que sólo en el último momento de la vida se tiene el coraje de hacer. Quisiera finalmente abarcarla toda en su historia, en su designio divino, en su destino final, en su compleja, total y unitaria composición, en su consistencia humana e imperfecta, en sus desdichas y sufrimientos, en las debilidades y en las miserias de tantos hijos suyos, en sus aspectos menos simpáticos y en su esfuerzo perenne de fidelidad, de amor, de perfección y de caridad. Cuerpo místico de Cristo. Querría abrazarla, saludarla, amarla, en cada uno de los seres que la componen, en cada obispo y sacerdote que la asiste y la guía, en cada alma que la vive y la ilustra; bendecirla. También porque no la dejo, no salgo de ella, sino que me uno y me confundo más y mejor con ella: la muerte es un progreso en la comunión de los Santos.

El beato supo ver los peligros de un pluralismo moral que supone la falsificación de la libertad:

Todos estamos afligidos por el triste recrudecimiento de la violencia privada pero organizada en la sociedad contemporánea que traduce en fenómenos de desorden incivil la inseguridad que la atormenta y que un dominante pluralismo moral y político, falsificación de la libertad, parece cohonestar.

Y:

Y como sucede casi siempre, un mal trae otro mal, y con frecuencia peor. Todos estamos preocupados. Lo peor, se dice, es que no hay horizonte; una tentación de pesimismo se difunde y paraliza muchas energías que habían nacido con tanta clarividencia para un futuro mejor.

El cuadro es de todos conocido y amenaza con su sombra este momento de nuestra civilización proyectándose sobre la historia del mañana.

La solución, según el Papa Montini, la da San Pablo…

… en su Carta a los romanos, cuando, después de haberles exhortado con vibrantes sugerencias a diversas formas de la vida moral, como debe ser en personas iluminadas por la fe y sostenidas por la gracia, resume su exhortación en esta conocidísima sentencia: “No te dejes vencer del mal, antes vence al mal con el bien” (Rom 12, 21). ¡Qué sencilla parece la palabra del Apóstol! Creemos que merece la pena fijarla en la memoria.

… 

Nosotros advertimos esta malicia que hace difícil y alguna vez insoportable la convivencia social. ¿Qué debemos hacer? ¿Podemos dejar que el mal nos venza, es decir, nos domine y nos trague en sus espirales haciéndonos cautivos también a nosotros? Este es el proceso de la venganza que aumenta el mal y no lo cura. ¿O debemos ceder al pesimismo y a la pereza, abandonándonos a una vil resignación? Eso no es cristiano.

El cristiano es paciente, pero no abúlico ni indiferente. La actitud sugerida por el Apóstol es la de una reacción positiva; lo que él nos enseña es oponer la resistencia del bien a la ofensa del mal; nos enseña a multiplicar el esfuerzo del amor para reparar y vencer los daños del desorden moral; nos enseña que la experiencia del mal encontrado en nuestro camino debe estimularnos a mayores virtudes y a actividad más eficaz para nuestro corazón.

Así fue San Pablo. Así fueron los Santos. ¡Así sea para todos nosotros!

(Beato Pablo VI, Audiencia general del 25 de enero de 1978)

¿Piensas acaso que, por ti mismo, puedes “multiplicar el esfuerzo del amor"? No, solo podrás si te sumes en lo que el beato considera como la primera misión, el primer deber de la Iglesia: la oración:

Veamos, pues, ¿qué hace la Iglesia? La primera respuesta en la que nos detendremos es espléndida, pero vasta como el océano: ¡La Iglesia ora! Su primera misión, su primer deber, su primera finalidad es la oración. Todos lo saben. Pero probad a dar solamente la definición de este acto específicamente propio de la Iglesia, y veréis qué inmensidad, qué profundidad, qué belleza trae consigo la oración.

Al fin y al cabo, somos miembros de aquella…

humanidad que ora y que cree; que se levanta en vuelo sobre la tierra; que canta y llora e implora y espera, y despliega su capacidad de infinito, y encuentra en el anhelo de cielo la orientación y la fuerza para realizar dignamente su viaje terrestre.

(Beato Pablo VI, Audiencia general del 12 de abril de 1978)

Dios te quiere santo. Y no alcanzarás la santidad si no vives en oración. Si crees que vivimos en un momento complicado de la historia de la Iglesia, quéjate y lloriquea menos y reza más. Si crees que vives en un momento difícil de tu vida, agárrate a la oración como náufrago a la tabla que le salvará de hundirse. 

Reza con la Iglesia, reza por la Iglesia, reza en la Iglesia

Luis Fernando Pérez Bustamante

1.11.14

Los responsables de lo del Reina Sofía son Wert y Rajoy


José Ignacio Wert, ministro de cultura y educación del gobierno abortista de Mariano Rajoy, a la sazón presidente de una formación política que cuenta con corruptos hasta en la sopa, es el segundo responsable máximo de lo que está ocurriendo en el Museo Reina Sofía. El primer responsable es el propio presidente del gobierno, que le mantiene como ministro o no le da orden de que cese al director de ese museo.

En un país donde las iglesias se quemaban como deporte nacional de la izquierda, donde se llenó el cielo con mártires asesinados a manos de los padres ideológicos de los señores Pedro Sánchez, Cayo Lara y Pablo Iglesias -ojo a éste, que puede ganar las próximas elecciones- el gobierno de la “derecha” se permite el lujo de permitir que en un museo público que lleva el nombre de la madre del actual Rey, se haga una exposición que contiene un padrenuestro blasfemo y abortista -esto último le mola mucho a la gente del PP, como bien sabemos- y una caja de cerillas en la que aparece el lema “la única Iglesia que ilumina es la que arde“.

No cabía esperar otra cosa de un colectivo de individuas argentinas que se presentan a sí mismas como “mujeres públicas". No sé si en el país sudamericano se llama así a las prostitutas, pero en España sí. Es decir, tenemos un museo nacional que se dedica a promocionar los ideales de prostitutas sudamericanas que odian a la Iglesia y se complacen en pedir su destrucción.

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31.10.14

13TV, al servicio de quienes han vejado al cardenal Rouco

Sabemos que hay cosas que han cambiado en la Iglesia en España en los últimos meses. Entre ellas, lo acontecido en la Conferencia Episcopal Española. Hace ahora casi un año, los obispos eligieron nuevo portavoz y secretario en la personal del P. Gil Tamayo. Y en marzo optaron por poner la presidencia de nuevo en manos de Mons. Ricardo Blázquez, a quien acompañaba Mons. Carlos Osoro en la vicepresidencia.

Finalmente, el Papa decidió que Mons. Osoro habría de ser el nuevo arzobispo de Madrid, una vez aceptada la renuncia del cardenal Rouco Varela, quien ha tenido tres años de prórroga al frente de su archidiócesis.

Ahora bien, lo que ha sucedido desde el anuncio de la “jubilación” del cardenal Rouco solo cabe calificarse como un esperpento indigno. No se puede MALTRATAR de la manera en que se ha maltratado a quien ha pastoreado la Iglesia en Madrid durante 20 años y ha sido presidente de la CEE -votado masivamente por el episcopado español- durante cuatro trienios. Lo mismo algún día alguna de las personas cercanas al cardenal cuenta los detalles. Yo no puedo.

En ese maltrato han tenido un papel fundamental dos periodistas, que tras largo tiempo acosando, vejando, humillando, insultando, atacando, machacando, persiguiendo, difamando, calumniando y pisoteando al cardenal, vieron la oportunidad de hacer negocio a su costa y a costa de su sucesor. Por cierto, todos esos ataques al cardenal trocaban en alabanza, veneración, peloteo y servilismo cuando tenían que escribir algo del arzobispo Osoro. Este les premiaba no solo con su amistad sino también con su presencia visible en su portal, justo debajo de donde un sujeto publicaba viñetas blasfemas. 

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