La democracia educativa
El hecho de utilizar fraudulentamente las palabras para decir lo contrario de lo que esas palabras significan no me sorprende. Estamos ya desgraciadamente acostumbrados a que suceda. Pero me sigue irritando sobremanera. De alguna forma, siento que me están llamando tonto al hacer eso, que se están burlando en mi cara.
El gobierno de Madrid ha cedido terrenos para la construcción de un colegio del Opus Dei en Alcalá de Henares, debido a la necesidad de centros educativos que tiene esa zona de la provincia, en constante crecimiento. Pues bien, enseguida ha aparecido una “Plataforma por la educación pública y láica (sic) de Alcalá de Henares” para oponerse, con gran violencia verbal, a la construcción del colegio.
Por supuesto, el mayor crimen de este nuevo colegio es que es de educación diferenciada por sexos:

Varios lectores me han pedido que recomiende libros y creo que conviene seguir en esto el consejo paulino de dar satisfacción al prójimo en lo bueno. Comienzo, pues, una nueva sección del blog, dedicada a hablar de buenos libros católicos o relacionados de alguna forma con la fe o el pensamiento. La sección se llama Vita brevis, en referencia a una frase de Hipócrates: Ars longa, vita brevis (o, para quienes prefieran el original, Ὁ βίος βραχὺς, ἡ δὲ τέχνη μακρὴ). Es decir, a grandes rasgos, el arte, la ciencia o cualquier tarea importante son inacabables, pero la vida es breve y no se puede abarcar todo.
He leído, en varios blogs norteamericanos, una noticia que me ha resultado curiosa. Electronic Arts, una marca de juegos de ordenador va a sacar al mercado un videojuego basado en la Divina Comedia. En el juego, Dante, un mercenario italiano, tiene que atravesar los nueve círculos del infierno para salvar a Beatriz. Como se trata de un juego de lucha y destrucción, se entiende que el infierno dantesco constituya un escenario perfecto para el mismo: monstruos, diablos, horrores, pecados personalizados y Lucifer en persona se enfrentan a Dante para evitar que salve a su amada.
El sábado estuve en el funeral y entierro del padre de un amigo mío, en el cementerio de Pozuelo. Es un cementerio municipal, como casi todos. En España, desde finales del s. XVIII, con Carlos III, José Bonaparte y la revolución “Gloriosa” de 1868, los cementerios se fueron separando de las iglesias y quedando, poco a poco, bajo control municipal.
Publico hoy la segunda parte del texto que me ha enviado Cristhian sobre el adulterio. Para evitar malentendidos, recordaré que no es un texto sobre el amor cristiano en general, sino específicamente sobre una deformación de ese amor, sobre la traición a ese amor que es el adulterio. Tiene palabras duras, pero necesarias para llamar a las cosas por su nombre.



