El número 1 y apocalipsis aplazado
¡Buenas noticias! Gracias al valiente, desinteresado y generoso esfuerzo realizado por los lectores de InfoCatólica (que por supuesto no tenía nada que ver con el deseo de evitar ser devorados por arpías, gorgonas, lamias y otras hermanas de Loretta), se ha evitado el temido apocalipsis lorettiano.
La catástrofe final se ha suspendido por el momento. Las valquirias han vuelto al Valhalla, a beber grandes jarras de cerveza e hidromiel con los muchachos. Hera y Diana han decidido que prefieren pelearse entre sí que fastidiar a los humanos. Las amazonas descubrieron unas rebajas del 50% en faldas de paja y un 2X1 en cuerdas de arco en un centro comercial de las afueras de Caapiranga y ya no tienen tiempo para cazar lectores infocatólicos. Incluso las feroces guerreras ninja de la Worldwide Alliance of Untamed Shrews han enfundado sus rulos de guerra y caminan de vuelta a sus casas al ritmo alegre de la paz.
En efecto, haciendo gala de su habitual progresismo e inconsciencia (valga la redundancia), los infocatólicos se lanzaron como un solo hombre a comprar el libro Antología de poesía progresista religiosa. Un oxímoron, de Higinio Fernández y consiguieron así aplacar la justa cólera de su esposa, Loretta Apostolidis. Pocas veces tantos hicieron tan poco por tantos, tan apocadamente, en tanto tiempo y con tan poco tiento… Bueno, creo que me he liado. En fin, que muy bien.

Yo ya lo advertí, pero nadie me hizo caso. Más no podía hacer. Advertí de lo que iba a suceder si los lectores no adquirían el libro de Higinio Fernández,
Participante invitada: Loretta Apostolidis de Fernández, teóloga feminista, diplomada en Teología Transgenérica por la Università Aperta Giordano Bruno y esposa del conocido teólogo progresista Higinio Fernández.
Por fin me decido a dejar a un lado la vergüenza, salir del armario y decirlo públicamente: cada noche, leo a mis hijos algún libro durante un buen rato. Ya está, lo he dicho. Después de rezar con ellos y antes de que se duerman, pasamos un rato muy agradable adentrándonos, por ejemplo, por las páginas de El Hobbit, Harry Potter, Chitty-Chitty-Bang-Bang, la historia de sus santos respectivos o las numerosas y soporíferas entregas de la serie Torres de Malory (a petición de las niñas, claro).



