9.04.12

Diez cosas interesantes sobre la vigilia pascual

Cirio pascual, Vigilia Pascual en Torreciudad

1º) Desde la Edad Media, poco a poco se fue adelantando la hora de la vigilia pascual, por diversas razones, hasta que terminó por celebrarse por la mañana del sábado. Esta práctica fue modificada por Pío XII en 1955 y la vigilia volvió a celebrarse después del atardecer del sábado, como se hacía en los primeros siglos de la Iglesia.

2º) Desde la más remota antigüedad, el fuego para la vigilia de Pascua debía encenderse con pedernal, golpeándolo para producir chispas. Esta práctica simbolizaba la resurrección de Cristo de la roca de su tumba. Antiguamente y hasta el tiempo de nuestros bisabuelos, todo el mundo sabía encender fuego con pedernal, así que hacerlo no resultaba muy complicado. Hoy en día ya no es obligatorio usar el pedernal, quizá porque se correría el peligro de prolongar la liturgia un par de horas más, hasta que el diácono consiguiera encender el fuego.

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31.03.12

28.03.12

Preocupante ausencia de mendigos

MendigoNo sé si sucederá lo mismo en otros lugares, pero en Madrid, hacia finales de año, el número de mendigos se multiplica por diez. No se trata de un extraño flujo migratorio basado en la estación del año, sino que se debe a un hecho muy simple: quienes piden saben perfectamente que, en la época navideña, la gente da más dinero. En Navidades, los españoles, sean o no practicantes tienden a abrir más el bolsillo. No voy a entrar en si se trata de algo genuino y profundo, si es un fenómeno meramente sentimental o incluso si corresponde a un pobre intento de acallar la propia conciencia. Da igual, el caso es que objetivamente la gente da más dinero.

Esto me ha llevado a darme cuenta de algo muy triste: en Cuaresma no se observa esa multiplicación por diez del número de mendigos. Ni por cinco, ni siquiera por dos. A grandes rasgos, yo diría que se ven los mismos que en cualquier otra época del año. Pues bien, esa ausencia de mendigos me parece preocupante, porque indica que no notan que en Cuaresma se dé más limosna que en otras épocas. Y eso dice poco de bueno sobre nosotros, los católicos españoles, porque ya sabemos que la limosna es uno de los tres grandes pilares de la Cuaresma.

Además, si todo indica que la limosna no aumenta significativamente en Cuaresma, creo que podemos deducir legítimamente, aunque no podamos medirlo, que los otros dos pilares de oración y ayuno tampoco aumentan.

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23.03.12

Apuntes para una discusión sobre el Concilio Vaticano II

Vaticano IIEl otro día, escribió Luis un interesante comentario, en el artículo Un día triste, sobre el Concilio Vaticano II, en relación con las conversaciones entre la Santa Sede y los lefebvristas. Creo que sería una buena idea conversar un poco, tomando como base lo escrito por Luis, sobre los criterios de valoración del Concilio Vaticano II, cuál debe ser la actitud de un católico ante el mismo, el valor de sus distintos elementos, etc. Para ello, he comentado en rojo el texto de Luis.

Antes de continuar, quiero decir que, hasta donde yo puedo ver, el comentario de Luis es totalmente ortodoxo. Eso no quiere decir que sea en mi opinión totalmente acertado, sino que es una postura que un católico puede tomar legítimamente. Lo digo para evitar descalificaciones apresuradas que no llevan a ninguna parte.

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21.03.12

Un científico católico habla de otro gran científico católico

Albareda celebrando PKCuando César Vidal escribió sobre el retraso científico que, en su opinión, suponía para España el hecho de haber sido un país católico y no protestante, me acordé enseguida de Alfonso Carrascosa, un microbiólogo del CSIC que siempre está hablando de la aportación que los católicos han hecho a la ciencia en nuestro país. Quizá algunos afortunados le recuerden de la presentación de Vita Brevis, en la que habló brevemente sobre los científicos católicos y sobre un libro que, por aquel entonces, aún estaba en preparación: la reedición de “Consideraciones sobre la investigación científica”, de José María Albareda.

Albareda fue un gran científico (especialmente en el campo de la Edafología y la Química) y, además, experto en el estudio de la historia y la organización del propio mundo científico, que conocía muy bien como primer Secretario del Centro Superior de Investigaciones Científicas. Sin embargo, su figura ha permanecido en el olvido, incluso en el propio CSIC, que el fundó. Este olvido se debe, en buena parte, al hecho de ser sacerdote (ver foto), ya que ello desmiente la absurda leyenda de la incompatibilidad entre la fe y la ciencia. Además, el hecho de que perteneciera al Opus Dei (fue el primer Rector de la Universidad de Navarra), pone la guinda al pastel de su rechazo por los medios laicistas que hoy dominan la Historia de la Ciencia en España.

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