Clotilde, Clodoveo y la conversión de Francia
El matrimonio de Clotilde con Clodoveo llevó a la conversión de los Francos
A finales del siglo V, Galia se encontraba dividida bajo la autoridad de varios pueblos bárbaros, constantemente en guerra los unos contra los otros, buscando extender sus influencias y sus posesiones: Los francos, establecidos en el noreste, habían sido aliados del Imperio romano, controlando la frontera renana;los burgundios establecidos por Roma en Saboya y en el Lyonesado; por fin, los visigodos, pueblo poderoso, establecido al sur del río Loira, en Languedoc, sobre todo en el valle del Garona.Una multitud de poderes locales o regionales de origen militar habían ocupado el vacío dejado por la deposición del Emperador Romano de Occidente en 476. Entre estos se encontraba aún el reino de un tal Siagrio, establecido en la región de Soissons.
En 481, Clodoveo, hijo como ya se ha visto del rey Childerico I y de la princesa Basina de Turingia, accedió al trono del reino franco salio, situado en la región de Tournai en la actual Bélgica. El título de rey no era nuevo, pues este era dado a los jefes de guerra de las naciones bárbaras al servicio de Roma. Así los francos, antiguos servidores de Roma, no eran nada menos que germanos, bárbaros paganos, alejados del modo de vida de los galos romanizados durante más o menos cinco siglos de dominación e influencia romana. Clodoveo tenía solo quince años cuando se convirtió en el jefe de su tribu, su coronamiento dio inicio a la primera dinastía de reyes de Francia, los Merovingios, los cuales tomaron su nombre del abuelo de Clodoveo, Meroveo.
Durante toda su vida, Clodoveo intentó conservar y agrandar su reino para sus hijos, según la tradición germánica. Para obtenerlo, no dudó en eliminar todos los obstáculos que se le presentaron en el camino: asesinó a todos los jefes salios y reinados vecinos, algunos de los cuales eran sus antiguos compañeros, o hasta miembros de su familia, para asegurarse de que sólamente sus hijos heredaran su reino. Por otra parte, lanzó una serie de alianzas y de conquistas militares, en un principio a la cabeza de unos mil hombres. Más que las armas, como se había creído, era la manera y la experiencia que sus hombres habían adquirido al servicio del Imperio y contra los otros bárbaros lo que posibilitó el éxito militar de Clodoveo y su ejército. Es así como Clodoveo conquistó la mitad norte de la Francia moderna, primero se alió con los francos renanos en 484, luego llevó a cabo ofensivas hacia el sur a partir de 486. Comenzó con el revés y derrota de Siagrio, el último representante del Imperio destronado. El reino de Siagrio cubría aproximadamente el área entre el río Sena y el río Loira, en las que se encontraban las principales ciudades de Senlis, Beauvais, Soissons y París.
Por otro lado, entra en escena el obispo de Reims, el futuro San Remigio, que buscaba quizás la protección de una autoridad fuerte para su pueblo. Los contactos fueron numerosos entre el rey y el obispo; este último incitó al rey a proteger a los cristianos que habitan en su territorio. Gracias a su carisma y quizás en razón de la autoridad que él mismo representaba, Remigio supo hacerse respetar de Clodoveo y le sirvió hasta de consejero. Le incitó notablemente a pedir la mano de la princesa Clotilde, una princesa cristiana de alto línaje, hija del rey de los burgundios. El matrimonio tuvo lugar en 492, probablemente en la localidad de Soissons.Desde entonces, Clotilde hizo todo lo posible para convencer a su esposo de convertirse al cristianismo.