Las raíces de nuestra fe
Es una alegría poder compartir la reciente publicación en Edibesa de un libro que preparé durante el tiempo de confinamiento por el covid19: Después de pasar la enfermedad en el piso de la parroquia de Santa María de Majadahonda, decidí organizarme el horario de cada jornada en casa con tiempo de oración, estudio, deporte, cocina-comida, transmisión de la Misa a la comunidad parroquial por internet, etc. El texto que ahora se publica es fruto de aquellas horas de lectura y escritura; no es una obra académica, sino animada por la intención de acercar estos tesoros de nuestra historia a los creyentes de hoy.
Os copio el prólogo del arzobispo de Toledo, D. Francisco Cerro Chaves, así como el índice del contenido.
Espero que os guste y sea provechoso espiritualmente. Está disponible en librerías religiosas y en internet.

San Leandro era el mayor de cuatro hermanos santos, hijos de Severiano y Teodora, matrimonio cristiano de la antigua nobleza hispano-romana, naturales de la ciudad de Cartagena. Toda la familia se trasladó a Sevilla en el año 555 debido a la invasión bizantina del levante español posterior a la guerra civil que acabó con la coronación de Atanagildo.

La práctica de huir del mundo y abandonar el disfrute de los bienes materiales es muy antigua en la historia de la Iglesia. Su origen estaría durante las persecuciones del Imperio romano, cuando algunos cristianos de Egipto, para no ser obligados a apostatar de la fe, huyeron de las ciudades y se escondieron en el desierto de la Tebaida. Al pasar el peligro no todos regresaron a su hogar sino que algunos se quedaron a vivir en la soledad, dedicados a la oración y la penitencia. A estos se unieron algunos discípulos con el deseo de recibir sus enseñanzas y de imitar su vida, naciendo así las primeras experiencias de vida comunitaria.








