Necios y Malvados
“El número de necios es infinito”, escribió san Jerónimo, autor de la Vulgata, en el Libro del Eclesiastés («Stultorum infinitus est numerus»). En realidad, al parecer, la frase de san Jerónimo procede de Cicerón, que en una carta escribió: «Stultorum sunt plena omnia», «Todo está lleno de necios» (Ad familiares, 9.22.4). El caso es que los necios abundan como las arenas del mar y como las estrellas del cielo.
Es necedad pensar que el hombre es una especie de virus que hace enfermar a la pobre Madre Tierra, como si nuestro planeta fuera una especie de ser vivo o diosecillo pagano pensante, sensible y consciente que sufre y padece una enfermedad que somos nosotros mismos. Hay que ser muy, muy necio para decir que hoy nuestra Madre Tierra gime y nos advierte que nos acercamos a umbrales peligrosos y que quizá sean los jóvenes de hoy en día la última generación que pueda salvarnos… Hay que ser muy tonto o muy malvado para decir estas cosas y no ponerse ni colorao.