Todos, todos, todos

Leo en Wanderer:

En una entrevista radial y otra realizada para un medio de prensa escrita, Mons. Mestre, al igual que lo hizo su antecesor en la sede platense, Mons. Víctor Fernández, ha negado la necesidad del estado de gracia para recibir la eucaristía, o bien, ha negado el carácter de pecado grave contra el sexto mandamiento que poseen las prácticas sexuales con personas del mismo sexo.

Mons. Mestre lo dice sin ambages: se trata de que la Iglesia debe adaptarse al nuevo paradigma del mundo que no es ya el paradigma de la cristiandad. Y ese nuevo paradigma —“agenda 2030” le dicen algunos— incluye entre sus postulados el derecho universal al coito. Y, para justificar desde la moral cristiana este derecho, se recurre a argumentos emotivistas, pues son los únicos a los que puede recurrirse visto que los aportados por las Escrituras y la Tradición son lapidarios en cuanto a la condenación sin ningún tipo de atenuantes de la sodomía. 

Lean el artículo completo porque no tiene desperdicio.

En la JMJ, uno de los mensajes más destacados del Papa consistió en afirmar que en la Iglesia cabemos «todos, todos, todos» (sic). Yo no veo ninguna novedad a ese mensaje, la verdad… en la Iglesia siempre han cabido todos; al menos, todos los que han querido entrar, claro…

El hombre ha sido creado por Dios y para Dios. El sentido de nuestra vida está marcado: caminamos hacia el cielo. Allí seremos felices para toda la eternidad. Pero, como ya señalaba Jorge Manrique en sus Coplas, conviene tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Es fácil equivocarse de camino: a veces nos equivocamos y creemos que seremos felices dando rienda suelta al vitalismo dionisíaco y confundimos la felicidad con la fiesta, con la borrachera y con el orgasmo. Pensamos que la felicidad pasa por el rechazo a Dios, que la felicidad es el pecado. Pero el pecado nunca da la felicidad. Al contrario, el pecado es la libertad que esclaviza y aleja de Dios. En cambio, el camino de la santidad es el de los siervos de Dios, el de los esclavos del Señor: el de los que queremos cumplir siempre la voluntad de Dios. Ese es el camino que da la verdadera libertad de los hijos de Dios. Como la Santísima Virgen María que, llena de gracia, supo decir: «He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra».

Pero el pecado nos aparta de Dios: sobre todo, el pecado mortal. Esto enseña el Catecismo:

1850 El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse “como dioses”, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado es así “amor de sí hasta el desprecio de Dios” (San Agustín, De civitate Dei, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Flp 2, 6-9).

1852 La variedad de pecados es grande. La Escritura contiene varias listas. La carta a los Gálatas opone las obras de la carne al fruto del Espíritu: “Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios” (5,19-21; cf Rm 1, 28-32; 1 Co 6, 9-10; Ef 5, 3-5; Col 3, 5-8; 1 Tm 1, 9-10; 2 Tm 3, 2-5).

1861 El pecado mortal es una posibilidad radical de la libertad humana como lo es también el amor. Entraña la pérdida de la caridad y la privación de la gracia santificante, es decir, del estado de gracia. Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa la exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna del infierno; de modo que nuestra libertad tiene poder de hacer elecciones para siempre, sin retorno. Sin embargo, aunque podamos juzgar que un acto es en sí una falta grave, el juicio sobre las personas debemos confiarlo a la justicia y a la misericordia de Dios.

Por eso, quien está en pecado mortal no debe comulgar:

1385 Para responder a esta invitación a comulgar, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia: “Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo”1 Co 11,27-29). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar.

No todos pueden comulgar. Para comulgar hay que tener la fe de la Iglesia, hay que estar bautizado y en gracia de Dios. Antes de comulgar, hay que confesarse. Si comulgas en pecado mortal, comes y bebes tu propio castigo. Y hay que confesarse con las debidas disposiciones: dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia. Para que tus pecados te sean perdonados, tienes que haberte arrepentido de ellos y proponerte firmemente no volver a pecar. Si vives con una chica o con un chico y mantienes relaciones sexuales con él o con ella sin estar casados, estás en pecado mortal. Y para que la confesión sea válida, hay que proponerse firmemente cambiar de vida… Si vas a seguir viviendo igual y no te arrepientes realmente ni te propones por lo más lejano cambiar de vida, la confesión no vale: sigues en pecado mortal.

He aquí los principales efectos que causa el alma un solo pecado mortal voluntariamente cometido:

1) Pérdida de la gracia santificante que hacía el alma pura, santa e hija adoptiva de Dios, heredera de la Vida eterna. Sin la gracia santificante nadie puede salvarse.

2) Pérdida de las virtudes infusas (caridad, prudencia, justicia, fortaleza, templanza) y de los dones del Espíritu Santo, que constituyen un tesoro  divino, infinitamente superior a todas las riquezas materiales de la creación entera.

3) Pérdida de la presencia amorosa de la Santísima Trinidad en el alma, que se convierte en morada y templo de Satanás. 

4) Pérdida de todos los méritos adquiridos (mediante las buenas obras) en toda su vida pasada, por larga y santa que fuera.

5) Feísima mancha en el alma, que la deja tenebrosa y horrible a los ojos de Dios. “El pecado, dice San Juan Crisóstomo, deja el alma tan leprosa y manchada que mil fuentes de agua no son capaces de lavarla”.

6) Esclavitud de Satanás. El que está en el pecado mortal es esclavo de Satanás “que es príncipe de los pecadores”, dice San Agustín.

7) Aumento de las malas inclinaciones. El pecador esta debilitado y no puede fácilmente resistir contra el mal, le cuesta mucho trabajo hacer el bien.

8) Remordimiento e inquietud de conciencia, el que está en pecado mortal no tiene tranquilidad y paz en su alma ni en su familia, ni en su trabajo.

9) Merecimiento de pena eterna. El pecado mortal es el infierno en potencia; es decir, el que está en pecado mortal puede en cualquier momento caer en el infierno para siempre.

Dice el Libro del Apocalipsis:

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Apocalipsis 21, 8.

Enseña Santo Tomás de Aquino:

Dice el Apóstol en 1 Cor 11,29: Quien lo come y lo bebe indignamente, come y bebe su propia condena. Y comenta la GlosaLo come y lo bebe indignamente quien vive en pecado y lo trata de modo irreverente. Luego quien está en pecado mortal y recibe este sacramento, merece la condena por pecar mortalmente.

Y añade el Aquinate:

No todas las medicinas son buenas para todas las enfermedades. Porque una medicina que se da a quienes se han librado de la fiebre para fortalecerles, dañaría a los que tienen fiebre todavía. Pues así, el bautismo y la penitencia son como medicinas purgativas, que se suministran para quitar la fiebre del pecado. Mientras que este sacramento de la Eucaristía es una medicina reconfortante, que no debe suministrarse más que a los que se han librado del pecado.

Dice el Apóstol San Pablo:

Pero ahora, libres del pecado y hechos esclavos de Dios, tenéis por fruto la santificación y por fin la vida eterna.

Pues la soldada del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en nuestro Señor Jesucristo. Rom. 6, 22-23.

Puede comulgar quien esté libre de pecado. La comunión es para los santos, para los que están en gracia de Dios. Los que están en pecado mortal deben pasar antes por el confesionario. La eucaristía sólo debe suministrarse a quien está en gracia de Dios, a quien vive la caridad, que es más que el amor. El amor es natural. La caridad es sobrenatural, es poseer en nosotros el amor de Dios. Es alimento de santos.

Por eso, los herejes pretenden confundir caridad con amor. Todo es amor. Lo importante es el amor. «Creo en el amor», dicen los que participan en el video del Papa. Judíos, musulmanes, budistas, protestantes y católicos: todos dicen que creen en el amor. Pero ¿creen todos en Jesucristo? ¿A que no? Fíjense que todos creen en el amor: no en la caridad, que es don sobrenatural. Uno ve el video y parece que todos, sea cual sea su religión, creemos en lo mismo, en el amor: canto al indiferentismo religiosos y al falso ecumenismo. Ya no hay que convertirse al catolicismo para salvarse. ¿Para qué? ¡Todos creemos en el amor!

Pero, ¿Qué amor? Se trata de un «amor» vago, indefinido, ambiguo; un amor que nadie sabe en qué consiste: ¿filantropía, solidaridad…? Ese amor, la fraternidad, la paz y la tolerancia, tan del gusto de la masonería, no son sino el trasunto satánico de la verdadera Caridad

Yo no creo en el amor: creo en Jesucristo, único Dios verdadero, creo en la Santísima Trinidad, creo en la verdad revelada, en los dogmas de la Iglesia. Yo creo en la caridad. Creo que lo primero es amar a Dios sobre todas las cosas. Y que no hay otro Salvador que Jesucristo; que no hay otro Dios que Jesucristo. Todas las demás religiones son falsas.

El «creo en el amor» es la gran mentira, la gran trampa de los herejes. Porque suena a católico, pero es radicalmente anticatólico e inmoral. Como lo único importante es el amor, el fin justifica los medios: se puede hacer cualquier cosa con tal de que tenga un fin amoroso. Si una acción en particular sirve para el amor, entonces debes realizarla. Nada es intrínsecamente bueno o malo. Todo depende de las circunstancias. Cualquier cosa es buena, si es buena para alguien:

  • Si te sientes atraído por alguien del mismo sexo, como lo importante es el amor, las relaciones homosexuales, la sodomía (que es uno de los pecados que claman al cielo) puede considerarse como buena y recibir la bendición de la Iglesia.
  • Como lo importante es el amor, abortar a un niño no deseado puede ser bueno, porque la economía y la salud mental de la madre salen beneficiadas. Si no hay amor, la vida del niño carece de dignidad y puede ser asesinado impunemente.
  • Como lo importante es el amor, practicarles la eutanasia a enfermos incurables y ancianos son actos de compasión perfectamente morales.
  • Si un divorciado vuelto a casar civilmente es feliz en su segunda unión, puede comulgar porque lo importante es el amor.

El amor puede llegar a justificar cualquier pecado, cualquier barbaridad: la caridad, no. Porque quien ama a Dios sobre todas las cosas, cumple sus mandamientos.

Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son difíciles de cumplir. 1 Jn. 5, 3

En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero quien guarda su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él.  1 Jn. 2, 3-6.

Lo importante no es el amor puramente natural. Lo importante es Dios: es Jesucristo, es vivir en Caridad y en Verdad. Porque la Caridad y la Verdad son nombres de Cristo. Y Cristo es la Hostia Santa, consagrada en la Santa Misa. El Santísimo Sacramento del Altar es Cristo. Y el Pan de Vida es comida para los santos: no para los pecadores. Todos pueden comulgar. Pero si están bautizados y viven en gracia de Dios. Quien comete pecado mortal, no puede comulgar, si antes no se convierte y se confiesa sacramentalmente.

Concluyo con una cita del Apóstol San Pablo:

Os escribí en carta que no os mezclarais con los fornicarios. No, ciertamente, con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras, porque para eso tendríais que saliros de este mundo.

Lo que ahora os escribo es que no os mezcléis con ninguno que llevando el nombre de hermano sea fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con éstos ni comer; ¿pues por qué voy yo a juzgar a los de fuera? ¿No es a los de dentro a quienes os toca juzgar?

Dios juzgará a los de fuera.

¡Extirpad al perverso de entre vosotros!

 A ver si Mons. Mestre y Mons. Víctor Fernández se enteran. Y Hollerich y James Martin y tantos otros…

29 comentarios

  
Mateos gago
Simplemente te digo: muchas gracias hermano por tan claras y edificantes palabras.
09/08/23 12:45 AM
  
Trabucaire
Los tradicionales, tradicionalistas, los del Opus (y por lo que sé en breve ni los kikos) no cabemos en la nueva Iglesia sinodal, en la que sólo cabrán apóstatas, herejes, los lgtbiqplus y un largo etcétera.
09/08/23 2:52 AM
  
Miguel Angel González
Muchas gracias. Con cuanta claridad expone la verdad. Aprendí hoy de usted. Dios le siga bendiciendo.
09/08/23 3:51 AM
  
Federico
Un cristiano no debería decir "creo en el amor", sino "creo en el Amor"
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Pedro L. Llera
La expresión «creo en el amor» no aparece entre los artículos de fe del Credo de la Iglesia Católica: ni en minúscula ni con mayúscula.
09/08/23 7:00 AM
  
Cordá Lac
El lenguaje es importantísimo porque el lenguaje modifica la mente y, necesariamente, acaba modificando las obras.
Cada vez sirve de menos citar el Catecismo. Acabará siendo modificado porque ya lo está siendo en el lenguaje. Ejemplo. Se citan en el artículo algunos números del Catecismo que mencionan el "pecado mortal", pero eso ha desaparecido ya en el lenguaje de la Iglesia. En el lenguaje actual de la Iglesia ya sólo hay "pecado grave". ¡No es lo mismo!
09/08/23 10:37 AM
  
LJ
Los progres justifican todo con la expresión « es una buena persona», o « lo que importa es si es buena persona». Puesto que si esta condición se cumple, tiene vía libre para obrar según su conciencia ( que es conciencia de una buena persona). Tiene un menú amplísimo de opciones de vida porque es bueno. Y todos lo ven bien. La comunidad sabe que es bueno.
Ése es un caballito argumentativo de los modernistas.
De los falsos profetas no leyeron en el Evangelio, tal parece.

Muy buena explicación del amor como justificación total y absoluta, y de las trampas, porque la creencia en el amor, y su identificación con caridad, quiere destronar a la Trinidad para hacer un trono al amor.
09/08/23 1:21 PM
  
Luis Fernando
Lutero estableció el solafideísmo, por el cual uno podía ser un sinvergüenza, un pecador compulsivo, que si tenía fe se salvaba. De así su famosa sentencia "peca muertemente, cree fuertemente".
Estos nuevos heresiarcas han establecido el solabuenismo, en el que ni siquiera la fe es necesaria para salvarse. Se salvan todos porque sí.

09/08/23 2:36 PM
  
Vladimir
"Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor", dijo San Juan de la Cruz. Sólo el Amor salva: el Amor de Dios en nosotros.
09/08/23 3:09 PM
  
Vladimir
El pecado es el peor de los males que le puede acaecer al hombre, porque todos los demás se acaban con la muerte, mientras que este tiene consecuencias eternas. Lo tuvieron claro todos los Santos, y se nos enseñó a nosotros en la catequesis y en todo tipo de predicaciones.
Para evitar el pecado hay que renunciar a muchas cosas y eso es precisamente lo que hoy no se quiere: todos desean disfrutar de esta vida al máximo y de la otra también.
Fuera la cruz, es el grito, ya no sólo del mundo, sino de los mundanos que militan dentro de la jerarquía católica.
09/08/23 3:14 PM
  
jandro
Recordando a S. Agustín decía "Ama y haz lo que quieras" el torpedo manchego, el que se descubrió que tenía una vida y una sexualidad paralela y antagónica a la de su matrimonio. Si hombre, el que tiene un enorme patrimonio, parte de él en Panamá.

Bien que se lo aprendió de alguna etapa católica en su vida. Este ya aprendió que la frase ensanchaba "sus posibilidades" de libertinaje. Era capaz de quitarse el reloj de la muñeca y regalarlo en cada pueblo por el que populacheaba
09/08/23 4:58 PM
  
Miguel
El Papa Francisco está en la ilusión de fundar su iglesia sinodal, y para ello, a base de pico y pala, va desmontando las estructuras tradicionales de la Iglesia Católica.
Hace tiempo misericordió a un obispo católico, luego cancela a sacerdotes católicos, prohíbe al obispo Rey ordenar sacerdotes, ayer deshizo de un plumazo la obra de San José María, etc, etc. Siempre con declaraciones confusas, nada claras. Realmente son manifestaciones protestantes.
Y se rodea de hombres sin escrúpulos, como los obispos citados.
Todo encaminado a la fundación de la iglesia sinodal desde las estructuras de poder de la Iglesia Católica.
Al menos Lutero se salió de la Iglesia Católica y fundó otra cosa.
Aquí el asalto a los cielos será desde la cátedra de Pedro.
09/08/23 5:11 PM
  
Nando
En mi caso, tuve un lapso de unos 25 años como bautizado fuera de la Iglesia, agnóstico, mundano, "no practicante" y lo que vds. quieran.

Recuerdo que durante mi adolescencia en los 90, mi hermano y yo solíamos reírnos de las emisoras de radio y TV protestantes, que en aquellos años empezaban a emitir: "un aplauso para Jesús", "música de alabanza", efusiones aquí y allá; y testimonios dramáticos de salvación por la fe. Siempre comparando con la seriedad de la liturgia y meditaciones en penumbra de nuestro cole del Opus.

Tras todos estos años durmiendo, ahora cuando despierto me doy cuenta de que los católicos tenemos y hacemos cosas que allá por los 90 eran "de protestantes".

Más allá de esta anécdota, durante mi proceso de conversión, que duró unos meses, llegaba a las lágrimas por saberme fuera de la Iglesia. No poder comulgar me daba una angustia que no puedo describir. Luego supe que esto son gracias que concede Dios a los pecadores sinceramente arrepentidos.

Realmente no sé qué habría sido de mí si en aquél tiempo oigo al Papa por Radio María asegurar que no, que realmente sigo en la Iglesia y que lo que me pasa viene de la rigidez que me inculcaron de adolescente…

En la Parábola del Hijo Prodigo, la desnudez y humildad del hijo que anda el camino de vuelta es tan importante como la misericordia del Padre.
09/08/23 6:07 PM
  
Jorge Cantu
"...para justificar desde la moral cristiana este derecho, se recurre a argumentos emotivistas",

Tienen un buen 'modelo y maestro' de ello en Roma.
09/08/23 8:45 PM
  
JSP
"Pensamos que la felicidad pasa por el rechazo a Dios, que la felicidad es el pecado. Pero el pecado nunca da la felicidad. Al contrario, el pecado es la libertad que esclaviza y aleja de Dios. En cambio, el camino de la santidad es el de los siervos de Dios, el de los esclavos del Señor: el de los que queremos cumplir siempre la voluntad de Dios."
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1. El Señor Jesús nos dice en Mt 15 que lo que sale de la boca procede del corazón.
2. San Francisco de Asís nos dice que tengamos cuidado con nuestra vida, porque quizás sea el único Evangelio que muchos lean.
3. En el papa Francisco son demasiadas ocasiones las que por su boca y vida eclesial sale el testimonio contradictorio con la fe católica. Dejémonos de pamplinas, todos sabemos que ha querido decir con el "todos, todos, todos" = iglesia sinodal inclusiva del Pecado: vueltos a casar (adúlteros), homo-monio, marxistas, género LGTBIQ+, etc.
4. No niego su buena intención o voluntad, pero no es la Voluntad de Dios. Y sabemos que el camino hacia el infierno está empedrado de buenas intenciones.
5. Por ej. conozco a muchos casados por la Iglesia divorciados por lo civil y cuando le expones la realidad de su pecado mortal y el camino hacia el infierno el chaparrón que te cae es como mínimo la enemistad y la añadidura ocasional del "Papa Francisco ha dicho..."
6. No se si se entiende. Vivir la fe católica auténtica en lo mucho y en lo poco, hoy en día, es muy dura. Y para los que la vivimos cuando escuchamos los disparates salidos por los promotores de la iglesia sinodal no hace sino endurecerla aún más, porque ves cuántas almas se pierden.
7. Discrepo con usted señor Llera: el Pecado si da la felicidad, pero en forma temporal y mundana, con la diferencia de la felicidad cristiana: la vida eterna. A ver, un divorciado vincular que mantiene la castidad matrimonial va a sufrir mucho más temporalmente que el vuelto a casar. Un político como Pedro Sánchez va a ser más feliz siendo presidente aún a riesgo de una ruptura de una nación. El médico abortero gana mucha pasta, etc. La felicidad de la Cruz es la que se rechaza y la que no se entiende: Sagrado Corazón de Jesús. La libertad cristiana es la de la Cruz.

PD: a. Hagan el test de decirle a un "amigo" o un familiar de hacerle ver su pecado mortal y verán a una fiera revolverse y el ataque ad hominen. Esto lo está fomentando la autoridad civil con las leyes anticristianas y la autoridad eclesial con la iglesia sinodal.
b. En Fátima la Virgen lo dice claro a los pastorcitos: que no les promete una vida feliz sino de sufrimiento. Y el Señor Jesús: si a mí me persiguen a ustedes también Jn 15.
09/08/23 9:36 PM
  
Federico
Disculpe don Pedro, pero Dios es el Amor, con mayúsculas. Igual que también es el Bien y la Belleza. Desde luego formularlo así no puede sustituir al credo. Pero una cosa es que el credo no lo formule así, y otra muy distinta que un cristiano no pueda decirlo (el credo tampoco menciona el término "Trinidad", por ejemplo, y a nadie se le ocurriría decir que no podemos decir que creemos en la Trinidad por ese motivo).

No he dicho que haya que sustituir el credo por un "creo en el Amor". Pero no deja de ser cierto que los cristianos creemos en el Amor, en la Verdad, en el Bien y en la Belleza, precisamente porque creemos en Dios. No se trata de hacer afirmaciones que reemplazan la fe de la Iglesia, sino de certezas que precisamente se basan en esa fe.

Un saludo
09/08/23 10:45 PM
  
Marta de Jesús
En relación a la experiencia de Nando y al post, Dios no puede salvar al que "libremente" (más bien cautivo de su soberbia) se cierra a esa posibilidad. Purificaciones a la fuerza? No parece que sea el estilo de Dios que nos hizo libres para que libremente le amáramos y le dejáramos hacer. A quien no deja hacer a Dios, se le cuela el patas y lo moldea él. Al Cielo sin purificar a lo Martin? Dios libre al Cielo del Malo y sus seguidores angélicos y humanos, como sabemos va a hacer porque es omnipotente. Líbranos del Mal, Señor. Así que tampoco eso es creíble. La cizaña y el trigo juntos toda la eternidad? Ups, no, gracias. El Cielo entonces no seria Cielo. El Plan de Dios es perfecto. Cristo ya venció. Y nos mostró claramente el surco estrecho y la necesaria conversión como el modo de poder recorrerlo. No hay pérdida, está perfectamente marcado. Pero sin Él nada podemos. Está oscuro y solo el faro de Cristo nos pueda llevar a buen puerto. Además nos prometió la siega, y por lo tanto, la victoria y felicidad eterna. Quienes piensan esas cosas raras, o se hacen católicos, o perderán la Fe, si es que alguna vez la tuvieron. Las personas que conocí en esa línea estaban "enamoradas de sí mismas", no de Dios.
09/08/23 11:15 PM
  
Marta de Jesús
Por lo demás no creo que los tiros vayan por la Salvación de todos, sino por no luchar (demasiado) por ella. No sé si se muestran como Calvino o parecido. La Iglesia abierta para todos, los que retienen los pecados y serán aplastados por ellos, incluso con acceso a la Comunión, y los que permiten ser Redimidos por Cristo (purificados), por lo que tendrán las puertas abiertas directamente o tras el Purgatorio. Pero esas cosillas, esas antiguallas del "período oscurantista_dolorista" no se recordarán porque #semos más listos#. Estaremos muy ocupados con el "Jesús histórico" y cualquier novedad que sirva para debilitar la Fe de quienes la conserven. Por supuesto también reciclando y en otras labores mundanas (que puedan estar bien, pero no son lo principal). Pretenden que compartamos Parroquia, banco. Que tengan su lugar y su palmadita. No será ya un #hospital de pecadores#, para curar, para ser curados, sino un simple #lugar reunión de pecadores# (de quienes se quieren dejan sanar y quienes no, de los que creen y los que no), como si estuviéramos desahuciados. Pretendiendo impedir el acceso a la Gracia, negando su existencia, su necesidad, su poder... Un insulto más a Cristo crucificado. Como tantos agravios que sufrió en su Pasión y que sigue sufriendo por nuestros pecados.

De las rebajas del cristianismo tras la superación de las primeras persecuciones, a poner en venta a precio de saldo, lo que queda de él, #nosotros#. La doctrina no parece que la vayan, aparentemente, a tocar. Aunque el supermercado de pseudoteologías es amplio. Creo que más bien nos quieren a nosotros. Nos intentarán fagocitar desde dentro, salvo que se cansen de acudir a algo en lo que no creen y entonces lo harían desde fuera. Nos intentarán robar la Fe.

Quienes #creían en la salvación de todos# hace tiempo tiempo que se han pasado a la #condenación de todos#. Aunque ellos lo plantean más en términos mundanos que trascendentes (obvio, no suelen creer). Los que pensaban llevar al hombre a una especie de #superhombre#, hace tiempo que se han decepcionado con el #caídohombre#. Como los que se pasaron del racionalismo al irracionalismo. Así que ahora están más por la abolición del hombre, entiéndase hombres y mujeres. Por la abolición de la Obra de Dios. De momento su poder no es total. Agenda 2030 y sucesivas agendas, eugenesia, robótica, control total dictatorial, indiferentismo sexual, lo que sea para borrar del mapa a los verdaderos hijos adoptivos de Dios... En vez de descubrir que están en el Génesis, en el #hombre viejo#, e ir hacia arriba, hacia el #hombre nuevo#, parecen querer ir hacia abajo, hacia el #hombre destruido# (aunque en su terminología a eso le llamen ascender, igual que llaman a lo negro blanco). Los reyes del eufemismo, del aparentar lo contrario de lo que es. De esa destrucción humana, tras destruir la cristiandad, pretenden ellos construir cual "dioses" algo nuevo, a saber... Esos probablemente santificarán a los últimos cristianos que serán perseguidos como nunca antes. Tendrán, por supuesto, cara de pepinillos en vinagre. No estarán para muchas fiestas, pero serán los Bienaventurados del momento. Invadirán hasta sus mentes, 24 horas. Lo bueno es que habrá mucha ayuda del Cielo para ellos en la última batalla. Ojalá estemos allí para ayudar al último #Resto Fiel#, en lo que Dios quiera (Comunión de Santos).
09/08/23 11:22 PM
  
rocamador
Un matiz. No es que piensen que baste con ser buenos para salvarse. Quien eso dice no creo que llegue a ser muy bueno, pues sin la ayuda eficaz de la gracia se desbarra mucho. Me parece, más bien, que no creen en otra vida, y menos en Dios; ni en el cielo ni en el infierno. Y por eso tantas prédicas y praxis enteramente horizontales, desvaídas y desviadas, que apenas logran disimular la falta de fe.
09/08/23 11:29 PM
  
templario
Francisco: El infierno no existe; lo que existe es la desaparición de las almas pecadoras", añadió.

Tomado del siguiente enlace: www.acontecercristiano.net/2018/03/papa-francisco-dice-que-el-infierno-no-existe.html
10/08/23 11:44 AM
  
AJ
rocamador:

Bingo. No creen... Si la fe es creer en Dios y lo que Él nos ha revelado, está claro que no creen.

Y al no creer en la otra vida pues quieren exprimir al máximo esta. Por eso tratan de justificar sus pecados. Porque es mucho más fácil hacer un dios a nuestra medida, a nuestra manera, que convertirse y cambiar de vida. Quieren el consuelo de la fe pero no las exigencias que ésta trae consigo
10/08/23 11:49 AM
  
LJ
Federico, se trata del amor en sentido pagano, de las relaciones con otros. Amor de pareja y amigos. Amor a su círculo, en sentido humanístico. Y validador de muchas cosas. Como dice el dicho, «En el amor y en la guerra, todo vale.»
10/08/23 1:19 PM
  
Narciso de Valladolid
Yo sigo a lo mío: Oficio divino, Rosarios todos los días, Misa sin mirar a nadie, solo a la Sagrada Hostia en la consagración, confesión, lucha contra el mundo, demonio y carne. Olvido de este papa, mayoría de cardenales y obispos. Todo consiste en esperar. San Rafael Arnaiz. Santa Teresa de Jesús. La ciencia de la Cruz, Santa Benedicta de la Cruz. Quiero ir al Cielo, y así iré. Con los otros no. Es lo que mame en la escuela y nadie me lo va a quitar. Cuanto más malos sean ellos más bueno seré yo. Soy un gran rebelde
10/08/23 1:38 PM
  
Roberto Ibarra V
Don Pedro, Tal como usted dice lo señalado por el Papa Francisco no es nada nuevo en cuanto a que en la Iglesia caben todos y todas. Todos sabemos que es en el fondo lo que quiere decir, pero como bien jesuita lo trata de ocultar tras un eslogan. Pero tal como digo Monseñor Munilla, en la Iglesia no cabe TODO . La Paz
10/08/23 9:39 PM
  
Gustavo
Muchas gracias Don Pedro.
En esta ceremonia de la confusión es muy necesario aclarar, definir bien palabras cuyo significado ha ido desviándose. Sobre todo porque son usadas para confundir o autoengañarse.
Tal es el caso de amor, amistad, libertad, felicidad, prudencia, fraternidad, incluso bien o mal.
Tenemos un ejemplo real y actual delante de nuestros ojos que nos muestra los frutos de lo que se entiende por amor hoy.
Cuando se entiende que el amor a tus hijos es procurar que lo que quieran hacer o tener le sea facilitado para su "felicidad", no se les corrige y dirige con prudencia al buen camino, se abandona el ser padre o madre por ser su "amigo". El resultado está a la vista, les has encaminado a la infelicidad aunque pretendas lo contrario.
Ese amor fácil de puertas anchas es lo más cómodo de practicar. Inicialmente evitas el enfrentamiento, los quebraderos de cabeza, pero sólo inicialmente. Más tarde vendrán los frutos que multiplicarán los problemas en número y gravedad.
Quien nos ama busca tu salvación, aunque para ello te advierta y corrija. Parece obvio pero no debe serlo pues se sigue en el amor de no te preocupes que Dios te ama como eres.....enfín.
Si, Dios te ama como eres, y como te ama te indica el buen camino, te pide cambio de vida y conversión.
Es mi opinión, Dios le bendiga.
11/08/23 9:17 AM
  
Federico
LJ, lo sé, por eso hago la diferencia entre amor y Amor. Porque más allá de gustos y opiniones, Amor solo hay uno, Dios.
¿Que hay muchos amores desordenados? Por supuesto, pero no son amor realmente.
También hay amores ordenados bajo la ley natural y son buenos, pero no están orientados de forma consciente hacia Dios, y por lo tanto quedan incompletos (un padre ateo que ame a sus hijos, por ejemplo).
En este mundo poscristiano hay de las dos cosas, pero nada puede cambiar que, aunque muchos caprichos del corazón se disfracen como amores, solo hay un Amor, y los amores humanos solo pueden ser auténticos en la medida en que participen de él
11/08/23 10:10 AM
  
Maria M.
Excelente artículo, excelente trabajo, d. Pedro, que realizado a su modo ha logrado conmoverme. En la carta final del apostol San Pablo que añades al final, se extrae mucha ciencia, la Ciencia de Dios que nos recuerda que nosotros somos los Hijos elegidos de Dios para servirle, para transmitirle y transmitir su Palabra y ¡¡¡Ay de aquellos que no lo hagamos!!! . Muchas gracias!! Ave María!!
11/08/23 10:50 AM
  
SS
Gracias a Dios, vendrán los ángeles y separaran el trigo de la cizaña. Es incomprensible que opten a conciencia, pero también los ángeles, que son muy inteligentes, muchos se fueron con Satanás.
12/08/23 5:39 PM
  
Juan Mariner
Nos dicen que en la Iglesia caben todos y, luego, nos dicen que no hay que convertir a nadie... Quien los entienda que los pague.
13/08/23 2:57 PM
  
alma
Monseñor Munilla en las JMJ 2023 de Lisboa ante un grupo de jóvenes peregrinos españoles:
"En la Iglesia cabemos TODOS; pero NO TODO"
15/08/23 2:27 PM

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