Cancelados
«¿Podéis beber el cáliz que yo beberé?»
Dedicaba mi último artículo a rendir homenaje de gratitud a los sacerdotes y obispos fieles. Y vamos a añadir también, para que no se sienta nadie excluido, a los diáconos y a los seminaristas, que también sufren lo suyo la situación catastrófica de la Iglesia de hoy en día.
A los pocos diáconos, sacerdotes y obispos realmente católicos que quedan (y no doy yo carnet de católico a nadie, que conste, pero por sus palabras y su frutos los conoceréis) hay que apoyarlos, animarlos e incluso sostenerlos económicamente, si llega el caso.
Un amigo sacerdote argentino me llamaba hace unos días para agradecerme mi último artículo. Y me comentaba el buen cura que en Argentina y en Estados Unidos, la cancelación de sacerdotes está resultando despiadada. Que hay curas a quienes se les aparta de sus parroquias y se les deja con una mano atrás y otra delante. En la calle, sin ningún tipo de ingreso que les permita vivir con un mínimo de dignidad. Me cuenta que algunos sacerdotes se ven obligados a volver a casa con sus padres para que les mantengan. E incluso que en los Estados Unidos ya se están formando asociaciones de curas cancelados.
Dice el P. Marco Testa, en un artículo titulado Cancelación de sacerdotes tradicionalistas:
Los medios católicos han informado últimamente sobre una serie de casos en los que los sacerdotes han sido simplemente cancelados, retirados sumariamente de sus asignaciones y cargos pastorales, la mayoría de las veces sin el beneficio de ninguna consulta previa o debido proceso. Aunque es un fenómeno que afecta principalmente a los sacerdotes en las parroquias, también ha tenido como resultado la defenestración de miembros de las facultades del seminario. Hay poco de la tan cacareada caridad acompañante en lo que puede compararse con un tiroteo; y la iglesia del acompañamiento se parece más a una iglesia de expulsión y exclusión. Parece como si desde los pasillos del poder que se asemejan a un régimen totalitario se hubiera emitido una orden para participar en lo que equivale a una guerra de aniquilación (vernichtungskrieg) contra enemigos percibidos, representantes de una iglesia que ya no existe, para citar a un obispo auxiliar de carrera; obstáculos a los sueños y esperanzas de quienes desean una «iglesia moderna». En un segmento ampliamente visto y comentado, Church Militant TV proporcionó recientemente un foro para nueve sacerdotes estadounidenses, todos los cuales han sido o están en proceso de ser cancelados. Es un episodio triste de ver; uno que, sin embargo, cualquiera que ame su fe católica debe mirar hasta el amargo final (Esto tiene que terminar | El vórtice (churchmilitant.com ) para comprender la gravedad de esta situación y también para ver el dolor y la tristeza palpables infligidos a los sacerdotes buenos y celosos; hombres que han sufrido y siguen sufriendo injusticias por su dedicación a defender y promover la integridad de la Fe Católica en todo su esplendor.
Y Monseñor Héctor Aguer afirmaba en un artículo titulado A los sacerdotes «cancelados»:
A quien no se considera amigo, por ejemplo a causa de diferencias doctrinales -en especial por el desacuerdo respecto del valor y actualidad de la Tradición eclesial-, o pastorales, o políticas (siempre opinables) se le niega la justicia; se puede afirmar entonces que se lo cancela. Conociendo la situación doctrinal y pastoral que se registra oficialmente en toda la Iglesia en los últimos años, hace una década –digamos- podemos pensar sin temor a equivocarnos -ya que se trata de muchos casos notorios-, que quienes han sido ganados por el relativismo o incurren en posiciones ajenas a la Tradición, cuentan con la simpatía oficial, son amigos.
Y así estamos… Me decía mi amigo sacerdote que los seglares no corríamos ese riesgo. Pero se equivoca. Efectivamente, a mí no me pueden cambiar de destino a la peor parroquia de la diócesis ni estoy sujeto a obediencia. Pero hay seglares que, como nos pasemos de la raya o no pertenezcamos a la «corriente» o a la «línea» correcta, nos podemos quedar tranquilamente sin trabajo.
A unos cuantos directores laicos de colegios católicos nos pasó no hace muchos años en el CEU. Después de un cambio de presidente y de director general, a la mayor parte de los directores de los colegios de esa institución nos pusieron de patitas en la calle. Yo me quedé tirado en Murcia, con mi mujer y tres hijos a mi cargo (y una hipoteca), en la cola del paro. Supuso mi ruina y la de mi familia. Todo legal: te indemnizan y a la calle. Pero todo inmoral, mezquino y miserable. Porque se entiende que un director general o un presidente quiera poner a directores de su confianza y quitarse de en medio a los nombrados por sus predecesores. Pero qué menos que ofrecernos una alternativa laboral y no dejarnos poco menos que en la indigencia. Lo que sufrimos fue una verdadera purga al mejor estilo estalinista dentro de una Asociación de la Iglesia y con pleno conocimiento de la jerarquía, que no movió un dedo para evitar los despidos ni las lamentables consecuencias de las «cancelaciones». Mi familia y yo salimos adelante gracias a mis padres, que siempre nos ayudaron y siempre estuvieron ahí para apoyar.
Dios les perdone y no les tenga en cuenta los muchos sufrimientos que nos hicieron pasar a mi mujer, a mis tres hijos y a mí.
Gracias a Dios vino otra fundación católica a repescarnos a unos cuantos… Si no…
Ahora bien, los laicos que trabajamos para instituciones educativas católicas (o sanitarias o del tipo que sean) pendemos, en estos tiempos terribles, de un hilo. Y quedarse en el paro es un momento. Yo, que, por voluntad de Dios, me dedico a escribir, siempre estoy en el filo de la navaja. Porque si se me va la mano, InfoCatólica me cancela el blog y la fundación para la que trabajo me puede poner de patitas en la calle. Bastaría, por ejemplo, con que un obispo pidiera mi cabeza en un momento determinado. Por eso me decía mi querido amigo argentino que no estaría de más que me buscase una fuente alternativa de ingresos para sostener a mi familia. Por si acaso… Y no le falta razón…
En conclusión, el riesgo de «cancelación» existe. ¡Vaya si existe! Es una realidad cada vez más acuciante. Pero claro… no podemos pretender ir al cielo sin pasar por la cruz.
Que sea siempre lo que Dios quiera. Mi vida está en sus manos. Si Dios está conmigo, ¿a quién temeré? Yo estoy cada día más cerca de la meta y no temo nada más que el pecado mortal que me aparte de ella. Que Dios que sembró en mi el deseo de santidad me conceda su gracia para alcanzar el cielo. Y mientras el Señor me dé fuerzas, seguiré combatiendo las herejías y la apostasía. Cueste lo que cueste.
Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi refugio.
Yo pongo mi vida en tus manos:
tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.
Oigo los rumores de la gente
y amenazas por todas partes,
mientras se confabulan contra mí
y traman quitarme la vida.
Pero yo confío en ti, Señor,
y te digo: «Tú eres mi Dios,
mi destino está en tus manos.»
Líbrame del poder de mis enemigos
y de aquellos que me persiguen.
32 comentarios
____________________________________
Pedro L. Llera
Muchísimas gracias
Lucas 22:53
Volvemos a estar en la hora de la potestad de las tinieblas. Pero Cristo ya ha vencido.
Que Dios dé a sus elegidos la gracia de la perseverancia final.
_____________________________
Pedro L. Llera
Y tanto que sí, pater... Hay que calarse bien el casco porque silban las balas.
Y no hay más que revisar los muros en redes sociales de tantos altos cargos eclesiales, nacionales e internacionales, haciendo apología de eventos y eslóganes maquinados por los hijos del diablo, tratando de "bautizar" todo aquello que suene bien o parezca simpatico a la superficial mente posmoderna, aunque su esencia sea la de auténtico azufre venido del infierno.
La Iglesia es, hoy más que nunca en la historia, hija de su tiempo.
Lo que destruye un necio no lo reparan 20 sabios y la destrucción que se está llevando es tremenda.
Vean las designaciones que se hacen a montones.
Estamos avisados por el Señor, existe la persecución.
"Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos".
Hay que pelear hasta el fin el buen combate y mantener la FE.
Parece que la jerarquía (funcionarios eclesiasticos) han optado por esa forma bestial de gobierno.
Pero nuestro Señor,tiene siempre la última palabra y ayuda a sus fieles.
Ánimo!!!
Quien cómo Dios!!!!!!!
+
Y mientras Moisés tenía los brazos levantados, vencía Israel; pero cuando los dejaba caer, prevalecía Amalec."
Pienso que es lo que debemos hacer, los que no estamos en primera línea, de esta batalla interna contra los buenos, mantener los brazos en alto, en oración, "Por nuestros hermanos que luchan".
Por otra parte, me gustaría saber la situación de los seminaristas. Tengo la sensación (basada en datos) de que buena parte de los formadores de los seminarios son modernistas: herejes de tomo y lomo. Y los obispos lo consienten.
Para comunicaciones al respecto, les dejo un correo electrónico:
[email protected] (Santiago Valle Balbín es un pseudónimo que yo he utilizado en alguna ocasión).
2. La cultura de la cancelación no es nueva, pues entró en el mismo momento que el hombre quiso ser como Dios. Así, Abel fue el primer cancelado.
3. En tiempo de la Iglesia, debemos recordar el primitivo: ¿cómo salieron adelante aquellos primeros cristianos en los tiempos de persecución para cancelarlos?
4. Hoy, la cancelación no es física, de quitarte la vida, en Occidente me refiero, que sí lo es en otras zonas del mundo (a los que deberíamos mirar), sino de arruinarte la vida cómoda, la del bienestar social, la del estatus social, la mediática y de renombre, ... pero recordemos 1 Cor 15: "Si por motivos humanos luché en Efeso contra las bestias ¿qué provecho saqué? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos."
5. Me ha llamado la atención los sacerdotes cancelados. Y no termino de entenderlo, porque aún por desacuerdo en la cura pastoral que el Obispo niega por sus errores y herejías, un Sacerdote tiene el recurso de Congregación Doctrina de la Fe.
6. Si un Sacerdote diocesano cumple con el Canon y Catecismo de la Iglesia no puede ser expulsado. Basta de hacer el pardillo.
7. En el Seminario es más complejo, pero en un examen por escrito de Semiasnario, si preguntan si puede recibir en adulterio la Comunión o si se puede bendecir a una pareja homosexual o si la Iglesia preconciliar estaba equivocada en etiquetar a los que van al infierno o si hay que negar Comunión en la boca y de rodillas, o si es opcional el reclinatorio, si no se puede celebrar ad orientem, y toda respuesta católica es corregida como fallida está también Cong. Doctrina de la Fe (lo mismo el nuevo candidato lo aprueba). Roma tiene la última palabra no el Obispo. De pardillos ya está bien del espíritu del concilio, el Canon es al Depósito de la Santa Fe. Y no es rebelión combatir el error y la herejía.
www.vatican.va/archive/cod-iuris-canonici/esp/documents/cic_libro2_cann381-402_sp.html
www.vatican.va/archive/cod-iuris-canonici/esp/documents/cic_libro2_cann515-552_sp.html
El Señor te siga guardando y bendiciendo, con el apoyo de la Santísima Virgen María.
Que Dios le bendiga mucho!!
...y a los otros la conversión.
El genocidio franco-francés] fue publicado en 1986, ninguna universidad lo contrataría, y menos los colegios. Es decir, supo que publicar su tesis lo dejaba inmediatamente en la calle. Por eso en paralelo estudió administración de empresas para poder vivir de otra cosa. Si, es muy duro saber que serás cancelado en el futuro....
A todos los fieles, puede que nos cancelen y nos tengamos que ir a las catacumbas cuando se asiente en el lugar sagrado la abominación de la desolación, cuando la falsa Iglesia del Anticristo expulse a la verdadera Iglesia
Perdonen mi ignorancia: ¿se puede echar a un sacerdote de esa manera? ¿Dónde queda el Sacramento del Orden? Con las pocas vocaciones que hay, ¿cómo es posible que esté ocurriendo tal cosa?
Hace años me costaba admitir algo que se decía mucho: que los obispos, en general, no se preocupaban por los sacerdotes de sus diócesis; una suerte de "búscate la vida y déjame tranquilo". Tuve que vivirlo de cerca para darme cuenta.
Si tenemos bastante con los enemigos de fuera (contamos con eso), es tremendo que dentro se tengan comportamientos para nada evangélicos.
Lo que le ocurrió, D. Pedro, es terrible. Inconcebible. Me alegro de corazón que usted y otros colegas suyos tengan trabajo.
El único Diácono que conozco, sufre mucho con el pésimo comportamiento en el Templo. En cuanto se da la bendición final, en vez de salir a la plaza se quedan dentro a charlar a voz en grito. Ni Cristo Sacramentado en el Sagrario, ni nada. Y el párroco, como que no va con él.
Mi apoyo y reconocimiento a usted, D. Pedro. A todos ustedes. Por todo el buen clero, diáconos y seminaristas que sufre tanto,
Oremos
Yo padecí, como tú, aquella purga en la ACdP. Viví el pasotismo de la jerarquía. Fui testigo del ataque clerical a los católicos comprometidos. Padecí el desprecio universitario de los liberales católicos a los tradicionalistas. Y pasé miseria junto a mi familia. A nadie le importó, menos a Dios. Y fue Él quien me sostuvo en esos momentos de exilio y abandono.
Que Dios nos auxilie en las durísimas pruebas que llegarán en breve. Y gracias a ti por exponer al detalle el precio de la fidelidad. Ayudas mucho.
___________________________________
Pedro L. Llera
Gracias a ti, querido hermano.
Fuimos muchos los que sufrimos esa persecución terrible. Pero quiero acordarme especialmente, ya que sale el tema, de Facundo, que en paz descanse: otro hermano cancelado que murió y que ya habrá recibido el justo premio a su fidelidad a Cristo y a su santidad. Confío en su intercesión por todos nosotros ante el Padre.
Y sino queda Asia como opción
P. Leonardo Castellani SJ .Argentina 1899 – 1981
Vaya obispos tenemos.!
No son roca, son barro fluido y liquido.
Muchas gracias Pedro por enviar su correo, al cual me dirigiré con unas líneas para establecer contacto y que sepa ud y su familia que también estamos los laicos comprometidos con ustedes en vuestras necesidades, recuérdenos por favor cuando llegue el momento :)
Bendiciones
Chau.
____________________________________
Pedro L. Llera
Aquí no se ha hablado de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Hasta ahora... Por cierto, ¿La FSSPX está peor que quién o que qué? ¿Peor que la Compañía? Porque que venga un jesuita a criticar a nadie de soberbia tiene bemoles.
Los jesuitas ni siquiera disfrazan su soberbia. Se saben superiores, con sus muchas carreras y sus infinitos años de formación. Y miran por encima del hombro al resto de religiosos y no digamos nada a los sacerdotes diocesanos.
Por ejemplo, aquello de que no había grabadoras para impugnar las palabras del Señor en las Sagradas Escrituras es de aurora boreal. Para hacérselo ver con calma.
Pero Dios castiga a los soberbios y premia a los humildes.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
"Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla"
San Mateo (11,25-27)
La Compañía de Jesús hoy es parte del problema.
Y cuando el sarmiento se separa de la Vid verdadera ya solo sirve para echarlo al fuego.
"Aquí no se ha hablado de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Hasta ahora... Por cierto, ¿La FSSPX está peor que quién o que qué? ¿Peor que la Compañía? Porque que venga un jesuita a criticar a nadie de soberbia tiene bemoles."
No. Yo no defiendo a los Jesuitas; mi comentario estaba dirigido a Julio Moreno-Davila, y con la intencion de que reconsidere su desicion.
Sólo habría que objetar al Sr. Moreno Dávila el haber considerado pasarse a los "ortodoxos", que son herejes y cismáticos. Acudiendo a la FSSPX, pasará de la incertidumbre a la certera guarda de la Fe Católica.
Dejar un comentario