Emilio Boronat
Emilio Boronat es uno de los grandes referentes de la educación católica en España. Aquí debajo les dejo el video de una conferencia que impartió Emilio, titulada "Educar: disponer el corazón del hombre al Corazón de Cristo", que es una buena muestra de su mucho saber y de su capacidad de enseñar. Emilio es un maestro de los de verdad y, además, es un amigo a quien quiero de manera entrañable.
Hace unos días me llegó la noticia de que Emilio estaba gravemente enfermo, ingresado en un hospital. Y como pasa siempre, cuando te enteras de que alguien a quien quieres está sufriendo, la noticia te conmueve, te disgusta…
Llevo rezando por Emilio desde el mismo momento en que recibí la noticia. Hoy mismo estuve en Covadonga y ofrecí la Santa Misa y el rosario por Emilio. Los hombres de fe sabemos que nuestra vida está siempre en manos de Dios. Y los hombres de Dios, como Emilio, saben muy bien que lo que Dios quiera y disponga siempre será lo mejor para nosotros. “Hágase tu Voluntad y no la mía". “Si puede ser, que pase de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya, Dios mío".
Pero los creyentes debemos pedir a Dios, a nuestro Padre… Es necesario que Dios conozca nuestra conmoción, nuestras lágrimas y nuestro sufrimiento. Porque el Corazón de Jesús es un Corazón capaz de conmoverse y de llorar con nosotros ante el dolor y el sufrimiento de aquellos a quienes amamos. Emilio tiene una esposa y unos hijos que aman a su esposo y a su padre. Y yo pido a Dios por Emilio y también por su familia y por sus seres queridos. Y les ruego a ustedes, mis queridos lectores, que se unen a mi oración por el restablecimiento de mi amigo y maestro.
Dios nos libre de esta peste funesta que a tantos hermanos está causando dolor y que tantas vidas está cercenando. Señor, Tú lo puedes todo. Líbranos de la peste y apiádate de todos nosotros.
Pidamos con humildad a Cristo por todos los enfermos, por todos lo que están sufriendo. Y por caridad, les ruego que recen por el pronto restablecimiento de mi amigo y hermano Emilio.
4 comentarios
Dios ha querido que así le conozca. En cuanto pueda veré esa ponencia.
Bien, creo que mi comentario intenta mostrar cómo la pedagogía de los facultativos médicos ha inculcado en mí la verdad sobre mi salud.
“Vive de prestado” (opinión médica).
De “emergencia médica grave”, califica el cardiólogo mi aneurisma de aorta ascendente, diez centímetros de diámetro. Lo indican el ecocardiograma Doppler y la tomografía. “Durante mis diez años de hacer estos estudios, más de doscientos cincuenta por año, no vi un caso semejante al suyo”.
Nunca experimenté síntomas, ni sospechaba que el pre-quirúrgico para una cirugía de hernia inglinal, daría este resultado. Cirugía suspendida en razón de los riesgos por la anestesia.
Este relato viene a cuento de mis posteriores reflexiones y meditaciones al respecto, que me han llevado a comprender como una gracia particular el estar advertido, por una parte, y por otra, continuar dispuesto como siempre a trabajar por la “Causa” de María. El médico se sorprendió de mi ánimo inalterado, bromeamos sobre brindis y nos deseamos feliz Navidad y Año Nuevo.
Cuando como cristiano experimento la realidad de estar al borde límite de la vida, lejos de alarmarme, me ha causado gozo, paz y nuevo aliento. Sé que ya no cuenta mi organismo, sino el designio de Dios. Es como si mirara las cosas libre de las nieblas en que las envuelven nuestras adhesiones demasiado fuertes a la vida.
Pensando en Emilio Boronat, diría que Cristo y nuestra Madre son eximios pedagogos, al punto de inculcar en un instante inadvertido, la verdad acerca del valor relativo de nuestra vida terrena.
Que el Señor devuelva la salud a este hermano tan empeñado en enseñar la verdad católica.
Por mi parte, he soltado amarras, y navego, o vuelo con la “libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Rom 8).
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Pedro L. Llera
Querido amigo: todos vivimos de prestado. Y nuestra vida está en manos de Dios permanentemente. La Divina Providencia gobierna y guía nuestros pasos por este mundo en el que estamos de paso, desterrados, caminando por este valle de lágrimas hacia nuestra Patria verdadera. “Hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Dios se realiza” (Pr 19, 21).
Pidamos vivir y morir en gracia de Dios para gozar todos juntos del banquete eterno del cielo, junto a la Santísima Virgen María y a todos los ángeles y los santos.
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