Neos
Me preguntan sobre mi opinión al respecto del acto de presentación de la plataforma NEOS el pasado viernes, 26 de noviembre del presente año 2021. Este acto lo pueden ver en YouTube en este enlace: Presentación de Neos.
Aquí tienen mi opinión, por si a alguien le pudiera interesar:
La defensa a ultranza de la Constitución del 78 y del Estado de Derecho implica aceptar su lógica del interés general (que no es lo mismo que el bien común). El sistema liberal democrático implanta el Estado de Derecho; es decir, que todos debemos cumplir las leyes aprobadas en el parlamento, que es donde reside la soberanía nacional; o sea, el poder que viene del pueblo. Y fruto de ese sistema, son las leyes del aborto, de la eutanasia, del matrimonio homosexual y todas las demás leyes inicuas que hoy disfrutamos en España como grandes avances del progreso, valga la redundancia. El sistema tiene su lógica y sus consecuencias. No se pueden criticar los efectos del sistema y, a la vez, defender dicho sistema (que es la causa de esos efectos). La democracia está muy bien para elegir alcaldes o gobernantes. Pero si se recurre a la democracia – al argumento, o mejor, a la tiranía de la estadística – como última instancia de la moral, el resultado es el que tenemos. No se pueden poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.
Ser liberal y católico, tratar de conjugar ambos conceptos es imposible. El problema es que la democracia cristiana, que nació después de la Segunda Guerra Mundial, impulsada por Pablo VI, ha muerto hace tiempo, aunque algunos no se han enterado todavía. Ha demostrado su fracaso político e ideológico. Y ha muerto porque no se puede mezclar el liberalismo con la fe católica, con la verdadera filosofía perenne católica. Quitar a Dios de su centralidad tiene sus consecuencias. La democracia estaría muy bien si todos aceptáramos la Ley Eterna como fundamento; si aceptáramos la soberanía social de Cristo. Pero la libertad de la Revolución es la libertad de la rebelión del ángel caído, de Lucifer, contra Dios: “non serviam!“. Y cuando el hombre se aparta de Dios, lo que queda es oscuridad, pecado y muerte: en definitiva, el infierno.
Va a sonar mal pero creo que la Constitución y el Estado de Derecho son la verdadera raíz del problema. No es políticamente correcto pero me parece evidente que es la verdad.
“España ha perdido el Norte. El mal que padece España no es otro que la ausencia de Dios”, señala certeramente don Alfonso Bullón de Mendoza[1], presidente de la ACdP y uno de los impulsores más destacados de NEOS (minuto 21′:30′’). Tiene toda la razón don Alfonso y aplaudo desde aquí, desde mi humilde blog, el discurso del presidente de la Asociación Católica de Propagandistas.
El problema es que, en el mismo acto (minuto de la grabación: 1 h. y 2′), un correligionario de la ACdP, don Eugenio Nasarre, toma la palabra para hacer un encendido elogio de la Constitución Española y del Estado de Derecho: “tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias”. Y no puede ser de otra manera: don Eugenio es un demócrata cristiano que militó en la UCD y en el PP… Un seguidor ferviente de Jacques Maritain[2]. “Nosotros partimos de nuestra Constitución, es una buena constitución la de 1978…”, explica en su discurso don Eugenio.
Pues hasta ahí hemos llegado. A esto es a lo que me refiero con lo de poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias. No se puede ensalzar la democracia liberal y el Estado de Derecho y al mismo tiempo, combatir las leyes que se aprueban en el parlamento por mayoría: divorcio, aborto, eutanasia, matrimonio homosexual… La autonomía moral de la persona - libre de todo tipo de coacción y sin la sumisión que todos le debemos a Dios - y su derecho a la autodeterminación conduce indefectiblemente a la promulgación de leyes inicuas. Basta con contar con una mayoría parlamentaria suficiente para que se apruebe cualquier barbaridad moral. Son las reglas de juego. Lo que no vale es impugnar las reglas del juego cuando vas perdiendo: hay que impugnarlas antes de empezar a jugar.
Desde este punto de mi exposición en adelante, voy a seguir lo expuesto por Francisco José Carballo López en su tesis doctoral titulada “Teología Política de monseñor Guerra Campos” (aquí les dejo el enlace). Obviamente, voy a mezclar lo que expone don Francisco José con mis propios comentarios. Huelga decir que esto no es un trabajo académico, sino un simple artículo para un blog.
Don José Guerra Campos, testigo y protagonista excepcional de la Transición, calificaba como escandalosa la complicidad de algunos eclesiásticos con gobernantes que se profesan católicos o que están ligados a asociaciones apostólicas de máximo predicamento ante la Santa Sede y que no sólo practican la permisividad frente a las corrientes de opinión adversas, sino que dejan desamparados valores morales que hay que tutelar a toda costa. Son gobernantes católicos que toman la iniciativa de desamparar o de agredir esos valores sagrados. Ante el referéndum que aprobó la Constitución de 1978, Monseñor Guerra Campos señalaba que «no es lo mismo tolerar un mal, cuando no se ha podido impedir, que cooperar a implantarlo positivamente dándole vigor de ley». Y recordaba que, como dice el Concilio Vaticano II, los católicos, «en cualquier asunto de orden temporal, deben guiarse por la conciencia cristiana, dado que ninguna actividad humana, ni siquiera en el dominio temporal, puede sustraerse al imperio de Dios»[3].
Lo más grave del asunto, dice don José refiriéndose a la redacción de la Constitución hoy en vigor, es la participación de no pocos católicos en la génesis y desarrollo de este proyecto. ¿No es el humanismo cristiano de algunos un humanismo irreligioso?, se preguntó muchas veces don José, en referencia a este cristianismo edulcorado para codearse con los que rechazan la moral cristiana sin desentonar con ellos.
El 28 de noviembre de 1978, el cardenal Marcelo González Martin, arzobispo de Toledo y Primado de España, publicaba una instrucción pastoral, escrita por él mismo y por don José Guerra Campos, titulada Ante el Referéndum de la Constitución. La mayoría de los obispos guardaron silencio o se remitieron a la nota que la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal había hecho publica el 28 de septiembre de 1978. Sólo nueve obispos apoyaron la instrucción de don Marcelo. La mayoría de los obispos creyó que ignorar a Dios no traería ni el aborto ni el divorcio. ¡Menudo ojo clínico!
Según mi querido y admirado Francisco José Fernández de la Cigoña, Don Marcelo representó a la Iglesia Católica que no apostató[4].
Pues bien, don José y don Marcelo señalan cinco aspectos negativos del entonces proyecto de Constitución y que finalmente se aprobaría pocos días después:
1.- La omisión nominal y real de Dios en el texto constitucional.
2.- La falta de referencia a los principios supremos de ley natural o divina, lo cual supone un salvoconducto para agresiones legalizadas contra derechos inalienables del hombre y deja la puerta abierta al aborto y a otras leyes inicuas. La Constitución ampararía de esta manera una sociedad permisiva, incompatible con una sociedad de fundamento ético e incompatible también con la libertad. Porque la libertad sólo se sirve positivamente facilitando el esfuerzo de quienes buscan elevarse hacia el Bien, de tal manera que no puede equipararse el aire puro con el aire contaminado. La mezcla resultante de aires impide respirar aire puro y obliga a respirar aire viciado. Son paralelismos con Pío IX y su condena de los derechos del error.
Ni se podían imaginar nuestros obispos a qué extremos estamos llegando de iniquidad: aborto como derecho de la mujer, eutanasia, matrimonio homosexual, leyes de género, experimentación con embriones humanos, etc.
3.- La ausencia de garantías de libertad de enseñanza y la igualdad de oportunidades. Porque no basta consignar el derecho de los padres o los educadores a recibir la formación que elijan. Es también derecho sagrado de niños y jóvenes, reafirmado por el Concilio Vaticano II, que todo el ámbito educativo sea estímulo, y no obstáculo, para “apreciar con recta conciencia los valores morales” y para “conocer y amar más a Dios” (Grav. Ed., 1).
Vean ustedes ahora cómo está el asunto y el grado de degradación y adoctrinamiento al que se está llegando.
4.- La falta de tutela para el matrimonio y la posibilidad de una ley de divorcio, calificado como una peste que fabrica matrimonios rotos y huérfanos con padre y madre.
Esta peste, esta verdadera plaga de divorcios llevamos ya muchos años sufriéndola. Y ahora el matrimonio ya es una palabra vacía porque ya cualquier cosa es un matrimonio. El padre ya no es padre ni la madre, madre. Ahora son el progenitor uno y el progenitor dos. La palabra padre está proscrita en nuestro Estado de Derecho.
5.- La ley del aborto no está excluida como posibilidad.
¿Qué decir a este respecto? La ley del aborto no fue una posibilidad sino que es una triste realidad que supone el asesinato impune de casi cien mil niños no nacidos al año. Y el aborto no solo se ha legalizado sino que se ha convertido en un derecho.
La revista Vida Nueva inició una campaña sesgada a favor de la nota de la CEE y en contra de la Instrucción de don Marcelo. Añadía además un escrito firmado por un grupo de teólogos de las Universidades de Comillas y Salamanca que estimaban poco procedente que el texto constitucional citase a Dios cuando iba a gobernar a no creyentes. Y añadían estos teólogos que la Constitución no obligaba a nadie a cambiar sus convicciones. Decían que lo que estaba en juego era la democracia frente al autoritarismo.
Para don José, lo que estaba en juego era, más bien, la inspiración cristiana de las leyes y la aprobación de una constitución atea que no citaba a Dios y que ignoraba las leyes natual y divina, dejando la orientación moral de las leyes a la ideología dominante.
Desde medios tradicionalistas (o integristas), se recordaba que la democracia cristiana, cuyo espíritu mariteniano había influido en buena parte del Episcopado español, era incompatible con el magisterio porque atribuía la soberanía política no a Dios, sino al pueblo.
En el otro extremo, el periódico YA, en coherencia con su predecesor, el diario El Debate de Ángel Herrera Ória, y con el pensamiento de Maritain, pidió el final del Estado cristiano de forma «insistente, reiterada, incluso impertinente y machacona». Así lo escribe José María García Escudero en su libro titulado YA. Medio siglo de historia (1935-1985) (BAC. Madrid, 1984. Pág. 13).
El Ya publicó entre 1973 y 1975 los artículos del grupo democristiano denominado Tácito (propagandistas); apoyó al primer gobierno de Adolfo Suárez, la legalización del PCE, la Ley para la Reforma Política, y la Constitución de 1978. El periódico de la Editorial Católica apoyó el papel de la Iglesia en la Transición, «saliendo de la política para su bien después de siglos en ella».
José Bono, contaba que en 1993, durante una charla con él, Tarancón definió a Juan Pablo II como una persona «con un carácter un tanto irregular» que, además, le causó un «disgusto extraordinario» cuando le hizo responsable de haber contribuido a la aprobación de una Constitución en España que era laica y atea (VV. AA., Tarancón. Miscelánea de un Cardenal. Ayuntamiento de Burriana. Castellón, 2010).
El diario El País, el 3 de noviembre de 1978 (poco antes del referéndum), publicaba un artículo titulado “Ocho obispos integristas, contra la Constitución“, en el que se decía lo siguiente:
La adhesión del arzobispo de Burgos y de siete obispos más a la carta pastoral del cardenal-arzobispo de Toledo, Marcelo González, primado de España, en la que de hecho se induce a los católicos a votar no a la Constitución, está en consonancia con recientes declaraciones de algunos de los citados obispos contra el texto constitucional. En general, la actitud de estos obispos, al margen de sus discrepancias con puntos concretos del texto constitucional, como son las relaciones Iglesia-Estado, la familia, el matrimonio y la enseñanza, se orienta hacia un claro rechazo de los principios democráticos que inspiran todo el articulado de la Constitución. De hecho, el integrismo católico, representado en la pirámide eclesiástica por estos obispos, se confunde con las posturas políticas y religiosas mantenidas en general por la extrema derecha.
¿Tenían razón don Marcelo González y don José Guerra respecto a lo que pasaría si se aprobara la Constitución del 78? ¿Acertaron en sus vaticinios? ¿O tenían razón los democristianos maritenianos? No deja de ser significativo y hasta curioso que el acto de Neos fuera difundido a través de YouTube por la versión digital moderna del viejo periódico de los propagandistas: El Debate. Los mismo que primero apoyaron el cambio político en España y la Constitución del 78, ahora salen a quejarse de sus efectos. Pero además, siguen empeñados en apoyar la Constitución. Lo peor no es equivocarse: lo peor es empeñarse en no reconocer los errores, no aprender de ellos ni rectificar ni cambiar de camino.
La realidad se impone. El cardenal primado de Toledo y el obispo de Cuenca tenían toda la razón. Y los católicos entusiastas con la democracia liberal ahora son los que se quejan de los efectos devastadores que ha provocado y está provocando la misma Constitución que tanto apoyaron, que contribuyeron activamente a redactar y a aprobar y que, al parecer, siguen respaldando. En la presentación de Neos, participaron muy buenos amigos: excelentes personas y católicos de buena fe. Pero, desde mi humilde punto de vista, equivocados en lo político, (aunque claro, yo no soy nadie y lo que yo pueda opinar, obviamente, resulta completamente irrelevante): el problema es el sistema, no sólo sus efectos indeseables ni sus malas consecuencias. El problema es un sistema que pisotea la ley de Dios y que ha expulsado a Dios de la vida pública; un sistema que ha omitido a Dios nominal y realmente de su Constitución y que no solo ignora, sino que desprecia la Ley de Dios y legisla abiertamente contra ella. Efectivamente, como predica el lema de Neos, “no todo vale". Lo que no vale es el sistema que lo permite todo y que ha instaurado la dictadura del relativismo moral más absoluto; y con esa tiranía, la cultura de la muerte, el nihilismo y la paulatina destrucción de España.
Como señalaba acertadamente Juan Manuel de Prada en su artículo publicado en el ABC del 27 de noviembre de 2021, titulado Batalla Cultural, “la derecha siempre acude pertrechada con el concepto de libertad propio del liberalismo, con la munición de derechos individuales propia del liberalismo, con la visión antropológica propia del liberalismo, etcétera”. Lo hicieron en la transición favoreciendo la aprobación de la Constitución. Y lo siguen haciendo ahora. No escarmientan. Y concluye don Juan Manuel: “La única «batalla cultural» posible sólo se puede librar con premisas filosóficas, políticas y antropológicas adversas a las ideologías en liza; y tales premisas sólo las brinda el pensamiento tradicional.”
Los calificativos son los de siempre: integrismo católico, extrema derecha, fanáticos… Desde 1978, no han cambiado mucho los insultos y las descalificaciones. Nos seguirán llamando lo que les dé la gana. Malo sería que el mundo nos aplaudiera… Es normal y estamos más que avisados por nuestro Señor. No son honores ni aplausos lo que debemos esperar, sino desprecios, oprobios, injurias y, en definitiva, la cruz.
Pero, visto lo que estamos viendo y lo que hemos vivido desde 1978 hasta hoy, tal vez sea hora de volver a leer y a escuchar a don Marcelo y a don José. ¡Qué razón tenían! Hay unanimidad sobre la capacidad intelectual, la rectitud moral, la coherencia personal y la ejemplaridad de vida cristiana de ambos prelados. ¿Eran unos integristas y unos fachas? Para la mentalidad liberal, sí. Pero tenían más razón que un santo. A las pruebas me remito.
Le dejo aquí el enlace a una serie de audios de conferencias o entrevistas a don José Guerra Campos. Pueden empezar, si quieren, con esta charla sobre la “sociedad permisiva”.
Les comparto algún video interesante:
[1] Don Alfonso Bullón no debe de acordarse de que el CEU llegó hace unos meses a un acuerdo con doña Ana Pastor – que aparece en alguno de los videos de la presentación de NEOS, concretamente en el que se refiere a la verdad (minuto 42:19). Y no queda muy bonito criticar a los socios. Ver “Máster en Verificación Digital, Fact-Checking y Periodismo de Datos (Newtral)“.
[2] Dice Osvaldo Lira respecto a Maritaine: “El camino de la salvación no nos lo va a señalar un espíritu que declara a la democracia liberal la expresión del verdadero derecho natural y que se revuelve, incómodo, contra lo que en la vida de una nación significa reconocimiento explícito y público de la soberanía divina y del influjo de la Providencia sobre la marcha de los pueblos hacia su destino histórico definitivo.”
Maritaine es un liberal que asigna a la persona la más completa autonomía respecto a un bien común sobrenatural, que es el mismo Dios. El mayor bien común para Maritaine es el ejercicio de la autonomía del hombre. No hay mucha diferencia entre Maritaine, Rousseau y Kant. Maritaine, con terminología cristiana y tomista, nos da una concepción anticristiana de la vida. Julio Meinvielle llega a decir que la ciudad maritainiana de la persona humana coincide, en la realidad concreta y existencial, con la ciudad secular de la impiedad.
[3] Lumen Gentium, 36
[4] Fernández de la Cigoña, Francisco José, «La Iglesia española y la Constitución». En Fuerza Nueva, 633 (1979), 12-13.
79 comentarios
El lavado de cerebro generalizado ha abierto la puerta a leyes perversas, que no están contempladas de origen en la constitución, aunque tampoco abiertamente prohibidas.
Es la guerra entre la religión de Dios hecho hombre, y el hombre que quiere ser un dios.
Esas personas que ahora se quejan tanto de la situación, las llevo viendo toda la vida en el mundo político. Han sido complices de lo que tenemos ahora en España, ¿y ahora montan una plataforma para defender lo que consintieron que se perdiera?. Me dan vergüenza ajena.
________________________________________
Pedro L. Llera
Pues mire usted qué suerte tiene... Si esta página fuera islamista, usted no se habría atrevido a hacer el comentario.
Mire, los cristianos, con la Ley de Dios, inventamos las universidades, levantamos catedrales e iglesias (románicas, góticas, renacentistas, barrocas, modernistas), fomentamos el arte, la cultura, la ciencia, la filosofía, la literatura...
Los cristianos fundamos una civilización: la occidental. No me avergonzaré por ello.
Nuestra Ley es la Caridad y nuestro Dios, el único verdadero, es la Santísima Trinidad.
"Ser liberal y católico, tratar de conjugar ambos conceptos es imposible"
Perfeito. O Liberalismo é Pecado como muito bem colocou Félix Sardà y Salvany.
A única solução é o Reinado Social de Nosso Senhor Jesus Cristo com todas as suas implicações e consequências.
E às favas com essa civilização ocidental. O católico deve lutar pela Civilização Católica ou Cristandade ou Civilização Latina.
Viva Cristo Rei!
Primero el humanismo liberal y luego cristiano que luego evoluciona a humanismo ramplon y despues a liberalismo, socialismo... como se ha comprobado a lo largo de la historia de occidente en los ultimos años. El no creer ni conocer la verdad lleva a someterla a juicio permanente de las mayorias y al desastre social. En eso estamos...
No suena mucha mejor la Ley Natural como fundamento?.
------------------------------------
carlos
Lo mismo dicen los talibanes: que la ley civil ha de estar basada en la ley de Dios (del Dios islámico, claro).
-----------------------------------
Si es el dios islámico entonces no dicen lo mismo, sino algo muy distinto. Los talibanes, los marxistas o los liberales, etc, fundamentan sus leyes en falsas doctrinas, en el error.
Son "patadas de ahogado". Encomiable intención de la obra, sin duda, pero la misma es inúti y estéril: «Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los que la construyen; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigila el centinela» (Sal 127, 1).
Y Dios no construye ni guarda la ciudad del mundo, sólo la Ciudad de Dios.
En relación a la degradación moral de la sociedad española, teniendo una Iglesia llena de Tarancones, Añoveros, Setienes y demás, me parece algo injusto echar la culpa de los males a los laicos, por muy políticos que sean. No es que la Constitución corrompiese a la mayor parte del clero, es que estaban deseando corromperse. Y se suponían los custodios de la moral católica.
La Constitución es técnicamente muy deficiente, a pesar de los laureles y méritos que se le otorgan. No tengo yo muy buena opinión en absoluto (el desastre del Título VIII, un Tribunal Constitucional desatado, subordinación de las leyes a la legislación internacional, el conchaveo Gobierno-Parlamento, una Fiscalía al servicio del Gobierno...). Es más, creo que los años de relativa paz y prosperidad económica han sido gracias a la nación, "a pesar" de la Constitución.
Pero no me parece mal la iniciativa de Bullón de Mendoza, ni me parece mal el periódico El Debate que han creado. Tiene muchas cosas buenas:
- Va en la buena dirección. El más largo viaje se inicia con un paso.
- Permite la participación de gente preocupada que no sabe que hacer.
- Se fundamenta en el humanismo cristiano. Con los tiempo que corren, ya me parece algo valiente.
Sí, se pueden hacer más cosas. Pero no va a tener que hacerlas todas Bullón de Mendoza, tendremos que hacer algo también los demás.
Digo yo.
Una buena dictadura católica es lo que necesita este país para acabar con tanta depravación de divorcios, que cada uno practique la religión que quiera (aunque sea falsa), eutanasia, etc.
____________________________________
Pedro L. Llera
Lo de la dictadura católica, a mí, me suena muy mal. Para un católico, vale cualquier régimen político - incluida una democracia - siempre y cuando las leyes estén orientadas moralmente por la Ley Natural; o lo que es lo mismo, por la Ley de Dios, eterna y universal.
Ser liberal economicamente es lo opuesto a ser estatista, socialdemocrata, comunista al fin y al cabo.
Ser liberal politicamente es lo opuesto a ser comunista, o falangista, posturas unicamente diferenciadas por el color de una camisa.
Ser liberal, en mi caso, es anteponer los derechos del individuo a los de la “ciudadania”, “la gente”, “el pueblo” o el Estado.
En política, un católico solo debe defender dos principios: el individuo tiene derecho a ser libre, y a disponer de propiedad privada. Como postularon los muy católicos de la Escuela de Salamanca.
Sí, el libre ejercicio del plebiscito puede hacer que perversiones como el aborto se conviertan en derechos. Pero ¿como se llega a una sociedad donde la voluntad del individuo se pervierte para convertir aberraciones en normalidad?: tú, porque no evangelizas.
La única forma de dar espacio al individuo para ser libre, es abolir la democracia representativa, donde las ideologías y grupos de presion sustituyen la voluntad del individuo.
Un ciudadano debe ser un diputado, tener una app para votar todo, y proponer leyes, tal y como hacen los diputados desde sus casas. Y la independencia judicial, y la subordinación de la Policia a los Jueces.
Ya hemos visto como los politicos a sabiendas de la ilegalidad han usado reales decretos para suprimir derechos constitucionales. Para prohibir. Para volverse dictadores, y usar la Policia como mamporreros que obedecen cualquier orden pese a ser INconstitucional.
__________________________________
Pedro L. Llera
No, no. Nada de teocracia. Le explico: una teocracia es un régimen político en el que el clero ocupa el poder y gobierna tanto en lo religioso como en el ámbito civil. Es lo que ocurre en Irán, por ejemplo.
En la Cristiandad, el trono tenía el poder civil y la Iglesia, su parte religiosa y moral. Es la unión de la espada y la cruz: hay una autoridad temporal y otra autoridad espiritual y cada uno cumple con su parte. La Iglesia debe garantizar que el orden temporal se ajuste al espiritual y que las leyes y actuaciones de los gobernantes se ajusten a la ley de Dios y no caigan en la corrupción, en la arbitrariedad o en la tiranía. Porque el gobernante debe tener legitimidad de ejercicio y no puede hacer lo que le dé la gana, sino que todas las leyes y las acciones del gobierno deben ir encaminadas al bien común. Y el mayor bien común consiste en facilitar a todos los hombres el camino hacia su fin último, que es la felicidad tanto temporal como eterna.
Pero el gobernante tiene el poder temporal y la Iglesia, el espiritual. Y ni es cosa del gobernante meterse en los asuntos de la Iglesia; ni es cosa de los obispos meterse en los asuntos temporales del gobierno civil.
¿Quién ha de poner a Dios en su centralidad? Los seres humanos, pero si no quieren hacerlo, nada se puede hacer sean las consecuencias las que sean. ¿quiénes ponen a Dios en su centralidad, los dictadores, los tiranos? Poner a Dios en su centralidad ha de venir de un acto libre de los hijos de Dios en un régimen de libertades.
“La democracia estaría muy bien si todos aceptáramos la Ley Eterna como fundamento; si aceptáramos la soberanía social de Cristo.”
Pero, como muy pocos aceptan la Ley Eterna como fundamento, ¿qué otra opción hay? ¿Los reinos medievales ofrecían mejores condiciones de vida?
“Va a sonar mal pero creo que la Constitución y el Estado de Derecho son la verdadera raíz del problema. No es políticamente correcto pero me parece evidente que es la verdad.”
Si abolimos la Constitución y el Estado de Derecho, ¿cómo gobernamos el país?
Concilio Vaticano II: los católicos, «en cualquier asunto de orden temporal, deben guiarse por la conciencia cristiana, dado que ninguna actividad humana, ni siquiera en el dominio temporal, puede sustraerse al imperio de Dios.»
Estoy de acuerdo. Que se llenen las cárceles de objetores de conciencia católicos contra la eutanasia, el aborto, la ideología de género, el matrimonio homosexual… Los cardenales y los obispos, los primeros. Sería un aldabonazo que no daremos.
___________________________________
Pedro L. Llera
Querido amigo:
No voy a perder demasiado tiempo en contestarle. Pero alguna consideración sí que le pongo: en la Edad Media, no se le aplicaba la eutanasia a viejos y enfermos; y sabían que matar era pecado y que no se debía matar a nadie. Que lo importante era amar, aunque solo fuera por caridad, por amor de Dios, a los enfermos. Por eso los reinos cristianos crearon hospitales para enfermos y moribundos y no mataderos de desechos humanos. Otro tanto pasaba con la vida de los niños: abortar era pecado y sigue siéndolo. Y había mujeres que abortaban pero sabían todos que eso estaba mal y que era matar una vida humana.
En la Edad Media sabían distinguir el bien del mal porque la ley de Dios se lo dejaba superclaro. Hoy ya no sabemos que matar niños, enfermos y ancianos está mal. Es más: ahora se consideran derechos humanos el aborto y la eutanasia. Y luego decís que la Edad Media era una época oscurantista. Pues anda que ahora... Ahora estamos bastante peor que entonces en cuestiones de moral y de leyes.
Teníamos marcado el terreno a jugar, pero como dice cierta política era un terreno inclinado a favor de los otros. Y ahora más que nunca. Pero Neos y los partidos de derechas (sic) están para poner víctimas en el holocausto. Antes había víctimas y verdugos de justicia, ahora la batalla es en la arena del coliseo con los vociferantes en la grada. No es grato carnalmente pero eso es el tipo de triunfo purificado que ahora está dispuesto. Y ya no se tiene a Roma vaticana para ayudar. Es un apocalipsis de criba y es ingenuo -aquí estoy de acuerdo- pensar en darle la vuelta a todo con la batalla "cultural", ya no se trata de debates y palabrillas. Mal uso de las palabras cuando son ambiguas, "cultura", qué cultura, no se atreven a decir reconquista católica y siguen usando paños calientes, los de siempre, en el lenguaje.
En resumidas cuentas lo que el autor defiende es una teocracia. Como el Afganistán de los talibanes o como la República Islámica de Irán. Solo que en este caso sería una teocracia buena porque se trataría de la religión verdadera, no como en esos países donde no se han dado cuenta de que su religión es falsa.
---------------------------
Fíjese don Incircunciso, mientras que el pensamiento católico se basa en la ley eterna, lo cual nos ofrece una guía para evitar la tiranía y la arbitrariedad, el liberalismo o la teocracia de Irán fundamentan su sistema político en unas cosmovisiones particulares equivoadas que pretenden ser las verdaderas, se gobiernan por sus ideólogos y se justifican porque ganan elecciones.
Y ambos dos le hicieron la guerra al cristianismo a lo largo de la historia.
Bendiciones 🙏
🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲 🥲
😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇 😇
Por los comentarios que voy leyendo, de crítica a la democracia, la constitución, al estado de derecho, al liberalismo; me pregunto ¿que queremos? ¿volver a estados confesionales (aunque no sean teocracias)? ¿volver a sociedades de cristiandad?............¿pero no ven que eso actualmente es inviable? Y es inviable porque gran parte de la población, políticos incluídos NO son creyentes.
Por cierto, gran parte de estos no creyentes vivieron en nuestro pasado en una sociedad de "cristiandad", donde la fe era casi "obligatoria" para todos, donde la religión, para muchos no pasaba de ser algo cultural, pero con pocas convicciones reales, aunque de fachada casi todo el mundo fuera católico ¿no hemos vivido eso? O no hemos querido verlo.
Y no quiero hablar del autoritarismo de muchos curas, de los confesionarios-interrogatorios (sobre todo de temas sexuales). Y que conste que esto lo he vivido poco, pero mis padres y abuelos , me contaban cada una........No todo era tan maravilloso. a mi me contaron que incluso la guardia civil perseguía a los que trabajaban en Domingo en algunos pueblos (no se si será verdad). Olvidémonos ya de todo eso, por favor.
Vamos a ver, que no entronizo ni endioso la democracia, quizá sea el sistema menos malo, pero nos permite tener libertad religiosa ,y a los católicos nos toca evangelizar, que me parece que nos quejamos mucho y evangelizamos poco, aunque no nos quieran o comprendan, a Cristo pocos lo comprendieron en vida.
Echar la semilla, y Dios sabrá si germina o no; pero dejar de anhelar nacionalcatolicismos, o cosas parecidas.
¿Qué no nos gusta el pluralismo? ¿que querríamos que todos fueran de nuestra Religión, la única verdadera? Vale, evangelicemos con obras y palabras, a ver si convencemos a los alejados, sin tutelas estatales y en ambientes adversos.
Pedro L. Llera: "En la Edad Media (...) sabían que matar era pecado y no se debía matar a nadie".
La historia demuestra que esa guía estaba desnortada.
Y que en la Edad Media se mataba a mansalva.
Reyes cristianos que se hacían la guerra para acumular territorios, esclavitud legalizada, inquisición, progromos contra judíos, juicios sin garantías.
El código de las Siete Partidas de Alfonso X "el Sabio" decía que por culpa de los sodomitas, Dios castigaba a las naciones con sequías y plagas y que por ello había que ejecutarlos.
No me lo invento, pueden comprobarlo.
Tienen ustedes muy idealizado el pasado.
La democracia como sistema de gobierno hay que juzgarla por la máxima "por sus hechos los conoceréis".
La democracia como ideología niega el pecado original y funciona de manera muy similar al comunismo.
La democracia se opone y aplasta, por la fuerza del número, cualquier atisbo de excelencia.
Por cierto, gran parte de estos no creyentes vivieron en nuestro pasado en una sociedad de "cristiandad", donde la fe era casi "obligatoria" para todos
-----------------------------
Yo vivo en una soiedad cuya religión -falsa religión, demoníaca por momentos- es casi obligatoria para todos.
-------------------------------
Roberto
¿Qué no nos gusta el pluralismo? ¿que querríamos que todos fueran de nuestra Religión, la única verdadera? Vale, evangelicemos con obras y palabras, a ver si convencemos a los alejados, sin tutelas estatales y en ambientes adversos.
-------------------------------
Hay pluralismos buenos y pluralismos malos. En esas épocas pasadas a las que usted se refiere tambien se podía trabajar para cambiar las cosas malas ¿O vamos a incurrir en la parodia que difunden los medios del sistema y decir que no?
No hay democracia. No hay libertad. Era una excusa para cargarse el cristianismo y comenzar su propia tiranía. Ahora o en breve, ya no les interesará la libertad. De ahí que nos llamen homó/transfobos por defender la verdad en tema sexual, anti mujeres por defender la vida de los dos(madre e hijo), etc.
Los elegeteberos quieren pansexualizar a la población... obligatoriamente.
Los abortistas, obligar a abortar.
Los eutanásicos, obligar a morir a sus manos.
Etc.
Nos perseguirán y matarán por negarnos. Querrán imponernos sus mentiras, como si fueran la verdad absoluta. Ahora de repente vuelve a haber verdad. La suya. La que les interesa. Que es fabricada por Satanás, el rey de las mentiras.
...
Prepárense para la persecución. Seamos parte de la obra de Dios. Trabajemos para Dios en su plan de Salvación.
Fíjese que si quitamos la por usted justamente denostada democracia no nos queda otra forma de gobierno que esa.
Y perdóneme, pero lo de que nos vale una democracia, siempre y cuando esté guada por los valores de Dios (se entiende el verdadero, que es uno y trino) es también hacer trampa. La misma trampa que usted acertadamente advirtió al decir que nos vale la democracia, eso sí, siempre que ganen los nuestros.
Bendiciones 🙏
"Yo vivo en una sociedad, cuya religión-falsa religión, demoniaca por momentos- es casi obligatoria para todos"
Me deja un poco perplejo, no se muy bien a que se refiere; yo no me siento obligado a ninguna falsa religión; otra cosa es que seamos tentados, que lo somos, pero ¿obligados?
Con respecto a tiempos pasados, yo estuve muy bien, me cogía en la infancia y parte de la adolescencia (si nos referimos al franquismo), además en el colegio teníamos unos estupendos catecismos escolares, en 8º EGB me los sabía de pe a pa; también es cierto que a los 13 años me confirmaron en el colegio , sin preguntarme si tenía fe, se sobreentendía que sí o sí. Y punto. Pero todo ese ambiente religioso me ayudó a seguir en la Iglesia y en la fe, a pesar de que otras cosas no te gustaran.
No echo pestes de esos tiempos, aunque hay gente que no tuvo experiencias buenas con la Iglesia.
Pero a lo que voy es que eran otros tiempos, y estos son otros , ¿mejores, peores? No sé, distintos; no podemos hacer depender nuestra fe de que haya tal o cual gobierno o tal o cual Constitución que nos ampare. Si nos ayuda y ampara, mejor que mejor, claro.
Pero se sabía que la ley de Dios debía regir todo.
Hoy esas consecuencias siguen ahí pero se ha destronado a Dios. Y por eso somos una civilización de bárbaros que matan a sus hijos antes de nacer, a sus ancianos y enfermos antes de que mueran cuando toca y que ahora vive la depravación de que el sexo se puede elegir y cambiar.
Esta civilización está al borde del colapso por un simple virus de mierda que parece afectar sobre todo al mundo "desarrollado".
Y lo que nos queda por ver...
En una pragmática sanción de Medina del Campo de 1497, los Reyes Católicos basándose en las Siete Partidas condenaban a muerte en la hoguera a los sodomitas.
En en aquella época a todo el mundo le parecía normal y era una legislación de lo más cristiana y perfecta.
Hoy en día nos parece algo propio de bárbaros.
Así que todas las épocas, incluso las que parecen doradas, tienen sus inconvenientes.
Hoy en día el divorcio y el aborto son legales, pero no quemamos en la hoguera a los gais ni a los herejes, ni tenemos esclavos.
La Declaración de Independencia de Estados Unidos hace mención a las leyes naturales y a Dios. Sus presidentes juran el cargo sobre la Biblia. En el Congreso tienen el lema "En Dios confiamos". Y sin embargo son el lugar de origen de la despenalización del aborto.
Los católicos españoles deberían dejar de atacar a nuestra constitución porque no menciona a Dios, pensando que ese artículo significaría algo, y se equivocan si añoran una dictadura católica que tenga que vigilar paternalistamente la virtud del pueblo, como si fuéramos eternos menores de edad.
Yo no quiero un caudillo que me quiera llevar al Cielo a base de palos.
Distingamos de una vez el pecado y el delito.
El católico que se acuesta con alguien de su sexo, o se divorcia o aborta, no lo hace por la ausencia de un gobierno autoritario confesional, sino por su propia falta de fe personal.
1.- No soy nostálgico de nada porque nada puedo echar de menos que no sea lo que tenemos ahora: el régimen liberal democrático. Yo nací en el 64 y la adolescencia coincidió con la Transición. Yo tengo nostalgia de los 80, de la "Movida", de Los Secretos, de Mecano o de Nacha Pop o Radio Futura... Selectividad en el 82 y fin de la carrera en el 87. Por aquel entonces era comunista.
2.- No creo que haya habido en el pasado una "época dorada". No idealizo ninguna época, porque el ser humano, desde el pecado de nuestros primeros padres, tiene su naturaleza herida y tiende a pecar. Así que, habrá habido periodos mejores y otros peores, pero pecados ha habido siempre. Y también es verdad que santos también los ha habido siempre. Y los santos son los ejemplos a seguir: no los pecadores, los asesinos o los bárbaros.
3.- La fe no se impone: se propone. La fe es una decisión personal, que uno toma libremente (con la ayuda de la gracia). No se puede ni se debe obligar a nadie a bautizarse o a ir a misa o a creer en nada. Y si se hace o se hizo, mal hecho está o mal hecho estuvo. No seré yo quien justifique el mal ni ahora ni nunca.
4.- La cuestión clave es si aceptamos que existe una ley moral universal, que siempre se ha llamado "ley natural" o si no existe tal ley natural. Y cuando no aceptamos que robar o matar está mal, empezamos a liarla. Esa ley natural se identifica con la Ley de Dios, que es la plasmación positiva de la ley natural. ¿Se puede llegar a un acuerdo entre creyentes y no creyentes sobre la moral? ¿O no? Si no llegamos a un acuerdo, el enfrentamiento entre quienes pensamos que el aborto es un pecado espantoso que debería estar prohibido y los que, negando el "no matarás", llegan a establecer que el aborto es un derecho, está servido.
Un cristiano rectamente formado no puede aceptar la autonomía moral, negando la necesaria religación del hombre a su Creador. Y los creyentes todo lo juzgaremos "en tanto en cuanto". Será bueno todo cuanto contribuya a la mayor gloria de Dios y a la salvación de mi alma. Y será malo todo cuanto me aparte de Dios y me lleve a la condenación.
Y los católicos debemos respetar a las autoridades legítimas y cumplir las leyes. Porque creemos que la autoridad viene de Dios. Pero cuando se promulgan leyes contra le ley de Dios, nosotros no podemos respetarlas ni cumplirlas, sino que tenemos que combatirlas: antes morir que pecar.
La Cristiandad consideraba que las leyes y el gobierno de las naciones debían tener como objetivo el bien común. ¿Y cuál es el bien común? El bien común es todo aquello que contribuya a la felicidad de los hombres, tanto la felicidad en este mundo, como la felicidad en el otro: la vida eterna en el cielo. Las leyes debían contribuir a la gloria de Dios y al bien de los hombres. Eso es el bien común.
La Revolución cambió el concepto de "bien común" por el de "interés general". En una sociedad sin Dios, en el que Cristo no es Soberano ni Señor, cada hombre es su propio soberano y su propio legislador. Y en esa sociedad, los intereses de los individuos pueden chocar con los intereses de otros individuos; lo intereses de unos grupos sociales pueden chocar contra los intereses de otros. ¿Cómo evitar esta situación de conflicto permanente? Mediante el contrato social. El poder que viene del pueblo (soberanía nacional) - y no de Dios - reside en el parlamento y las mayorías legislan. Y todos tenemos que acatar y respetar las leyes aprobadas por esas mayorías. Por eso, una mayoría de demonios inmorales pueden imponer su maldad a toda la sociedad. Es la "dictadura del relativismo" que denunciaba Benedicto XVI.
La democracia puede estar muy bien para elegir alcalde o presidente del gobierno. Pero si la democracia se convierte en un dios que decide en última instancia la moral individual y social, si las leyes positivas promulgadas por las mayorías determinan la moral, la sociedad pierde el norte. Y ahí estamos: desnortados. Lo he dicho muchas veces: una sociedad que ha matado a Dios, que vive sin Dios o contra Dios, es, simplemente, el infierno.
Creer que hoy estamos, desde el punto de vista moral, mejor que el la Edad Media creo que es un error manifiesto. El progreso científico y técnico ha sido enorme. Pero la moral no ha progresado al mismo ritmo. El siglo cuando más guerras y muertes ha habido es el siglo XX: no el siglo X ni el V ni el XIV.
Ese mito del progreso es una mentira de dimensiones cósmicas. Las bombas atómicas se lanzaron en 1945: no hace ni cien años. Los campos de concentración nazis o los gulag comunistas soviéticos son del siglo pasado (hace menos de cien años).
Así que, ¿qué lecciones morales queréis darme los defensores de la Revolución Liberal? ¿Qué me tenéis que enseñar? Los regímenes políticos que nacieron de la Revolución Francesa han sido más benéficos que las monarquías medievales? ¿Cuántos muertos provocó la Revolución en Francia? ¿A cuánta gente mató la famosa Inquisición de la leyenda negra? ¿Cuántos muertos hubo en las guerras mundiales, en las revoluciones comunistas o en las dictaduras fascistas o nazi?
Y os recuerdo que nazis y comunistas sientan sus cimientos sobre la autonomía moral del hombre: son frutos del liberalismo revolucionario.
Por eso, concluyo con Juan Manuel de Prada que la única solución es el tradicionalismo: no las ideologías de raigambre liberal que han crecido durante los siglos XIX y XX después de la Revolución Francesa.
Romanos 1:5
Obediencia a la fe en todos los pueblos.
Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
1 Timoteo 1:8-11
Obviamente está hablando de la ley de Dios.
Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
Romanos 13:3-4
El poder civil como instrumento de Dios par castigar a quien quebranta su ley.
---
Por tanto:
1- Todas las naciones están llamadas a la obediencia a la fe. A reconocer la soberanía de Dios, de Cristo.
2- La ley divina ha de ser usada legítimamente. Ir contra la sana doctrina (herejía), atenta contra dicha ley.
3- El poder civil debe castigar (espada) a quien quebranta la ley.
Ahí tienen ustedes los fundamentos novotestamentarios de la Cristiandad, de la civilización cristiana. Muchos prefieren la basura actual. Allá ellos.
El que no se deja llevar al cielo por gracia irá al infierno a palos.
Cos
"Yo vivo en una sociedad, cuya religión-falsa religión, demoniaca por momentos- es casi obligatoria para todos"
Me deja un poco perplejo, no se muy bien a que se refiere; yo no me siento obligado a ninguna falsa religión; otra cosa es que seamos tentados, que lo somos, pero ¿obligados?
----------------------------------
Tampoco había nadie obligado en el franquismo. Los comunistas tenían cátedras en la universidad, hacían películas y escribían en revistas.
-------------------------------
Roberto
Pero a lo que voy es que eran otros tiempos, y estos son otros , ¿mejores, peores? No sé
------------------------------
¿De verdad ni sabe si estos tiempos son mejores o peores que hace 40 años?
Me ha venido a la cabeza un eslogan de los antisistema cuando el fundador de Neos era Ministro del Interior y luego de caer de la terna sustitutoria de Aznar cuando quería ser lehendakari: "A Mayor Oreja, mayor bocaza" (siempre estaba en los medios chupando cámara y algunos que le adoran aún le discuten su papel "débil e irrelevante" para disculparle).
"En el franquismo , los comunistas tenía cátedras y hacian películas....."
¿y? Y esto ¿a que viene?
Si mi comentario no giraba en torno al franquismo o comunistas.
¿si hace 40 años (numero bíblico y simbólico) los tiempos eran mejores o peores?
El número 40 lo nombra usted, no yo. Por de pronto, hace 40 años, éramos todos más jóvenes (yo adolescente), y cada quién, contaría la feria como le va, a algunos bien, otros parados, con problemas de salud, otros casados, otros separados, algunos con negocios prósperos y boyantes, otros en la precariedad...........otra cosa, es que usted se refiera en clave política, y si era eclesialmente, era otro panorama, los años 80, pero no tan distinto como ahora. Otra cosa es que diga los 50 o 60.
"Es doctrina católica que toda autoridad tiene obligación de rendir el culto debido a Dios"
Estupendo, en eso coincidimos los católicos, pero ¿y los que no son católicos? ¿o tienen que serlo por obligación? porque decimos a a nadie se le puede obligar a creer, que la fe es una opción personal.; que nace de una propuesta.
Estas afirmaciones confesionales dígaselas a ateos, agnósticos, indiferentes ,miembros de otras religiones, católicos a la "carta".........a ver si les (nos) hacen caso. ¿o no tenemos que convivir con ellos?
Cos
"En el franquismo , los comunistas tenía cátedras y hacian películas....."
¿y? Y esto ¿a que viene?
Si mi comentario no giraba en torno al franquismo o comunistas.
----------------------------------------
Hombre, pues si usted había comentado esto:
"Por cierto, gran parte de estos no creyentes vivieron en nuestro pasado en una sociedad de "cristiandad", donde la fe era casi "obligatoria" para todos"
Hablamos de personas vivas, luego echando cuentas he concluido que se refería a esa época que conocemos como franquismo. Sueler ser crítica habitual decir que durante esa época casi que se obligaba a la gente a ser creyente. No lo creo. Si se que hoy en día el bombardeo ideológico es absoluto. Y la presión social cada vez mayor.
Claro que cada uno tiene su historia personal y ve las cosas desde su perspectiva, y mucha gente lo pasaba mal. Todo muy humano y comprensible, pero haciendo historia podemos dar datos, cuando se comparan épocas distintas hay que hacerlo en términos relativos:
España ha pasado de tener el 8º PIB mundial en 1975 al 16º hoy en día, del 29 PIB per cápita al 48, menos que Chipre o Lituania, de una industria que representaba el 36% del PIB al 15%, de no tener deuda a 1.45 billones, de un paro Juvenil del 1% al 39,5%. También había muy buena salud social, y grandes políticos, compárelos con los de ahora: el presidente del gobierno plagió su tesis doctoral y al lider de la oposición le regalaron un master.
Pero sobre todo cómo comparar una época en la que se rendía el tributo debido a Dios nuestro Señor con una época demoníaca como la de hoy en la que se deconstruye a la familia y al individuo.
---------------------
Roberto
Vamos a ver, que no entronizo ni endioso la democracia, quizá sea el sistema menos malo
---------------------
La doctrina católica nos dice que la política debe de estar iluminada por la sana doctrina, en ningún momento que la democracia liberal sea el menos malo de los sistemas. Si soportamos un sistema que no rinde el culto debido a Dios -en muchos momentos abiertamente hostil- es por razones prudenciales, para evitar males mayores como guerras. No es lo mismo, hay un abismo entre decir una cosa y la otra. El mal es mal y el bien es bien y la aspiración debe de ser la de recuperar esa cristiandad perdida, aunque finalmente todo esté en manos de Dios. Y así se debería de expresar abiertamente, ningún sistema político que no rinda el culto debido a Dios es querido por Él ni es bueno.
En eso le doy la razón. Cuando hablaba del pasado me refería a esa época (franquismo), aunque no era el tema específico, sino a la realidad eclesial de esa época, que , como casi todo, tuvo sus luces y sombras.
Sin necesidad de armas nucleares, la Guerra de los Treinta años aniquiló a la tercera parte de los habitantes del Sacro Imperio.
En proporción murieron más alemanes en aquellas guerras de religión que en cualquiera de las guerras mundiales, y eso que la tecnología era claramente inferior.
Otro conflicto terrible se dio antes en 1524, cuando los príncipes alemanes tanto católicos como protestantes aparcaron sus diferencias porque surgió un enemigo común: los pobres.
Los campesinos germanos estaban muertos de hambre, y se rebelaron contra sus señores feudales.
Su muy Católica majestad Carlos V mandó un
ejército imperial que aplastó a los miserables, y Lutero el "testigo del Evangelio" animaba a los príncipes protestantes a aniquilar a sus campesinos rebeldes.
Más de cien mil menesterosos murieron a espada.
Pero todo lo anterior a lo que me lleva, además de considerar que una sociedad oficialmente cristiana no es necesariamente más tolerante o pacífica, es a pensar que la conversión en lugar de ir de arriba hacia abajo, debe ir en sentido contrario de abajo hacia arriba.
En lugar de esperar a tener el control político y obligar a la sociedad a seguir postulados católicos, se debería convertir a la sociedad para acabar teniendo gobernantes y leyes católicas.
Porque de lo contrario, el catolicismo sería usado como herramienta de control social y político, lo cual nunca es justo.
Puede que exista una Ley natural pero debe ser aceptada por consenso y no con mandobles de espada.
No, es sumar lo poco que queda de católico en la derecha política de la sociedad española, un 10%, al perverso sistema borbónico a base de engaños (como hace VOX más directamente) y que no se vaya vete a saber dónde incontrolado y no acaben saliendo los números electorales. Lo católico es la excusa para apuntalar la patria que ellos quieren y su corona.
Que el Señor te bendiga y te guarde.
No sabía que Pablo VI impulsó la democracia cristiana. Años difíciles y confusos aquellos...
Tendría sus aciertos al principio, pero la verdad es que desde que tengo memoria (nací en 1974) casi todas las leyes anticristianas de hoy tienen su génesis en gobiernos demócratas cristianos. Ahora estamos en fase de bestialidad y degeneración total, pero eso ya es otra historia.
La Constitución no hay por dónde cogerla. Aparte de que no se cumple; mejor dicho, en la práctica es justamente al revés de lo que regula (por ejemplo, la sección de los "derechos fundamentales y libertades públicas" o el capítulo relativo a los "principios rectores de la política social y económica": les invito a hacer la prueba artículo por artículo), es el Demonio en forma de texto normativo.
"Mis últimas" elecciones fueron las de 1996. En conciencia, por coherencia, con el Evangelio en el corazón, para mí es inconcebible votar a alguien. No hay nadie que defienda la Ley de Dios, y no me vale aquello del votar "al menos malo".
Cuando en el Evangelio se enseña someternos a la autoridad civil, presupone el bien común en su conducta. Pero como no es así, "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres".
Muy agradecido por su publicación.
El problema de raíz es el sistema político 'democrático' en sí, tramposo y diseñado para imponer la voluntad de los poderosos del mundo, que absolutiza las leyes, instituciones, intereses mezquinos y prejuicios humanos y los pone por encima de la Ley de Dios. Un sistema muy útil y al gusto de masones y toda clase de enemigos de Cristo y de Su Iglesia.
Y confundir la moral con la ley.
La tiranía de la mayoría no decide la moral, decide la ley.
Porque la moral la aplica cada uno a su vida privada, pero la ley nos afecta a todos y la forma menos injusta de aplicarla es guiarse por el criterio de la mayoría.
Y a veces esa mayoría coincidirá con tu criterio personal y otras no.
Países como Polonia o República Dominicana son democracias, tienen constituciones, y el aborto prácticamente está prohibido en ellos, y también el matrimonio gay.
No necesitan caudillos ni reyes carlistas para tener leyes católicas, solamente un pueblo que de verdad es católico.
Pero igual por haber tenido un régimen nacional-católico durante tanto tiempo, en España sigue habiendo personas que se piensan que la pérdida de fe viene por un cambio político, cosa que no es así ¿acaso Polonia perdió la fe cuando se convirtió en un estado comunista?.
Pues claro que no. Y seguro que aunque las leyes no fueran cristianas, la mayor parte de los polacos vivían de acuerdo a la moral católica.
¿Está España condenada a no ser mayoritariamente católica a menos que nos lo imponga un gobierno? Yo creo que no.
_______________________________
Pedro L. Llera
Es usted un liberal de libro. El liberalismo es pecado y pecado mortal. Pero no creo le importe mucho, ni la salvación del alma ni que sea pecado. Allá usted. Avisado está.
No sé si por su forma culta y razonada de hablar usted debe tratarse del teólogo de apellido homónimo que publica en RD. Si es así, le saluda un hombre que, aunque habiéndole leído alguna vez, discrepa en algunos puntos:
La constitución no se puede considerar como la única raíz del problema, sino como una entre varias. Después de todo lo que ha dado el marco legal para todo lo que ha venido después ha sido y es la constitución.
Moral y la ley no son palabras sinonímicas, pero eso no quita que ambas estén profundamente interrelacionadas: las leyes de cualquier pueblo son siempre un reflejo de las convenciones sociales del mismo en la época en que las promulga, y viceversa. De momento lo que ha hecho la constitución, junto a otros grupos políticos, ha sido extender los valores liberal-laicistas que han secularizado la sociedad y su moral y costumbres, haciendo que la misma desarrolle las convenciones morales que vemos en la legislación actual.
Lo de la Polonia católica como un estado democrático es un ejemplo bastante curioso. Sólo le digo que pruebe a escribir en el buscador de Google "Polonia democracia" y comente qué le sale. Como verá, para los medios liberales la democracia no es solo una institución, sino también los valores ideológicos que los propios liberales asocian a ella. Y como Polonia es muy católica para presentar esos valores, pocos la van a referir como democrática.
Dios le bendiga.
_______________________________
Pedro L. Llera
Es nostalgia de la juventud perdida, Proby... Uno no elige cuándo nace: eso es obra de la Providencia Divina.
Me permito aportarles para su consideración un sorprendente artículo del recientemente fallecido García Polavieja que, ya en 2012 (un año antes de la "renuncia" de BXVI), profetizaba todo lo que estamos viviendo hoy día...
****************************************************
Profecías convergentes
por J.C. García de Polavieja P.
https://www.religionenlibertad.com/opinion/23746/profecias-convergentes.html
12 julio 2012
Tuve la fortuna de hacer unos ejercicios espirituales, de estilo ignaciano, con el P. Juan Manuel Igartua s.J. a comienzos de los años setenta, en Portugalete. Se conserva alguna foto de aquellos días, compartidos con amigos de Schola C. I. que la revista Cristiandad reproduce de vez en cuando, donde un Canals maduro y un servidor, entonces muy joven y sin barba, encuadramos al benemérito jesuita.
En aquella ocasión no se habló de la profecía de San Malaquías, que el P. Igartua conocía muy a fondo: los ejercicios son ejercicios, no tertulias. Sin embargo, su interés escatológico se debió colar por alguna rendija, no recuerdo cual, dejándome una impresión que ha permanecido.
Dos o tres años más tarde vio la luz su estudio sobre el célebre texto, atribuido por su redactor del s. XVI, Arnaldo de Wion, al obispo de Armagh (Irlanda), titulado “El enigma de la profecía de S. Malaquías sobre los Papas” del que conozco dos ediciones (de 1976 y 1978). Con su habitual rigor, el P. Igartua analizó desde todos los ángulos la lista de lemas de los pontífices romanos - desde Celestino II hasta el último – llegando a varias conclusiones, entre las que interesan ahora especialmente dos: La validez e importancia que el sabio jesuita otorgaba a esta profecía, en primer lugar; y la restauración que hizo del sentido de los últimos lemas, 111, 112 y 113, en segundo lugar.
El P. Igartua tomó en cuenta las críticas que convierten a Wion -supuestamente inspirado en Panvinio (en 1595) - en verdadero autor de la profecía, aunque no las rubricara. Ello no le restaría carácter profético, ya que todos los lemas de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX la acreditan, y se trata de pontífices que tampoco Wion podía conocer. Sin embargo, me inclino – mera opinión personal - por la autoría de S. Malaquías, por varias razones: Me parece muy probable que Wion haya tenido acceso a un original medieval y se limitase a recopilarlo como él mismo declara. Nunca compartiré la incredulidad hacia la veracidad de lo antiguo que impera en la vida académica por imposición modernista. Además, uno de los mejores historiadores religiosos contemporáneos de Wion, el dominico Alfonso Chacón, creía en la autoría del obispo de Armagh. En cualquier caso, para el P. Igartua quedaba clara “la sólida probabilidad de su valor profético”, lo que es más que suficiente.
Mis razones en favor de la autoría de S. Malaquías quizá sean demasiado personales, porque derivan de un convencimiento absoluto del sentido providencial de la historia; así como de la trabazón íntima entre el nombre bautismal de las personas y su vocación: no creo en las casualidades. Los dos últimos libros proféticos del Antiguo Testamento, Zacarías y Malaquías, fueron escritos en previsión de los tiempos previos a la Parusía, y “me casa” que un santo del s. XII llamado Malaquías fuese inspirado para completar los datos de su homónimo.
El gran acierto del P. Igartua fue restablecer la secuencia original de los últimos lemas de la profecía, que habían quedado oscurecidos en ediciones poco cuidadosas: Sirviéndose del llamado numerus aureus - no voy a detenerme en ello – el sabio jesuita comprendió que los lemas de la lista son 113 y no 111. Es decir, que la lista no acaba con Gloria Olivae, el lema correspondiente a Benedicto XVI; sino que después vienen dos lemas más: El 112, In Persecutione, lema que Igartua atribuye al ¿anticristo? – así, entre interrogaciones (página 512); cosa que comparto sin interrogaciones – y el 113, Petrus Romanus, que corresponde al pontífice reinante en el momento de la Parusía. Este Petrus Romanus requeriría un post independiente, por la complejidad de su momento y por las especulaciones que sobre él circulan.
Lo trascendente de la lista de Malaquías es que nos sitúa ante la inminencia del gran parteaguas de la historia: Si para el P. Igartua, hace cuarenta años, se trataba de esperar dos lemas más, para nosotros, de ser cierta la profecía, el tiempo ha llegado… Esto es lo que verdaderamente asusta. Cierta corrección eclesiástica no puede aceptar –porque rompe todos los esquemas – que sea inminente un falso profeta, un antipapa, o un “pastor necio” para decirlo en términos de Zacarías (Za 11, 15). Pero San Jerónimo, con toda su autoridad hermenéutica, veía en este Necio al impío por excelencia, que sería el anticristo y el antípoda del Mesías (San. Jerónimo, Comentario a Zacarías III, 859, en: Obras Completas B.A.C. 593, pp. 654-657).
La atribución por Igartua del lema 112, In Persecutione, a este anticristo eclesiástico, es plenamente coincidente con la previsión de Zacarías, que sitúa al pastor Necio inmediatamente después de los pastores Gracia y Vínculo y como sucesor inmediato de éste último. La convergencia entre la profecía de los Papas de Malaquías y el decisivo capítulo 11 de Zacarías es total. Y negar que el capítulo 11 de Zacarías se refiere a nuestro tiempo, exigiría ahora prolongar la duda acerca de la identidad del pastor-cayado Gracia, cosa difícil después de un Papa monfortiano que se declaraba “Totus tuus” respecto a la Llena de Gracia…
A los datos de Zacarías sobre la Pasión de la Iglesia puede dárseles una interpretación esclarecedora, aunque convenga exponerla con prudencia. En algunas ocasiones, la concreción excesiva puede no compensar los daños colaterales…Quienes leéis estas líneas sabréis discernir nuestra preocupación ante la situación que se precipita, cuyos detalles deben permanecer, por ahora, en estudio. Lo que sí cabe es avisar a los estudiosos del tema que estas profecías no prevén “cónclaves divididos” ni cismas post-electivos sino, en todo caso, traiciones que provocarían cismas prácticos.
En este sentido parece ir también la exégesis que Jesús le hizo a María Valtorta del mismo capítulo 11 (Cuadernos, 9 de diciembre de 1943, pp. 539-541). La atención debería centrarse en la advertencia del Señor, recogida por San Juan, acerca del salteador “que no entra por la puerta del redil sino que escala por otro lado” (Jn 10, 1); advertencia explicada a su vez en la célebre profecía de san Francisco de Asís, en su lecho de muerte: “En el momento de esta tribulación, un hombre, elegido no canónicamente, se elevará al Pontificado, y con su actuación se esforzará en llevar a muchos al error y a la muerte” (Obras del Seráfico Padre S. Francisco de Asís, Washbourne, 1882, pp. 248-250).
La convergencia entre la profecía del capítulo 11 de Zacarías y la de los Papas de Malaquías es - lo repito - total: Zacarías avisa que al romperse el cayado Vínculo Dios va a “suscitar en esta tierra un pastor que no hará caso de la oveja perdida, etc. etc.” (Za 11, 1516) y Malaquías de Armagh coloca, inmediatamente después de Gloria Olivae, el lema In Persecutione, cuyo comentario inmediato (extrema S. R. E. sedebit - la extrema (persecución) tendrá su sede en la Santa Iglesia Romana) parece un anticipo de la célebre advertencia de Nuestra Señora en la Salette: Roma perderá la Fe y se convertirá en la sede del anticristo.
Frente a esta convergencia profética se levanta una muralla de prevención - hasta cierto punto lógica - y convencionalismo. Esta resistencia es preocupante porque se plantea desde una eclesiología bien intencionada, es decir, invocando la guía indefectible del Espíritu Santo sobre la Iglesia: Pero esta guía se invoca precisamente para negar los avisos del propio Espíritu Santo; aduciendo “poca fiabilidad” de las profecías de todo tipo. En este tema, hay sectores abocados a un círculo vicioso donde incluso las mariofanías oficialmente reconocidas son vistas con suspicacia en lo relativo a sus previsiones proféticas. La cerrazón de estas corrientes a la realidad del momento parece crónica, porque su visión está encerrada en burbujas, sin contacto con la deriva cultural y social. No hablamos de los sectores que ponderan esta deriva con intención de incorporarse a ella. Existe un racionalismo piadoso, incluso tradicional, ignorante de la naturaleza satánica de la cultura dominante; y cuya reticencia escatológica obedece, en realidad, al recelo hacia la mística.
En ello subyace una confusión del amor, disimulada frecuentemente tras espiritualidades voluntaristas y suficiencias eruditas: Incredulidad hacia el protagonismo del Cielo, que no se sirve de maestros acreditados ni de sabios, sino de lo más sencillo y sorprendente. Tal actitud arriesga, sin sospecharlo, quedar incluida entre los engañados por “no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado” (2 Ts 2, 10). Porque el Amor de Jesucristo no es referencia metafísica, ni patente espiritual, ni agotó sus revelaciones con Bernardo de Hoyos y Faustina Kowalska: Es una experiencia de comunión que persiste, y en la que Jesucristo dirige, se manifiesta y habla… Es muy peligroso permanecer ajenos a las manifestaciones más actuales, contundentes y clarísimas, del Sagrado Corazón.
San Luis Mª Grignón se quejaba amargamente de aquellos “que teniendo la profesión de enseñar la verdad a los demás, no te conocen a Ti ni a tu Santa Madre, sino de una manera especulativa, árida, estéril e indiferente” (V. Devoción, 64).
La suma de las mariofanías, revelaciones y confidencias de todo tipo con las que el Cielo está previniendo el drama actual, es de tal magnitud que su estudio deja poco espacio para la duda. Esa duda equivaldría a pensar que Dios permite que su palabra y la de su Madre sean suplantadas con una frecuencia que pondría en entredicho su divinidad. Despreciar este desbordamiento profético implica, además, un desaire a la Mujer que prepara la Venida de su Hijo y da a luz, con lágrimas y sudores de sangre, físicos, visibles y repetidos, al Hombre nuevo.
La reticencia, el escepticismo respecto a las revelaciones privadas, la prevención contra el Apocalipsis, la suspicacia ante toda comunicación mística, forman parte del misterioso desenlace de esta etapa histórica y escatológica. Si la cuestión se dirimiese entre revelaciones privadas y la autoridad legítima de la Iglesia – y por legítima habrá que entender pronto absolutamente diáfana respecto a los dos pilares de la Eucaristía y de Nª. Señora con todas sus exigencias dogmáticas y prácticas - los críticos podrían tener alguna razón. Pero el problema parece bastante más complejo. Las advertencias sobrenaturales, cuyo número desafía hoy toda capacidad de clasificación, están clamando en perfecta sintonía con la profética general de las Sagradas Escrituras y con la esperanza del cristianismo de todos los tiempos: Y este coro universal nos está previniendo sobre un poder de seducción insospechado, revestido de “caridad” horizontalista, sincretista e irenista, a cuyo influjo escaparán exclusivamente los más pequeños, enamorados de Jesucristo.
**********************************************************
La tiranía de la mayoría no decide la moral, decide la ley.
Porque la moral la aplica cada uno a su vida privada, pero la ley nos afecta a todos y la forma menos injusta de aplicarla es guiarse por el criterio de la mayoría.
-----------------------------
O sea, que la forma menos injusta de aplicar la ley es guiarse por el criterio de la mayoría . . . Y esto queridos niños es el liberalismo.
¿Cuando la mayoría se ponía un PIN en la solapa con una estrella gamada también? ¿Y cuando la mayoría se comía a sus prisioneros de guerra?¿Y cuando la mayoría sigue las consignas del PCCH en un país donde desaparecen personas incómodas, hay campos de concentración para disidentes y las autoridades políticas sustituyen las Sagradas Escrituras por una versión revisada por los ideólogos del partido?
--------------------------------------
Tamayo
Y a veces esa mayoría coincidirá con tu criterio personal y otras no.
Países como Polonia o República Dominicana son democracias, tienen constituciones, y el aborto prácticamente está prohibido en ellos, y también el matrimonio gay.
---------------------------------------
Aquí el único que menciona los criterios personales es usted. Sus criterios personales son suyos y a nadie importan mas que a usted mismo, lo mismo que ocurre con los míos y con los de cualquiera. Aquí se está hablando de lo que es justo y lo que es injusto; y, añadiría, de lo que es real y de lo que es puro idealismo.
NEOS ? ¿Dividir y confundir al pueblo? ¿San Mayor Oreja -que tan valiente fue en los tiempo sangrientos de ETA - va a robar votos en momentos tan graves? ¿Otra vez los repulsivos Tácitos, las Cartas cristianas (JA ) de Tarancón de infausto recuerdo? ¿La teoría del cobarde voto útil? ¿Todo lo que me hizo arrojar de mi vista al mefítico “YA” asfixiada de náuseas Bíblicas ? ¿Es que estamos todos locos? ¿No tenemos memoria ni sentido común? Es este momento NEOS me parece luciferino, como todo el que acepte la Constitución Liberal y Atea que nos ha hundido en este pozo sin fondo. Peor que Podemos. El diablo es un ser inteligente. Si tuviera manos las tendría en los huesos de tanto frotárselas.
Gracias, amigo mío. Nunca hago comentarios en Infocatólica porque ya los hay magníficos, pero esta vez la fortaleza espiritual ha ganado a la física que me invalida. Miserere Nobis. ¡Viva Jesucristo, Rey del Universo! Amén.
1)Usted hace trampas porque de ejemplos países que no son democracias liberales sino dictaduras, como la Alemania nazi o la China comunista.
En cualquier caso supongo que a usted le parecería injusto que una minoría musulmana impusiera sus leyes en un país mayoritariamente cristiano ¿verdad?.
Cuando se hacen leyes necesariamente alguien se ve más perjudicado que otros, ninguna ley satisface a todos.
Por eso el sistema menos injusto es el de la mayoría.
2)Lo justo no siempre es lo legal.
La esclavitud fue legal durante siglos en los países cristianos, pero era injusta.
Pero la cuestión es que a lo largo de la historia se ha demostrado, que la forma en que hay más posibilidades de que coincidan la ley y la justicia es elaborar leyes según un sistema democrático.
3) El franquismo era mayoritario... mientras vivió Franco.
Un par de años después de su muerte, no dos décadas sino solamente dos años después, Fuerza Nueva de Blas Piñar sacó un diputado de 350.
Si además tenemos en cuenta que en las elecciones del 36 José Antonio perdió su escaño, que era el único que tenía Falange (sacaron apenas 6.800 votos), eso indica que las "inquebrantables adhesiones" entre 1936-75, eran por miedo o conveniencia, porque antes y después los falangistas de verdad cabían en una cabina de teléfono.
Y la realidad es que el catolicismo del pueblo español era más burocrático que auténtico.
Los españoles llevábamos a nuestros hijos a bautizar, como los llevábamos al registro civil, y nos casábamos en la parroquia como íbamos a sacarnos el dni a comisaría, porque era lo normal "para ser español".
Pero los mismos que saludaban brazo en alto en la plaza de Oriente, y llevaban pancartas como "Hoyo de Manzanares con su Caudillo", menos de veinte años después se habían divorciado.
La religión católica ha sido mayoritaria en toda la Historia de España. Durante la monarquía visigoda, no vivía Franco. Ni durante la Reconquista, ni en vida de Santa Teresa. Mil novecientos años de catolicismo en España frente a menos de cuarenta años de franquismo. Y Franco no obligaba a nadie a ser católico. Ya España era católica cuando los socialistas y comunistas quisieron matar a todos los que iban a misa. Gracias a Franco no lo consiguieron pero estaban en ello. Acuérdate de Paracuellos, por ejemplo.
Cos:
1)Usted hace trampas porque de ejemplos países que no son democracias liberales sino dictaduras, como la Alemania nazi o la China comunista.
------------------------
No, no hago trampas. Usted dice que que lo justo es aceptar lo que diga la mayoría, yo le he puesto ejemplos de sistemas que satisfacían a la mayoría. Ahora usted añade que esta condición debe de darse dentro de un sistema liberal, pero entonces ya no es lo que diga la mayoría, sino que hablamos de que el sistema justo es el de la democracia liberal.
-------------------------
Tamayo
2)Lo justo no siempre es lo legal.
La esclavitud fue legal durante siglos en los países cristianos, pero era injusta.
-------------------------------
No podía ser injusta porque hasta es admitida en los Evangelios. No sería el primer autor al que leo que considera la institución de la esclavitud como un avance civilizatorio, significando que a los enemigos a partir de entonces ya no se les exterminó si mas. Otra cosa sería discutir si la esclavitud es justa cuando el contexto permite otras soluciones. Pero hay que ser cuidadoso con estas cuestiones, porque por los mismos motivos podríamos concluir que las penas de prisión son injustas en si mismas.
-------------------------------
Tamayo
Pero la cuestión es que a lo largo de la historia se ha demostrado, que la forma en que hay más posibilidades de que coincidan la ley y la justicia es elaborar leyes según un sistema democrático.
-------------------------------
En absoluto. Platón, por ejemplo, no era de esa opinión. Aristóteles tampoco. Ahora estamos bajo un régimen democrático y la coincidencia entre la ley y la justicia se da en inferior medida respecto al régimen anteriormente existente. Bajo regímenes democráticos Inglaterra cometió verdaderos genocidios en sus colonias, por poner un caso.
---------------------------------
Tamayo
El franquismo era mayoritario... mientras vivió Franco.
Un par de años después de su muerte, no dos décadas sino solamente dos años después, Fuerza Nueva de Blas Piñar sacó un diputado de 350.
-------------------------------
El caso de Fuerza Nueva es extraño y mas de una persona se quedó desde entonces con la mosca detrás de la oreja.
---------------------------------
Tamayo
eso indica que las "inquebrantables adhesiones" entre 1936-75, eran por miedo o conveniencia, porque antes y después los falangistas de verdad cabían en una cabina de teléfono.
--------------------------------
Hasta hay una novela de Vizcaíno Casas sobre ello: De camisa vieja a chaqueta nueva. La gente es así, cambia de chaqueta con facilidad. Ni si quiera hace falta que cambie el régimen político, solo hace falta observar un poco y esperar para ver a los que hoy dicen una cosa decir mañana exactamente la contraria. Y en ambos casos con exactamente la misma contundencia y el mismo dedo acusador. En cualqueir caso, lo de "inquebrantable" lo añade usted para darle dramatismo.
--------------------------------------
Tamayo
Y la realidad es que el catolicismo del pueblo español era más burocrático que auténtico. [...] Pero los mismos que saludaban brazo en alto en la plaza de Oriente, y llevaban pancartas como "Hoyo de Manzanares con su Caudillo", menos de veinte años después se habían divorciado.
---------------------------------------
Creo que no había tanto brazo levantado, eso es mas de película española progre, pero es posible que la realidad sea esa. Existen estudios de carácter sociológico que calculan que el porcentaje de personas que desarrollan un verdadero espíritu crítico no llegaría al 30%.
Es mejor que la gente se deje arrastrar por el pensamiento hegemónico cuando este responde a criterios de justicia y principios cristianos, en vez de a la vorágine postmoderna. ¿No opina usted así?
¿Y entonces por qué ahora parecería escandaloso que un cristiano poseyera esclavos?.¿Acaso cambia la interpretación de lo que leemos en la Biblia? ¿Depende de los cambios sociales? ¡Qué interesante!.
Realmente en los Evangelios lo que tenemos son parábolas donde Jesús menciona a los esclavos, cosa normal porque refleja la sociedad de la época, igual que habla de prostitutas y publicanos que irán al Cielo antes que otros y eso no significa que Jesús aprobara la prostitución.
En cualquier caso sí es cierto que Pedro y Pablo en sus cartas admiten la esclavitud como una institución normal y los cristianos basándose en eso pudieron tener esclavos hasta el s.XIX.
Doce millones de desgraciados cargados de cadenas fueron llevados en barco al continente americano, muriendo un millón por el camino, algo que "no podía ser injusto porque hasta viene en los Evangelios".
Pero entonces ya no hablamos de ley natural sino de la doctrina cristiana, que es otra cosa., aunque queráis hacerlas iguales.
Porque según la ley natural existen derechos inherentes a la persona, como la vida y la libertad, derechos que Biblia en mano se han negado en determinados momentos y circunstancias: inquisición, esclavitud, guerras santas.
Así que la oposición al aborto aunque se quiera revestir de ética, responde solamente a un prejuicio religioso, porque cuando han chocado la doctrina y la ley natural la primera ha prevalecido.
La religión católica defiende la vida. Usted no, como queda claro cuando afirma que la oposición al aborto es un prejuicio religioso.
La oposición al aborto responde a que es un crimen abominable. El aborto es el asesinato de una persona humana.
Para empezar cuando hablamos de Imperio Romano nos solemos referir a la parte occidental,
(Roma) olvidando que también había un Imperio oriental (Bizancio-Constantinopla).
Fueron muchos factores los que hicieron caer a Roma: crisis económicas, continuos golpes de estado de la guardia pretoriana, guerras civiles, invasiones bárbaras, desafección de la parte oriental que era la más rica.
También era cristiano el Imperio de Oriente y sobrevivió mil años más hasta la conquista Otomana. Y en Constantinopla tenían esclavos.
También tuvieron esclavos los carolingios, el Sacro Imperio Romano Germánico, además de siervos de la gleba.
Y en la Edad Moderna con la conquista de América la esclavitud alcanzó proporciones industriales.
Lo que san Pablo escribió sobre esclavitud no es necesario manipularlo, pues es bien claro en las epístolas a Efesios y Colosenses.
Igual que san Pedro en su primera epístola.
__________________________________
Pedro L. Llera
Cristo es persona divina: no humana. De hecho, la Santísima Trinidad, en que creemos, son tres personas distintas (divinas, obviamente) y un solo Dios verdadero.
Cuando hablamos de "personas", así, sin adjetivos, nos referimos a los simples mortales, no a Dios. Si hablamos de la Santísima Trinidad habrá que especificar "persona de la Santísima Trinidad".
Y si no me equivoco, Cristo es Dios verdadero y hombre verdadero. Las dos cosas.
Pero bueno, para usted la perra gorda.
Dejar un comentario