Apliquemos la piedad de las santas plegarias
¡Salve!, Estrella de los mares,
de los mares iris, de eterna ventura.
¡Salve!, ¡oh, Fénix de hermosura!
Madre del Divino Amor.
De tu pueblo, a los pesares
tu clemencia dé consuelo.
Fervoroso llegue al cielo
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.
¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares.
¡Salve!, Estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo,
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.
¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares,
Estrella de los mares,
¡Salve!, ¡salve!, ¡salve!, ¡salve!.
San Próspero de Aquitania (ca. 390-ca. 455) (epigr. 112) escribía lo siguiente:
«Así a los depravados y cargados con mucha mole de vicios hay que aplicarles la piedad de las santas plegarias, para que, en tanto que es posible cambiar los corazones de los malos, aborrezca los extravíos de la noche el amor a la luz».
«Y a los convertidos dé una mente nueva la gracia de Cristo, con cuya justificación se hacen los hombres buenos».
(citas tomadas del artículo de Jesús Luque Moreno, Cuerpos y almas, en ABC).
Recemos a la Santísima Virgen del Carmen para que por su intercesión, se conviertan los corazones depravados, mientras sea posible cambiar sus corazones malos (antes de que sea demasiado tarde), para que aborrezcan los extravíos de la oscuridad del pecado por el amor a la Luz. Que Cristo les conceda la gracia de una mente nueva, con cuya justificación se hagan hombres buenos y santos.
Que aborrezcamos el pecado y vivamos unidos a Cristo en comunión con todos los santos de la Iglesia Triunfante del Cielo.
Dios nos pedirá cuentas a todos. “Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida". (II Cor. 5, 6-10).
Que llegue al cielo nuestro clamor y la Santísima Virgen del Carmen nos consuele ante tantos pesares como nos afligen.
Apliquemos la piedad de las santas plegarias por el Papa y recemos también por los obispos y por la Santa Iglesia de Dios. Y que la Virgen del Carmen nos proteja bajo su manto en estos tiempos tan llenos de pesares.
Por su indudable actualidad, les enlazo el artículo que publiqué hace poco y que se titulaba Dos Iglesias.
9 comentarios
Todo lo que ha ocurrido durante estos últimos años, así como lo que ocurre actualmente, y lo que ocurrirá en un futuro próximo, no apuntan a nada bueno (tanto a nivel eclesial como extraeclesial).
Que Nuestra Madre Celestial interceda por todos nosotros ante Dios nuestro Señor Padre,Hijo y Espíritu Santo..
Ellos, entonces, poseen los templos. Vosotros, en cambio, la tradición de la Fe apostólica. Ellos, consolidados en esos lugares, están en realidad al margen de la verdadera Fe, en cambio vosotros, que estáis excluidos de los templos, permanecéis dentro de esa Fe. Confrontemos pues qué cosa sea más importante, el templo o la Fe, y resultará evidente desde luego, que es más importante la verdadera Fe. Por tanto, ¿quién ha perdido más, o quién posee más, el que retiene un lugar, o el que retiene la Fe? El lugar ciertamente es bueno, supuesto que allí se predique la Fe de los Apóstoles, es santo, si allí habita el Santo.
Vosotros sois los dichosos que por la Fe permanecéis dentro de la Iglesia, descansáis en los fundamentos de la Fe, y gozáis de la totalidad de la Fe, que permanece inconfusa. Por tradición apostólica ha llegado hasta vosotros, y muy frecuentemente un odio nefasto ha querido desplazarla, pero no ha podido; al contrario, esos mismos contenidos de la Fe que ellos han querido desplazar, los han destruido a ellos
La neoconia nunca podra entender,,va contra natura aunque se hagan pasar por tradicionales, que sin la resistencia de la FSSPX, hoy no habria ni misa tradicional ni FSSP, CRSS, ni Buen Pastor ni nada tradicional.
No se trataba de cambiar de rito, ha habido ritos sublimes y ortodoxos, se trataba de cambiar la lex credendi mediante un rito modernista y copiado de los protestantes, una misa modernista que cambiaba la fe de las ovejas. Y eso ni el papa ni la Iglesia tenian autoridad para hacerlo, extirpando la misa eterna. Hablamos de la suprema caridad para con las ovejas, a las que se mando a la apostasia como nunca antes habia sucedido en la Iglesia (alguno saldra echando la culpa al nominalismo de hace siglos).
Otros se curtieron en la batalla mucho mas que nosotros. Ahora la guerra la tienen perdida, la Tradicion florece imparable, y la nueva iglesia esta en las ultimas, y no lo pueden soportar.
Mas duro lo tienen algunos santos sacerdotes y seminaristas.
No lo podemos tener todo - la fe verdadera, la misa eterna, el rosario, la Virgen del Carmen - y que el Enemigo nos deje tranquilos en su propio territorio. A descansar al cielo, mientras a sonreir, por pundonor hispano del soldado que se sabe invencible por las armas de Dios.
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por nuestros pecados
y los del mundo entero.
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