Sobre Judas Iscariote, L'Osservatore Romano y el Pecado Mortal
Dicen los evangelios que “de lo que rebosa el corazón, habla la boca". Así que es normal que el traidor justifique la traición y que quienes pretenden vender la Iglesia a los poderes de este mundo recomienden leer la obra de Robert Hugh Benson, Señor del Mundo. Así sabemos a qué atenernos.
No debe sorprendernos que quienes traicionan a Cristo elogien a quien lo traicionó: se identifican mucho con él. Por lo visto era el caso de don Primo Mazzolari, el párroco de Bozzolo, que al parecer en 1958 predicó una homilía en el Jueves Santo justificando a Judas Iscariote. Y todo ello no lo habríamos llegado a saber si L’Osservatore Romano no nos lo hubiera contado el pasado Jueves Santo.
«Pobre Judas —comenzó el sacerdote. Yo no sé qué le habrá pasado en el alma. Es uno de los personajes más misteriosos que encontramos en la Pasión del Señor. Tampoco trataré de explicarlo, me conformo con pedirles un poco de piedad por nuestro pobre hermano Judas. No se avergüencen de asumir esta fraternidad. Yo no me avergüenzo, porque sé cuántas veces he traicionado al Señor; y creo que ninguno de ustedes debería avergonzarse de él. Y al llamarlo hermano, nosotros usamos el lenguaje del señor. Cuando recibió el beso de la traición, en el Getsemaní, el Señor le respondió con esas palabras que no debemos olvidar: ‘¡Amigo, con un beso traicionada Hijo del hombre!’».
«¡Amigo! Esta palabra —continuó Mazzolari— nos indica la infinita ternura de la caridad del Señor, también nos hace comprender por qué yo en este momento lo he llamado hermano. Dijo en el Cenáculo, no les llamaré siervos, sino amigos. Los Apóstoles se convirtieron en los amigos del Señor: buenos o no, generosos o no, fieles o no, siempre serán los amigos. Nosotros podemos traicionar la amistad de Cristo, Cristo nunca nos traiciona, nunca traiciona a sus amigos; incluso cuando no lo merecemos, incluso cuando nos rebelamos contra Él, incluso cuando lo negamos, ante sus ojos y su corazón, nosotros seremos siempre amigos del Señor. Judas es un amigo del Señor incluso en el momento en el que, besándolo, consumaba la traición del Maestro».
El buen cura se olvidaba de que quien muere en pecado mortal se condena a las penas del infierno; que, quien traiciona a Cristo, quien se rebela contra Dios, es hijo de Satanás; que quien no cumple la voluntad de Dios peca y se condena, si no se arrepiente y se confiesa. Así lo explica Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia:
“No hay tinieblas más tenebrosas, ni cosa más obscura y negra que no lo esté mucho más el alma en pecado mortal… Ninguna cosa le aprovecha, y de aquí viene que todas las buenas obras que hiciere, estando así en pecado mortal, son de ningún fruto para alcanzar gloria… Yo sé de una persona (habla de sí misma) a quien quiso Nuestro Señor mostrar cómo quedaba un alma cuando pecaba mortalmente. Dice aquella persona que le parece, si lo entendiesen, no sería posible ninguno pecar, aunque se pusiese a mayores trabajos que se pueden pensar por huir de las ocasiones… ¡Oh almas redimidas por la sangre de Jesucristo! ¡Entendeos y habed lástima de vosotras! ¿Cómo es posible que entendiendo esto no procuráis quitar esta pez de este cristal? Mirad que, si se os acaba la vida, jamás tornaréis a gozar de esta luz. ¡Oh Jesús! ¡Qué es ver a un alma apartado de ella! ¡Cuáles quedan los pobres aposentos del castillo! ¡Qué turbados andan los sentidos, que es la gente que vive en ellos! Y las potencias, que son los alcaides y mayordomos y maestrales, ¡con qué ceguedad, con qué mal gobierno! En fin, como a donde está plantado el árbol, que es el demonio, ¿qué fruto puede dar? Oí una vez a un hombre espiritual que no se espantaba de cosas que hiciese uno que está en pecado mortal, sino lo que no hacía. Dios por su misericordia nos libre de tan gran mal, que no hay cosa mientras vivimos que merezca este nombre de mal, sino esta, pues acarrea males eternos para sin fin“. (Moradas primeras II, tomado de Teología de la Perfección Cristiana, Royo Marín, Antonio, página 293)).
Y explica Fr. Antonio Royo Marín (Teología de la Perfección Cristiana, página 293):
El pecado mortal debe ser un mal gravísimo cuando Dios lo castiga tan horriblemente. Porque, teniendo en cuenta que es infinitamente justo, y por serlo no puede castigar a nadie más de lo que se merece, y que es infinitamente misericordioso, y por serlo castiga siempre a los culpables menos de lo que merecen, sabemos ciertamente que por un solo pecado mortal:
a) Los ángeles rebeldes se convirtieron en horribles demonios para toda la eternidad.
b) Arrojó del paraíso a nuestros primeros padres y sumergió a la humanidad en un mar de lágrimas, enfermedades, desolaciones y muertes.
c) Mantendrá por toda la eternidad el fuego del infierno en castigo de los culpables a quienes la muerte sorprendió en pecado mortal. Es de fe.
d) Jesucristo, el Hijo muy amado, en el que tenía el Padre puestas sus complacencias (Mt. 17,5), cuando quiso salir fiador por el hombre culpable, hubo de sufrir los terribles tormentos de su pasión y, sobre todo, experimentar sobre sí mismo - en cuanto representante de la humanidad pecadora - la indignación de la divina justicia, hasta el punto de hacerle exclamar en medio de un incomprensible dolor: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” (Mt. 27, 46).
El pecado mortal es el infierno en potencia y te convierte en esclavo de Satanás. Mejor morir que cometer un solo pecado mortal. Que Dios nos ayude con su gracia a vivir en Cristo porque:
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Juan 11:25-26
Judas tuvo un encuentro íntimo y personal con Cristo. Fue su compañero y amigo pero lo traicionó. Y se suicidó. Las experiencias de encuentro personal con el Señor no garantizan la fe. Muchos conocieron a Cristo durante su vida en este mundo y no creyeron en Él. Por eso lo clavaron en la cruz. Igualmente, hoy hay muchos que lo conocen y tienen experiencias de encuentro con Él y no creen. Y hay quienes siedo sucesores de los apóstoles del Señor por su ordenación sacerdotal o episcopal siguen traicionando al Señor. Más les valdría no haber nacido.
¡Ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido. (Mt. 26, 24).
Hay quien peca por fragilidad. Hay quien peca por ignorancia. Hay quien peca por indiferencia. Pero los peores son quiene pecan por malicia. Son los blafemos que odian a Dios. Dice el citado Royo Marín:
“Acaso empezaron siendo buenos cristianos, pero fueron resbalando poco a poco; sus malas pasiones, cada vez más satisfechas, adquirieron proporciones gigantescas, y llegó un momento en que se consideraron definitivamente fracasados. Ya en brazos de la desesperación, vino poco después, como una consecuencia inevitable, la defección y la apostasía. Rotas las últimas barreras que les detenían al borde del precipicio, se lanzaron, por una especie de venganza contra Dios y su propia conciencia, a toda clase de crímenes y desórdenes. Atacan fieramente a la religión - de la que acaso habían sido sus ministros -, combaten a la Iglesia, odian a los buenos… Es el caso de Juliano el Apóstata, Lutero, Calvino, Voltaire y tantos otros menos conocidos, pero no menos culpables, que han pasado su vida pecando contra la luz con obstinación satánica, con odio refinado a Dios y a todo lo santo. Diríase que son como una encarnación del mismo Satanás.”
¿Se les vienen a la cabeza más nombres de herejes y apóstatas hodiernos? A mí se me vienen unos cuantos. Quienes hoy atacan y pervierten la sana doctrina; quienes hoy impugnan y atacan la moral católica y la Ley de Dios; quienes hoy degradan y mancillan la liturgia, no son solo ni principalmente los que están fuera de la Iglesia, sino que muchos y yo diría que los peores, están dentro de ella, como humo de Satanás que trata de asfixiarnos con su hedionda pestilencia a azufre.
Quienes, teniendo el deber de preservar el depósito de la fe, se callan ante las herejías y promueven por acción o por omisión, la apostasía o el cisma, más les valdría no haber nacido. Quienes, teniendo que ser ejemplo de castidad y de santidad, se regodean en la fornicación y abusan y se acuestan con niños y jóvenes, más les valdría no haber nacido. Quienes, teniendo la obligación de celebrar la liturgia con santidad, pervierten y degradan el santísimo sacramento del altar y ponen al hombre como centro, privando a Dios de la preeminencia y de la gloria que se le debe rendir, más les valdría no haber nacido.
Termino con un clásico: el Catecismo del P. Astete. Vean qué claro explica lo del Infierno:
P.: ¿Cuándo vendrá a juzgar los vivos y los muertos?
R: Al fin del mundo.
P.:¿Y entonces han de resucitar todos los muertos?
R: Sí, Padre, con los mismos cuerpos y almas que tuvieron.
P.: Y antes del fin del mundo, ¿serán los hombres juzgados?
R: Si, Padre, a todos al fin de su vida juzgará y sentenciará el Señor: a los buenos a gozar eternamente de Dios en la gloria; y a los malos a padecer eternos tormentos en el Infierno.
Judas es un ejemplo de traidor: no de santidad. Déjense de falsas doctrinas, arrepiéntense y conviértanse a Cristo. Y como diría Serrat, “niño, deja ya de joder con la pelota". Que se apliquen el cuento los de L’Osservatore Romano.
En la Divina Comedia, Dante sitúa a Judas en el noveno círculo, en lo más profundo del Infierno, donde están los traidores. Les pongo aquí el gráfico:
Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate
80 comentarios
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La vida inútil de Pito Perez es una novela picaresca mexicana del siglo pasado, de un borrachín holgazán, que algún momento lanza la frase "Pobrecito del diablo, que lástima le tengo".
Después de haber leído el sermón de don Primo Mazzolari, me temo que solo falta que algún sacerdote se exprese pidiendo piedad y comprensión a Lucifer tal como lo hace el personaje de la conocida novela de Romero.
Me pregunto si don Primo sería masón, ellos hablan de Lucifer como un ente positivo y portador de luz. Así que Judas Iscariote debe haber sido también algún tipo de iluminado.
Con la introducción , solo con ella;queda todo aclarado.
Gracias.Excelente artículo lleno de obviedades todas ellas por desgracia, olvidadas por muchos, o mejor dicho por casi todos.
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Pedro L. Llera
Abandone cualquier esperanza de que le publique ningún comentario más en mi blog. Hace usted el papel de demonio estupendamente y con el demonio no se dialoga. Vade retro!
Conversión y penitencia. Le deseo salud de cuerpo y alma. Vaya con Dios... O con el Demonio... Allá usted.
Tan bueno su prólogo y sus primeras 2/3 partes como decepcionante su final. De saber que iba a terminar así, me leia algún comentario del Apocalipsis 12 en lugar de la obra de Benson.
Muy sobrevalorada como novela.
Además me parece una acusación de traición supremamente temeraria a un sacerdote que además dijo eso no con intención de elogiar a judas, sino con la intención de constatar que Dios murió por los pecadores, incluso por aquellos que le rechazaron de forma terrible, y rechaza nuestro pecado pero su amor es infinitamente mayor y desea salvar incluso a alguien como Judas.
Para terminar me gustaría ponerle una cita de los pensamientos de Don José Rivera, venerable y muy querido por el padre Iraburu por ejemplo. Espero que sepa quien es. Se la pongo porque siguiendo su lógica podría pensarse que es un traidor de Cristo como usted dice. La cita es sus pensamientos, del tomo primero "Testigo de la realidad", acerca de la redención. Puede buscarlo y comprobarlo, si quiere. Dice así:
"Vender a Cristo, sin quitarle gravedad al gravísimo pecado era algo establecido por el Padre para la redención del mismo Judas".
u otra frase suya sobre la universalidad salvífica.
"He adelantado, no poco en la conciencia de la universidad de la redención, lo que redunda en la visión de Cristo como el magnifico salvador, el amante ilimitado".
Le recomiendo el libro, quizá le ayude
Lo dicho una cosa es fidelidad a la verdad, otra faltar a la caridad y el juicio temerario.
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Pedro L. Llera
Mal empieza usted con el "mucho cuidado con sus artículos"... Mal empezamos. Ese tonillo amenazante es propio de un clericalismo mal digerido. Pero ese es su problema. ¿Qué va usted a hacer? ¿Condenarme a las penas del infierno porque no le gustan mis artículos? ¡Anda ya...! Ni usted ni cien como usted me dan el más mínimo miedo. Así que no vaya por ahí: da en roca. Soy asturiano y tengo malas pulgas.
Lo de la condenación de Lutero o de Calvino no lo digo yo: lo tomo de Royo Marín, que es un reputado teólogo, y pongo la cita. Si no le gusta, es su problema. El libro está aprobado por la Iglesia.
En cuanto a lo que digo del sacerdote - no sé si es que usted no sabe leer o me lee con cierta animadversión (recuerde lo de estar más próximo a salvar la proposición del prójimo que a condenarla) - en ningún momento le llamo traidor. Eso se lo llamo a Judas. Solo digo que ese sacerdote se olvida de las consecuencias del pecado mortal, que después expongo.
Por último, eso de que todos se salvan, la universalidad salvífica, es un invento de herejes, se llamen como se llamen, porque ese concepto va contra la verdad revelada y contra los dogmas de la Iglesia. Faltaría a la caridad si faltara a la verdad. Por cierto, me da caña a mí e indirectamente a Fr. Antonio Royo Marín: eso sí, sin citarlo abiertamente, porque ustedes cobardean en tablas como los malos toros y no tienen lo que hay que tener para atreverse a ir contra un teólogo de la talla del dominico. Pero también constato que se guarda mucho de enmendarle la plana a Santa Teresa... Claro... Es que es doctora de la Iglesia y ahí no nos atrevemos ni a tocarle un pelo ni una coma, ¿verdad, padre?
No todos se salvan. Podría poner muchas citas. Por ejemplo, la cita del juicio final de Mateo 25,31-46:
31 Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, entonces se sentará en el trono de su gloria; 32 y serán reunidas delante de Él todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí». 37 Entonces los justos le responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?». 40 Respondiendo el Rey, les dirá: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis». 41 Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis». 44 Entonces ellos también responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?». 45 Él entonces les responderá, diciendo: «En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de estos, tampoco a mí lo hicisteis». 46 Y estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.
A ver si va a resultar que es usted más caritativo que Nuestro Señor Jesucristo:
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”
Él respondió: “Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: «Señor, ábrenos». Y Él les responderá: «No sé de dónde son ustedes».
Entonces comenzarán a decir: «Hemos comido y bebido contigo, y Tú enseñaste en nuestras plazas». Pero Él les dirá: «No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!”
Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.
Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos”.
Lc. 13, 22-30
"Andrés": quédese con el mensaje final. Conversión, penitencia, santidad... Lo importante es vivir y morir en gracia de Dios para llegar al final de nuestra vida al fin para el que hemos sido creados: a Dios, al cielo. Aborrezcamos el pecado y tengamos temor de Dios, que falta nos hace. Y menos mensajes amenazantes.
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Pedro L. Llera
Efectivamente. Solo Dios lo sabe. Pero quien muere en pecado mortal, se condena. Eso es doctrina católica.
Dante, en su Divina Comedia, sitúa a Judas en el infierno, como traidor:
El que
está más torturado —señaló
el Vate— es Judas lscariote, que
entró la cabeza en la boca de
Satanás, en tanto el cuerpo se
retuerce fuera.
Yo no digo nada. Pero si tuviera que tomar partido, lo tomaría por Dante. Y fíjese que pongo todo en condicional. ¿Quién soy yo para condenar a nadie? Eso es cosa de Dios.
Pero si no se condenó Judas, ¿por qué el Señor dijo que habría sido mejor que no hubiera nacido? Dele usted una vuelta a la frase... Yo no estaría muy tranquilo respecto a mi salvación eterna si Cristo dijera eso de mí.
Pero vamos al comentario.
Si comparamos a Pedro y a Judas Iscariote sabemos que existe una gran diferencia, y ese sacerdote no la tuvo en cuenta.
Mientras que Pedro se arrepintió después de las tres negaciones, Judas, sabiendo que actuó mal, en lugar de pedir perdón, se suicidó, desobedeciendo al segundo mandamiento que dice: "Amarás a Dios como a ti mismo".
El suicidio es un gran pecado, porque es Dios quien tiene la potestad de dar o quitarle la vida al hombre.
Y siento muchísima indignación recordar que una persona a la que no deseo nombrar, dijo eso o palabras parecidas a las de ese sacerdote italiano.
Y todos la leyeron en los diarios. No sé exactamente en qué año fue, pero sí sé que sucedió hace muy poco tiempo.
Pero no llame la atención si en algún momento lo canonizan "al pobre hermano Judas".
Por supuesto que con el tema que se está tratando, no tiene nada que ver.
Me preocupa lo que dice al final de la biografía de este sacerdote: quieren canonizarlo.
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Pedro L. Llera
Tentado estoy de contestarle respecto a una hipotética relación de la Democracia Cristian y Judas. Pero no voy a caer en esa tentación. Sería una maldad imperdonable.
¡Pues caeré yo! Aunque la relación no es difícil. Que lo que hizo Judas no fue otra cosa que vender a Jesús para que acabase juzgado por las masas para su crucifixión... Vamos, lo mismo que la «democracia cristiana» con la cristiandad. Y claro, el final es el mismo: suicidio.
Judas.... traidor y suicida
Sí, el paralelismo es evidente. Muy evidente.
1º Royo Marín no es dogma de la iglesia, sus libros están aprobados, pero eso no significa que todo lo que ponga es dogma y eso usted lo sabe.
2º La iglesia canoniza pero no puede saber con seguridad 100% quien esta en el infierno o no.
3º En ningún momento he negado, cosa que usted dice que yo he hecho, que exista el infierno y que la gente pueda condenarse. Lo que digo es que debe causarnos una cierta angustia, y a la vez un deseo tremendo de interceder por la salvación del mundo entero. Santa Catalina de Siena decía estar dispuesta a entrar la última en el cielo con tal de salvar hasta el último de los pecadores.
Le hablo según dice usted con tono amenazante porque usted habla en tono amenazante. Aún así lo digo de corazón, jobar deseo que la gente se salve, le deseo el bien a usted, aunque no pueda estar de acuerdo con ciertas cosas que dice y creo que tengo derecho a reprocharlo.
De corazón le deseo la paz del resucitado, rezo por usted, y de verdad espero y se que usted hará lo mismo por mí.
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Pedro L. Llera
Royo Marín es uno de los mejores teólogos tomistas de los últimos años. Yo me fío más de él que de Hans Küng o que de Leonardo Boff.
Que nadie puede saber quién está en el infierno con seguridad, también es verdad. Aunque si alguien muere excomulgado por la Iglesia, tiene muchas papeletas, ¿no cree usted? Tantas como que un santo canonizado esté en el cielo, ¿no le parece? O es que impugna usted las palabras del Señor: "a quien le perdonéis los pecados, les quedan perdonados y a quienes se los retengáis les quedan retenidos"?
"¡Jopé!", yo también quiero que todos se salven, por eso escribo llamando a la penitencia y a la conversión. ¿O cree usted que es mejor predicar que no pasa nada y que aquí se salva todo el mundo viva como viva o haga lo que haga? Esté usted de acuerdo o no, hay cielo y hay infierno y hay justos que se salvan y otros que se condenan. Y nadie tiene la certeza ni la seguridad de salvarse.
"Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien."
1 Pedro 4:17-19
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Pedro L. Llera
Que Dios quiere que todos se salven es obvio y es doctrina católica. Para eso se hizo hombre y para eso murió en la cruz.
Pero que hay quien se condena también es doctrina católica. Hay infierno y hay condenación. Si no, Cristo habría mentido, porque Él mismo lo afirma y más de una vez. Los evangelios están llenos de referencias al infierno. Y uno se condena cuando peca mortalmente y no se arrepiente ni se confiesa. Lo dice Santa Teresa en la cita que puse en el post. Las vírgenes necias que no están preparadas cuando llega el Esposo ni tienen aceite... Ya sabe...
si no lo vuelvo a escribir reviento: los modernistas son capaces de justificar la traición de Judas, pero eso si, generalmente afirman como dogma de fe que Hitler se condenó y está en el infierno. Ya lo he mencionado en otros blogs.
"Pobre Adolfito, el infierno tan grande y él tan solito".
Haga la prueba con el primer modernista que vea mañana y me comenta.
Muchas veces he escuchado anunciar esta cita con el énfasis de "será justicia". Nada más alejado de la realidad.
Es una expresión nacida del profundo dolor del Maestro por esa alma amada que obstinadamente se perdía. "No he perdido a ninguno de los que me has dado, salvo el hijo de la perdición"
¡Cuánto persiguió el Señor a Judas con las muestras más exquisitas de su incondicional amor!
Era Judas un pecador con una especial malicia? No lo sabemos. Las videncias de una Santa aseguran que era impuro y orgulloso. Y el evangelio lo describe como ladrón.
Pero lo que parece cierto es que su pecado mayor fue el de la desconfianza en la Misericordia omnipotente de Dios. Este es el pecado que más dolor causa al dulcisimo Corazón de Jesús.
Es el pecado que hace al alma impermeable a la acción salvífica de Cristo, y que la sumerge en la espantosa desesperación, que es como un pregusto del infierno.
No fue el pecado de traición lo terrible en este drama. Pedro en su segundo discurso de predicación dirá de los que tramaron la muerte del Señor "que obraron por ignorancia". Y que nadie se ilusione: todos los que hemos pecado hemos traicionado también a Cristo.
No. Lo verdaderamente terrible es como Judas, habiendo sido elegido como amigo, no comprendió finalmente el amor de nuestro Redentor, cómo se rebeló contra su designio de Misericordia juzgándola de debilidad, como no quiso humilde y confiadamente ser amado.
Que Dios Misericordioso nos libre de esta raíz del mal, que es la desconfianza en nuestro Padre.
Y esto también necesitamos urgentemente predicarlo a la humanidad!
Bendiciones!
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Pedro L. Llera
Efectivamente. Completamente de acuerdo. Todos los que hemos pecado hemos traicionado al Señor. Todos somos pecadores porque pecadores nos parió nuestra madre. El pecado siempre es traición a Dios y a los hermanos.
Pidámosle al Señor la gracia para que vivamos siendo luz en medio de tantas tinieblas; para que Dios nos libre del mal, del pecado, del Maligno; para que cumplamos siempre su santísima voluntad y no la nuestra; para que el Señor nos lleve de la mano hacia la patria celestial.
2. Ningún teólogo es infalible y no tiene derecho a llamarse católico si se desvía de la santa tradición dogmática.
3. En Fátima, la Stma. Virgen María, resucitada en cuerpo y alma nos refresca la santa Tradición de los Apóstoles a través de unos pastorcillos iletrados con una visión del infierno y una oración: "Oh Jesús mío perdónanos, salva a todas las almas del infierno, especialmente las más necesitadas."
4. El infierno no está vacío: están Satanás y sus demonios, y en Fátima se nos recuerda que caen los hombres como lluvia de nieve. El mismo Logos de Dios nos lo dice con la parábola del rico epulón y el pobre Lázaro, y en multitud de ocasiones. Con Judas Iscariote también, por lo que no debemos seguir la línea de la traición ni la línea de perdición que nos enseña el Maestro celestial y Sus Apóstoles.
5. El impenitente lo es porque quiere, desea seguir pecando. Y quien quiere seguir pecando rechaza a Cristo, no es su amigo, no hay ningún honor en la traición ni gloria alguna en acordarse sólo de Su misericordia sin justicia divina en lo viejo del hombre.
6. Pero —dirás— Dios es la misma misericordia. He aquí el tercer engaño, tan común en los pecadores, y que tantos conduce al infierno. Escribe un docto autor que la misericordia de Dios precipita más almas en el infierno que su justicia; porque los pecadores, fiados temerariamente de la misericordia, no dejan de pecar y se condenan. Que Dios sea todo misericordia ¿quién lo niega? Esto no obstante, ¡a cuántos arroja cada día en el infierno! Es misericordioso, pero también es justo, y su justicia le obliga a castigar al que le ofende. El Señor usa de su misericordia, pero ¿con quiénes? Con los que le temen. “Se levanta su bondad sobre los que lo temen”, dice David; y añade: “Siente el Señor ternura por los que lo temen” (Sal 103 [102], 11-13).Pero los que le menosprecian y abusan de su misericordia, para más ofenderle, estos tales que esperen el golpe de su justicia. Y con razón; Dios perdona el pecado, pero no puede perdonar la voluntad de pecar.
7. A los del Observatorio Romano y demás les vendría bien la lectura del sermón de san Juan Crisóstomo sobre la traición de Judas: "Así pues, nadie se acerque con disimulo, nadie repleto de maldad, nadie con el pensamiento lleno de pecados, a fin de que no se haga participante para su condenación. Porque, en aquel otro tiempo, en cuanto Judas recibió la oblación, el diablo se apoderó de él, no precisamente burlándose del cuerpo de Cristo, sino burlándose de Judas por su impudencia. Y esto, para que conozcas que de aquellos, sobre todo, que participan indignamente de los sagrados misterios, con frecuencia se apodera el demonio; y se les mete, como entonces aconteció a Judas. Porque los honores ayudan a quienes son dignos de ellos; pero a quienes indignamente los disfrutan a ésos los arrojan a mayores suplicios."
https://exurgedomine.wordpress.com/2012/01/27/sermon-de-san-juan-crusostomo-sobre-la-traicion-de-judas/
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Pedro L. Llera
Muy de acuerdo con usted. Que la Virgen María, asunta al cielo en cuerpo y alma, nos proteja de nuestros enemigos y nos ampare ahora y en la hora de nuestra muerte.
Cuando no sabemos lo que pasó después de una acción mala no sabemos tampoco el destino del alma del pecador, en el caso de San Pedro sabemos cuál fue su destino final, en el caso de María Magdalena sabemos que desafió a las autoridades estando al pie de la Cruz. Lo que sabemos de Judas no es muy halagüeño y es lógico que Dante lo colocara en el Infierno porque si no ¿cómo podría escribir sobre él?
La "Comedia" de Dante siempre ha sido una obra aceptada por la Iglesia, si el especular sobre quién puede estar en el Infierno fuera pecado esta obra debería haber estado en el famoso Índice, y no me consta que fuera así.
Por otro lado no se a cuento de que me sacan a Leonardo Boff o Hans Kung cuando no he hablado de ellos en ningún momento. En fin tampoco quiero discutir mucho más, solo diré que junto a su cita conversión, penitencia, temor de Dios, rechazo del pecado, podría añadir el clásico amar al pecador como Cristo lo ama.
No quiero decir más porque me da que tampoco parece que podamos llegar a acuerdo, de todas formas digo lo que quiero afirmar y que no.
El pecado es algo grave no una broma, pero que el peso de la fe lo tiene la redención y la misericordia. Incluso ante los mayores crímenes hay esperanza de redención, y si bien hay que denunciar el pecado, mayor deber hay de anunciar la redención de Cristo que me amo y se entrego por mí. Creo que si no se predican las dos cosas al mismo tiempo, con el acento en la redención, se cae en ese mal temor que denuncia San Juan. Temor que paraliza y destruye.
Por último me duele profundamente que se me diga que manipulo a José Rivera, no es mi intención, y creo que mi mensaje esta en profunda sintonía con el.
En fin el pecado es gravísimo, la gracia nos hacer reconocerlo y dolernos por ello, pero también nos da la profunda esperanza certeza y alegría de que Dios se compromete con nuestra salvación, y que la desea con un mayor ansía que nosotros, y que su angustia en Getsemaní es precisamente porque podemos perdernos.
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Pedro L. Llera
Vamos a encomendarnos a san José de Cupertino, padre. Le mento a Küng y a Boff, no porque usted los haya citado, sino para justificar que prefiera a Royo Marín antes que a otros teólogos - como los citados - que me ofrecen menos confianza en cuanto a su ortodoxia.
En cuanto al amor al pecador y al rechazo del pecado, estaremos siempre de acuerdo y si yo hago llamadas a la conversión y a la penitencia es precisamente por caridad. La caridad y la verdad van de la mano, porque en última instancia la Caridad y la Verdad son Cristo. ¿Hay mayor caridad que preocuparse por la salvación de las almas y que no se condenen por el pecado? Lo que pasa es que son ustedes blanditos y hablar del infierno y de condenación les espanta porque no lo consideran ustedes "pastoral". Ya no hay que hablar de condenación ni de infierno, porque eso da miedo. Pero lo que da miedo es la cantidad de almas que se condenan por no advertirles de las penas del infierno. Recuerde al rico Epulón. Ustedes se creen más misericordiosos que Dios mismo y de buena gana suprimirían el infierno y la condenación de raíz. De hecho han eliminado el tema de sus homilías y ya es un tópico en los funerales escuchar al cura canonizar al difunto que ya está en el cielo seguro, seguro. Y sin necesidad de justificar ningún milagro.
Por último, escuchábamos ayer mismo a San Juan decirlo con claridad meridiana: quien ama al Señor cumple sus mandamientos. Y quien dice amar al Señor y no cumple los mandamientos es un mentiroso. No se puede comulgar y estar a favor del aborto o la eutanasias. Y si eres político y votas a favor de leyes inicuas estás excomulgado y te vas a condenar. Pero son ustedes - la mayoría - unos pasteleros que quieren quedar bien con el mundo. No les gusta que les injurien o que les persigan por causa del Señor. Eso del martirio, como que no... Por eso le ponen una vela a Dios y otra al Diablo y negocian con el mundo para que les acepte y les perdona la vida. Y ello a costa de renunciar a la Verdad. Y corren ustedes un serio peligro de condenación, porque ustedes deben salvar almas, que es la misión fundamental de la Iglesia. Y si en vez de salvar almas, contribuyen a su condenación, mal les va a ir. Y cada uno tendremos que rendir cuentas según nuestra responsabilidad. Y en esto de salvar almas, su responsabilidad como cura es infinitamente mayor que la mía como seglar.
Judas es la historia de cada uno de nosotros, a los que Dios regala una vida entera para que elijamos Cielo o infierno....
Sé que es difícil de creer e imaginar, pero el que va al infierno elije ir allí, por muy difícil de creer que parezca , hay personas que no quieren a Dios ni vivos ni muertos....
...y creo firmemente en un diálogo privado entre Dios y el hombre, diálogo de miradas antes de precipitarse al infierno o subir más allá de él....
....y creo en ese último diálogo de miradas precisamente porque creo en la misericordia de Dios ...y Ahí es donde Dios tiene la última palabra.....Jesús sabía la elección de Judas en ese último instante antes del abismo, por eso dijo " más le valdría no haber nacido".....
No si habrá quien todavía piense que Dios no sabe nada sobre la Justicia!!!!....es de locos escuchar a algunos comentaristas!!!
A mí no me cabe el menor género de dudas de que el Venerable José Rivera habría aprobado totalmente el artículo de Pedro Luis Llera. Y si alguien lo duda, que le pregunte al P. Iraburu, que fue su mano derecha doctrinal.
Lo de proponer a Judas y empatizar tanto con él no es bueno ni creo que a nada bueno conduzca.
Otra cuestión es que deseasemos que finalmente Judas tuviese un arrepentimiento perfecto y se salvase. Pero de los evangelios no puede concluir que eso haya ocurrido si no mas bien lo contrario.
Quizás usted no sabe que en una ocasión el D. José Rivera regaló un colchón a una pareja muy pobre que vivían amancebados.
Este hecho se lo reprochó su párroco, a lo que D. José respondió: "pero los pobres tendrán que tener un sitio para dormir".
Esta y otras anécdotas las puede usted leer en libros que están saliendo sobre la figura de D. José.
Un saludo
Quien tiene la piel tan fina no debería arañar al prójimo
Pero si lo que están ustedes sugiriendo es que D. José contemporizaba con el pecado y no advertía de la clara posibilidad de condenarse al infierno, solo puedo decir que están profanando claramente la enseñanza y la memoria de ese santo sacerdote. Y eso, en la Infocatólica cuyo editor es el P. Iraburu, no va a ocurrir.
«Mientras pueda vivir sin el acucio continuo de la santificación de uno y otro… Sin el temor estimulante de que tal o tal (incluidos todos los ignotos) se condene, mi caridad –mi personalidad– es insuficiente. Sueño, comida, bebida, diversiones, actividad, conversaciones. Todo debe estar organizado, espontáneamente, desde y por esta realidad. Tal debe ser el motivo de todos mis actos» (D. 6-IV-1986).
Temor por la condenación de los demás. Anhelo por su santificación. Ese era Rivera, señores.
No se preocupe, para nada estoy sugiriendo eso, es más en mi caso sería totalmente absurdo, conocí personalmente a D. José y también a muchas personas que son discípulos suyos aventajados.
1º No se de donde se han sacado que soy cura. No lo he dicho en ningún momento.
2º De verdad no entiendo Pedro Luis todas las conclusiones que usted saca, de que si no quiero el martirio, que si no creo que sea necesario hablar del infierno, en fin... Lo que yo he dicho es que es necesario presentar las dos cosas a la vez, y déjenme añadir algo que decía Juan Pablo II, y es que el infierno pertenece a la lógica interna del pecado, no es un simple castigo externo en añadido a los males del pecado, sino que pertenece a la lógica ontológica del pecado.
3º He planteado que lo que prima sobre todo es que Dios aun siendo nosotros pecadores nos ama profundamente, y que por eso, el pecado y el mal hay que plantearlos de manera integra en relación a la iniciativa redentora de Cristo, que es lo que prima, porque sino estaríamos todos bastante mal.
4º La primera reacción que debe provocarnos que alguien haga algo mal, o diga errores ha de ser compasión, y no rabia, o ganas de llamarle traidor. Esto mismo lo he leído del padre Iraburu que a ustedes tanto respetan.
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Pedro L. Llera
1.- Si no es cura, su estilo es tan clerical que de seminarista o diácono no le apeo. A nadie se le ocurre empezar un comentario con ese tono amenazante más que a un cura o a alguien que va camino de serlo por ese clericalismo mal digerido que les hace sentirse superiores a los seglares y por lo tanto, con capacidad para reconvenirles con unos modales más que discutibles. Yo voy a cumplir 57 años y llevo más de diez años dirigiendo colegios y enseñando. No me creo más que nadie, pero me merezco un respeto por su parte y por parte de cualquiera. El "don" me lo he ganado a pulso. Y no estoy para gilipolleces ni para que nadie me venga a llamar la atención públicamente con malos modales. Si he cometido algún error doctrinal, señáleme cuál. Y si es así, yo rectificaré con humildad. Si no he cometido error doctrinal alguno, y en este portal hay un editor que es sacerdote y teólogo, seguro que en privado o en público me puede llamar la atención. Pero no usted ni con ese tono.
2.- Punto 2: ¿ve cómo es usted cura o estudiante que va para ello? No hay más comentarios a su punto 2. Y en el 3... No disimule usted. Tengo más base para determinar que pertenece usted al ámbito clerical que usted para juzgar que escribo movido por la rabia.
3.- Sigue usted hablando como un cura. Pero entro al trapo: si no hay pecado, no hay redención. Dios nos salva. Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Por eso, nosotros solo podemos ser santos si Cristo nos da la gracia para serlo. No podemos ser santos por nosotros solos, porque depende de la gracia de Dios. Dios quiere que todos se salven pero hay muchos que viven rechazando a Dios. Vuelvo a citarle otro pasaje de Royo Marín:
"Son legión, por desgracia, los hombres que viven habitualmente en pecado mortal. Absorbidos casi por entero por las preocupaciones de la vida, metidos en los negocios profesionales, devorados por una sed insaciable de placeres y diversiones y sumidos en una ignorancia religiosa que llega muchas veces a extremos increíbles, no se plantean siquiera el problema del más allá. Algunos, sobre todo si han recibido en su infancia cierta educación cristiana y conservan todavía algún resto de fe, suelen reaccionar ante la muerte próxima y reciben con dudosas disposiciones los últimos sacramentos antes de comparecer ante Dios; pero otros muchos descienden al sepulcro tranquilamente, sin plantearse otro problema ni dolerse de otro mal que el de tener que abandonar para siempre este mundo, en el que tienen hondamente arraigado el corazón." Hay muchos que, por desgracia, mueren en pecado mortal o rechazando a Dios. Vivimos en un mundo donde prima el ateísmo libertino, en el que Dios no existe y el único sentido de la vida es disfrutar de un hedonismo grosero. Es el nihilismo del superhombre nietzscheano... Es el hombre soberbio que se niega a obedecer los mandamientos ni a reconocer a Dios. ¿Esos van al cielo, si no se convierten y se arrepienten de sus pecados? Como dice la Primera Carta del apóstol san Pedro, que ya le puse antes, "si el justo se salva a duras penas, ¿en qué pararán el impío y el pecador?" (1Pedro 4, 18).
4.- En el punto 4, se le va la olla y comete un error en que no debe usted caer nunca más: hace un juicio de intenciones y da usted por sentado que yo escribo lleno de "rabia". ¿Por qué llega usted a esa conclusión? ¿Tiene usted un don especial para determinar los sentimiento interiores de otra persona? ¿Por qué no deduce usted que lo que siento es compasión por las almas que se condenan y celo por la salvación de las almas? ¿Que a usted no le gusta mi estilo literario o mi forma de decir las cosas? Perfecto. No tiene usted obligación de leerme.
No pierda usted más el tiempo conmigo, que soy un pobre ignorante, un católico de a pie, sin carrera de teología ni más formación que el Astete. Beba usted de fuentes más puras y cristalinas: San Agustín, Santo Tomás de Aquino... ¡Hay tantos santos de los que aprender! Y yo no soy uno de ellos, aunque ojalá Dios me conceda la gracia de tenerme entre sus elegidos. Yo trato de hablar bien de Dios y de llevar almas al cielo con la gracia que Dios me da. Pero yo soy un pobre ignorante que casi no sé ni hablar ni escribir.
Quiere que le diga cosas de Don José que puede que le escandalicen. Tengo algunas.
1º Don José Leía mucho a Von Balthasar o a Maritain, y aunque podía estar en desacuerdo en algunas cosas les tenía en alta estima. Dice así "Lecturas de Cesbron, Newman, Hawthorne, Von Balthasar. Sobremanera sugerentes. Y sobremanera concordes con mis pensares y sentires. (Punto 157, tomo II)
2º En otra parte de su diario reconoce ciertas verdades de lo que dice Lutero. Sabe que no es ortodoxo, pero aún así sabe ver incluso cosas buenas en su pensamiento.
"La historia de la iglesia: ¡Cuánto de real hay en las observaciones de Lutero, respecto de las buenas obras!, y la respuesta genera fue endurecerse más y más en la soberbia, en lugar de aceptar sus excelentes anotaciones. Ciertamente los santos han hablado siempre antes y después de sus escritos el mismo lenguaje... y al endurecimiento de los católicos, correspondió el endurecimiento del hereje....
3º Condena de forma absoluta los juicios a la persona e intenciones.
"d) Juicios. Cuando Dios nos encarga juzgar, nos da luz para ello...Están clara, inmediata y explícitamente condenados los juicios sobre personas e intenciones. (la Caridad)
4ºHabla de que el verdadero amor de Dios es experimentarlo, de forma personal, no solo como doctrina, sino como certeza interior.
"Creer en el amor de Dios y conocerlo, es experimentarlo como omnipotente y tierno, personal y continuo. (Punto 91 Tomo II)
5º La primera visión del otro por muy pecador que sea es la de la misericordia de dios.
"La primera visión de un hombre es su realidad persona, bajo la operación de la misericordia infinita... Si Dios perdona los pecados, mi primera colaboración, es la conciencia deliberada de contemplar, a quienquiera, como objeto de la misericordia todopoderosa de Dios". (202 Tomo II)
Si quiere le pongo más, pero en fin ya se hace una idea. El pecado es algo gravísimo porque nos separa de Dios, quien ha deseado desde toda la eternidad compartir su vida con nosotros. La realidad el pecado y del mal solo se entienden desde el deseo amoroso, total, libre y personal cada uno de nosotros, y por tanto el pecado es un rechazo terrible de tal derroche de amor, que conlleva las consecuencias más terribles.
II Tesalonicenses, 2 ,3: “Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición,"
el Hijo de la perdición es Judas y los que adversan la sentencia, "la escritura" son su discípulos, además de ser un pecado contra la Esperanza, se cae en el falseamiento del Espíritu Santo que es quien hablo por los profetas siendo infalible y es quien nos recuerda a los de hoy que quien renuncia a buscar a Jesús, no por el acto seguido de la traición sino de creer que El es realmente el mayor que el pecado cometido y que tiene que recurrir a El para su liberación. Judas no creía eso ni durante su seminario, ni antes, ni después.
"Salmo 41,9.«Cosa de infierno ha caído sobre él, ahora que se ha acostado, ya no ha de levantarse.»"
esta profecía de San Pablo, se cumple hoy.
Hoy escribo este comentario después de leer las opiniones de los lectores para decirle al autor que suscribo sus palabras y además me vino a la mente aquellas palabras de Jesús en el evangelio de san Juan: ""Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura." (Jn 17, 12)
Creo que no debemos hacer un juicio indulgente sobre la figura de Judas porque la Sagrada Escritura no lo hace. Me parece que el periódico de la Santa Sede hace un flaco favor a la fe publicando estas opiniones que no son las de la Iglesia, sino opiniones personales de algunos de sus miembros.
Pero la Iglesia no se pronuncia sobre las personas concretas que puedan haberse condenado, porque un acto perfecto de contrición, que nadie puede conocer, puede, sin embargo, valerle la salvación. Nadie puede juzgar lo que hay en el corazón y en la conciencia de quien haya muerto aparentemente en pecado mortal: ni de los excomulgados, ni de los suicidas, ni de Hitler, ni de Voltaire, ni de Lutero, ni de Judas.
Así que, si de internis neque Ecclesia iudicat, cuánto menos un señor cualquiera. Ni siquiera Dante, ni siquiera el mismísimo Royo Marín. Conjeturar "lo más probable" es costreñir la Misericordia divina en los mezquinos márgenes de nuestras propias mezquindades.
Cristo ha muerto por todos los hombres sin excepción y no hay, ni hubo ni habrá hombre alguno por quien no haya padecido Cristo (Catecismo, 605), y no sabemos nada de los posibles instantes de contrición in extremis, pero sí sabemos que Dios no predestina a nadie al infierno (Catecismo 1037), de modo que a nosotros nos es imposible dar nombres de (casi) seguros condenados.
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Pedro L. Llera
Extra ecclesiam nulla salus. Es de fe.
«Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Así mismo, desde hace unas décadas los medios de información y entretenimiento de inspiración masónica se han empeñado en rescatar el falso y mal llamado "Evangelio de Judas", obra apócrifa gnóstica en la cual se intenta presentar a Judas como una especie de fiel, humilde e incomprendido apóstol, predilecto y de todas las confianzas de Cristo, y que la traición no habría sido a iniciativa suya sino que habría sido ordenada a Judas por Cristo bajo sus instrucciones, una aberración pérfida y deformante, contraria al juicio claro de Cristo y los Apóstoles al respecto, muy al estilo satánico.
Normal... Como se salva todo el mundo... ¿Para qué hace falta confesarse? Además algunos alegan que ellos se confiesan directamente con Dios, como enseñaba ese gran adalid del Evangelio que era Lutero.
reaccionan como la niña del exorcista porque les recuerda que la traición a Jesucristo se castiga y ellos temen, en su fuero interno, que quizás también lo han traicionado.
¿Habrán traicionado las enseñanzas de Cristo el político que promueve el aborto, el votante que lo apoya en unas elecciones. el que prefiere llevarse bien con el mundo y negar lo dicho por Jesús alegando que el "verdadero" sentido, o el "espíritu" de la regla es lo opuesto a lo que dice?
Aunque el post habla de Judas Iscariote, en realidad la reacción se debe a las traiciones actuales.
Para mi es un misterio, pero lo que se es que también en este caso lo que haya hecho Dios es lo que está bien.
También Salomon es un misterio, al igual que Judas, fué un gran elegido de Dios. Dios le concedio el don de la Sabiduría, y sin embargo ese don no le hizo ver, que Dios es el único a quien se puede adorar, y acabó adorando a los dioses de sus amantes.
La conclusión, me parece que más que si se salvaron o no, que no lo vamos a saber con certeza más que en el otro mundo, es que en cualquier momento todos podemos perder la Fe, o no perder la Fe, pero no vivir la Caridad, o perder la Esperanza.
Los cristianos, no podemos vivir seguros de nosotros mismos, tenemos que vivir en vela, humildes reconociendo nuestros pecados, pidiendo a Dios nos perdone y nos conceda la salvación.
Extra ecclesiam nulla salus. Es de fe.
«Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
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¿Y?
No sé, no veo relación con mi comentario.
No lo sabes, LF. Los tiempos de Dios no son los nuestros.
Y a un tipo que se cuelga de un árbol tras haber traicionado a Cristo, sospecho que tampoco
Puede que sí, puede que no. Y es independiente de tus sospechas.
Curiosamente el poeta Ossip Mandelstam, judío polaco, tenía por esa obra en concreto una gran predilección porque su "Coloquio sobre Dante" está publicado en Acantilado, sería que era un poeta de verdad y no un imbécil.
Este libro es, creo yo, el único en que alguien se atreve a describir los círculos del Infierno y quiénes están allí y jamás se ha considerado a Dante como un osado. La Comedia sirve de reflexión y no tiene la menor intención de hacer de Jesucristo, cada persona está allí por algún pecado mortal, según el autor, y leer por qué ha servido a todo el mundo hasta el día de hoy. Las verdades más profundas de nuestra Fe Católica están tanto en Zorrilla como en Dante Aligheri. No sé desde cuando se ha eliminado del Catecismo el Temor de Dios, pero yo creía que era uno de los Dones del Espíritu Santo.
Mala época para los clásicos.
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Pedro L. Llera
Acabo de añadir una imagen que explica lo de los círculos del infierno, según Dante. A ver si todos ven lo fascista que era el Alighieri al colocar a Judas en lo más profundo del infierno, con la cabeza dentro de la boca de Satanás. ¡Pobre Judas!
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-03/papa-francisco-carta-candor-lucis-dante-alighieri-muerte.html
En esa carta, el Santo Padre destaca que Dante "supo expresar, con la belleza de la poesía, la profundidad del misterio de Dios y del amor". Es, de hecho, "parte integrante de nuestra cultura – escribe Francisco –, nos recuerda las raíces cristianas de Europa y de Occidente, representa el patrimonio de ideales y valores" propuestos aún hoy por la Iglesia y la sociedad civil como "base de la convivencia humana" para que podamos y debamos "reconocernos como hermanos".
Del descenso al Infierno, que ocupa la primera parte de la Divina Comedia, parece ser que no dice nada... Tal vez no haya leído esa parte. O se le habrá olvidado. ¿Quién soy yo para juzgar?
Teología "divulgativa" se podría decir, un libro de serio razonamiento teológico, y muy consolador para el católico que se preocupa por su salvación y la de quienes tiene alrededor en los tiempos que corren.
La Misericordia de Dios no puede ser cuestionada.
En lo que debemos insistir es que lo que quiere Cristo no es que lo traicionemos y luego le pidamos perdón y así sucesivamente, sino que no lo traicionemos, que hagamos justamente lo contrario no entrar en la tentación, el propósito de enmienda si no se cumple es una limitación en la confesión, atar y desatar.
Es suicida creer que se pueda traicionar a Cristo libremente y luego esperar que obre la Misericordia total a último momento me arrepiento.
Es suicida tomar como ejemplo a Judas, que Dios no lo permita, quedo temblando...
Nunca me he puesto a medir el tiempo necesario para un acto de perfecta contrición y no voy a discutir nimiedades sobre si hacen falta 16" 37' , o si basta con las centésimas de segundo disponibles in extremis.
Porque, además, no estoy defendiendo ni que todos se salven, ni que el infierno esté vacío, ni que "pobrecitos Judas o Lutero"; ni siquiera estoy defendiendo al pobre Andrés, que se ha ido cubierto de los peores improperios y al que se le han atribuido burradas que no ha dicho (y de paso a todo el estamento clerical, que siempre viene bien, a tiempo o a destiempo); no defiendo nada de eso, ni nada que no sea rigurosa y estrictamente católico, catecismo en mano.
Defiendo que
1. Si la Iglesia nunca, se ha pronunciado identificando a condenados concretos
2. Si lo que digan Dante o Royo Marín no es, dogma de fe, ni artículo del Credo, ni Magisterio de ningún grado
...ir certificando condenas es menos católico que no atreverse a hacerlo. Realmente, no es NADA católico.
Sí: quién es nadie para juzgar (la condenación de almas concretas), si la mismísima Iglesia no se ha atrevido a hacerlo. Sin duda, asistida como está por el Espíritu Santo, no lo ha hecho guiada por la Prudencia.
Ese empeño en señalar condenados con nombres y apellidos... ¡pero nunca los propios! Solo pecan gravísimamente los demás, y solo los demás dejan de ser merecedores de la infinita misericordia divina, que no les concedería la oportunidad de un punto de contrición. Oportunidad, digo; no digo "salvación automática porque pobrecito", no: oportunidad. ¿Quién sabe? ¿Por qué ese regodeo en la condena (de otros)?
Juan 17:12
Algunos son capaces de reprender a Cristo por decir que Judas se perdió (condenó).
Sí, capaces son.
Hagamos un repaso por el Antiguo testamento.
Luego de que el pueblo de Israel salió de Egipto, comenzó a murmurar de Dios y a tentarlo pidiendo milagros, no obstante haberlos hecho, y Dios harto ya de tanta insolencia, fulminó a los rebeldes.
Yo le pregunto a Yolanhda y a todos los que piensan del modo que escribieron en sus comentarios: ¿esa gente se salvará también? En el caso de Moisés y Aarón que fueron castigados no sabiéndose exactamente por qué, sí fueron salvos, porque el pecado era de otra índole, pero jamás fue el del desprecio a Dios.
Si leemos en el libro de los Números, vemos que también castiga a Coré y a sus secuaces, haciendo que la tierra los tragara, ¿también se van a salvar?
¿Y la historia del rey Saúl? ¿No la recuerdan tampoco?
Para no extenderme sobre la vida de dicho rey, se debiera recordar que fue un desobediente y rebelde, que confiaba más en Samuel que en Dios; que consultó a una pitonisa, cosa que estaba prohibida por la ley de Moisés, para que llamara al espíritu del gran juez para que le dijera si ganaría o no la batalla de Gelgoé contra los filisteos, prediciéndole que él y sus hijos estarían a su lado. Y cuando vio que la batalla estaba perdida, él se suicidó. Y el primer libro de los Paralipómenos lo expresa claramente: Dios lo había castigado por no confiar en Él. ¿puede salvarse una persona como Saúl? Pero se puede deducir de acuerdo a las leyes de Dios, qué pasa con quienes las transgreden.
Y si bien Jonatán pereció junto a su padre, se salvó porque siempre fue bueno y juicioso.
Con otros personajes bíblicos Dios actuó de acuerdo a la conducta de los hombres: el rey Ozías fue castigado con una lepra, porque quiso usurpar el lugar que le correspondía al sumo sacerdote.
¿Se pueden salvar personas como Antíoco Epifanes o Álcimo, que mucho daño le causaron al pueblo de Dios? Álcimo, por ejemplo, creo que era hermano de Onías IV, aquel íntegro sumo sacerdote que fuera asesinado a traición en el bosque de Dafne por Andrónico, fue un renegado, pagado por los Seléucidas, y quien se encargó de perseguir a los judíos piadosos. Prefirió más la cultura helenística que las leyes de Dios.
¿Puede salvarse Herodes el Grande? ¿Puede salvarse Alejandro Janeo? ¿Pueden salvarse Antipas, Herodes Agripa, Nerón, Galerio y tantos otros? ¿Puede salvarse Arrio? ¿Puede salvarse Juliano el Apóstata?
Y así podríamos seguir por toda la eternidad.
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Ni yo. Y son 14 años ya.
(Pero si Jn 17, 12 significase inequívocamente condenación, habríais empezado por ahí. Y también el Magisterio de la Iglesia desde el Concilio de Jerusalén)
[Y una vez más compruebo que cuando escribo con el teclado del móvil, se me cuelan comas extemporáneas por todas partes. Disculpas]
ὅτε ἤμην μετ᾽ αὐτῶν ἐν τῷ κόσμῳ, ἐγὼ ἐτήρουν αὐτοὺς ἐν τῷ ὀνόματί σου οὓς δέδωκάς μοι ἐφύλαξα καὶ οὐδεὶς ἐξ αὐτῶν ἀπώλετο εἰ μὴ ὁ υἱὸς τῆς ἀπωλείας ἵνα ἡ γραφὴ πληρωθῇ
ἀπώλεια (apōleia) es el término usado por el propio Cristo en Mateo 7,13:
Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
El Magisterio no tiene que especificar que una palabra significa lo que significa. El Magisterio no está para dar clases de griego.
Judas está condenado. Lo dijo Cristo. Fin.
Me voy a parar en su conducta. Que todos replicamos con los pecados mortales, que según vamos acumulando nos van hundiendo en un pozo de oscuridad.
Para los que hemos vivido años alejados de Dios, por caminos tortuosos, sabemos perfectamente que la conversión del corazón hacia Dios cada vez se hace más dificultosa, según nos alejamos más de El. Eso es así. Quien no haya vivido esto, en mi opinión, no reconoce el pecado en su vida.
Solo la gracia de Dios nos ayuda a el cambio interior. Más si tu, una y otra vez, estás diciendo no. No parece muy sensato, dejar a los últimos segundos de tu vida ese cambio. Primero por la gracia de Dios, que en definitiva debe otorgar te y después tú libertad, que objetivamente, has mantenido obstinada mente en una posición de negación a la gracia. Digo esto, porque siempre se va al mismo argumento.... El último momento... Mi pregunta es, Dios te da las gracias para salvarte.... a lo largo de tu vida....mas como será tu final?. Puedes morir en un instante, sin previo aviso.
Y un alma "ensombrecida",en esos instantes......... Me parece todo muy temerario.
El pecado, palabra denostada, pero la causa primera de nuestros males. No te digo un pecado mortal y más del calibre de vender al mismo Hijo de Dios, después de estar "rumiando" por dentro la traición.
Lo triste de Judas es que ve su pecado, pero le lleva al ahorcamiento. La culpa que le marca su conciencia no es la conversión, en mi opinión es la soberbia. Y esa postura tb se da en nosotros cuando enfrentamos nuestros pecados.
Debo decir que de la lectura del NT, me impresiona las citas de Nuestro Señor sobre Judas, sobre aquellos que "escandalizan a los más pequeños", y sus silencios ante ciertos personajes, que para mí son reflejo todo ello, de la aversión a todos los pecados que portan las personas implicadas.
Todo es opinión personal,exceptuando las citas evangélicas expuestas que son:palabras de Dios.
Para cuando una meditación sobre el buen ladrón, sobre Maria Magdalena, de la que Cristo expulsó siete demonios y tantos pecadores que se convirtieron a Dios. Algo "enfermizo" hay en ciertos círculos, por no darle otro nombre.
Excelente post. Sr. Llera.
Distinguir hoy en día dónde están los cipos y alejarse de ellos puede ser la clave de la salvación. Dice Argia que Judas se arrepintió pero la cuestión es qué tipo de arrepentimiento tuvo porque me da la impresión de que Judas era lo que se llama un existencialista, alguien que no tiene más referencia que su propio yo. ¿Se arrepintió porque vio con claridad que Jesús no iba a desplegar una epifanía delante del Sanedrín y de Pilato, que era lo que él esperaba, o percibió Quién era Jesús y lo que representaba? Si hubiera sido así no se habría suicidado. El tomar el suicidio como solución indica que Judas estaba muy lejos de entender nada.
Yo también he traicionado a Jesús a lo largo de mi vida y espero de su misericordia que, dado mi arrepentimiento, me envíe al Purgatorio, pero no quiero precipitarme al Infierno con un suicidio.
Lo de la Consagración al Corazón de Jesús no es ninguna tontería. Lo que hizo Judas se llama Pecado contra el Espíritu Santo, desesperación, que es el único que no se perdona porque pensó que ni Dios podía perdonarle. En esas condiciones su salvación no es imposible pero sí harto difícil.
No niego ni afirmo la condenación de Judas, sino ese empeño y deleite en asegurar condenas que la propia Iglesia no asegura; y hacerlo con nombres y apellidos que, naturalmente, nunca son los propios.
Menos mal que nos juzga Dios, infinitamente justo y misericordioso, y no unos señores que pasaban por aquí, repartiendo salvaciones y condenas. Con jueces como estos -cuyo criterio es manifiestamente torcido, a tenor de la inquina delirante contra colectivos enteros, como nada menos que el clero, así, in genere- solo resultarían salvos ellos mismos.
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Pedro L. Llera
No quería entrar en su juego ni contestarle, pero por una vez me voy a dejar llevar. Que Judas esté en el infierno, como Dante afirma y como el Señor señala en varios pasajes de las Escrituras, es lo de menos.
Lo que no aceptan ustedes es la doctrina católica sobre el pecado, sobre la salvación y la condenación. Yo el único empeño que tengo es que todas las almas se salven. No tengo ninguna inquina contra nadie. Al contrario. Quiero y rezo para que todos se salven. Por eso mis artículos son una llamada casi permanente a la conversión, a la penitencia, a volver a Cristo. Porque usted no sé si lo ve o no, pero el mundo está sumido en la oscuridad del pecado y necesita luz. Y esa Luz que disipa las tinieblas del pecado solo es Cristo.
Debemos todos revisar nuestra vida y ver qué estamos haciendo con ella. El centro de nuestra vida debería ser Cristo. Y deberíamos vivir con la perspectiva de la vida eterna y pedir que el Señor nos libre del pecado y nos conceda la gracia de contarnos entre sus elegidos. Ese es mi mensaje. Lo demás son zarandajas y ganas de marear la perdiz. Hace falta que seamos santos y para ello, debemos vivir de manera virtuosa y cumplir los mandamientos de la Ley de Dios con la ayuda de la gracia. Por eso necesitamos llevar una vida sacramental seria: sobre todo, confesión frecuente, participar en la Santa Misa siempre que podamos y llevar una vida de oración constante: sobre todo el santo rosario, como nos pidió la Virgen.
"Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida."
Pero también le dijo a una señora que andaba como una alma en pena, porque su marido se habia suicidado tirandose por un puente, que en el último instante se habia arrepentido, y se habia salvado.
También a otra señora le dijo que su marido, a pesar de no vivir en gracia de Dios, por haberle cortado siempre las flores que ella le ponia a la Virgen, habia obtenido una gracia especial al final de su vida, y se habia salvado.
Hay otros casos, como el sacerdote Cohen, judio converso, que habia rezado mucho por la conversión de su madre judia, pero esta murio sin convertirse, quejandose a Dios de esto, el Señor le dijo que al morir su madre se encontró con Jesus y esta le aceptó.
Maria Sigma, que tenia el don de hablar con las álmas del purgatorio, conto que un chico que era bastante calavera, en un momento de su vida hubo un alud donde vivia, y murió intentando salvar a la gente enterrada, y que por este acto heroico se salvó.
Por último, en el libro: El purgatorio, una revelación particular, sale un señor que estaba en el último círculo del purgatorio, del que se dice que las penas son iguales que en el infierno, la diferencia solo es que no son eternas, que dice que de su familia cuando murio nadie rezó por él porque pensaban que estaba condenado, pero que se habia salvado porque habia mantenido a una familia pobre.
Hay muchos más casos documentados por gente santa o seria, esto quiere decir que existen gracias extraordinarias, y que la última palabra la tiene la Misericordia de Dios.
a) Las enseñanzas de Cristo están por encima de lo que diga cualquier humano.
b) Cuando un animal grazna como pato, corre como pato, vuela como pato y nada como pato no es ningún pecado pensar que es pato, aunque no se tenga su DNA.
Tal como apunta Luis Fernando, San Juan pone en boca de Dios Hijo algunas palabras que, en el mejor de los casos, hace SUPONER la condenación de Judas y y en el peor, una evidencia irrefutable de la misma. Los que no hablamos griego podemos usar una Biblia interlineal, pero es verdad, como ninguno de nosotros hablamos griego de hace 2000 años como lengua materna siempre se podremos alegar algún error en la traducción de la cita.
www.logosklogos.com/interlinear/NT/Jn/17/12
¿Escándalo pensar que Judas se condenó? Es menester reconocer que la Iglesia nunca se ha pronunciado de manera infalible al respecto, y por ello mismo no podemos condenar a muchos cristianos que por 2000 años lo han creído. Me temo que parece ser bastante más escandaloso acusarlos de falta de misericordia.
¿Y por que no se ha pronunciado la Iglesia? Porque su magisterio se enfoca en puntos que necesitan ser explicados, y el texto en cuestión es meridianamente claro.
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Después de esa acusación gratuita y ofensiva, y de calificar de "juego" mis opiniones, no debería ni haber seguido leyendo.
No sé por qué me habla en plural ni en qué basa su espantosa acusación, como no sea en sus manifiestos prejuicios contra todo el mundo que no sea usted mismo.
Y si usted no padece una inquina enfermiza contra el clero (y contra todo el qué disienta de sus peculiares formas y maneras) ¿qué guarda para cuando sí tiene inquina? ¿qué hace, saca la navaja?
En fin, entrar en este blog fue fruto de una noche de fiebre e insomnio a causa de una vacuna. No debí. Como le ocurre a LF, no escarmiento.
Adiós
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Pedro L. Llera
Hay una multitud de herejes modernistas que no aceptan la doctrina católica ni sobre el pecado ni sobre el infierno ni sobre casi nada. Seguro que usted no está entre ellos. Me expresé mal cuando puse el "ustedes" y le pido perdón, si la he ofendido. Podría yo sentirme ofendido cuando dice que yo siento inquina hacia el clero y cosas por el estilo, pero lo voy a dejar ahí. Comparto lo que afirma el P. Iraburu sobre la necesidad de que los sacerdotes sean especialmente santos, tal y como lo expone en su último artículo. El caso es que usted se ofende mucho con mis afirmaciones pero yo no puedo ofenderme con las suyas. En fin...
Permítame insistir en lo sustancial:
No tengo ninguna inquina contra nadie. Al contrario. Quiero y rezo para que todos se salven. Por eso mis artículos son una llamada casi permanente a la conversión, a la penitencia, a volver a Cristo. Porque usted no sé si lo ve o no, pero el mundo está sumido en la oscuridad del pecado y necesita luz. Y esa Luz que disipa las tinieblas del pecado solo es Cristo.
Debemos todos revisar nuestra vida y ver qué estamos haciendo con ella. El centro de nuestra vida debería ser Cristo. Y deberíamos vivir con la perspectiva de la vida eterna y pedir que el Señor nos libre del pecado y nos conceda la gracia de contarnos entre sus elegidos. Ese es mi mensaje. Lo demás son zarandajas y ganas de marear la perdiz. Hace falta que seamos santos y para ello, debemos vivir de manera virtuosa y cumplir los mandamientos de la Ley de Dios con la ayuda de la gracia. Por eso necesitamos llevar una vida sacramental seria: sobre todo, confesión frecuente, participar en la Santa Misa siempre que podamos y llevar una vida de oración constante: sobre todo el santo rosario, como nos pidió la Virgen.
Vaya con Dios
"No me mueve, mi Dios, para quererte
el Cielo que me tienes prometido
ni me mueve el Infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor. Muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas, y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que, aunque no hubiera Cielo, yo te amara,
y, aunque no hubiera Infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera."
¿quién está jugando a la ruleta rusa ?
He leido todos los comentarios y no encuentro nada que se le parezca.
Yolanda dice:
No niego ni afirmo la condenación de Judas.... yo he puesto lo mismo, algunos afirman que Jesus ha dicho que se ha condenado, lo siento pero esto no es verdad, porque si lo fuera, la Iglesia sería la primera que lo afirmaria, y no es asi.
Decir que "más le valiera no haber nacido" no significa lo mismo.
Francisco de Mexico, me parece que saca la conclusión de que o Judas está condenado, o sino se está condenando a los que durante 2000 años lo han creido, lo cual para mi no tiene nada que ver.
No se puede jugar a ser Dios, y afirmar categoricamente que Judas está condenado, es según mi opinión una presunción. Cada uno puede pensar lo que le parezca.
Nadie ha negado, ni que exista el infierno, ni que exista el pecado, ni nada de lo que nos enseña nuestra santa madre Iglesia.
Lo que dice la Sagrada Escritura en boca de Dios Hijo ( que los cristianos creemos que por ser Dios es infalible) tiene todas las luces de indicar que Judas se condenó. O al menos eso es lo que dice la traducción al español,
El magisterio de la Iglesia no puede contradecir a Jesucristo. Así que argumentar sobre lo que dice la Iglesia, omitiendo las palabras originales no tiene ningún sentido. Por favor, léalas y sobre ellas discutimos: "Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.".
Puedo aceptar que un cristiano no tenga dudas de la condenación de Judas y también puedo aceptar que alguien tenga pequeñas reservas al respecto. Pero acusar a los demás de jugar a Dios es precisamente lo que hay que evitar, porque ¿No se esté jugando a Dios al acusar a los demás de ello? ¿O de falta de misericordia?
2.pero yo no puedo ofenderme con las suyas.
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1. Sí, me ha ofendido. Pero ya que pide perdón, perdonado está, faltaría más.
2. Claro que puede, no veo por qué, pero puede. Después de las dos largas respuestas que ha dado a Andrés, hablando en general del clero, llamarlo "inquina" es algo muy suavito. Reléase, hombre, lo que dice del clero. En fin, retiraré lo de inquina. Dejémoslo en "vehementes generalizaciones descalificadoras".
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África:
1. " ¿...es aconsejable recomendar tal cosa olvidándose que Dios es Justo además de Misericordioso? ¿En qué lugar dejamos entonces el Temor de Dios? Me gustaría que alguien me contestara a eso"
2. "...ya no es necesaria porque no se debe tener miedo a caer en el Infierno ya que la Misericordia de Dios lo va a evitar a toda costa. ¿Estáis seguros de tal cosa?"
Yolanda (9:51 AM) :
1. "Menos mal que nos juzga Dios, infinitamente justo y misericordioso, y no unos señores que pasaban por aquí"
2. ¿Qué barbaridad? ¿Alguien ha dicho eso aquí? Lo he releído todo y no lo veo. No sé, voy a volver a leerlo y con lupa, pero es que no he visto a nadie decir tales herejías, porque son varias las que incluye tu pregunta, y no, no veo ningún comentario en ese sentido. Ni siquiera en el pobre Andrés, que es el que se ha llevado los peores rapapolvo, por aquello de que "parecía cura"
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