María Corredentora: Dios hace lo que quiere
El texto que les propongo a continuación no es mío. Está tomado de la obra de Fr. Antonio Royo Marín, Teología de la Perfección Cristiana, concretamente de su Capítulo III (págs. 60 a 80) titulado “La Virgen María y nuestra santificación". Lo que yo hago es seleccionar, escoger y hacer mío, en forma de paráfrasis, parte del texto del teólogo dominico. Algunas “morcillas” sí son mías, pero lo sustancial está tomado de Royo Marín. No llenaré el texto de entrecomillados y citas porque haría que este post fuera excesivamente farragoso. Todo lo hago mío, aunque lo haya escrito otro, porque no es la originalidad lo que busco ni la gloria personal, sino la gloria de Dios en María Santísima.
Yo quiero entregarme a María en calidad de esclavo
“Y es de notar que hay tres clases de esclavitud. La primera es esclavitud de naturaleza: buenos y malos son de esta manera siervos de Dios", señala Royo Marín. Efectivamente, Dios es el Creador de todo cuanto existe: Él es la Causa Primera y nosotros somos causas segundas; luego, nosotros, buenos y malos, estamos todos en manos de Dios porque Él es el creador y el dador de vida. “La segunda es esclavitud forzada: los demonios y los condenados son de este modo esclavos de Dios. La tercera es esclavitud de amor y voluntaria; y con esta debemos consagrarnos a Dios por medio de María del modo más perfecto con que puede una criatura consagrarse al Creador“.
María es esclava de Dios por Naturaleza y por amor: “he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". Dios la había escogido y creado sin pecado original desde siempre para que fuera su Madre. No cabía un no de María a la Voluntad de Dios porque la llena de gracia no puede no aceptar la voluntad de Dios, sino que libre y meritoriamente la acepta porque su voluntad y la de Dios son la misma. El mérito es cien por cien de Dios y cien por cien de María: no cincuenta y cincuenta (semipelagianismo).
Todos los piropos a la Santísima Virgen María me parecen pocos
María halló gracia delante de Dios para sí y para todos y cada uno de los hombres. María dio el ser y la vida al Autor de la Gracia y por ello, Dios le dio a María todas las gracias y la escogió como tesorera, administradora y dispensadora de todas ellas. Y conforme al poder recibido, ella reparte las gracias del Eterno Padre, las virtudes de Jesucristo y los dones del Espíritu Santo a quien quiere, como quiere y cuanto quiere.
Quien quiera ser miembro de Jesucristo, lleno de gracia y de verdad, debe dejarse formar por María mediante la gracia de Jesucristo, que reside plenamente en ella. María es verdadera esposa del Espíritu Santo y en ella, por ella y de ella formó su obra maestra: el Verbo encarnado, Jesucristo.
María es el paraíso de Dios y su mundo inefable, donde el Hijo de Dios entró para hacer maravillas, para guardarle y tener en él sus complacencias. Dios ha hecho un mundo para el hombre peregrino, que es la tierra que habitamos; otro mundo para el hombre bienaventurado, que es el cielo; y para sí mismo ha hecho un paraíso y lo ha llamado María. Por eso, ella es templo de la Santísima Trinidad y sagrario de Dios vivo.
Y que nadie imagine que María por ser criatura es impedimento para la unión con el Creador. No es ya María quien vive, es Jesucristo solo quien vive en ella. La transformación de María en Dios excede a la de San Pablo y a la de todos los otros santos, más que el cielo a la tierra. Por eso, cuanto más unida está el alma a María, tanto más íntimamente permanece unida a Dios, que habita en ella. Quien encuentra a María, encuentra en ella a Jesús, y en Jesús a Dios. No hay camino más seguro y rápido para encontrar a Dios que buscarlo en María. Según el orden establecido por la divina Sabiduría, como dice Santo Tomás, no se comunica Dios ordinariamente a los hombres, en el orden de la gracia, sino por María. Para subir y unirse a Él es preciso valerse del mismo medio de que Él se valió para descender a nosotros, para hacerse hombre y comunicarnos sus gracias; y ese medio tiene un nombre dulcísimo: María.
«Una de las razones por que tan pocas almas llegan a la plenitud de la edad en Jesucristo es porque María, que ahora como siempre es la Madre de Jesucristo y la Esposa fecunda del Espíritu Santo, no está bastante formada en sus corazones. Quien desea tener el fruto maduro y bien formado, debe tener el árbol que lo produce; quien desea tener el fruto de la vida, Jesucristo, debe tener el árbol de la vida, que es María. Quien desea tener en sí la operación del Espíritu Santo, debe tener a su Esposa, fiel e indisoluble, la divina María… Persuadios, pues, que cuanto más miréis a María en vuestras oraciones, contemplaciones, acciones y sufrimientos, si no de una manera clara y distinta, al menos con mirada general e imperceptible, más perfectamente encontraréis a Jesucristo, que está siempre con María, grande y poderoso, activo e incomprensible, y más que en el cielo y en cualquier otra criatura del universo»1.
Estas palabras de uno de los más autorizados intérpretes de la devoción a María nos dan ocasión para examinar el papel importantísimo de la Santísima Virgen en la santificación de las almas. María es, sencillamente, el camino más corto y seguro para llegar a Cristo, y por Él al Padre; y ahí está contenida toda nuestra santidad.
Dios ha hecho lo que ha querido. Y ha querido asociar de tal modo a María a la empresa divina de la redención y santificación del género humano, que, en la actual economía, sin ella no sería posible lograrlas. No se trata, pues, de una devoción más, sino de algo básico y fundamental en nuestra vida cristiana. Por eso hemos querido recoger el papel de María en nuestra santificación, aun reconociendo que ella no es el fin, sino tan sólo uno de los medios más eficaces para lograrlo.
Todos los títulos y grandezas de María arrancan del hecho colosal de su maternidad divina. María es inmaculada, llena de gracia, Corredentora de la humanidad, subió en cuerpo y alma al cielo para ser allí la Reina de cielos y tierra y la Mediadora universal de todas las gracias, etc., etc., porque es la Madre de Dios. La maternidad divina la coloca a tal altura, tan por encima de todas las criaturas, que Santo Tomás de Aquino, tan sobrio y discreto en sus apreciaciones, no duda en calificar su dignidad de en cierto modo infinita 2. Y su gran comentarista, el cardenal Cayetano dice que María, por su maternidad divina, alcanza los límites de la dividnad 3. Entre todas las criaturas, es María, sin duda ninguna, la que tiene mayor “afinidad con Dios".
Y es porque María, en virtud de su maternidad divina, entra a formar parte del orden hipostático, es un elemento indispensable —en la actual economía de la divina Providencia—para, la encarnación del Verbo y la redención del género humano. Ahora bien: como dicen los teólogos, el orden hipostático supera inmensamente al de la gracia y la gloria, como este último supera inmensamente al de la naturaleza humana y angélica y aun a cualquier otra naturaleza creada o creable. La maternidad divina está por encima de la filiación adoptiva de la gracia, ya que ésta no establece más que un parentesco espiritual y místico con Dios, mientras que la maternidad divina de María establece un parentesco de naturaleza, una relación de consanguinidad con Jesucristo, y una, por decirlo así, especie de afinidad con toda la Santísima Trinidad. La maternidad divina, que termina en la persona increada del Verbo hecho carne, supera, pues, por su fin, de una manera infinita, a la gracia y la gloria de todos los elegidos y a la plenitud de gracia y de gloria recibida por la misma Virgen María. Y con mayor razón supera a todas las gracias gratis dadas o carismas, como son la profecía, el conocimiento de los secretos de los corazones, el don de milagros o de lenguas, etcétera, porque todos estos dones son inferiores a la gracia santificante, como enseña Santo Tomás.
De este hecho colosal—María Madre del Dios redentor—arranca el llamado principio del consorcio, en virtud del cual Jesucristo asoció íntimamente a su divina Madre a toda su misión redentora y santificadora. Por eso, todo lo que Él nos mereció con mérito de rigurosa justicia —de condigno ex toto rigore iustitiae—, nos lo mereció también María, aunque con distinta clase de mérito 4.
1 SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT, La verdadera devoción c.5 a,5 n.164-65
P-53I-32 (ed. BAC).2 He aquí sus propias palabras: “la humanidad de Cristo por razón de su unión con Dios; la bienaventuranza creada, que consiste en la fruición de Dios, y la Santísima Virgen, por el hecho de ser Madre de Dios, tienen cierta dignidad infinita, por ser Dios un bien infinito". (I, 25, 6 ad 4).
3 “Solamente (la Santísima Virgen María) toca las fronteras de la divinidad por su propia operación natural (ad fines deitatis propria operatione naturali attigit), en cuanto que concibe, engendra, da a luz y alimenta con su propia leche al mismo Dios” (CAYETANO, In II-II)
4 Cuál sea la naturaleza del mérito de María con relación a nosotros, es cuestión todavía discutida entre los teólogos. Algunos ven tan solo un mérito de conveniencia (de congruo); otros afirman que se trata de un mérito estricto, aunque no según todo el rigor de justicia, sino únicamente por cierta proporcionalidad (de condigno ex condignitate). A nosotros nos parece que llevan razón estos últimos.
Yo no soy teólogo ni tengo autoridad alguna. Si el Papa dice que María no es Corredentora, no lo será. Sólo él tiene autoridad para proclamar un dogma en virtud de su infalibilidad cuando habla ex cátedra. Pero también recuerdo que la Inmaculada Concepción ya se celebraba en España desde 1644 y, sin embargo, el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María no se proclamó hasta 1844, cuando Pío IX publicó la carta apostólica ‘Ineffabilis Deus’. A mí me parece que llevan razón quienes - como Royo Marín - consideran a la Santísima Virgen María como Corredentora, pero mi opinión no vale nada y en todo me someto a lo que enseñe la Santa Madre Iglesia, que es Madre y Maestra.
45 comentarios
sí sí, y no no, todo lo demás proviene del demonio.
fín
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Pedro L. Llera
La condición de corredentora de María no es dogma. Y el Papa es el único que puede dictar dogmas en la Iglesia. Así que lo que diga el Papa, dicho está. Quede claro.
Qué hizo lo sabemos en la historia pero lo que debemos ver es lo que hace cotidianamente al lado nuestro, siempre en acción, se presenta visible cuando debe y nos trae los mejores consejos de madre, consejos de oro, leamos las apariciones y cumplamos lo que nos pide, nos lo pide de buena manera y no le hacemos caso, no se enoja nunca y cuando se la invoca de corazón está inmediatamente, no titubea en ayudar, prosigue junto con su Hijo la labor diaria y era Inmaculada antes de ser la Madre de Dios por designio Divino.
Nunca vamos a poder adjetivar completamente desde lo humano a la Madre de Dios, si el Papa no tiene otra cosa que hacer que poner en discusión a María y "limitarla" en un discurso justamente en el Ángeluz es un tema suyo propio, viene bien para recordarnos la importancia que tiene lo que ES María.
Lo digo a raiz del articulo que fuera publicado recientemente en esta pagina, y el cual me hizo dudar de continuar leyendo InfoCatolica.
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Pedro L. Llera
“Cristo es el puente que cruzamos a fin de volvernos hacia el Padre. Él es el único Redentor; no hay corredentores con Cristo. Es el único. Es el mediador por excelencia; es el único mediador entre Dios y el hombre”. Esto ha dicho el Papa en la Audiencia General del miércoles 24 de marzo.
E insiste: “Nuestra Señora es una madre que ampara a todos bajo su manto, Jesús nos la confió como madre, no como diosa, no como corredentora, sino como madre”.
Que dice Jesus a su Santa Madre al Pie de la Cruz?
Y que dice a San Juan?
En efecto el Papa tiene razon.
Eso no quita que la Santa Madre de Dios no es Corredentora. Sino que implica que el titulo con el cual el nos la confia es muchisimo mas cercano, afectuoso y caritativo. Nos pone como hijos adoptivos de su Propia Inmaculada y Santisima Madre. Y es a traves de ello, que nosotros catolicos podemos llamar a Jesus "hermano".
Menos buscarle el pelo al huevo y mas rezar por el Sumo Pontifice. Que con todo lo que pasa en la Iglesia, hay cosas mas importantes por las que preocuparse.
Y si la linea sigue asi, tendre que dejar de leerlos. Obediencia al Papado, caridad con el Papa, oracion constante por el y por todas las almas consagradas.
Dejen de molestar. Y recuerden Mateo 18:15-20. Primero se le pregunta al Papa por lo que dijo, y se persiste en su error entonces se corrige.
Del Catecismo de la Iglesia Catolica:
2478 Para evitar el juicio temerario, cada uno debe interpretar, en cuanto sea posible, en un sentido favorable los pensamientos, palabras y acciones de su prójimo:
«Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve» (San Ignacio de Loyola, Exercitia spiritualia, 22).
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Pedro L. Llera
Entre "Eso no quita que la Santa Madre de Dios no es Corredentora" y "El Papa tiene razón" hay una contradicción insalvable. O María es Corredentora o el Papa tiene razón, porque el Papa ha afirmado públicamente en una Audiencia General el pasado miércoles que "Nuestra Señora es una madre que ampara a todos bajo su manto, Jesús nos la confió como madre, no como diosa, no como corredentora, sino como madre".
Con todo, yo no sé si es que no ha llegado al final del artículo, porque termino diciendo que "si el Papa dice que María no es Corredentora, no lo será. Sólo él tiene autoridad para proclamar un dogma en virtud de su infalibilidad cuando habla ex cátedra" y que "mi opinión no vale nada y en todo me someto a lo que enseñe la Santa Madre Iglesia, que es Madre y Maestra".
Le contestas a Gus F: E insiste: “Nuestra Señora es una madre que ampara a todos bajo su manto, Jesús nos la confió como madre, no como diosa, no como corredentora, sino como madre”.
Te sugiero leas el artículo de Bruno sobre este tema.
Saludos.
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Pedro L. Llera
Eso lo dice el Papa, no yo... Es lo que dijo en la Audiencia General del miércoles pasado.
El artículo de Bruno sobre el tema fue el que me dio pie a escribir este post.
Esa ceguera no se cura en el oculista. Requiere arrepentirse de la idolatría que se profesa.
Luego en el artículo, Pedro, citas: "Todos los títulos y grandezas de María arrancan del hecho colosal de su maternidad divina. María es inmaculada, llena de gracia, Corredentora de la humanidad...". Por tanto indice a creer lo contrario, que María es Corredentora.
Por todo ello no entiendo en absoluto, y me parece una contradicción con el texto anterior del artículo, que digas que "Si el Papa dice que María no es Corredentora, no lo será". Y es que diga eso no es un dogma. No existe ni se ha proclamado ningún dogma, ni que se le acerque entiendo yo, de que "María no es Corredentora".
Muchos, incluido San Juan Pablo II, que también fue Papa, que se inclinan a creer en María como Corredentora. ¿Hemos de concluir que con certeza estaba equivocado San Juan Pablo II pues?
Cada uno, pues, puede creer en libertad una cosa u otra. No veo porqué no.
Muchas gracias de todos modos por todos tus artículos, incluido este.
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Pedro L. Llera
Digo que el Papa tiene más autoridad que yo para determinar si María es corredentora o no, lo cual es una obviedad. Pero también dejo claro que es una cuestión discutida y que, aunque mi opinión no valga nada, yo estoy más de acuerdo con quienes opinan que, efectivamente, María es Corredentora, como es el caso de Fr. Antonio Royo Marín.
Esa ceguera no se cura en el oculista. Requiere arrepentirse de la idolatría que se profesa."
Cuando uno extiende el dedo indice para acusar, los otros tres apuntan en la direccion del acusador.
No es papolatria. Es respeto por el Santo Padre y su oficio.
Siendo Argentino, entiendo el castellano del Papa.
Y lo dicho mas arriba del CIC:
"
Del Catecismo de la Iglesia Catolica:
2478 Para evitar el juicio temerario, cada uno debe interpretar, en cuanto sea posible, en un sentido favorable los pensamientos, palabras y acciones de su prójimo:
«Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve» (San Ignacio de Loyola, Exercitia spiritualia, 22)."
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Pedro L. Llera
La cita de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola la conozco bien: soy ignaciano de formación.
Y no sabía que para entender el castellano del Papa hubiera que ser argentino. Teólogo no soy pero Licenciado en Filología Española, sí. Y de momento, leer y escribir en español sé lo suficiente como para entender a un papa argentino. Por cierto, que en la audiencia las declaraciones las hace en italiano. ¿Hace falta ser argentino para entender al Papa en italiano también?
A ver si la noticia publicada por AciPrensa le gusta más:
https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-recuerda-que-la-virgen-no-es-corredentora-el-unico-redentor-es-cristo-37411
El Pontífice, durante la Audiencia General de este miércoles 24 de marzo, señaló que Cristo “es el único Redentor: no hay corredentores con Cristo. Él es el Mediador por excelencia”, es “el puente que atravesamos para dirigirnos al Padre”.
Otra versión de la noticia en otro portal:
https://www.romereports.com/2021/03/24/francisco-explica-por-que-no-considera-a-la-virgen-como-corredentora/
Como bien dice Vd. El dogma de la Inmaculada tardó siglos en ser declarado, aunque el pueblo fiel así lo percibía. Esto es en mi opinión similar, y se abrirá paso si es una verdad de fe.
No soy madre, pero creo tengo "corazón de madre". A poco que te imagines la íntima relación de la Stsima Virgen con su Hijo, en toda su vida. A poco que seas consciente de su SI absoluto, irrevocable, sin fisuras.... evidentemente su papel en la Redención del género humano es "especial". El único mediador :Cristo, pero ella está en un lugar de privilegio. No es una simple mujer, a ella acudimos como mediadora.
Yo veo a Maria con el Niño en brazos y le digo :"como lo cuidate, y ahora como lo tratamos, perdonamos Madre", y solo Cristo perdona.
Hoy comienza la Semana Santa, acaso Nuestra Señora, no vivió la misma con un lazo de unión, que nadie puede ni acercarse a describir. Yo tampoco soy teologo, sr. Llera, pero tengo cabeza y corazón. Hay una escena en la película "La pasión de Cristo" de Mel G. Cuando ambos se encuentran camino del Calvario:ahí queda reflejada el grado de unión de ambos.La Stsima Virgen estuvo ahí, estuvo en Cana, estuvo en la Encarnación, estuvo en la niñez, en lo cotidiano, estuvo en Pentecost es, la Stsima Virgen está, siempre está. SIEMPRE ESTUVO
Nada de lo que se diga de ella es demasiado, y eso no va en contra de saber que nadie va al Padre sino es a través de Nuestro Señor Jesucristo. Que por cierto en estos tiempos a muchos se les olvida y pretenden igualarlo a otras religiones. Todo es una constante contradicción. De esto si podemos hablar, y dejamos a la Stsima Virgen en paz.
Con respecto a la papolatria....
confesaré algo aquí. Hasta hace poco,debo decir desde 2013 ni sabía lo que era, le simplemente amaba al Papa, así me lo enseñaron. Hoy se, que se le ama más, cuando eres capaz de adherirte a lo esencial y ser capaz de discrepar, en lo que se debe, y se puede, si así lo consideras. Yo en este tema discrepo. Además otros, papas incluidos, tienen otra posición. Por lo tanto, Francisco dice, pero aquí nada está definido, por lo cual mi piedad irá donde mi corazón me. lleve y mi mente me indique.
A Jesús por Maria!!. Y disculpas por abrir el corazón.
El anciano Simeón «aseguró a María, su Madre: mira, este niño está destinado para ruina y para resurrección de muchos en Israel y para ser el blanco de la contradicción; lo que será para ti misma una espada que traspasará tu alma, a fin de que sean descubiertos los pensamientos ocultos en los corazones de muchos».
A partir de aquí que cada cual saque sus conclusiones. Yo por ahora, la única diosa que se ha dado a conocer es una tal "Pachamama"
Fiel a su Maestro, que es su Hijo, el único Redentor, jamás quiso para sí tomar algo de su Hijo. Jamás se presentó como co-redentora. No, discípula. […
Cuando nos vengan con historias de que había que declararla esto, o hacer este otro dogma o esto, no nos perdamos en tonteras: María es mujer, es Nuestra Señora, María es Madre de su Hijo y de la Santa Madre Iglesia jerárquica y María es mestiza, mujer de nuestros pueblos, pero que mestizó a Dios.]
Segunda vez que Francisco negó que sea corredentora aquella que, según San Ireneo de Lyon (siglo II), es nuestra "causa salutis" (causa de nuestra salvación). Homilía en Santa Marta, abril año 2020:
La Virgen nunca pidió nada para sí misma, nunca. Sí, para los demás: pensemos en Caná, cuando va a hablar con Jesús. Nunca ha dicho: «Soy la Madre, mírenme: soy la Reina Madre. Ella nunca dijo eso. […] Nuestra Señora no quiso quitarle ningún título a Jesús; recibió el don de ser su Madre y el deber de acompañarnos como Madre, de ser nuestra Madre. No pidió para sí misma ser cuasi-redentora o una co-redentora: no. El Redentor es uno solo y este título no se duplica. Sólo discípula y madre.
Por tanto, esta ha sido la tercera vez que este Papa ha negado que María sea corredentora. Negar que ha sostenido eso es negar la realidad. Es no servir a la verdad. Es servir a la mentira.
Por cierto, ¿os suena de algo lo de las tres negaciones?
A mí sí.
Gus F, le informo de que en InfoCatólica se sostiene que este Papa incurrió en heterodoxia en la exhortación apostólica Amoris Laetitia. Es por si no se había enterado.
Esta opinión de Eulogio Lopez refleja bastante bien mi postura:
https:/ / www . youtube.com/watch?v=l8_iyzUTONc
Con todo lo que está aconteciendo en la Iglesia, hay que focalizar la atención en las cosas verdaderamente urgentes y serias. Un Obispo austríaco dice que quiere bendecir uniones homosexuales, en Alemania los curas se rebelan frente a la clarificación de la CpDF y anuncian que van a seguir bendiciendo sodomonios. Y acá, en vez de instar a la oración por el Santo Padre, le salen al cuello.por una declaración suya que es nebulosa.
Razón: lectura del Protoevangelio del Génesis, los Evangelios, la herencia espiritual de Padres, Doctores, teologos, santos y místicos, y el sentir de los fieles.
Por cierto, ¿os suena de algo lo de las tres negaciones?"
Suena, leyendo los Evangelios y el Apocalipsis, que puede ser dos cosas:
1. Pedro negando tres veces: cuestión reversible.
2. El Falso Profeta, asunto irreversible por razón de la gravedad. Pedro negó conocerlo tres veces, aquí la reconoce pero le niega unas características esenciales e intrínsecas.
Respecto a la papolatría no sé si algunos incurren en amor desordenado al Papa o son otras razones. Creo que para muchos católicos hoy en día sigue siendo duro expresar que en determinados asuntos no están de acuerdo con el Papa y prefieren no salirse, o que no les vean salirse, de la "línea oficial". Como en tantas cosas, y más en temas esenciales y que pueden marcar como este, resulta difícil verse solo fuera del "grupo". Pero lo que es innegable es innegable, y hacemos mal si no queremos ajustarnos a lo que en la realidad es evidente. Y que para el Papa María no es Corredentora es ya una evidente realidad.
No es lo que se dice, sino como se dice.
A mi no se me cae ningún anillo en decir que estoy en desacuerdo con Su Santidad en relación al tema de la vacunación contra el CirCovid. Pero no voy diciendo a diestra y siniestra que lo estoy.
Mucho menos se me ocurre diferir públicamente en tópicos que no son doctrina en una página a la cual entran ateos o protestantes. Suponga Ud. que es ateo, entra a InfoCatolica y ve a los propios católicos despotricar contra el Papa. Pensaría en bautizarse y confesarse?
Bueno, pues eso.
Y de lo que yo temo es que Dios nos suelte la del pulpo a los católicos por constantemente insultar y difamar al Santo Padre y a las almas consagradas.
Por eso dije y digo: si no es CLARA HEREJIA, mejor callar. Y si es CLARA HEREJIA, no se preocupe, hay teólogos con muchas mas tablas que los aquí presentes que van a corregir al Santo Padre.
Si los lectores no lo hacen por convicción, que callen aunque mas no sea por autopreservación. Estamos a las puertas de un castigo mundial sin precedentes en la historia. Hablen menos y recen mas.
Gracias tambien por su respeto y obediencia al Santo Padre.
Dios le bendiga.
Aquí llamamos al pan, pan, y al vino, vino. Y si el Papa pretende destruir la moral de la Iglesia, lo denunciamos. Con todo el respeto que sea necesario en las formas, pero con firmeza en el fondo. Y al que no le guste eso, no le gusta Infocatólica.
Defender la sana doctrina no es cómodo, pero el silencio no puede ser una opción. No seremos cómplices de la apostasía reinante en gran parte de la Iglesia.
De eso se trata, y que difícil es, te quedas expuesto a todo tipo de descalificaciones; del tipo católico fanático, incluso entre tu propia familia,
No se vista con plumas ajenas.
No es lo mismo analizar que parte de un documento papal podría no ser magisterio a decir que el Papa va por la destrucción de la moral, cosa que jamás ha dicho el P. Iraburu. Al pan pan y al vino vino.
No todos tienen la altura del P. Iraburu, de Fray Nelson Medina, del P. Morado, o de D. Pedro, entre tantos otros.
Los lectores no somos niños.
No todos los blogger y redactores guardan el respeto debido al Santo Padre.
Mucho menos algunos comentaristas a los que no solo no se los censura según las normas de publicación, sino que frecuentemente se les alaba el supuesto ingenio para insultar y se participa como "compinches" de esas irrespetuosidades.
A contrapartida se censura, sin ruborizarse, a cualquier comentarista que logre demostrar el error de algun intocable, aun mostrando el máximo de los respetos.
Y síi a muchos lectores nos disgusta esa hipocresia, no plantee la chicana de que "no nos gusta infocatolica".
No.
No nos gustan esas conductas, y es como usted dice: "se los haremos saber". Es también nuestro deber no ser cómplices con nuestro silencio, cuando así se actua.
."Con todo el respeto que sea necesario en las formas, pero con firmeza en el fondo."
Le tomo la palabra.
Bendiciones.
En cuanto a las formas, cada cual tiene la suya a la hora de escribir en un blog. De hecho, por decisión personal yo ya no escribo... ya ve usted.
Hay la petición a la Sede Apostólica, desde hace años, de definir esta doctrina como dogma de fe. Mi opinión personal, que no vale nada, es que el Papa hace bien en no meterse en este berenjenal. Exigiría un gran esfuerzo de precisión doctrinal y clarificación doctrinal para ser entendido y explicado en forma ortodoxa, y francamente, me parece que no es el momento.
Amemos y alabemos a la Santísima Virgen, medianera de todas las gracias, y oremos por el Papa. Dios tiene sus tiempos, confiemos en Él.
Con todo respeto, cuando no es tiempo de algo, se les dice a las personas:
No es tiempo de abordar este tema.
Y no se hacen afirmaciones o negaciones sobre el tema, se dice claramente, no es tiempo, punto final.
No cree usted?
Obviamente confiar en Dios.
Gloria y adoración al Señor Jesucristo! Bendita sea la Virgen María
Es una realidad muy dura, pero para poder poner algo de orden, cuanto antes lo aceptemos mejor para todos. Ello nos llevará a Militar como Iglesia Católica con Oración y Sacramentos frecuentes. Es el mejor camino que nos toca seguir más que nunca.
Cuando he escrito que "me parece que no es el momento" de entrar en el tema de definir dogmáticamente la prerrogativa de la Virgen Santísima como Corredentora estoy expresando una opinión personal mía, que no tiene mayor valor, aunque creo que se puede sustentar razonablemente. No estoy expresando la opinión del Santo Padre, que desconozco. Creo que se entiende.
No creo caer en idolatría por pensar que el cardenal se quedó corto. Y lo digo a la luz de la ciencia, ya que, como hace poco informaba Religión en Libertad, la gestación del Hijo de Dios provocó un traspaso de células del feto hacia la madre. Como en todo embarazo, la sangre de la Madre y del Hijo se entremezclaron. Si María era Inmaculada en su Concepción por gracia divina, también, en cierto modo, de alguna forma misteriosa, fue"divinizada" a través de la Encarnación del Verbo. Sé que "divinizada" no es la palabra adecuada, pero no encuentro una apropiada para expresar la relación especial entre María y la Divinidad. Esto lo digo para aquéllos que piensan que María es sólo una discípula más y tratan de rebajarla al nivel de una simple mujer.
La noticia puede consultarse en:
religionenlibertad.com/ciencia_y_fe/576899938/madre-dios-microquimerismo-jesus-maria-celulas.html
Ella, evidentemente, es participante de la naturaleza divina como todos los bautizados, pero en un grado muy superior al resto. Pero no es igual "participar de" que "ser de".
Tal como lo afirma Luis Fernando.
En primer lugar hay que tener claro que la ciencia, por muy avanzada que sea, no nos va a revelar nada nuevo sobre la esencia de la Virgen María. El misterio de María está en el plano espiritual, lo conocemos a partir de la revelación, y se funda en la maternidad divina.
En segundo lugar, el intercambio de células no implica nada en especial, en particular no implica que esas células "divinicen" a María en ningún sentido. Lo que diviniza al hombre es la gracia. La Eucaristía es una realidad distinta, pues ocurre un cambio de la misma sustancia del pan en la PERSONA de Cristo, no solo en su cuerpo, sino también su divinidad. En una célula del cuerpo de Cristo, está solo eso, una célula de su cuerpo, por supuesto cuerpo sacratísimo, y cada célula es sacratísima, pero no esta ahí la divinidad.
Debemos tener bien claro lo que nos enseña la Iglesia sobre la distinción de las naturalezas divina y humana en la Persona del Verbo. Dice el Catecismo:
«en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS 22, 2)»
Y dice con mayor claridad y precisión el Concilio de Calcedonia:
«Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo sujeto y en una sola persona.»
«consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad, "en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado" (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los siglos según la divinidad; y por nosotros y por nuestra salvación, nacido en los últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad.»
La divinidad no está en una célula salida del cuerpo de Cristo, porque ya no forma parte propiamente de su cuerpo, de manera que ontológicamente ya no está unida a la persona del Verbo, de la misma forma que si Jesús se cortaba el cabello o las uñas, la divinidad ya no está en estos.
En el cuerpo de Cristo, sí está la divinidad, no por naturaleza, sino en virtud de la unión hipostática al Verbo. Y esto inclusive durante el tiempo que estuvo muerto, como lo explica San Juan Damasceno, citado por el Catecismo:
«Aunque Cristo en cuanto hombre se sometió a la muerte, y su alma santa fue separada de su cuerpo inmaculado, sin embargo su divinidad no fue separada ni de una ni de otro, esto es, ni del alma ni del cuerpo: y, por tanto, la persona única no se encontró dividida en dos personas. Porque el cuerpo y el alma de Cristo existieron por la misma razón desde el principio en la persona del Verbo; y en la muerte, aunque separados el uno de la otra, permanecieron cada cual con la misma y única persona del Verbo»
Cita del padre Royo Marin:
"...desde San Justino y San Ireneo (siglo II) hasta nuestros
días apenas hay Santo Padre o escritor sagrado de alguna nota
que no hable en términos cada vez más claros y expresivos del
oficio de M aría como nueva Eva y Corredentora de la humanidad en perfecta dependencia y subordinación a Cristo."
Ojo que San Ireneo era discipulo de San Policarpo, que a su vez fue discipulo de San Juan Evangelista, esto nos indica lo cerca que está esta creencia de los mismos apostoles.
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