Con mi Madre no os metáis, malditos

Dice el Papa Francisco que «Si alguien dice una palabrota sobre mi madre puede esperarse un puñetazo». Yo puñetazos no doy. No recuerdo haberle dado nunca un puñetazo a nadie y tampoco creo que nunca se lo vaya a dar a nadie. Pero con mi Madre no os metáis, malditos herejes.

Yo les confieso que me pongo muy nervioso cada vez que se refieren a mi Madre de manera inapropiada. Muy nervioso. Y yo sé que lo hacen adrede para provocarnos… para que salgamos violentamente arremetiendo contra ellos y así poder pintarnos como esa caricatura que tanto les gusta dibujar para despreciar y denigrar a los verdaderos creyentes: fundamentalistas intolerantes fariseos con cara de pepinillos en vinagre, rigoristas pelagianos, etc., etc., etc..

Los modernistas tienen sobre todo dos objetivos a batir (no necesariamente en este orden): el primero, la Virgen María; el segundo, el Santísimo Sacramento y el dogma de la transubstanciación. A los modernistas, todo lo sobrenatural les molesta sobremanera porque ellos no tienen fe: no creen que haya nada metafísico; no creen en los milagros; no creen en el más allá; no creen en la vida eterna; no creen en el cielo ni en el infierno… No creen en Dios.

Los modernistas creen que Jesús de Nazaret es un personaje histórico excepcional, como Napoleón o Fidel Castro: pero solo un hombre excepcional. Para ellos, Cristo es una persona meramente humana: no creen que Cristo sea una Persona Divina. Creen que Jesús era un hombre excepcional, un verdadero revolucionario, un adelantado a su tiempo, un modelo de persona; si quieren, una persona ideal, un ejemplo a seguir; pero solo persona humana a fin de cuentas.

Por eso esta banda de herejes sin vergüenza interpretan todos los milagros de manera puramente naturalista: la multiplicación de los panes y los peces fue en realidad una especie de picnic donde cada uno de los allí presentes compartió con el resto lo que llevaba en sus cestitas y, así, sobró comida para todos: el milagro del compartir y de la fraternidad. Y así interpretan también la santa misa: una metáfora, un signo de la fraternidad universal, en la que todos alegres compartimos el mismo pan de manera igualitaria y sin exclusiones: sin descartados. Todos pueden comer del pan de la eucaristía: da igual que estés en pecado mortal que en gracia de Dios. Esos conceptos son propios de rígidos fariseos sin compasión y elitistas que piensan que el pan de la misa es solo para unos pocos escogidos, para unos santitos sin pecado, pero que en realidad son sepulcros blanqueados que aparentan ser buenecitos pero esconden un alma corrupta y llena de odio y de maldad. Por eso dicen que los ateos son mejores que los creyentes que se creen superiores y descartan a los que no son como ellos. Por eso los herejes pretenden que todos pueden comulgar: incluidos adúlteros y corruptos, defensores del aborto, luteranos y toda clase de infieles, impíos y desgraciados.

¡Malditos sacrílegos y blasfemos!

Pero volvamos al tema que nos ocupa hoy: la Santísima Virgen María. Parece ser que Vatican News, según señala InfoVaticana, al referirse a la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe calificó los hechos como “leyendas”. Pues no son leyendas, señores. ¿Qué es una leyenda?

Leyenda

Del lat. legenda ‘lo que ha de ser leído’, n. pl. del gerundivo de legĕre ‘leer’.

1. f. Narración de sucesos fantásticos que se transmite por tradición. Una leyenda sobre el origen del mundo.

2. f. Relato basado en un hecho o un personaje reales, deformado o magnificado por la fantasía o la admiración. La leyenda del Cid.

Las apariciones de la Virgen de Guadalupe sucedieron el 12 de diciembre del año 1531 y están perfectamente documentadas y aprobadas por la Iglesia. Aquí pueden ustedes saber más:

https://www.aciprensa.com/recursos/nican-mopohua-documento-historico-sobre-guadalupe-1086

https://www.aciprensa.com/recursos/historia-de-la-virgen-de-guadalupe-1080

https://ec.aciprensa.com/wiki/Virgen_Mar%C3%ADa_de_Guadalupe_(M%C3%A9xico)

https://www.aciprensa.com/noticias/virgen-de-guadalupe-cuatro-hechos-realmente-asombrosos-de-la-imagen-60571

Este tipo de lapsus, como el ya rectificado de Vatican News, se corresponde con esa tendencia modernista a naturalizar lo sobrenatural, a convertir lo extraordinario en ordinario. Los herejes están empeñados en convertir a María en una mujer “normal”: una chica de pueblo, una niña normal, educada normalmente; una chica que conocía las escrituras porque había recibido catequesis; una chica dispuesta a casarse y a tener hijos. Como cualquier otra chica de Nazaret: nada excepcional. María es normal. Como cualquier otra mujer. Cuando se dice que “está llena de gracia”, se quiere decir que es guapa y simpática y agradecida. El diccionario de la Academia Española de la Lengua dice del término “gracia”: 

1. f. Cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tiene. U. t. en sent. fig.

2. f. Atractivo independiente de la hermosura de las facciones, que se advierte en la fisonomía de algunaspersonas.

3. f. Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita.

4. f. Perdón o indulto.

5. f. Potestad de otorgar indultos.

6. f. Afabilidad y buen modo en el trato con las personas.

7. f. Habilidad y soltura en la ejecución de algo. Baila con mucha gracia.

8. f. Benevolencia y amistad de alguien.

9. f. Capacidad de alguien o de algo para hacer reír. Es una anécdota con mucha gracia.

10. f. Dicho o hecho divertido o sorprendente.

11. f. irón. Cosa que molesta e irrita.

12. f. nombre de pila.

13. f. coloq. Acción o dicho de un niño que le sirve de lucimiento. Referido a personas adultas, u. t. en sent. irón.

14. f. Rel. En la doctrina católica, favor sobrenatural y gratuito que Dios concede al hombre para ponerlo en elcamino de la salvación.

15. f. Col. Proeza, hazaña, mérito. La gracia de Lindbergh fue cruzar el Atlántico sin copiloto.

gracia actual

1. f. Rel. En la doctrina católica, auxilio de carácter ocasional dado por Dios a las criaturas.

gracia cooperante

1. f. Rel. En la doctrina católica, gracia que ayuda a la voluntad cuando esta quiere el bien y lo practica.

gracia de Dios

1. f. Dones naturales beneficiosos para la vida, especialmente el aire y el sol. Abre la ventana, que entre lagracia de Dios.

gracia habitual

1. f. Rel. En la doctrina católica, cualidad estable sobrenatural infundida por Dios en el espíritu.

gracia operante

1. f. Rel. gracia que, antecediendo al albedrío, sana el alma o la mueve y excita a querer y obrar el bien.

gracia original

1. f. Rel. En la doctrina católica, gracia que infundió Dios a nuestros primeros padres en el estado de inocencia.

gracia santificante

1. f. Rel. gracia habitual.

Pues bien: entre todas estas acepciones de “gracia”, el modernista se queda con su significado puramente natural, inmanente, horizontal: ni rastro de los significados propiamente católicos; nada sobrenatural. María era guapa y graciosa. ¡Hala! Una mujer normal, aunque muy guapa y agraciada. Y ya está. María es una más entre las mujeres. Todo normal y corriente. Cualquier mujer del mundo puede imitar a María porque en ella no hay nada raro ni sobrenatural: iban a la compra, ayudaba a su marido, cuidaba a su hijo… Lo normal… En todo caso, lo sobrenatural es lo natural. Y ahí se quedan los herejes modernistas.

El naturalismo es una herejía condenada por la Iglesia. Recordemos algunos errores condenadas expresamente por el Syllabus de Pío IX:

I. No existe ningún Ser divino [Numen divinum], supremo, sapientísimo, providentísimo, distinto de este universo, y Dios no es más que la naturaleza misma de las cosas, sujeto por lo tanto a mudanzas, y Dios realmente se hace en el hombre y en el mundo, y todas las cosas son Dios, y tienen la misma idéntica sustancia que Dios; y Dios es una sola y misma cosa con el mundo, y de aquí que sean también una sola y misma cosa el espíritu y la materia, la necesidad y la libertad, lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto.

VII. Las profecías y los milagros expuestos y narrados en la Sagrada Escritura son ficciones poéticas, y los misterios de la fe cristiana resultado de investigaciones filosóficas; y en los libros del antiguo y del nuevo Testamento se encierran mitos; y el mismo Jesucristo es una invención de esta especie.

¡Qué diferente es el leguaje católico cuando habla de María Santísima!

San Cirilo de Alejandría

Te saludamos, María, Madre de Dios, tesoro digno de ser venerado por todo el orbe, lámpara inextinguible, corona de la virginidad, trono de la recta doctrina, templo indestructible, lugar propio de Aquel que no puede ser contenido en lugar alguno, madre y virgen, por quien es llamado bendito en los santos evangelios el que viene en nombre del Señor.

¿Quién habrá que sea capaz de cantar como es debido las alabanzas de María? Ella es madre y virgen a la vez; ¡que cosa tan admirable! Es una maravilla que me llena de estupor. ¿Quién ha oído jamás decir que le esté prohibido al constructor habitar en el mismo templo que él ha construido? ¿quién podrá tachar de ignominia el hecho de que la sirvienta sea adoptada como madre?

Hoy todo el mundo se alegra; quiera Dios que adoremos la unidad, que rindamos culto de santo temor a la Trinidad indivisa, al celebrar con nuestras alabanzas a María, siempre Virgen, templo santo de Dios.


San Anselmo

¡Oh Mujer, llena de gracia, sobreabundante de gracia, cuya plenitud desborda a la creación entera y la hace reverdecer! ¡Oh, Virgen bendita, bendita por encima de todo, por tu bendición queda bendita toda criatura, no sólo la creación por el Creador, sino también el Creador por la criatura.


San Bernardo

“El único nacimiento digno de Dios era el procedente de la Virgen; asimismo, la dignidad de la Virgen demandaba que quien naciere de Ella no fuere otro que el mismo Dios. Por esto el Hacedor del hombre, al hacerse Hombre, naciendo de la raza humana, tuvo que elegir, mejor dicho, que formar para sí, entre todas, una madre tal cual Él sabía que había de serle conveniente y agradable".

Esta es la voluntad de Cristo: que todos los bienes de su Redención nos vengan por medio de María, su Madre y Maestra nuestra“.


Santo Tomás de Villanueva

“Con nuestros pecados no sólo es ofendido Dios Padre, cuyos preceptos violamos, sino también el Hijo de Dios, Cristo Jesús, cuya Sangre, al pecar, conculcamos, crucificando de nuevo a Cristo. Y por lo mismo, como ante el Padre interpela el Hijo, como único Medianero nuestro para con Él; así para con el Hijo intercede como Abogada y Medianera principal, la Virgen María“.


San Luis María Grignion de Montfort

En el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María podemos leer:

María es la excelente obra maestra del Altísimo, quien se ha reservado para sí el conocimiento y posesión de Ella. María es la Madre admirable del Hijo, quien tuvo a bien humillarla y ocultarla durante su vida, para fomentar su humildad, llamándola mujer (ver Jn 2,4; 19,26)4 , como si se tratara de una extraña, aunque en su corazón la apreciaba y amaba más que a todos los ángeles y hombres. María es la fuente sellada, en la que sólo puede entrar el Espíritu Santo, cuya Esposa fiel es Ella. María es el santuario y tabernáculo de la Santísima Trinidad, donde Dios mora más magnífica y maravillosamente que en ningún otro lugar del universo, sin exceptuar los querubines y serafines; a ninguna creatura, por pura que sea, se le permite entrar allí sin privilegio especial.

Digo con todos los santos que la excelsa María es el paraíso terrestre del nuevo Adán, quien se encarnó en Él por obra del Espíritu Santo para realizar allí maravillas incomprensibles. Ella es el sublime y divino mundo de Dios, lleno de bellezas y tesoros inefables. Es la magnificencia del Altísimo, quien ocultó allí, como en su seno, a su Unigénito, y con Él lo más excelente y precioso. ¡Oh! ¡Qué portentos y misterios ha ocultado Dios en esta admirable creatura, como Ella misma se ve obligada a confesarlo –no obstante su profunda humildad: ¡El Poderoso ha hecho obras grandes por mí! (Lc 1,49). El mundo los desconoce, porque es incapaz e indigno de conocerlos.

Los santos han dicho cosas admirables de esta ciudad santa de Dios. Y según ellos mismos testifican, nunca han estado tan elocuentes ni se han sentido tan felices como al hablar de Ella. Todos a una proclaman que la altura de sus méritos, elevados por Ella hasta el trono de la divinidad, es inaccesible; la anchura de su caridad, dilatada por Ella más que la tierra, es inconmensurable; la grandeza de su poder, que se extiende hasta sobre el mismo Dios, es incomprensible (ver Ef 3,18; Ap 12,15-16); y, en fin, que la profundidad de su humildad y de todas sus virtudes y gracias es un abismo insondable. ¡Oh altura incomprensible! ¡Oh anchura inefable! ¡Oh grandeza sin medida! ¡Oh abismo impenetrable!

Todos los días, del uno al otro confín de la tierra, en lo más alto del cielo y en lo más profundo de los abismos, todo pregona y exalta a la admirable María. Los nueve coros angélicos, los hombres de todo sexo, edad, condición, religión, buenos y malos, y hasta los mismos demonios, de grado o por fuerza se ven obligados -por la evidencia de la verdad- a proclamarla bienaventurada.

Todos los ángeles en el cielo –dice San Buenaventura– le repiten continuamente: “¡Santa, santa, santa María! ¡Virgen y Madre de Dios!”, y le ofrecen todos los días millones y millones de veces la salutación angélica: Dios te salve, María…, prosternándose ante Ella y suplicándole que, por favor, los honre con alguno de sus mandatos. “San Miguel –llega a decir San Agustín–, aún siendo el príncipe de toda la milicia celestial, es el más celoso en rendirle y hacer que otros le rindan toda clase de honores, esperando siempre sus órdenes para volar en socorro de alguno de sus servidores”.

Toda la tierra está llena de su gloria. Particularmente entre los cristianos, que la han escogido por tutela y patrona de varias naciones, provincias, diócesis y ciudades. ¡Cuántas catedrales consagradas a Dios bajo su advocación! ¡No hay iglesia sin un altar en su honor ni comarca ni región donde no se dé culto a alguna de sus imágenes milagrosas y se obtenga toda clase de bienes! ¡Cuántas cofradías y congregaciones en su honor! ¡Cuántos institutos religiosos colocados bajo su nombre y protección! ¡Cuántos congregantes en las asociaciones piadosas, cuántos religiosos en todas las órdenes religiosas! ¡Todos publican sus alabanzas y proclaman sus misericordias! No hay siquiera un pequeñuelo que, al balbucir el avemaría, no la alabe. Ni apenas un pecador que, en medio de su obstinación, no conserve una chispa de confianza en Ella. Ni siquiera un solo demonio en el infierno que, temiéndola, no la respete.

Confieso con toda la Iglesia que, siendo María una simple creatura salida de las manos del Altísimo, comparada a la infinita Majestad de Dios, es menos que un átomo, o mejor, es nada, porque sólo El es El que es (Ex 3,14). Por consiguiente, este gran Señor, siempre independiente y suficiente a sí mismo, no tiene ni ha tenido absoluta necesidad de la Santísima Virgen para realizar su voluntad y manifestar su gloria. Le basta querer para hacerlo todo.

Afirmo, sin embargo, que -dadas las cosas como son-, habiendo querido Dios comenzar y culminar sus mayores obras por medio de la Santísima Virgen desde que la formó, es de creer que no cambiará jamás de proceder; es Dios, y no cambia ni en sus sentimientos ni en su manera de obrar (Ml 3,6; Rom 11,29; Heb 1,12).

Dios Padre comunicó a María su fecundidad, en cuanto una pura creatura era capaz de recibirla, para que pudiera engendrar a su Hijo y a todos los miembros de su Cuerpo místico.

Dios Hijo descendió al seno virginal de María como nuevo Adán a su paraíso terrestre para complacerse y realizar allí́ secretamente maravillas de gracia.

Este Dios-hombre encontró su libertad en dejarse aprisionar en su seno; manifestó su poder en dejarse llevar por esta jovencita; cifró su gloria y la de su Padre en ocultar sus resplandores a todas las creaturas de la tierra para no revelarlos sino a María; glorificó su propia independencia y majestad, sometiéndose a esta Virgen amable en la concepción, nacimiento, presentación en el templo, vida oculta de treinta años, hasta la muerte, a la que Ella debía asistir, para ofrecer con Ella un solo sacrificio y ser inmolado por su consentimiento al Padre eterno, como en otro tiempo Isaac, por la obediencia de Abrahán, a la voluntad de Dios. Ella le amamantó, alimentó, cuidó, educó y sacrificó por nosotros.

¡Oh admirable e incomprensible dependencia de un Dios! Para mostrarnos su precio y gloria infinita, el Espíritu Santo no pudo pasarla en silencio en el Evangelio, a pesar de habernos ocultado casi todas las cosas admirables que la Sabiduría encarnada realizó durante su vida oculta. Jesucristo dio mayor gloria a Dios, su Padre, por su sumisión a María durante treinta años, que la que le hubiera dado convirtiendo al mundo entero por los milagros más portentosos. ¡Oh! ¡Cuán altamente glorificamos a Dios cuando para agradarle nos sometemos a María, a ejemplo de Jesucristo, nuestro único modelo!

Si examinamos de cerca el resto de la vida de Jesucristo, veremos que ha querido inaugurar sus milagros por medio de María. Mediante la palabra de María santificó a San Juan en el seno de Santa Isabel, su madre (ver Lc 1,41-44); habló María, y Juan quedó santificado. Este fue el primero y mayor milagro de Jesucristo en el orden de la gracia. Ante la humilde plegaria de María, convirtió el agua en vino en las bodas de Caná (ver Jn 2,1-12). Era su primer milagro en el orden de la naturaleza. Comenzó y continuó sus milagros por medio de María, y por medio de Ella los seguirá realizando hasta el fin de los siglos.

Dios Espíritu Santo, que es estéril en Dios –es decir, no produce otra persona divina en la divinidad–, se hizo fecundo por María, su Esposa. Con Ella, en Ella y de Ella produjo su obra maestra, que es un Dios hecho hombre, y produce todos los días, hasta el fin del mundo, a los predestinados y miembros de esta Cabeza adorable. Por ello, cuanto más encuentra en un alma a María, su querida e indisoluble Esposa, tanto más poderoso y dinámico se muestra el Espíritu Santo para producir a Jesucristo en esa alma y a ésta en Jesucristo.

No quiero decir con esto que la Santísima Virgen dé al Espíritu Santo la fecundidad, como si Él no la tuviese, ya que, siendo Dios, posee la fecundidad o capacidad de producir tanto como el Padre y el Hijo, aunque no la reduce al acto al no producir otra persona divina. Quiero decir solamente que el Espíritu Santo, por intermediario de la Santísima Virgen –de quien ha tenido a bien servirse, aunque absolutamente no necesita de Ella–, reduce al acto su propia fecundidad, produciendo en Ella y por Ella a Jesucristo y a sus miembros. ¡Misterio de la gracia desconocido aun por los más sabios y espirituales entre los cristianos!

Todos los verdaderos hijos de Dios y predestinados tienen a Dios por Padre y a María por Madre. Y quien no tenga a María por Madre, tampoco tiene a Dios por Padre (ver Rom 24,25-30). Por eso los réprobos –tales los herejes, cismáticos, etc., que odian o miran con desprecio o indiferencia a la Santísima Virgen– no tienen a Dios por Padre –aunque se jacten de ello–, porque no tienen a María por Madre. Que, si la tuviesen por tal, la amarían y honrarían, como un hijo bueno y verdadero ama y honra naturalmente a la madre que le dio la vida.

La señal más infalible y segura para distinguir a un hereje, a un hombre de perversa doctrina, a un réprobo de un predestinado, es que el hereje y réprobo no tienen sino desprecio o indiferencia para con la Santísima Virgen, cuyo culto y amor procuran disminuir con sus palabras y ejemplos, abierta u ocultamente y, a veces, con pretextos aparentemente válidos. ¡Ay! Dios Padre no ha dicho a María que establezca en ellos su morada, porque son los Esaús.

El docto y piadoso Suárez, jesuita; el sabio y devoto Justo Lipsio, doctor de Lovaina, y muchos otros han demostrado con pruebas irrefutables, tomadas de los Padres -como San Agustín, San Efrén, diácono de Edesa; San Cirilo de Jerusalén, San Germán de Constantinopla, San Juan Damasceno, San Anselmo, San Bernardo, San Bernardino, Santo Tomás y San Buenaventura-, que la devoción a la Santísima Virgen es necesaria para la salvación, y que así como es señal infalible de reprobación el no tener estima y amor a la Santísima Virgen, del mismo modo es signo infalible de predestinación el consagrarse a Ella y ser devoto suyo en verdad y plenitud total.


Pío IX, Quanta Cura, 1864

Mas para que Dios más fácilmente acceda a nuestras oraciones y votos, y a los vuestros y de todos los fieles, pongamos con toda confianza por medianera para con Él a la inmaculada y Santísima Madre de Dios la Virgen María, la cual ha destruido todas las herejías en todo el mundo, y siendo amantísima madre de todos nosotros, «toda es suave y llena de misericordia… a todos se muestra afable, a todos clementísima, y se compadece con ternísimo afecto de las necesidades de todos» (San Bernardo, Serm. de duodecim praerogativis B.M.V. ex verbis Apocalypsis) y como Reina que asiste a la derecha de su Unigénito Hijo Nuestro Señor Jesucristo con vestido bordado de oro, y engalanada con varios adornos, nada hay que no pueda alcanzar de Él.


Escribe el P. Antonio Royo Marín en su Teología de la Perfección Cristiana:

Todos los títulos y grandezas de María arrancan del hecho colosal de su maternidad divina. María es Inmaculada, Llena de Gracia, Corredentora de la humanidad, subió en cuerpo y alma al cielo para ser allí la Reina de los cielos y la tierra y la Mediadora universal de todas las gracias, porque María es la Madre de Dios. La maternidad divina la coloca a tal altura, tan por encima de todas las criaturas, que Santo Tomás de Aquino, tan sobrio y discreto en sus apreciaciones, no duda en calificar su dignidad de en cierto modo infinita. Y su gran comentarista, el cardenal Cayetano, dice que María, por su maternidad divina, alcanza los límites de la divinidad. Entre todas las criaturas, es María, sin duda ninguna, la que tiene mayor “afinidad con Dios".

Es voluntad de Dios que nos santifiquemos. Para santificarse hay que practicar las virtudes. Para practicar la virtud necesitamos la gracias de Dios. Para hallar la gracia de Dios hay que hallar a María. Porque solo María ha hallado gracia delante de Dios, ya para sí, ya para todos y cada uno de los hombres en particular porque María dio el ser y la vida al Autor de la gracia y por eso se la llama Mater gratiae. Porque Dios Padre, de quien todo don perfecto y toda gracia desciende como de su fuente esencial, dándole a su divino Hijo, le dió a María todas las gracias. Porque Dios la ha escogido como tesorera, administradora y dispensadora de todas las gracias, de suerte que todas pasan por sus manos; y conforme al poder que ha recibido, reparte Ella a quien quiere, como quiere, cuando quiere y cuanto quiere las gracias del Eterno Padre, las virtudes de Jesucristo y los dones del Espíritu Santo.


Parece ser que considerar a la Santísima Virgen María como corredentora no es ninguna tontuna… En fin… Hagámosle caso a Lucía de Fátima:

“Desde que la Santísima Virgen ha dado una eficacia tan grande al Rosario, no existe ningún problema, material, espiritual, nacional o internacional, que no pueda ser resuelto por el Santo Rosario y por nuestros sacrificios".

Recemos todos los días el Santo Rosario por el Papa, por los obispos y por los sacerdotes, para que sean santos; y especialmente por aquellos herejes o apóstatas que trabajan sin descanso para destruir la Iglesia desde dentro. Recemos para que los impíos se arrepientan de sus pecados, se conviertan y así puedan librarse de las penas del infierno. 

En cualquier caso, alegraos. mirad que el juez ya está a la puerta.

Post Scriptum. Sobre el tema de la historicidad de las apariciones de la Virgen María, si están interesados, les recomiendo la conferencia del profesor don Javier Paredes, catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Alcalá de Henares. Las cosas son lo que son…

 

78 comentarios

  
Luis Fernando
Tonteras, tonteras...

Exageras, exageras...

En fin. No hay nada que toquen que no corrompan, manchen, ensucien. Es lo que tiene el alma impía. Sobre todo cuando se disfraza de piadosa.
15/12/19 5:16 PM
  
Francisco de México
Los modernistas empiezan negando los milagros de Cristo, luego su resurrección, todos sus milagros..... Alguno finalmente niegan a Dios Padre y se convierten ateos.

Su táctica engañosa es empezar desde el final, en sentido contrario al hombre de fe. En sus pláticas, el Jesuita Jorge Loering explicaba el proceso correcto, de principio a fin.

a) Tratar de explicar la existencia del universo lleva a la existencia de Dios.
b) Decidir entre las distintas religiones y escoger la mejor. Aquí es donde los milagros aplican, porque los cristianos son los únicos que los muestran y los aceptan.
c) Decidir que rama del cristianismo es la verdadera, y eso se logra mediante el estudio de la historia.

Los milagros hechos por Cristo son reconocidos por Cristianos y no cristianos, Flavio Josefo los acepta, el Talmud también, solo que los llama "hechizos".

Conferencia del Padre en youtube: www.youtube.com/watch?v=vW2U28Q9Fgc
15/12/19 5:31 PM
  
sofía
Tengo una enorme devoción a la Virgen María y creo y celebro todos los dogmas marianos definidos por la Iglesia. Pero tengo entendido que eso no implica la necesidad de creer en las apariciones marianas. Siempre me dijeron que un católico no tiene por qué creer en apariciones marianas concretas, ni las historias que circulan acerca de ellas, sean verdaderas o sean leyendas. Siempre he creído que se podía creer en las apariciones aceptadas por la Iglesia, que podía ser conveniente, pero no que fuera obligatorio.
Me gustaría que me remitiera a la doctrina sobre este asunto, porque desde luego a mí siempre me ha tenido sin cuidado si era verdad o no la leyenda sobre tal o cual pastor que encontró una imagen milagrosamente o al que se la apareció milagrosamente la Virgen.
No creo que eso quite ni ponga gloria ni verdad a la misión que tiene la Virgen como Madre de Dios y Madre nuestra ni a la doctrina católica mariana. La devoción a nuestra Madre, bien fundamentada en los Evangelios y la fe en los dogmas marianos quedan intactas aunque no se crea -ni se deje de creer, al menos en mi caso- en devociones y apariciones particulares, que en nada afectan a la sustancia de mi fe católica.
15/12/19 5:33 PM
  
M.Virginia Olivera de Gristelli
Adhiero a cada letra, Pedro. Gracias por tu post en defensa de nuestra Madre. ¡Viva Maria Inmaculada, Reina y Corredentora!
15/12/19 5:36 PM
  
sofía
Conste que lo de María Corredentora me parece muy lógico y aunque no sea un dogma, casi se puede decir que lo es. Creo que es importante, y yo también lo mantengo - no me refiero a eso.
Yo me refiero a las devociones y apariciones particulares, que me parecen muy bien si están aceptadas, para quien le venga bien a su fe, pero que no me parece obligatorio creerlo, aunque no se me ocurre discutirle a nadie si se apareció o no la Virgen en Guadalupe o en Medgugorge etc, porque seguro que creerlo a mucha gente le hace mucho bien; pero tampoco creo que haga bien que se pretenda que es obligatorio creerlo a quien no lo crea, porque tengo entendido que no es así.
15/12/19 5:46 PM
  
Rosa de Jesús
Perfecta descripcion de lo que cree un modernista, ahora hay que pensar una resistencia, gente mas inteligente que yo la plantea hace años pero pocos la escuchaban: misa tridentina, doctrina tradicional, santo rosario, imperio español, no españa como peninsula sino españa como imperio catolico internacional, si los indigenistas lo lograron con su bandera multicolor, los homosexuales con su arcoiris, porque nosotros no con el aspa de borgoña!? , suena a delirio pero si insistimos por alli tal vez Dios se apiade y cumpla la profecia del gran monarca, es una profecia seria abalada por muchos santos, pero yo creo que mientras queramos vivir a medias la fe, con democracia, con misa nueva bien celebrada, con moral lait, vamos a la ruina: nuestros hijos van a ser mas flojos que nosotros y nos extinguimos.
15/12/19 5:58 PM
  
sofía
La Santa Misa, el santo rosario, la vida consecuente con lo que se cree, son sin duda un camino a seguir para mejorar el mundo. Pero menospreciar el valor de una misa bien celebrada por no ser "tridentina" (sic) no dice nada en favor de la fe en la misa de quien así se expresa.
¿Y en qué parte del evangelio le dice Jesús a sus discípulos que formen un imperio imitando a los poderes políticos? Porque lo que se ve es todo lo contrario.
En fin, eso no es doctrina católica. Pido que se diferencie lo que es doctrina católica de lo que son opiniones particulares.
15/12/19 6:21 PM
  
Rubén (de Argentina)
@Sofía:

Los católicos solo estamos obligados a creer en la revelación pública, las revelaciones privadas pueden no creerse. Pero... hay revelaciones privadas y revelaciones privadas. No es lo mismo Fátima que Medjugorje. Te diría que casi es una obligación creer en la aparición de la Virgen en Fátima, puesto que es un caso particular, distinto. Voy a tomar los dichos de Juan Pablo II, que decía que esas apariciones excedían el marco de una mera revelación privada, porque por la magnitud de su contenido (casi apocalíptica), es “comparable a la Sagrada Escritura” y “compromete a la Iglesia entera”. Eso lo dijo un Papa (está bien, no lo dijo ex-cathedra). Pero digamos que en el caso de Fátima, la revelación recibida no se refiere como en otros casos para el crecimiento espiritual del "vidente" y/o de su entorno; no, aquí los pedidos de la Virgen tienen designios universales, conllevan la intención de dar directrices para conducir la Iglesia y salvar las almas del infierno. La misma aparición de la Virgen fue pública, ante setenta mil personas. Es revelación privada porque el mensaje fue entregado a tres pastorcitos, pero la aparición fue pública y la Virgen dejó el pedido expreso de que su mensaje se hiciera público. La Virgen quiso que conozcamos el mensaje y que lo creamos. Es más, lo dijo Ella:

Continuad viniendo todos los meses. En octubre diré quién soy y lo que quiero, y haré un milagro para que todos vean y crean.
¿Podemos no creer en este caso particular? ¿Tenemos ese derecho?

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15/12/19 7:32 PM
  
Palas Atenea
Aquí hay dos cosas distintas:
1) Las Apariciones reconocidas no son opiniones particulares.
2) Efectivamente puedes creer o no creer en ellas porque no son dogma de Fe.
En la Iglesia hay santos, como San Diego Cuauhtlatoatzin, que lo son
únicamente porque se les apareció la Virgen, por lo tanto el que piense que no se le apareció tiene un problema con el santo porque no es santo sino un señor que vio estrellitas de colores una mañana en el cerrito de Tepeyac.
Rechazar una aparición mariana para un católico no es tan sencillo, ni siquiera para los que somos de corte racionalista.
15/12/19 7:37 PM
  
Rubén (de Argentina)
Y respecto de lo sobrenatural, de los milagros (incluso y más precisamente los de Cristo, negados por Walter Kasper), transcribo lo acordado en la Sesión III del Concilio Vaticano I (24 de abril de 1870) y que figura en el apartado "Cánones [sobre la fe católica ]", capítulo "3. De la fe", P 1813, punto 4:

[De la demostrabilidad de la revelación.] Si alguno dijere que no puede darse ningún milagro y que, por ende, todas las narraciones sobre ellos, aun las contenidas en la Sagrada Escritura, hay que relegarlas entre las fábulas o mitos, o que los milagros no pueden nunca ser conocidos con certeza y que con ellos no se prueba legítimamente el origen divino de la religión cristiana, sea anatema.
Uno que yo sé debería dejar de ser cardenal y ser reducido al estado laical. Y respecto a la multiplicación de los panes, Elías y Eliseo hicieron algo similar (no en la magnitud de Cristo) y más modernamente tenemos el famoso milagro de Don Bosco de la multiplicación de las Hostias Consagradas.
15/12/19 7:42 PM
  
Palas Atenea
Por otra parte las apariciones marianas y los milagros tienen exactamente el mismo problema, no son dogmas pero no dejan de interpelarnos. Si no creemos en los milagros es porque no creemos que esté en manos de Dios alterar el mundo que creó y que si el cáncer es una enfermedad no está en sus manos deternarlo. Y eso ningún católico puede afirmarlo porque entonces no sería católico. Así que lo que hacemos no es negar la posibilidad sino el hecho si se produce. Podría ser verdad pero yo no me lo creo.
15/12/19 7:52 PM
  
Palas Atenea
Naturalmente no me estoy refiriendo a los milagros de Jesús sino a aquellos que han sido considerados como tales a lo largo de la historia, que son muchos.
15/12/19 7:53 PM
  
Mikel
El reinado del Anticristo precisa de la apostasía para establecerse y el vehículo más sobresaliente que podía tener bajo su control para extenderla es la propia Iglesia, por eso desde lo más alto de ella vemos esta efusión de herejías, unas veces directamente y otras de manera camuflada pero siempre derramándose como veneno e inoculándose en muchas almas. Porque la Sinagoga de Satanás no puede arrancar la victoria en la Cruz de Jesucristo, el nuevo Adán que nos ha devuelto al Padre y nos ha otorgado la dignidad de ser hijos de Dios, pero intenta que el mayor número de almas rechace al Cordero de Dios para poder erigir su gobierno mundial; es como desactivar el antivirus del ordenador para poder infectarlo y hacerse con su control, y cuando eso pasa a veces la única solución es borrar todo el disco duro. La Sinagoga sabe que está desatando la corrección divina sobre la humanidad pero no le importa, sigue y seguirá al Portador de la luz hasta el final. Porque desde que rechazaron al Mesías Lucifer es su dios y ellos su pueblo.
Alabado sea Dios y la Virgen Madre. Ella, nuestra nueva Eva, es la que traza el camino hacia la victoria del Pueblo de Dios escondido en Su Inmaculado Corazón. ¡Gracias, Pedro, por salir en defensa de nuestra Madre del Cielo, gracias por estos escritos inspirados por el Espíritu! ¡Gloria a Dios!
15/12/19 7:57 PM
  
Palas Atenea
Cuando Jesús ascendió al Cielo para algunos se cerró la etapa de cualquier hecho prodigioso pero Jesús no dijo eso, advirtió que no volvería hasta el final de los Tiempos, pero eso no nos autoriza a pensar que la Virgen no se pueda aparecer o que por intercesión de tal o cual persona ante Dios sea imposible hacer un milagro. De hecho la oración de petición, sobre todo cuando es por algo de tipo espiritual: la salvación de un alma, la protección de un perseguido, etc...se hace con la convicción de que pueda tener un efecto, se llame eso como se llame, de lo contrario carece de sentido. Todos hacemos eso, pero si en nuestro interior creemos que estamos pidiendo un imposible la falta de Fe inutiliza la misma petición.
15/12/19 8:09 PM
  
sofía
Gracias por las aclaraciones.
15/12/19 8:33 PM
  
Palas Atenea
Por otra parte está la facilidad con que se rechaza una aparición, por ejemplo la extraña aparición de Guadalupe. No existe una explicación científica del hecho, pero aún así la rechazamos, y no será porque la tilma del indio no ha sido revisada mil veces por especialistas de todo el mundo. La tilma es un objeto concreto y nada sería más fácil que demostrar en el siglo XXI la manipulación torticera de un objeto por parte de algún sujeto del s, XVI. Pues nada, es fibra de maguey y todo el mundo sabe, de hecho se han hecho multitud de experimentos, que la fibra de ágave no sobrevive más de 20 o 30 años y que no hay ninguna tilma hecha del mismo material que tenga casi quinientos años y menos habiendo sido expuesta al aire y a los contaminantes durante todo este tiempo. Oiga, pues nos tragamos esa posibilidad antes que aceptar el milagro, y presumiendo de cientifistas. Un científico pone los huevos y después cacarea, pero cacareamos antes de demostrar nada porque, si no hemos podido demostrarlo hasta ahora ya lo demostraremos más tarde. Si yo lo doy como un suceso natural tendría que preguntarme qué genio consiguió tal cosa porque los agujeros de la tela son tales que a 10 cm. ya no ves la imagen sino solo la tela ya que el tejido de esa fibra es parecido a la tela de saco que también permite ver con claridad la trama y la urdimbre.
15/12/19 8:39 PM
  
Guillermo PF
Con todo respeto, D. Pedro Luis, dudar de las apariciones marianas no es meterse con la Santísima Madre de usted, que por supuesto también lo es (anda que si no fuera por Ella...) de los que dudamos. La propia Iglesia siempre se ha cuidado muy mucho de obligar a creer en las apariciones. Como mucho las aprueba, aunque tampoco alcanzo yo a terminar de entender ese "sí pero no", en fin. Y no es solo cuestión de gracia ni de falta de ella. Abusamos muchas veces del comodín de la gracia como herramienta de debate.
Pero volviendo al tema, los propios expertos parece que no se ponen de acuerdo sobre en qué momento finaliza cualquier tipo de revelación.
15/12/19 8:59 PM
  
Anacoreta
Aplausos con el corazón, Sr. Llera, esa es la defensa de un buen hijo.
¡Viva la Madre de Dios!
15/12/19 9:02 PM
  
Palas Atenea
Yo también estoy de acuerdo que no creer en las Apariciones de la Virgen no es un rechazo a la Madre de Dios porque podía no haber aparecido, no había ninguna promesa sobre ello. Insultar a la Virgen es otra cosa.
Se le puede rendir a la Virgen culto de hiperdulía se crea o no en sus Apariciones.
15/12/19 9:48 PM
  
Pedro L. Llera
Obviamente, las apariciones de la Virgen no son dogmas de fe. Nadie ha dicho que lo sea. Los dogmas de fe son los que son. Y respecto a la Virgen María hay cuatro: la Virginidad de María, antes, durante y después del parto; la maternidad de María: María como Madre de Dios; la Asunción de la Virgen María al cielo en cuerpo y alma; y su Inmaculada Concepción.
15/12/19 10:02 PM
  
Soledad
De acuerdo con todo lo expuesto por Vd y los comentaristas.

Para mi, desde hace años es la "prueba del algodón" el amor a María. De hecho creo que cuando la piedad aumenta lo hace el amor hacia Nuestra Stsima Madre. Quien la rebaja, quien intenta ponerla en un nivel"meramente humano", en el mismo plano que nosotros no anda en verdad. No digamos quien la insulta, consciente o inconscientemente, eso nace del Maligno.

San Juan Pablo II hablaba de "alianza de los dos Corazones". Los Corazones de Nuestro Señor y el de su Madre están unidos. Esto se entiende tb humanamente. Cuando nuestra madre falta, el corazón se rompe, cuando sufrimos nos acoge, siempre está cuando debe estar, su mirada es constante, su desvelo a veces raya lo heroico. Hablo de la relación madre/hijo. Esto en nuestra imperfección!. Como será el lazo entre Jesús y Maria?.

Ella es el camino más seguro y rápido para llegar a Jesús. "Ad Iesum per Mariam"

Aquí escriben muchos hispanoamericanos. Ellos podrían explicar lo providencial de esta aparición.,no sólo en México, no sólo hace siglos. Sino en todo el continente americano y a día de hoy.
Yo tengo su imagen en mi cartera, desde que la vi por primera vez me robo el corazón.
Viva la Virgen de Guadalupe! Viva la Madre de Dios!. Siempre bajo tu manto Madre. Ave Maria gratia plena..Amén

15/12/19 10:24 PM
  
Juan
Muy bueno, todo! Viva María, Madre de Dios, Virgen siempre, Inmaculada, Asumpta y Corredentora!
...
Y cuánto nos quedará de pesadilla para el alma?
15/12/19 10:29 PM
  
tarci
siento que la devocion a la Inmaculada y a la Virgen esta volviendo a encenderse por los tiempos convulsos que sufren los cristianos y por el escandalo que lps Pasrores generan uniendose a la tirania de nuevas ideologias del mundo que pisan la dignidad del hombre ..y como dicen en Peru se meten con nuestros hijos estas ideologias y no hay voces de Pastores que lo denuncien sino aun que nos dwsautorizan por dwnunciarlo publicamente.

Ahora miramos a Maria como la Reina del Apocalipsis que el dragon no puede danar...ahora volvemos a mirarla como la tabla de salvacion en la Tormenta...y lo impresionante es que el Espiritu Santo nos ayuda a buscar colectivente su ayuda..a darnos cuentas que SI es nuestra mama..una mama perfecta.ainancha y pronta en escuchar y sobre todo docil a la voluntad de Dios.que nos ayuda tambien a aceptar la voluntad de Dios.

La dwvocion a la Virgen ya es universal gracias a la globalizacion...es que es un milagro viviente que muestra a una doncella maternal vestida con el sol y las estrellas..

Mexico Guadalupano da testimonio.los pobres dan testimonio...

Pues por eso las homilias..pinturas modernistaa distan de la Palabra y si son blasfemia de alguna manera.

Gracias al Autor por reparar llevandonos a los Santos Padres.
Maria.Madre Nuestra..siempre atenta a cualquier llamada de sus hijitos..nunca ha dejado de atendernos
15/12/19 10:33 PM
  
Rubén (de Argentina)
@Mikel:

El reinado del Anticristo precisa de la apostasía para establecerse y el vehículo más sobresaliente que podía tener bajo su control para extenderla es la propia Iglesia.
Una aclaración respecto de tu frase anterior. La apostasía SOLAMENTE puede darse DENTRO de la Iglesia católica. No es que el maligno necesite de la Iglesia para extender la apostasía a todo el mundo; no, el mundo por definición no cree y no puede apostatar de una fe que nunca tuvo. Lo que el maligno quiere es extender la apostasía DENTRO de la Iglesia. Porque la apostasía es la pérdida, el abandono de la fe; y solo se puede abandonar algo que se tuvo primero. No puede haber apostasía donde nunca hubo primero fe verdadera. Y como la única fe verdadera está en la Iglesia católica, es solamente en Ella en donde se puede apostatar. ¿Cual sería la victoria de Satanás si los musulmanes, los budistas, los hinduistas, etc,, etc. pierden su fe? Ninguna, porque aquellos nunca han creído verdaderamente en Dios [No hay salvación fuera de la Iglesia]. Solo pueden apostatar en toda su dimensión los católicos. Y el maligno lo está consiguiendo. Desde ya que no podrá lograr que toda la Iglesia pierda la fe, pero si que se está llevando muchos a sus filas. Por lo demás, concuerdo plenamente con tu comentario.
15/12/19 11:05 PM
  
Palas Atenea
La devoción a la Virgen es consustancial con el cristianismo, San Efrén de Siria (S. IV) llamado "La Cítara del Espíritu Santo" nos ha dejado maravillosos himnos marianos. He aquí uno:

«El Señor vino a ella para hacerse siervo.
El Verbo vino a ella para callar en su seno.
El rayo vino a ella para no hacer ruido.
El pastor vino a ella, y nació el Cordero, que llora dulcemente.
El seno de María ha trastocado los papeles:
Quien creó todo se ha apoderado de él, pero en la pobreza.
El Altísimo vino a ella (María),
pero entró humildemente.
El esplendor vino a ella, pero vestido con ropas humildes.
Quien todo lo da experimentó el hambre.
Quien da de beber a todos sufrió la sed.
Desnudo salió de ella, quien todo lo reviste (de belleza).»

(Himno «De Nativitate» 11, 6-8).

¡Feliz Adviento!
15/12/19 11:22 PM
  
Ernesto Cortez
Como católicos ya no podemos callar ni permitir que desde nuestra Iglesia se arremeta con Nuestra Madre LLENA DE GRACIA, la Madre de Dios, Siempre Virgen, Inmaculada, Asunta al cielo.
¿Quien es un hombre para desmerecer a la que Dios desde toda la eternidad la eligió para ser Madre del Verbo? , la que el Arcángel la llama Gracia Plena, quien aceptando con su SI, el plan de Dios para la redención de los hombres se vuelve corredentora nuestra, la que con sus sufrimientos al pie de la Cruz los une a la Pasión de Nuestro Redentor Jesucristo.
¿quien es él para juzgar con
arrogancia a los Santos Padres que le han precedido diciendo verdades sobre Ella? Y diciendo no simples palabras de hijos enamorados.
Dios mismo la escogió, la preservó sin mancha alguna a Nuestra Madre Inmaculada, la llenó de gracias que aún nosotros como hombres no comprendemos a plenitud, por lo que decir “María mujer, María madre, sin otro título esencial” es negar la verdad revelada: María Gracia Plena dicha de la voz del Ángel. Ahí de las palabras del Ángel se derivan a Ella los títulos de las letanías lauretanas que no son suficientes aún ante la grandeza y pureza de Nuestra Señora.
Es el tiempo en que nosotros los católicos debemos seguir el ejemplo de San Juan, aunque Pedro haya negado a Nuestro Señor, apostatando, debemos mantenernos junto a la Excelsa Santa Madre de Dios, al pie de la Cruz.
16/12/19 2:26 AM
  
maru
Como ya hay muchos comentarios, solo le diré D. Luis que, desde hace unos pocos años para acá, la mayoria de los comentarios que escuchas a sacerdotes (he escuchado unos cuantos), es lo que vd. cita ''Maria es una mujer normal, Maria era una jovencita, que si arreglaba su humilde casa, que si ers una muchacha agraciada, etc., todo en este contexto. Lo que habia que decir de la Virgen Maria ya lo ha dicho vd.muy bien y también los comentaristas han contribuido.
16/12/19 10:33 AM
  
Soledad
Ernesto Cortez:
Vaya comentario. Excelente. Cargado de raciocinio, doctrina y amor a la Stsima Virgen. Que Dios te bendiga y Ella te acompañe.
Gracias.
16/12/19 10:38 AM
  
Francisco de México
Yo no me atrevería a discutir con nadie algo de teología, pero creo nadie debe ofenderse si hacemos un pequeño análisis histórico y de lógica.

Tomemos la aseveración, con respecto a la Santísima Virgen, “Nunca se presentó como corredentora. No. Discípula”,

Debemos admitir hasta el día de hoy es cierto, nunca se ha presentado como tal, pero hay un par de problemas con la argumentación, el primero es de carácter histórico: en las apariciones de Lourdes (1858) la Santísima Virgen se presentó como la "Inmaculada Concepción", esto es, lo hizo unos pocos años después de que se proclamó dicho dogma (1854) y no antes. Esto tiene mucho sentido, esperó a que fuese admitida públicamente la verdad de fe para estar seguro que reconoceríamos el título.

Creo que además hay un problema de lógica, es posible que esté equivocado, pero creo que tampoco, hasta el día de hoy, la Santísima Virgen se ha presentado nunca como "Discípula", pero parece ser que ese título si satisface al Santo Padre.


16/12/19 3:48 PM
  
estoy cansado
No se debe olvidad a la María mujer. En mi criterio, lo maravilloso de María no es su cualidad sobrenatural per se, sino que siendo simple mujer, fuese tocada por semejante gracia divina. María, por mujer y madre, expresa la concreción, la posibilitación de Dios en el mundo; de manera tal, que aún ateos declarados, negando toda religión y a Cristo, muestran no obstante, un respeto y consideración especial por María. Tal es el significado de la madre de Dios.
María, sin lo sobrenatural es simplemente mujer; y sin su ser mujer, no es sino mera especulación metafísica.

En cuanto a los milagros; sin entrar en mayor criterio y controversia, me limito a decir que para la gran mayoría de nosotros, son como el paraguas: los recordamos e invocamos cuando necesitamos de ellos...
16/12/19 4:40 PM
  
sofía
También fue discípula: "María guardaba todas estas cosas en su corazón", tras episodio del niño Jesús en el templo.
Una cosa no quita la otra. Como Madre de Dios y Madre nuestra es también nuestro modelo de discípula, además de Maestra, q siempre nos dice: "Haced lo q El os diga"
16/12/19 4:49 PM
  
Parmandil
Francisco de México: Exacto. La pregunta es: ¿piensa el Papa Francisco antes de hablar?
16/12/19 4:57 PM
  
Francisco de México
@estoy cansado

Para nosotros los cristianos, los milagros son cosa de todos los días, el mas asombroso de todos es sumamente frecuente: la Transustanciación.

Ellos son la evidencia de que nuestra religión es la única verdadera, ninguna otro tiene un Lourdes, por ejemplo.

La misa de ayer domingo lo aclaró el Evangelio, a la pregunta de Juan Bautista si Jesús es el esperado, le responde:

"Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí"

De ahí que los modernistas los nieguen, no hay forma de poner a todas las religiones como iguales sino eliminando los aborrecidos milagros.
16/12/19 7:29 PM
  
Palas Atenea
Me parece por tus comentarios que, efectivamente, la condición transitoria que supone el estar ha pasado a un permanente ser: soy cansino. ¡Luego se preguntan algunos extranjeros porque en español tenemos dos verbos diferentes!
16/12/19 7:57 PM
  
Luis López
“Nunca se presentó como corredentora. No. Discípula” (Papa Francisco)

Yo pienso, sin embargo, que María sí es corredentora y no propiamente discípula.

Es verdad que María jamás hizo gala de sus privilegios. Sólo una vez, plena del Espíritu, se regocijó por las maravillas que el Altísimo había hecho en su humilde persona, pero no como autoelogio sino como alabanza al Dios único que ensalza a los humildes y hunde a los soberbios.

Pero María tampoco se presentó nunca como discípula. Su vida fue más bien oculta, porque sólo la luz de su Hijo debía brillar mientras era proclamada la Buena Noticia.

Sin embargo, la Biblia, la Tradición y la Sentido de la fe de los cristianos sí la presentan como corredentora. Porque Jesucristo, con su pasión en el calvario, nos dio la definitiva Gracia de la Redención. María, al pie de la cruz, con su com-pasión, se asoció a la pasión de su Hijo, y por tanto es corredentora.

Y al igual que a su hijo una lanza le abrió el pecho, y de ahí brotó nuestra Salud, una espada de dolor atravesó el pecho de la madre (Lc. 2,35), uniéndose de este modo indisoluble el corazón roto del Hijo y el corazón roto de su madre. Por eso, legítima y bíblicamente decimos los católicos que María es corredentora. Y algo más que tanto han intuido los santos: verdaderamente el amor a María es signo de estar predestinado la la salvación.

María, en cambio, jamás se presentó como discípula. Ni siguió a su Hijo durante su vida terrena, ni viajó tras su resurrección a proclamar la Buena Noticia. Pero se quedó una vez, al principio, entre ellos -como tan dulcemente describen los Hechos (Hch. 1,14)- como una luz para recordarles siempre que dónde está ella, también está su Hijo y que debemos hacer siempre lo que Él nos manda.
16/12/19 8:42 PM
  
Vladimir
Pienso que María Santísima es EXCELENTE Y SINGULAR COOPERADORA de la redención. Por otro lado, no es otra la doctrina de la Iglesia (como se lee en los Documentos del Concilio Vat. II).
El problema está en el término "Co-redentora". Se presta para entender que tenemos un Redentor y una "redentora adjunta", cuando lo cierto es que CRISTO ES NUESTRO UNICO Y SUFICIENTE REDENTOR.
Aclarar y precisar estas cosas no implica, ni irreverencia ni falta de amor a la Virgen.
Otra cosa es la falta de tacto y delicadeza con que, el Papa, se ha manifestado.
16/12/19 8:45 PM
  
doiraje
[Copio aquí el comentario que he escrito en el blog de D. José Luis Aberasturi, en su último post referente a la Virgen, pues es perfectamente aplicable al suyo, que versa sobre lo mismo y lo motiva la misma causa. Saludos cordiales, D. Pedro]:

Padre, con todo el afecto a su persona y a su sacerdocio, le rogaría (y a todos los blogueros "infocatólicos") que no caigamos en provocaciones. Tenemos el papa que tenemos, y ante este hecho poco podemos hacer más que rezar por que el Espíritu del Señor verdaderamente le guíe y le ilumine.

Y que a nosotros, en fin, nos dé la fuerza para poder soportarlo con dignidad. Todo creyente sabe lo que es la Virgen para sí mismo, lo que representa para su corazón, para su vida, cuánto la necesita, cuánto la ama.

No me entienda, por favor, que critico su esfuerzo, ni mucho menos. Al contrario; su post es incontestable. Sólo quiero decir que no suframos por algo que no tiene ningún valor, aunque la "tontera" de turno la diga un papa. No merece la pena entrar en discusiones teológicas o siquiera pastorales sobre un texto que carece del menor rigor en ningún sentido. Sí, es muy grave porque es una homilía y del papa, pero no podemos entrar a responder lo que no pasan de ser provocaciones. Está muy bien recordar lo que es Nuestra Madre y Señora, reivindicarla, si se quiere, ante cualquier actitud que no reconozca su grandeza, pero es que hay cosas que realmente no merecen la pena. Todos sabemos lo que es Ella para todos nosotros.

Y menos aún merece la pena pecar por nuestras palabras (no digo, evidentemente, que usted haya pecado al escribir este texto). Yo me he confesado bastantes veces por pecar contra el papa al emitir públicamente juicios críticos a su labor. Me cuido ya de no hacerlo, aunque no pueda evitar pensar lo que pienso... Por lo cual sigo pecando, si bien de un modo menos público. Algo es algo. Alguno dirá en tono admirativo que la figura del papa es provocadora o provocativa..., y no le falta razón. En lo posible, sabiendo cuánto ofende, no entremos en sus provocaciones.

Un saludo cordial, D. José Luis.
16/12/19 9:31 PM
  
Miguel García Cinto
Pedro Luis Llera
De ordinario sigo tus artículos, pero en éste un amigo mío que te sigue, me avisó de inmediato. Coincido contigo al cien por cien en al amor a la Santísima Virgen María. Después de la Santa Misa en orden de prelacion le sigue el Oficio Divino ( Liturgia de las Horas), de obligado cumplimiento para los eclesiásticos y más aún para las órdenes religiosas sujetas a reglas, sin olvidar la recomendación a los seglares, en especial a las horas más importantes como son Laudes y Vísperas, pero tenemos que reconocer que en el conjunto de los católicos laicos, son muy pocos los que la practican, en cambio el Santo Rosario, lo seguimos desde hace ocho siglos con una profunda veneración, yo creo que el Santo Rosario es el sacramental que mejor complementa a los sacramentos.
El Señor te bendiga y te guarde.
16/12/19 9:39 PM
  
Aldovan
El Cardenal Robert Sarah aseguró que cada Papa es correcto para su tiempo. Trato de comprender estas palabras y opto, ante la situación actual de la Iglesia, que para quienes deseamos mantenernos en fidelidad a las enseñanzas de nuestra Una y Santa Iglesia Católica, que muchas de estas declaraciones del Papa Francisco, irremediablemente nos conducen a rebuscar desde el valioso tesoro de la Doctrina, acumulado por el Magisterio por nada menos que dos milenios, para así, lograr mantenernos firmes y no caer precipitadamente y la ruina sea total. Concluyo: El Papa Francisco nos exige de manera semejante a lo descrito en el Evangelio de San Mateo: Entonces Jesús dijo: «Está bien: cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas.». Gracias doy a don Pedro L. Llera y a toda Infocatólica, son valiosos en estos tiempos.
16/12/19 9:52 PM
  
Palas Atenea
doiraje: Se incrementarán si nadie dice nada y llegará el momento en que no publicar post sobre la iglesia actual sea de todo punto imposible. Eso supondría mantener al margen a la Iglesia China sufriente, las declaraciones del P. Sosa o de otros como él, y suma y sigue. ¿Es posible obviar lo que está pasando y lo que se está diciendo?. Todos nos hemos planteado el silencio, pero la virtud de la Prudencia en este caso no indica muy claramente qué es mejor. Ya me gustaría a mi que me hablara más claro pero mis apelaciones a ella hasta ahora no han obtenido contestación.
Por otra parte eso mismo puede estar deteniendo a muchos obispos, de manera que tendremos a los mismos hablando por los codos y a los demás callados. El Cardenal Sarah escribe unos libros preciosos pero no hay manera de poner de acuerdo lo que dice él con lo que dice el Papa y eso mismo te lleva a no leer al Cardenal Sarah para no sufrir o no acabar enajenada, Eso se parece mucho a que la Prudencia te está aconsejando la huida de la realidad y el desempeño de esa virtud es, precisamente, obligarte a verla.
16/12/19 11:54 PM
  
Parmandil
Estoy con Palas, muy a mi pesar. Me temo que la décima regla para sentir con la Iglesia de San Ignacio es de muy difícil aplicación hoy en día. Para empezar porque las malas comendaciones y costumbres de los mayores las anuncian ellos mismos a los cuatro vientos.
17/12/19 12:17 AM
  
doiraje
Palas Atenea:

"¿Es posible obviar lo que está pasando y lo que se está diciendo?"

Evidentemente, no. Y tanto por la gravedad de lo que se dice y hace como por su contumacia. Por ejemplo, con respecto a esta homilía sobre la Virgen que ha pronunciado el papa, se llega a un punto en que ya lo de menos es lo que se dice, sino cómo lo dice. El tono ofensivo y hasta insultante (¡cuántas llevamos ya!), la actitud de absoluta soberbia, la brutal ignorancia y el desprecio que muestra en sus juicios, la más que roma espiritualidad de sus ocurrencias e improvisaciones hacen banal cualquier cosa que diga respecto de cualquier realidad. Hoy le ha tocado a la Virgen María, mañana a lo que le apetezca. Y ante esta situación, en verdad extrema o límite, lo mejor es apartarse. Apartarse aquí no es exactamente huir, es, como decía antes, no caer en las provocaciones, ponernos en el mismo nivel del insulto, la soberbia y el desprecio.

Cuando estamos en situaciones excepcionales es difícil, en efecto, determinar qué es lo más prudente. En tales casos, quizá la respuesta está en hacernos la misma pregunta de otra forma: qué es lo que puedo soportar. Es lo único que puedo ofrecerte como salida a esta encrucijada. Hace mucho tiempo que para mí este papa es sencillamente insoportable. Pero es el papa, y, por tanto, mi papa, y le debo obediencia y respeto, aunque él no sienta el menor respeto por uno, y aunque juegue a escandalizarnos y a humillarnos una y otra vez.
17/12/19 12:26 AM
  
Gerardo S. I.
La Santisima virgen Maria es Cooperadora, Colaboradora, Mediadora, etc, pero Corredentora es algo que ya se ha solicitado declararlo Dogma a otros Papas anteriormente (por la conferencia episcopal de U.S.A.) y, sistematicamente la han rechazado por innecesaria.
Y yo estoy de acuerdo con el Papa Francisco; no es necesario el Dogma, asi como tampoco es necesario declarar Dogma la Resurreccion de Nuestro Señor Jesucristo. Maria ya recibe culto de Hiperdulia, privilegio justo que sobrepasa con creces el culto de Dulia a los Santos.
Pero, en fin, el caso aqui, es criticar al Papa Francisco; ya se les hizo vicio. El Espiritu Santo los ilumine.... y que no se olvide de mi.
17/12/19 2:37 AM
  
Todo cambió... pero aseguran que nada ha cambiado.
¡"Stabat Mater Dolorosa" de pie, junto a la Cruz! Se ha entendido siempre : Co-Redentora, Traspasada por la Cruz, por el Dolor de ver y entregar a su Hijo, y "nos recibió por hijos", Cristo nos entregó a su corazón de Madre: "He ahí a tu hijo".
Siempre se ha entendido en esa dirección.

Pero ahora es "tontera" ... y a la mujer debe dársele una "funcionalidad" especial en la Iglesia.
Y, resulta que es el ser mujer y madre, lo que le ha dado a la Iglesia el ser Madre y Maestra... y nó lo contrario:
La Iglesia santa por Su Fundador, de la cual Ella es Madre porque Él es la Cabeza del Cuerpo Místico. Y por Él, por virtud de su Hijo, Ella es la Madre. Que era lo que se venía predicando de María, de quien no se ha hablado bastante... todavía! Lo dijeron los Santos!
A quién le creemos?... a "tonteras"...?
Siento dolor ajeno!... cómo se llega tan ... ?
17/12/19 2:46 AM
  
sofía
No sé por qué esa oposición a considerar q María también fue discípula. No una más, sino de una forma distinta y la más especial de todos. El episodio de Jesús perdido y hallado en el templo deja claro en qué modo fue discípula la madre de Dios. Lo de corredentora, también está claro - aunque se comprende la prevención contra malinterpretaciones.
Pero lo más evidente es q la devoción a María siempre lleva a Jesucristo. El "haced lo q el os diga" de María es complemento del "este es mi Hijo amado escuchadle" del Padre. Creo q son la base firme de todo discípulo de Jesús.
17/12/19 8:48 AM
  
Parmandil
Gerardo SI: El problema de lo dicho por el Santo Padre es haber calificado la idea de "tontera", a mi parecer. Eso un Papa no lo puede decir. Aunque lo piense. Debería ser más diplomático al decir las cosas. Podría haberse limitado a decir que no lo que usted o Palas (en otro sitio) han escrito. Todo el mundo lo habría entendido y no habría ofendido a nadie.
17/12/19 9:16 AM
  
Parmandil
Sin el "no" antes de "lo que usted".
17/12/19 9:17 AM
  
Martin Mª. Cavanna
¡Hasta aquí podíamos llegar...! ¡Ahora le toca el turno a la Madre de Dios y de todos y cada uno de nosotros.!

Dos mil años antes de esta generación, Dios, quiso enviarnos un Redentor y , no por generación espontanea, sino, a través de una Mujer de su elección, Virgen, Inmaculada, Llena de Gracia y, por que así lo quiso, todo aquel y aquello que participase en su acción redentora en el mas puro román paladino, se denomina "co-redentor" porque colaboró en la Redención.

Lo que ya no está tan claro es que fuese "criolla" que aún no existían hasta 1500 años después...

Es ya cansino e hiriente tanta "misericordina" queriendo quitar todo lo sobrenatural que hay en Dios, como si el mensaje evangelico estuviera falto de la verdadera Misericordia que no faltó en él...

La "Iglesia en salida" que tanta gracia nos hizo, se esta convirtiendo en una Iglesia en "estampida" por tanta "tontera" (tontería) y que son nuestros pastores los responsables de ello
17/12/19 10:38 AM
  
Palas Atenea
"¿Qué es lo que puedo soportar?", me da miedo comprobar que pueda soportarlo todo.
Me viene a la cabeza aquel hombre que lo hizo lo imposible para conservar su familia unida: soportar humillaciones, desamor y agravios de todo tipo por parte de su mujer: pero él seguía adelante con su matrimonio, tratando de comprenderla y queriéndola, hasta que ella le exigió que rompiera con su familia de origen porque, en su manera de ver las cosas, la atención a su padre, madre o hermanos estaba de más. Padres ancianos y enfermos, hermanos queridos, todo a la basura por ella, era la prueba definitiva de amor. Y entonces se plantó porque hay razones que pueden convertir a un hombre en un títere, y ella pidió la separación. No le importó la dedicación de años, el cuidado a ella y a sus hijas, la fidelidad, porque quería más, quería el amor único y absoluto. Y hasta el presente él sigue interesándose por ella y ella nunca le responde. La Virtud de la Prudencia dejó de aconsejarle que aguantara.
17/12/19 11:15 AM
  
Luis López
Gerardo S. I., el problema no es que sea o que no sea oportuno o necesario o antiecuménico declarar como dogma la corredención de María (con las debidas aclaraciones para evitar la confusión).

No, el problema es que el Papa, por sus palabras -usa la palabra "tontería" (sic)- , parece que no cree en el hecho mismo de la corredención (realidad que está esbozada en la Biblia -como la Asunción-, y absolutamente claro en la Tradición Católica y el Sensus Fidei), y lo sustituye por un discipulado, que no consta ni en la Biblia ni en la Tradición.
17/12/19 12:42 PM
  
Vicente
nótese el medianera principal de santo Tomás que aparece en el Vaticano II.
17/12/19 1:04 PM
  
Daniel Iglesias
Aldovan escribió: "El Cardenal Robert Sarah aseguró que cada Papa es correcto para su tiempo."

Me temo que eso es un gran error histórico y teológico. Por ejemplo, ¿Juan XII (un Papa realmente espantoso) fue el Papa correcto para su tiempo?
17/12/19 1:17 PM
  
Rubén (de Argentina)
@doiraje:

Hace mucho tiempo que para mí este papa es sencillamente insoportable. Pero es el papa, y, por tanto, mi papa, y le debo obediencia y respeto, aunque él no sienta el menor respeto por uno, y aunque juegue a escandalizarnos y a humillarnos una y otra vez.
La obediencia a un Papa, quienquiera sea, no es absoluta; se lo obedece en tanto y en cuanto Cristo pueda edificar sobre él. Muchos Papas fueron resistidos en sus pretendidas doctrinas y no por ello quienes lo resistieron dejaron de ser católicos, por el contrario, guardaron el depósito de la fe que había dejado de custodiar precisamente quien tenía a su cargo esa tarea. El Papa Virgilio fue resistido por casi todos los obispos de occidente en su intento de imponer la herejía monofisista. Juan XXII también fue resistido en su intento de imponer su particular doctrina respecto de la visión beatífica. Respetar el papado síempre, si; obedecer a un papa siempre, depende. El Padre Aberasturi escribió un gran artículo sobre ello, que te recomendaría que lo leas si es que ya no lo has hecho:

infocatolica.com/blog/nonmeavoluntas.php/1911130420-servir-a-la-iglesia-como-la-i#more38694

Y Santo Tomás de Aquino expuso muy claramente como debía ser nuestro deber de obediencia:

El hombre sólo está obligado a obedecer a Dios interna y externamente, mientras que la obediencia hacia los superiores eclesiásticos y civiles está meramente condicionada por su propia autoridad sobre la comunidad que dirigen y por la que deben responder ante Dios. Esto es por lo que puede ser necesario rechazar en conciencia obedecer una orden concreta, sin poner en duda la institución de los superiores eclesiásticos.
—Summa Theologica II-II q. 104 a. 5.

Cuando San Pablo se opuso cara a cara a San Pedro - que era claramente su superior en la jerarquía - no fue una «correctio fraterna» en el ámbito privado, sino más bien una defensa pública de la fe en su plenitud y a la luz de sus consecuencias internas y externas. Por lo tanto, en cuanto se refiere a la defensa de la fe, todos apóstoles y obispos, tenemos las mismas responsabilidades, el mismo San Pablo pudo, como apóstol, corregir públicamente al apóstol San Pedro, al mismo nivel, sin poner en duda su cargo, que le fue confiado a él por Cristo en persona.
—Summa Theologica II-II q. 33 a. 4.

«Creerse en todo mejor que su superior parece presuntuosa soberbia; pensar, en cambio, que es mejor en algo no tiene nada de presunción, ya que en esta vida no hay nadie sin defecto. Pero hay que tener en cuenta también que quien amonesta con caridad a su superior, no por eso se considera mejor, sino que va en auxilio de quien está en un peligro tanto mayor cuanto más alto puesto ocupa».
—Summa Theologica, II-II, q. 33 a. 4.
17/12/19 2:09 PM
  
teresita
Una pregunta a Don Pedro L. Llera .

¿ Si tiene idea de lo que significa " maldecir " ...?
_________________________
Pedro L. Llera
Soy licenciado en Filología Hispánica. Lo sé perfectamente. ¿Acaso lo duda?
17/12/19 2:49 PM
  
doiraje
Palas:

Mi suegro (que en gloria esté), un buen hombre, ateo, republicano e impertérrito votante socialista, solía decirme que no nos diera Dios lo que pudiéramos aguantar. Él hablaba desde su experiencia, pues ciertamente soportó lo que no está en los escritos.

El criterio sobre nuestra capacidad de hacernos cargo de distintas realidades no es algo necesariamente subjetivo. Hay situaciones que son objetivamente intolerables, y que se deben luchar contra ellas sin la menor duda o sin el menor escrúpulo moral. Y lejos de ser una decisión cargada por las emociones, debe basarse en un balance en el que la voluntad y la razón deben jugar un papel fundamental: esto que me está ocurriendo, ¿merece el precio que estoy pagando por soportarlo?

Yo puedo entender que a muchos les fascine este papa. O que muchos caigan en el error no pequeño de pensar que por ser el papa debemos aplaudir con las orejas todo lo que diga o haga, ya sean la mayor de las tontadas. Ni siquiera los papas están libres de errar y de cometer auténticas estupideces. Cada uno debe saber dónde está, es decir, en qué momento de su vida se halla, cuáles son sus necesidades, qué es lo que va buscando, en este caso, en un papa. Lo que a otros le puede fascinar, a mí me resulta ya irrespirable. Y creo que no estoy solo en esta forma de percibir lo que estamos viviendo.
17/12/19 4:02 PM
  
doiraje
Rubén (de Argentina):

Muchas gracias por tus precisiones y por el esfuerzo de traerlas aquí, Rubén. Las conocía, si bien lo que me asusta no es ya disentir y expresarlo, sino lo que va provocando de íntimo rechazo en el corazón, vivencias que ya no son de recibo y que son constitutivas de culpa objetiva. Lo que le sale a uno cada vez que el papa suelta por su boca lo que se le antoja y como se le antoja es incurrir en el mismo error. Pero incluso entonces es el papa y no debo rechazarlo.

El daño, en mi caso, de tener un papa así, no es mi orfandad, sentirme sin pastor, sino cargarme de un mundo afectivo que no es el mío, o que al menos quiero rechazar. Por eso hablaba de que el papa, en el peor sentido del término, provoca. Lo peor de todo esto es que el papa se va desautorizando él solo. Alguien debería decirle que, por favor, no se prodigue tanto, no hable sin parar todos los días. No hay mente o espíritu brillante que soporte tal grado de exposición. Pero tiene un ego verdaderamente terrible, insaciable, que precisa cobrar su precio en reconocimiento y aplauso, aun a costa de la función que desempeña.
17/12/19 4:17 PM
  
estoy cansado
Francisco de México:
El problema es que "naturalmente" los milagros sobran. "Milagros" los del político con las finanzas, milagros "cristianos" los de Ronaldo, milagros los del presupuesto familiar, milagros el iphone y sansung de última generación, milagroso Steven Spielberg; milagrosa la sonrisa de niño, el despertar de la flor, el renacer del sol y el gestar la vida...

La cuestión está en los significados y, por ende, el justo valor existencial.
Tal vez sea ese el verdadero problema de la modernidad: su incapacidad para ordenar con justeza y eficacia lo que la entropía le posibilita...
17/12/19 4:34 PM
  
Francisco de México
Si los "milagros sobraran", no sabríamos distinguir entre la única religión verdadera y las demás falsas.

Por favor, avíseme cuando un político, Cristiano Ronaldo, Samsung o Steven Spilberg resuciten a un muerto. Le sugiero darse una vuelta a Lourdes.
17/12/19 4:57 PM
  
estoy cansado
Palas Atenea:

Si por descansado cansé;
por cansado, cansino y cansón
no descansaré.

Cansada la mula, del agreste andar.
Cansado el borrego del duro trajinar.
Cansada la madre que da de mamar:
Cansado el labriego, de tanto trabajar.

¡Cansado el Cristo, cargando su verdad!

Cansinos y cansones por cansados todos,
menguan de descanso y sosiego existencial.

Descansado el fariseo, que prostituye la fe.
Descansada la mentira, sumida en la oscuridad.
Descansado el que se va, sin tener que volver.
Descansada la opresión, negando la libertad.

¡Descansando los del camposanto, y sin embargo,
algún día habrán de despertar!
17/12/19 5:23 PM
  
estoy cansado
Francisco de México:
Lamento que no entienda usted ironías ni comprenda metamensajes... Está usted en su derecho.
Felicidades.
17/12/19 5:27 PM
  
Palas Atenea
doiraje: "Cada uno debe saber dónde está, es decir, en qué momento de su vida se halla, cuáles son sus necesidades, qué es lo que va buscando, en este caso, en un papa". Me parece que lo que yo busque en un papa no tiene la menor importancia. El aspecto subjetivo de la mayor o menor afinidad con un papa es irrelevante. Se trata de Jesucristo, de la Virgen de la Iglesia y de su mensaje eterno.
El aguante de tu suegro, como el del hombre al que me refería, son de otro tipo y están relacionados con uno mismo, pero en este caso yo solo soy un daño colateral, la dañada es la Fe y la Iglesia.
17/12/19 6:00 PM
  
sofía
Yo creo en la posibilidad de los milagros, pero no en que sean necesarios para tener fe en el cristianismo como la religión verdadera.
También hay religiones falsas que dicen contar con milagros, solo que no me los creo.
Sobre todo, no sé en qué consiste exactamente un milagro - no veo la necesidad de que vulneren ninguna ley natural, aunque puedan vulnerarlas. Dios puede intervenir, si lo cree conveniente, como crea conveniente, pero yo no necesito milagros probados para creer en Dios, para creer en Jesucristo. De hecho a Dios no parece gustarle dedicarse a interrumpir el curso natural de las cosas, suele actuar a otro nivel, en nuestras conciencias; aunque pueda actuar a cualquier nivel si quiere, no parece que le guste alterar la autonomía de las leyes de la naturaleza ni coaccionar la libertad del ser humano.
Dios actúa en nuestras vidas constantemente, pero sutilmente, lo sepamos reconocer o no.
La Eucaristía es un milagro cotidiano. Pero solo lo es para quienes tenemos fe. Por otra parte ¿vulnera las leyes naturales? Desde luego no lo hace de una forma apreciable, más bien forma parte de una realidad diferente, nos hace partícipes de la vida eterna de Dios, que no está limitada por nuestras coordenadas espacio-temporales y sus leyes, pero no es algo que se pueda probar ni declarar "milagro" para que lo reconozca nadie oficialmente en este mundo de aquí y ahora.
Se puede tener muchísima fe y creer en la acción de Dios en nuestras vidas sin necesidad de ver intervenciones milagrosas y suspensión de las leyes naturales por todas partes. Eso no es necesario.
17/12/19 7:11 PM
  
Rubén (de Argentina)
@Teresita:

Es muy probable que tal vez seas tú quien no tenga claro el significado de "maldecir" y que implica ello. ¿Puede un cristiano maldecir? No, pero si puede decir que algo —o alguien— es maldito, que algo —o alguien— está maldito. Te voy a transcribir dos pasajes bíblicos que ejemplifican la cuestión.

El primer pasaje, se refiere ni más ni menos que a Nuestro Señor; en Marcos 11:21 podemos leer lo siguiente:

Entonces, Pedro se acordó y dijo: “¡Rabí, mira! La higuera que maldijiste se ha secado”.
Una higuera "rica en hojas pero sin frutos". Aquel, aquello que no lleva en sí frutos agradables a Dios, lleva en sí maldición y está destinado a muerte.

Y el segundo pasaje, es tal vez el más conocido por todos nosotros, la maldición formulada por el apostol Pablo —y por dos veces— hacia aquellos que osen propagar un evangelio falso. En Gálatas 1:8-9 se puede leer:

Pero, aun cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema. Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un Evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema.
¿Los está maldiciendo Pablo? No, Pablo está diciendo que quienes obren de tal manera se constituyen en malditos, ellos mismos atraen sobre sí la condición de malditos, de separados de la Iglesia (y fuera de la Iglesia no hay salvación, que mayor maldición que esa). Ellos son los que se maldicen así mismos y se hacen malditos y el deber del católico es declararlos como tales, para edificación de todos los fieles, para que no se confundan. Son malditos no porque lo dice alguien, sino porque lo dicen sus propias obras.

Y si son malditos, y si están malditos, no podemos decir que son benditos, porque de esa forma estaríamos llamando "bueno" a lo que es "malo" y estaríamos trayendo maldición sobre nosotros mismos. Conclusión: no podemos maldecir (desearle el mal a alguien) pero si perfectamente podemos decir que alguien es maldito o está maldito (lleva el mal en sí). Y lo decimos porque sus obras dan testimonio de la maldición, de la autodestrucción que han traído sobre ellos. Es más, al decírselos hacemos una obra de caridad, porque puede (difícil, pero no imposible) que de esa forma recapaciten y se salven.
17/12/19 8:03 PM
  
Rubén (de Argentina)
@doiraje:

No te cargues con una culpa que no es tal. Una cosa es no rechazar, aceptar a un Papa y otra cosa tener que aceptar siempre, no tener que rechazar nunca lo que un Papa enseña.

Entiendo tu dolor, tu sentimiento de orfandad (lo comparto), tu indignación (a mi también me indigna tener que leer cosas contra la Virgen María; el año pasado a estas fechas fue que la Virgen no nació santa sino que se hizo santa; ahora esto), pero de ahí a que por ello incurras en pecado hay un gran trecho. Es más, en mi humilde opinión estarías en pecado si no rechazas lo que estás rechazando. Mientras sigas (sigamos) aceptando a Francisco como Papa, mientras sigamos orando por sus intenciones (las intenciones que dice la Iglesia), solo estamos obligados a seguir las enseñanzas de Francisco en la medida en que sean conformes con la Escritura, la Tradición y el Magisterio. Cuando no lo sean, pues estaremos siendo caritativos al desobedecerlo y decirle que está en el error. Y ninguna culpa con ello.
17/12/19 8:23 PM
  
Francisco de México
De nada
17/12/19 8:31 PM
  
doiraje
Sin duda, Palas.

Muchas gracias, Rubén, por tus palabras. No me sobran apoyos por desgracia. Sabe Dios que no es mi ánimo ofender ni rebelarme ante la Verdad y sus contenidos. La asumo en toda su integridad, aunque mi debilidad me haga pecar.
17/12/19 10:15 PM
  
tarci
excelentes comentarios de Ruben de Argentina
17/12/19 11:05 PM
  
Rubén (de Argentina)
@Sofía:

Yo creo en la posibilidad de los milagros, pero no en que sean necesarios para tener fe en el cristianismo como la religión verdadera.
Bienaventurados los que no vean y crean. Muy bien por ti y por tu fe, pero que no creas que los milagros no sean necesarios, no implica que es así o que debe ser así.

Jesús le dijo: “¡Si no veis signos y prodigios, no creeréis!”
—Juan 4:48
Jesús no puede mentir. Y si Él dijo que sin milagros no creeríamos, pues yo le creo a Él. Tú dices que no son necesarios para creer y Cristo mismo te dice que estás en un error. ¿No creyó primeramente Pedro después de la pesca milagrosa? De hecho los milagros son necesarios para distinguir la fe verdadera de la falsa. Y los milagros de las falsas religiones, no son milagros, son embustes. Cristo le confirmó a Juan el Bautista que Él era el mesías esperado porque con sus milagros se cumplían las profecías de Isaías (lo escuchamos en el Evangelio del Domingo que pasó). Y ya desde el Antiguo Testamento Dios nos hace saber como reconocer quien habla en nombre de Él y quien no:

Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
—Deuteronomio 18: 21-22
En un comentario anterior te incluí una serie de vínculos en donde se detalla la aparición de la Virgen en Fátima. Allí aconteció ante 70000 personas un milagro cósmico, que desafió todas las leyes de la física. A las 12:45 del mediodia el sol se desplazó del cenit al horizonte, volvió a su lugar y se acercó a la tierra de tal modo que parecía que iba a chocar con ella. Y esa aproximación no fue alucinación, generó una ola de calor que provocó que el suelo y las ropas de todos los congregados estuvieran totalmente secas (pese a que había estado lloviendo —y a cántaros— durante toda la noche y hasta momento mismo del milagro). Y todo eso sin contar las múltiples sanaciones que se produjeron. Si los milagros no fueran necesarios, ¿porqué se dio entonces? Por supuesto que crees en los milagros, tienes que; es una obligación del católico puesto que el que los niega, cae en maldición. Los milagros son posibles, son necesarios y por medio de ellos se revela la condición verdadera de nuestra religión; eso es lo que dice el magisterio infalible de la Iglesia. "Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe", nos dice San Pablo. Y que mayor milagro que la resurrección de Nuestro Señor. Los apóstoles perdieron la fe cuando fue crucificado; y la recuperaron cuando lo vieron vivo otra vez. Si tu crees ahora, es por el milagro de la resurrección, porque si los apóstoles no lo hubieran visto vivo otra vez, no hubieran predicado nada. Reproduzco otra vez la sentencia del Concilio Vaticano I:

Si alguno dijere que no puede darse ningún milagro y que, por ende, todas las narraciones sobre ellos, aun las contenidas en la Sagrada Escritura, hay que relegarlas entre las fábulas o mitos, o que los milagros no pueden nunca ser conocidos con certeza y que con ellos no se prueba legítimamente el origen divino de la religión cristiana, sea anatema.
Con los milagros se prueba legitimamente el origen divino de la religión cristiana. Ninguna otra religión tiene milagros, lo que pueden presentar son embustes, falsedades.
17/12/19 11:18 PM
  
hornero (Argentina)
Quien se inclina ante la pachamama no puede elevarse hasta el Misterio. La Virgen pertenece a la intimidad del Misterio de Cristo, del Misterio de la Santísima Trinidad, cuyo Trono es Ella. No sorprende que de una mente y corazón tales surjan dislates y exabruptos.
18/12/19 3:52 AM
  
hornero (Argentina)
tarci
"siento que la devocion a la Inmaculada y a la Virgen esta volviendo a encenderse por los tiempos convulsos que sufren los cristianos y por el escandalo que lps Pasrores generan uniendose a la tirania de nuevas ideologias del mundo que pisan la dignidad del hombre ..y como dicen en Peru se meten con nuestros hijos estas ideologias y no hay voces de Pastores que lo denuncien sino aun que nos dwsautorizan por dwnunciarlo publicamente". Me identifico totalmente con sus palabras. La Virgen nos dice en algunos Mensajes dados al P. Esteban Gobbi (Movimientyo Sacerdotal Mariano) que está próximo el momento en que su ejército, formado por Ella durante largo tiempo, saldrá a combatir abiertamente proclamado el grito del Arcángel San Miguel: "¿Qién como Dios?". Hay claros indicios de que esos tiempos han llegado.
18/12/19 4:15 AM
  
Antonio1
BENEDICTO XVI
REGINA CÆLI
Plaza de San Pedro
Domingo 9 de mayo de 2010



“Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn 14, 23). Estas expresiones van dirigidas a los discípulos, pero se pueden aplicar en sumo grado precisamente a aquella que es la primera y perfecta discípula de Jesús. En efecto, María fue la primera que guardó plenamente la palabra de su Hijo, demostrando así que lo amaba no sólo como madre, sino antes aún como sierva humilde y obediente”
18/12/19 9:47 AM
  
sofía
Rubén, Juan 4,48 parece una crítica de Jesús. La misma que hace en otros lugares en los que deja claro que ni siquiera con milagros creerá quien no quiera creer. Y para el que tiene fe no hace falta ningún milagro. (Dejo aparte cuestiones como la eucaristía, que no responde a lo que normalmente se llama "milagro")
Por otra parte yo no he dicho que no pueda haber milagros, he dejado bien claro que puede haberlos y sobre todo que para Dios no hay nada imposible.
Y no discuto que otras personas puedan necesitar "milagros" para creer ni que los milagros puedan ser "prueba" de la verdad de su fe para otras personas. Pero en definitiva si hubiera pruebas ciertas al cien por cien de lo que creemos por la fe, no tendríamos fe, sería evidencia.
Yo no me creo la ascensión de Mahoma y sí creo en la de Jesucristo, porque previamente y por otras razones, fundamentalmente la gracia, tengo fe en Jesucristo.
En cuanto a la Resurrección de Jesucristo no la considero un "milagro" en el sentido normal de la palabra, sino en el mismo sentido que llamo "milagro" a la Eucaristía, es una irrupción de la vida de Dios en nuestra vida, es otra realidad, la vida eterna de Dios. Es tan milagro como pueda serlo la encarnación y nadie dice que sea un milagro.
Están muy por encima de lo que consideramos milagros que son aparentes alteraciones de las leyes naturales en esta vida cotidiana debido a que hay efectos que no sabemos explicar. Lo mismo me da que alguna vez se lleguen a explicar como que no se lleguen a explicar nunca. Para mí, desde mi fe, Dios interviene sin necesidad de forzar las leyes aunque puede forzarlas si le parece. Tengo que creer que puede, no que lo haga en un caso concreto.
Si Dios me cura, poco me importa que lo haga alterando el orden o sin alterarlo, q podamos encontrar una explicación natural o que no. Si tengo fe todo es don de Dios.
Me parece muy bien sin embargo que haya gente que se dedique a estudiar esos casos y a decidir si son milagros o no lo son, y que haya personas que digan que ellos creen por los milagros. No es mi caso ni tiene por qué serlo. Yo creo en la intervención de Dios en nuestras vidas, tengo esa fe, no necesito pruebas ni demostraciones de que la ley natural ha sido alterada para creer q Dios actúa en nuestras vidas. Así que me da exactamente igual que algo sea milagro o no lo sea.
Buenas noches
19/12/19 12:30 AM
  
Rubén (de Argentina)
@Sofía:

El punto es que tú afirmaste que los milagros no son, no tienen que ser necesarios (en general, no en tu caso particular). Pero si quieres convencer, tienes que apelar a algo más que a tus palabras, tienes que apelar a la Escritura, la Tradición y el Magisterio. Bien por ti que no necesitas milagros para mantener TÚ fe. Pero como te dije en mi comentario anterior, lo que tú pienses, lo que yo piense, es irrelevante frente a lo que dice la Escritura y el Magisterio de la Iglesia. Y la Escritura y el Magisterio de la Iglesia (infalible, ex-cathedra, o sea, estamos obligados a creerlo si queremos seguir llamándonos católicos) dice que los milagros son necesarios.

Respecto de Juan 4:48, no fue un reproche de Jesús, fue una afirmación enfática. Si los milagros no hubieran sido necesarios, Jesús no los hubiera hecho. Pero porque eran necesarios (porque —entre otras cosas— sino no se cumplían las Escrituras, no se cumplían las profecías respecto del Mesías), Jesús los obró. Para que supieran que Él venía del Padre. Y como te dije anteriormente, tú crees ahora, por el testimonio de aquellos que primero creyeron por los milagros:

Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El.
—Juan 2:11

Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.
—Juan 2:23

Pero muchos de la multitud creyeron en El, y decían: Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales que las que éste ha hecho?
—Juan 7:31

Por esto muchos de los judíos que habían venido a ver a María, y vieron lo que Jesús había hecho, creyeron en El. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos seguir así, todos van a creer en El, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
—Juan 11:45-48

Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.
—Lucas 7:11-17

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para llevar a cabo, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
—Juan 5:36
Ya ves, en palabras del propio Cristo, sus milagros eran para testimonio de que Dios lo había enviado. Lamento que consideres que la resurrección del hijo de la viuda, la resurrección de la hija de Jairo, la resurrección de Lázaro no sean considerados milagros por ti.

Creo que tus afirmaciones se originan en que estás confundiendo algo necesario con algo suficiente. Sí es aceptable que nos digas que los milagros pueden no ser suficientes (puesto que las mismas Escrituras nos dicen que ante un mismo milagro personas creían y personas no creían) pero una cosa es que los milagros sean necesarios y otra cosa que sean suficientes. ¿Son, fueron necesarios? Sí. Para dar testimonio de justicia y de pecado, para testimonio de que Cristo fue enviado por Dios y para así dar testimonio del origen divino del catolicismo. ¿Son suficientes para suscitar la fe? No. Lo mismo pasa con la predicación. ¿Es necesaria? Sí. ¿Es suficiente? No. Pero de lo que aquí estamos hablando es de que los milagros son, fueron necesarios, no si son suficientes. Y tan necesarios fueron que el mismo Cristo nos lo vuelve a decir en Juan 15,24:

Si Yo no hubiera hecho en medio de ellos las obras que nadie ha hecho, no tendrían pecado, mas ahora han visto, y me han odiado, lo mismo que a mi Padre.
Conclusión: lo único que podrías afirmar Sofía es que los milagros no son necesarios para ti (tu caso particular), pero no puedes decir que los milagros no son ni fueron necesarios en general. El magisterio infalible de la Iglesia dice otra cosa, y si tú quieres seguir llamándote católica, tienes que creer eso y defender eso. Porque la fe no es creer solo aquello que nos parece bien, la fe es creer todo lo que la Iglesia dice que hay que creer. Y la Iglesia dice que son los milagros los que prueban el origen divino de la religión católica. Son los milagros la prueba de que el catolicismo es la verdad y no el islam. Solo el catolicismo tiene milagros. Y, repito, los tiene como prueba de su origen divino. Si no entiendes esto Sofía, si no lo aceptas, entonces mucho me temo que tu catolicismo está naufragando. No te es suficiente con decir que crees en los milagros, ni con decir que aceptas que personas crean por los milagros; tienes que también afirmar que los milagros son y fueron necesarios. ¿Dices que tienes fe? Pues aquí tienes algo para demostrarlo: creer que los milagros son necesarios y fueron necesarios. ¿Por qué? Porque lo dice el magisterio extraordinario de la Iglesia (también lo dice la Escritura pero pareciera que a ti eso no te convence mucho).
19/12/19 2:55 PM
  
hornero (Argentina)
Sobre las apariciones marianas se puede tener opiniones diferentes, pero las consecuencias de aceptarlas o no también son diferentes. Porque las actuales apariciones y mensajes extraordinarios de la Virgen se refieren a los tiempos que vivimos, y esclarecen el sentido de los acontecimientos actuales y los que han de suceder en tiempos próximos, para los que debemos prepararnos y trabajar. Ciertamente no es obligación aceptarlas, pero no es prudente desatender las serias razones que nos dan, en primer lugar los Ordinarios del lugar, conforme lo establece el Código de Derecho Canónico, los videntes y el testimonio de miles o millones de fieles de distintas partes del mundo. Cuando la Virg


en anuncia en Fátima el triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo, abre una perspectiva de esperanza que ilumina nuestro presente, porque sabemos entonces que los descalabros de nuestra época se encaminan a su término próximo. Cuando la Virgen afirma que Ella es la Señora Vestida de Sol que combate la batalla final contra el demonio, al que pisará la cabeza, conocemos que vivimos en el contexto del Apocalipsis, lo cual nos permite comprender mejor los hechos. Cuando María afirma en San Nicolás que “ya he comenzado a vencerlo”, nuestro aliento crece. Si afirma que han llegado los “nuevos tiempos” de su Aurora, que preparan el camino a la Venida de Cristo, comprendemos que una nueva Luz ilumina a quienes la aceptan, abriendo su mente y su corazón a tan “novísimo” don de Dios. Si anuncia la caída próxima de la Babilonia, la tempestad que aumentará, pero nos ofrece entrar al Arca de Su Corazón Inmaculado, donde nada debemos temer, permanecemos en paz y podemos secundar sus esfuerzos en promover el Mundo Nuevo del Reino de Dios entre nosotros. Si aceptamos lo que nos dice Jesús en S,N,: “Ha venido el Día. ¿Y, no lo ven?. Ha venido la Misericordia. ¿Y, no la aceptan?”, empuñamos las armas de la luz que nombra San Pablo, y nos lanzamos al combate contra las fuerzas de las tinieblas, expectantes de que abrimos el camino a un Mundo Nuevo, a la sabiduría, a una inteligencia racional propia del “hombre nuevo” nacido de Cristo en el Bautismo, de Cristo que comienza a manifestarse en su Gloria., a la restauración progresiva del poder de gobierno sobre las cosas, el que perdió a consecuencia del pecado original; mediante todo lo cual ha de cooperar a la restauración de la armonía primitiva (Pío XII), a “Cruzar el umbral de la Esperanza” (S.J.P. II). En definitiva, quienes aceptan las manifestaciones extraordinrias actuales de la Virgen, viven necesariamente en una perspectiva diferente de quienes dudan o no las aceptan. Lo cual tiene consecuencias prácticas en los juicios y decisiones.




19/12/19 5:40 PM
  
sofía
Yo no he dicho absolutamente nada en contra de lo q cita vd q es doctrina de la Iglesia, como se puede observar.
Ni en esa cita ni en mis palabras hay ninguna generalización.
No es cierto q yo haya generalizado. Ni la Iglesia tampoco.
A la Iglesia le parece perfecto q haya personas q no necesitemos milagros para creer. Y a mí me parece muy bien q vd y otros necesiten milagros para creer. Luego si he reconocido q vds los necesitan es evidente q no he generalizado diciendo q nadie los necesite.

21/12/19 5:55 PM
  
Rubén (de Argentina)
@Sofía:

Yo no he dicho absolutamente nada en contra de lo q cita vd q es doctrina de la Iglesia, como se puede observar.
Ni en esa cita ni en mis palabras hay ninguna generalización.
No es cierto q yo haya generalizado. Ni la Iglesia tampoco.
Pues no es lo que afirmaste en tu primer comentario donde claramente generalizaste diciendo que los milagros no son necesarios para creer. Te transcribo nuevamente tu cita:

Yo creo en la posibilidad de los milagros, pero no en que sean necesarios para tener fe en el cristianismo como la religión verdadera.
Ya ves, afirmaste que no creías que eran necesarios para tener fe EN EL CRISTIANISMO. Dijiste "en el cristianismo"; si eso no es generalizar, entonces no sé lo que es. Si hubieras dicho "en mi caso", ahí no hubieras generalizado. Pero dijiste en "el cristianismo". Y eso es generalizar.

Y no es verdad que la Iglesia no generaliza; de hecho, la Iglesia sigue al Señor en aquello de "lo que a vosotros digo, a todos digo". ¿Cómo no va a generalizar la Iglesia al decir que los milagros son la prueba del origen divino del catolicismo? ¿A quienes se los dice? ¿A unos pocos o a todos?

Pero me alegra que ahora hayas cambiado de opinión, o que nos hayas aclarado el sentido de esa frase tuya inicial y que solo se trató de una mala redacción, y que consideras que los milagros son y han sido necesarios. Y no solo para los que creen, sino también para los que no creen; para que en el día del juicio estos últimos no puedan decirle a Dios que no se esforzó en convencerlos. Te vuelvo a transcribir Juan 15,24:

Si Yo no hubiera hecho en medio de ellos las obras que nadie ha hecho, no tendrían pecado, mas ahora han visto, y me han odiado, lo mismo que a mi Padre.
Los milagros fueron, son y seguirán siendo testimonios de la justicia de Dios para los que han creído y los que no.
22/12/19 6:38 PM
  
sofía
Me parece importante esta aclaración:
Desde luego creo que todas las obras de Jesús fueron y son necesarias para la fe en el cristianismo de todos, las llamen señales o milagros.
Y me parece que es importante q nos dejen bien claro que para la Iglesia la fe en el cristianismo, de cualquier persona, se debe a la gracia de Dios y no es preciso que la razón de su fe en el cristianismo como religión verdadera sean los milagros precisamente.
Se pueden tener muchas otras razones que lleven a la conclusión de que el cristianismo es la religión verdadera.
Esto no es una generalización:
"Yo creo en la posibilidad de los milagros, pero no en que sean necesarios para tener fe en el cristianismo como la religión verdadera."
Lógicamente se supone que quiere decir que no son necesarios para todo el mundo para tener fe en que el cristianismo es la religión verdadera.
Por supuesto son necesarios para aquellos que basen en los milagros su fe en el cristianismo como religión verdadera, pero no lo son para los que basen su fe en que el cristianismo es la religión verdadera en cualquier otra razón teológica o filosófica o de su experiencia vital. Siempre será gracia de Dios esa fe cristiana.
No sé por qué no ha querido publicarme el comentario y lo he rehecho varias veces a ver si averiguaba lo que no le parecía satisfactorio, pero no consigo dar con la tecla.
No deseo polémicas sobre milagros, solo una cuestión que me parece importante: ¿En dónde dice la Iglesia que la única razón válida para creer en el cristianismo, para todo el mundo, tenga que ser creer que tal o cual cosa es "milagro" -sea lo que sea lo q se quiera decir con tal término?
Lo importante es que quede clara cuál es la doctrina real de la Iglesia, porque si no, se ponen obstáculos a la fe de otras personas innecesariamente y me parece que no merecemos este trato.



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Pedro L. Llera
Creo que se está usted rayando con esto de los milagros.
26/12/19 5:23 PM
  
sofía
Pues tiene usted razón :)
Y tampoco es cosa de acabar rayando a todo el mundo.
Ni una palabra más sobre el tema. Gracias por su paciencia.
Buenas noches.
27/12/19 1:58 AM

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