Transubstanciación
Modernistas: ¡Ojo con tocar el “concepto” de transustanciación!
Eso no se toca.
Nunca hubiera imaginado que yo, pobre hombre y pecador, tuviera que llegar a escribir un artículo para defender la fe católica: la fe de mis padres, de mis abuelos; la fe de mi pueblo, de mi Iglesia…
La transubstanciación (o transustanciación: de las dos maneras se puede escribir) es el milagro al que asistimos y que contemplamos cada vez que vamos a la Santa Misa. Cuando el sacerdote repite las palabras de Jesús en la Última Cena en el momento de la consagración, el pan y el vino dejan de ser pan y vino para convertirse realmente en el cuerpo y en la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Cristo se hace presente realmente en su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad en el pan y en el vino y se nos da como alimento para nuestra salvación. Por eso nos arrodillamos en ese momento en la Eucaristía: nosotros solo nos arrodillamos ante Dios, Nuestro Señor.
Pero no voy a entrar a explicar el concepto de “transubstanciación” porque no soy teólogo y hay quienes saben más y lo explican mejor de lo que yo podría hacerlo. Por ejemplo, José Miguel Arráiz lo explica maravillosamente aquí: http://apologeticacatolica.org/Eucaristia/EucaristN02.htm
La Eucaristía es el sacramento de nuestra fe. Ni más ni menos.
Pero hoy he leído un artículo en 1Peter 5 (que pueden leer aquí https://onepeterfive.com/italian-liturgist-alleged-to-be-working-on-ecumenical-mass-transubstantiation-is-not-a-dogma/) que ha hecho que vuelvan a encenderse para mí todas las alarmas.
Al parecer, hay unos cuantos iluminados que pretenden reformar la liturgia para que se pueda dar la intercomunión entre católicos y protestantes. Y eso pasa por eliminar la transubstanciación. Y hasta ahí podíamos llegar.
Ya en 2013, se publicó un informe de la Comisión Luterano-Católico Romana titulado Del Conflicto a la Comunión para la Conmemoración Conjunta Luterano-Católico Romana de la Reforma en el 2017 que llegaba a decir lo siguiente:
- Tanto luteranos como católicos pueden afirmar en conjunto la presencia real de Jesucristo en la Cena del Señor: «En el sacramento de la Cena del Señor, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está presente total y enteramente, con su cuerpo y su sangre, bajo los signos del pan y del vino» (Eucaristía 16). Esta declaración en común afirma todos los elementos esenciales de la fe en la presencia eucarística de Jesucristo sin adoptar la terminología conceptual de «transustanciación». (el subrayado es mío).
Claro… Si prescindimos de la terminología conceptual de “motor, cuatro ruedas y volante”, seguramente un coche sería una bicicleta.
Y ahora viene el profesor Andrea Grillo y nos dice que “la transubstanciación no es un dogma, y como explicación [de la Eucaristía] tiene sus límites. Por ejemplo, contradice la metafísica”. Este señor le está enmendando la plana a todos los santos de la Iglesia y a todo un concilio dogmático como fue el de Trento. Nada más y nada menos. Ahí es nada…
Este profesor parece ser que pertenece a un grupo de expertos que está trabajando en una “Misa Ecuménica”, en una especie de liturgia interreligiosa. Y dicen que esa nueva liturgia va a prescindir del concepto “anticuado” de transubstanciación. Y dicen que esa nueva liturgia que permitiría la comunión conjunta de católicos y protestantes modificaría la anáfora de la consagración: la fórmula que, repetida en cada Misa, permite el milagro de la transubstanciación. Así que tendríamos misas falsas, donde ya no estaría realmente presente el Señor.
¡OJO! Quieren privarnos de la presencia real de Cristo. Ese es el objetivo final de Satanás: que no tengamos a Cristo con nosotros.
En el documento El sacerdote y el canon de la Santa Misa, o Plegaria Eucarística, se dice lo siguiente:
La Plegaria Eucarística, conocida en la tradición oriental como Anaphora (“ofrenda”), es verdaderamente el “corazón” y el “culmen” de la celebración de la Santa Misa, como explica el Catecismo de la Iglesia Católica. En la tradición romana, la Plegaria Eucarística tomó el nombre de Canon Missae (“Canon de la Misa”), expresión que se encuentra en los primeros Sacramentarios y que se remonta al menos al papa Vigilio (537-555), el cual habla de la prex canonica.
La Anáfora o Canon es una larga oración que tiene forma de acción de gracias (eucharistia), conformada al ejemplo de Cristo mismo durante la Última Cena, cuando Jesús tomó el pan y el Cáliz y “dio gracias” (Mt 26,27; Mc 14,23; Lc 22,19; 1Cor11, 23). San Cipriano de Cartago (muerto en 258), uno de los testigos más importantes de la tradición latina, proporcionó una formulación clásica del vínculo inseparable entre la celebración litúrgica y el acontecimiento de la institución de la Eucaristía en el Cenáculo, cuando enfatizó que el celebrante debe imitar de cerca los actos y las palabras que el Señor usó en aquella ocasión, y de los cuales depende la validez de los sacramentos.
“Para que el acontecimiento sucedido en un tiempo pasado se haga presente, deben por tanto ser pronunciadas las palabras: Esto es mi Cuerpo – Esto es mi Sangre. Pero en estas palabras se supone que habla el Yo de Jesucristo. Solo Él puede decir estas cosas; son Sus palabras. Ningún hombre puede pretender declarar el Yo de Jesucristo como propio. Ninguno puede decir aquí de forma apropiada ‘Yo’ y ‘Mio’. Y sin embargo, esto debe decirse, si el ministerio salvífico ya no es un pasado lejano. Por eso se puede decir a partir de un munus [Vollmacht] que nadie puede darse a sí mismo . Un munus que ni siquiera la comunidad o muchas comunidades pueden transmitir, sino que solo puede fundarse en la autorización ’sacramental’ dada a toda la Iglesia por el mismo Jesús. […] Y esto es exactamente la ‘Ordenación sacerdotal’ y el ‘Sacerdocio’”.
Sin orden sacerdotal, sin sacerdocio, no hay Eucaristía: no hay transubstanciación. Sin imitar de cerca los actos y las palabras que el Señor usó en la última cena, el sacramento no sería válido.
Dice el Concilio de Trento:
Can. 1. Si alguno niega que en el santísimo sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con el alma y la divinidad, de nuestro Señor Jesucristo y, por ende Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema.
Can. 2. Si alguno dice que en el sacrosanto sacramento de la Eucaristía permanece la sustancia de pan y de vino juntamente con el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y negare aquella maravillosa y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre, permaneciendo sólo las especies de pan y vino; conversión que la Iglesia Católica aptísimamente llama transubstanciación, sea anatema.
Can. 3. Si alguno niega que en el venerable sacramento de la Eucaristía se contiene Cristo entero bajo cada una de las especies y bajo cada una de las partes de cualquiera de las especies hecha la separación, sea anatema.
Can. 4. Si alguno dice que, acabada la consagración, no está el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo en el admirable sacramento de la Eucaristía, sino sólo en el uso, al ser recibido, pero no antes o después, y que en las hostias o partículas consagradas que sobran o se reservan después de la comunión, no permanece el verdadero cuerpo del Señor, sea anatema.
Can. 6. Si alguno dice que en el santísimo sacramento de la Eucaristía no se debe adorar con culto de latría, aun externo, a Cristo, Hijo de Dios unigénito, y que por tanto no se le debe venerar con peculiar celebración de fiesta ni llevándosele solemnemente en procesión, según laudable y universal rito y costumbre de la santa Iglesia, o que no debe ser públicamente expuesto para ser adorado, y que sus adoradores son idólatras, sea anatema.
Can. 7. Si alguno dice que no es lícito reservar la Sagrada Eucaristía en el sagrario, sino que debe ser necesariamente distribuida a los asistentes inmediatamente después de la consagración; o que no es lícito llevarla honoríficamente a los enfermos, sea anatema.
Can. 8. Si alguno dice que Cristo, ofrecido en la Eucaristía, sólo espiritualmente es comido, y no también sacramental y realmente, sea anatema.
Can. 9. Si alguno niega que todos y cada uno de los fieles de Cristo, de ambos sexos, al llegar a los años de discreción, están obligados a comulgar todos los años, por lo menos en Pascua, según el precepto de la santa madre Iglesia, sea anatema. (…)
Can. 11. Si alguno dice que la sola fe es preparación suficiente para recibir el sacramento de la santísima Eucaristía, sea anatema. Y para que tan grande sacramento no sea recibido indignamente y, por ende, para muerte y condenación, el mismo santo Concilio establece y declara que aquellos a quienes grave la conciencia de pecado mortal, por muy contritos que se consideren, deben necesariamente hacer previa confesión sacramental, habida facilidad de confesar. Mas si alguno pretendiere enseñar, predicar o pertinazmente afirmar, o también públicamente disputando defender lo contrario, por el mismo hecho quede excomulgado.
Esta es nuestra fe.
No se puede comulgar en pecado mortal, sin antes confesarse sacramentalmete y recibir la absolución. No se puede comulgar si no aceptas la fe de la Iglesia, si no se profesa nuestro Credo y se creen nuestros dogmas. No se puede comulgar si no estás bautizado. No se puede comulgar si no estás en gracia de Dios. No se pueden admitir blasfemias y sacrilegios con el Santísimo Sacramento.
Hay límites, líneas rojas, fronteras, que los católicos no vamos a permitir que se traspasen. No sé si quedaremos muchos o pocos pero, si los modernistas tocan las verdades de nuestra fe, si se atreven a alterar sustancialmente la Santa Misa o cualquier otro de los dogmas de la Iglesia (todos, pero especialmente los que se refieren a la Santísima Virgen María), las consecuencias serán muy graves, extremadamente graves.
En cualquier caso, le pido al Señor la gracia de permanecer fiel a la fe de la Iglesia Católica: la fe de San Agustín, de Santo Tomás de Aquino, de Santo Tomás Moro, de Santa Teresa de Jesús, de San Ignacio de Loyola, de San Juan Bautista de La Salle, de San Juan Bosco, de San José de Calasanz, de San Juan Pablo II; de todos los santos y las santas de la Corte Celestial. Esa es mi fe. Y no me moveré de ahí ni un milímetro con la ayuda de Dios.
Los herejes, los apóstatas, los siervos de Satanás no prevalecerán. El poder y la gloria es de Nuestro Señor Jesucristo. Que la Virgen Santísima nos ampare y nos defienda de nuestros enemigos en estos tiempos llenos de confusión.
Recomiendo vivamente que, para saber más sobre este tema, lean al P. Iraburu en este artículo:
http://infocatolica.com/blog/reforma.php/1611011101-402-transubstanciacion-ya-no
42 comentarios
María es la otra.
Que La Santisima Virgen ,nuestra capitana nos agarré fuertemente para q podamos resistir y dar Gloria a Nuestro Señor.
Que el Señor tenga piedad del mundo y nos dé la gracia de salir airosos.
María, destructora de todas las herejías, ruega por nosotros.
No voy a publicar blasfemias. No lo vuelva a intentar y que Dios le perdone. No sabe lo que hace ni lo que dice.
Gracias a Dios, soy Católico Apostólico Romano. La Sagrada Escritura nos enseña que la Palabra de Dios HACE: "HÁGASE la luz, y la luz se hizo.....etc. En el Sacramento de la Reconciliación, el Sacerdote, en nombre de Dios, dice: " YO TE ABSUELVO..." y Dios me absuelve. Durante la Santa Misa, en el momento de la Consagración, cuando el Sacerdote repite las Palabras de Nuestro Divino Maestro, el pan DEJA DE SER PAN y el vino DEJA DE SER VINO y aunque conservan su aspecto SON, (no representan) SON : "ESTE ES MI CUERPO Y ESTA ES MI SANGRE"....Como dijo N. Señor en La Última Cena. Porque la Palabra de Dios pronunciada por el Sacerdote HACE que sean el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor.
Por creer así están matando a miles de nuestros Hnos.
Siempre Dios molestó en la historia. "Últimamente" empezaron con legalizar el divorcio, luego el aborto, ahora la ideología de género.
Algunos Sacerdotes y Religiosas se avergüenzan de usar públicamente su hábito o alguna señal que los identifique. Los laicos escondemos nuestros Crucifijos o medallas de algún Santo. Quitan las Cruces de las oficinas públicas porque escandalizan.
Me reservo otros comentarios para no dar ideas...
"De nada debe huir el hombre prudente como de vivir de la opinión de los demás"
Quisiera, por favor que alguien me responda:
¿¿¿QUÉ ESTAMOS ESPERANDO???
Dios escuchó pacientemente el "regateo" de Abraham defendiendo a Sodoma y Gomorra... Así terminaron. ¿Eran peor que nosotros?
Que María Auxiliadora nos proteja con su Manto y Dios continúe siendo misericordioso.
Fraternal saludo
¡¡¡¡Gracias!!!
"En los tiempos finales... el sacrificio perpetuo será abolido,
la iniquidad se posará sobre él; el santuario profanado
y la verdad arrojada a tierra". (Daniel, VIII, 11).
Santa María, Madre de la Iglesia, ora pro nobis.
En nuestra total debilidad bastará la gracia del Señor para servirle en esta hora decisiva. Que el nos permita perseverar Hasta el final
___________________________________________________________
Pedro L. Llera
La experiencia y el recorrido de fe que usted cuenta es también la mía. Yo tampoco hice nada: fue el Señor quien me fue conduciendo y educando, sin yo merecerlo. Gloria a Dios.
Pues cuando la Tansustanciación no sea el centro de la Misa, yo mejor me quedaré en casa, porque para ir a una reunión de vecinos prefiero hacer otras cosas.
Nos situamos en tiempos de la reforma protestante. Un grupo de “reformados” acudió a un sacerdote católico solicitándole pasara a engrosar sus filas. Era un sacerdote de vida parece del todo licenciosa con desprecio práctico absoluto al llamado sexto mandamiento. Por eso les sorprendió la negativa del presbítero a abandonar la iglesia católica y pasarse a los seguidores de Lutero. Pero hombre, le decían, con esa vida que llevas, mejor estarías siendo pastor protestante. Respondió el sacerdote: “pecador, más que nadie; hereje, nunca”.
Ninguno de nosotros será un santo, pero tenemos una cosa clara, más vale ser pecador en la Iglesia de Cristo que santo en nuestra propia iglesia. No queremos una iglesia adaptada al Mundo, no queremos que se nos diga que el Pecado ha dejado de serlo, porque el 6º Mandamiento es de Dios y nadie puede suprimirlo porque no tiene potestad, y sobre todo queremos rememorar el Sacrificio de Cristo y alimentarnos de su Cuerpo y Sangre y si nos quitan eso, el Cisma será inevitable porque no podremos seguir a una falsa iglesia sin Cristo y sin María.
Sin Transustanciación ya no habrá Misa, será una reunión, una comida, una asamblea pero sin ningún valor, que no cuenten conmigo.
Slds
__________________________________________
Pedro L. Llera
Yo nací en 1964 y no conocí la misa en latín. Siempre fui a misa en español. Lo importante es que se mantenga la liturgia y no nos quiten al Señor de la Santa Misa. Lo demás me parece accidental.
«Para explicar esta transformación, la teología ha acuñado la palabra “transubstanciación”, palabra que resonó por primera vez en esta basílica, durante el IV Concilio Lateranense [1215], del que se celebrará el octavo centenario dentro de cinco años. En esa ocasión, se introdujeron en la profesión de fe las siguientes palabras: “su cuerpo y sangre están contenidos verdaderamente en el sacramento del altar, bajo las especies del pan y del vino, pues el pan está transubstanciado en el cuerpo, y la sangre en el vino por el poder de Dios» (Denz, 802).
Pues ya pasó ese octavo centenario del IV Concilio Lateranense [1215], anunciado por Benedicto XVI en el 2010, y no me acuerdo de que en el 2015 se haya celebrado perceptiblemente ni en Roma, es decir el Vaticano, ni en la Iglesia universal. En ese entonces, que yo me acuerde, solamente se estaba preparando subterráneamente el engaño del 2do Sínodo Kasperiano de Obispos, que culminaría en el extremadamente dudoso documento "Amoris Laetitia". Y el año siguiente, 2016, el Vaticano a esas alturas ya estaba plenamente ocupado con los preparativos para celebrar el quinto centenario de la herejía luterana en el 2017, tanto que no le restaba tiempo ni para responder a cinco dubia de cuatro cardenales.
Reclamo como católico fiel, que la Iglesia universal celebre a lo grande, aunque sea a posteriori, el octavo centenario de este gran Concilio Ecuménico, tal como fue anunciado por Benedicto XVI en el 2010, reafirmando el dogma de la transubstanciación y reiterando los anatemas contra quienes lo nieguen o pongan en discusión, abierta- o veladamente!
________________________________________________________________
Pedro L. Llera
Allá usted. Yo no pienso moverme ni un milímetro del término "transubstanciación". Y pienso repetirlo hasta el aburrimiento. No pienso ceder. Quien ceda, allá él.
"Moneantur autem et inducantur et si necesse fuerit per censuram ecclesiasticam compellantur sæculares potestates quibuscumque fungantur officiis ut sicut reputari cupiunt et haberi fideles ita pro defensione fidei præstent publice iuramentum quod de terris suæ iurisdictioni subiectis universos hæreticos ab Ecclesia denotatos bona fide pro viribus exterminare studebunt"
"Las autoridades seculares, cualquiera sea su oficio, serán advertidas e inducidas y si es necesario compelidas por censura eclesiástica, de que si desean ser reputadas y tenidas entre los fieles, entonces para la defensa de la fe deben prestar juramento público de que en las tierras sujetas a su jurisdicción procurarán de buena fe y en la medida de sus posibilidades exterminar todos los herejes denotados por la Iglesia;"
El canon luego dispone que, si una autoridad temporal no cumpliese ese deber, el Sumo Pontífice declararía a sus vasallos libres del deber de obedecerlo y ofrecería sus tierras a ocupantes católicos que, luego de exterminar a los herejes, podrían gobernarlas.
www.documentacatholicaomnia.eu/03d/1215-1215,_Concilium_Lateranense_IIII,_Documenta,_LT.pdf
ousía - substantia
homoousios - consubstantialis
metousiosis - transsubstantiatio
Querer abandonar el término transubstanciación en la doctrina sobre la Eucaristía es como querer abandonar el término consubstancialidad en la doctrina trinitaria.
Por otro lado, la noción luterana de consustanciación es la que es incompatible con la metafísica y con la cristología calcedónica.
castellano / griego / latín
cambio / meta / trans
ser / ousía / substantia
«En el sacramento de la Cena del Señor, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está presente total y enteramente, con su cuerpo y su sangre, bajo los signos del pan y del vino»
afirmaría "todos los elementos esenciales de la fe en la presencia eucarística de Jesucristo" si y sólo si fuese enunciada en conjunción con una posición realista de filosofía de la ciencia según la cual, en cualquier región determinada del espacio, pueden existir solamente una de las siguientes dos sustancias: el cuerpo de un ser humano o pan. En ese caso, afirmar que en una región del espacio está presente realmente el cuerpo de un ser humano implicaría automáticamente afirmar que en esa región del espacio no hay pan.
Pero los luteranos, al afirmar que «En el sacramento de la Cena del Señor, Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está presente total y enteramente, con su cuerpo y su sangre, bajo los signos del pan y del vino», NO lo hacen en conjunción con una posición realista de filosofía de la ciencia, sino sosteniendo que en la región del espacio ocupada por la hostia consagrada estan presentes a la vez el pan y el Cuerpo de Cristo. Por lo tanto, en boca de ellos la declaración en cuestión NO "afirma todos los elementos esenciales de la fe en la presencia eucarística de Jesucristo".
En la raíz del error luterano sobre la transubstanciación reside un error más básico en el entendimiento del dogma cristológico de Calcedonia.
El Acta V del Concilio de Calcedonia define que la única Persona de Jesucristo tiene, a partir de la Encarnación, dos naturalezas, una divina y una humana. Por lo tanto, todos los atributos y acciones de su naturaleza humana pueden ser verdaderamente predicados de su Persona divina. A esto se lo llama "communicatio idiomatum", "comunicación de propiedades".
El problema es que Lutero, y luego su seguidor y colaborador Johannes Brenz, entendieron el "communicatio idiomatum" como que las propiedades de ambas naturalezas pueden ser intercambiadas! Obviamente ese entendimiento es crasamente erróneo porque contradice de plano la definición de Calcedonia:
«Se ha de reconocer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. La diferencia de naturalezas de ningún modo queda suprimida por su unión, sino que quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas y confluyen en un solo Sujeto (Prosopon) y en una sola Persona (Hipóstasis).» (Concilio de Calcedonia; DS, 301-302. Citado del Catecismo #467).
A partir de este entendimiento crasamente erróneo del "communicatio idiomatum", Lutero y Brenz propusieron que la propiedad divina de la ubicuidad u omnipresencia permitía que la humanidad de Cristo pudiese estar presente donde Él dijese que lo está, junto con la sustancia que antes estaba presente en esa región del espacio (y que sigue estándolo luego).
Por lo tanto, la doctrina luterana de unión sacramental se basa en dos errores. Ante todo uno teológico, negar la definición del Concilio de Calcedonia que cité. Y luego uno filosófico, negar que en una cierta región del espacio puede estar presente pan o el cuerpo de un ser humano, pero no las dos cosas a la vez.
A mi me parece que lo que quieren es sembrar el caos en nuestras creencias por que son enemigos de la verdad revelada por Cristo.
Sin miedo se que el Señor dará luz a los suyos, aunque esto es gravisimo.
Yo creo firmemente en la promesa de Nuestro Señor de que las puertas del infierno no prevalecerán. Se que vamos a tener que dar n buen combate, que no nos lo van a poner fácil, pero si Dios está con nosotros , quien contra nosotros?
Que El,con su Gran Poder, esa advocación preciosa con la que lo invocamos con tanto amor en mi ciudad , Sevilla, nos proteja siempre y Su Santisima Madre nos cubra con su manto.
Eucaristía es sacrificio, resurrección, encuentro, experiencia, amor y gracia. No es un premio para los santitos o los perfectos (infocatólica) sino medicina para nosotros los débiles y pecadores. (Los católicos de a pie)
________________________________________________________________
Pedro L. Llera
He aquí un ejemplo de modernista.
La verdadera iglesia no se encuentra en las paredes físicas que se ven en roma (babilonia).
La verdadera iglesia es el verdadero Papa y el resto fiel. Es aquella que sufrira el mismo destino que nuestro Señor Jesucristo.
¡Viva Cristo Rey!
Además, explíquenle a Santo Tomás que la transustanciación contradice la Metafísica. Claro, primero van a tener que estudiar un poco de Metafísica al menos para poder darle una apariencia de sentido al discurso.
Saludos cordiales.
¡La transustanciación contra la Metafísica! ¡Caraduras! Son ellos los que no quieren la Metafísica, porque es la ciencia del ser, del "ES".
Saludos cordiales.
¡Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos Celestiales, llenos están el cielo y la tierra de tu gloria…!
Lo más triste es que está todo preparado para que cambien la Consagración y casi nadie se de cuenta. Como ejemplo, este fin de semana asistí a la Primera Comunión de un sobrino y el sacerdote practicamente tenía el Misal como simple ayuda memoria, y la celebración la realizó en base a sus inspiraciones del momento. De hecho, si no supiera que Dios suple me quedarían ondas dudas de la validez de la celebración. Pero para todos "estuvo muy lindo".
La epopeya del rey de Reyes, la SACRATISIMA PASIÖN, desde la entrada a Jerusálen, el Cenaculo, las Palabras de la Consagración, que los Sacerdotes repiten, una y otra vez, lo mismo, EL SANTISIMO SACRIFICIO, todo el itineracio doloroso, hasta que el SEÑOR, FRUTO DE SU ABANDONO, SOLEDAD, con LA RESANTISIMA VIRGEN MARIA,,muere, dejandonos sobre el ALTAR la SANTISIMA EUCARISTIA, su presencia viva, el PAN VIVO QUE UNE EL CIELO CON LA TIERRA.
EL CIELO EN LA TIERRA, CRISTO VIVO!!!!,en cada partícula, con su Cara endurecida , de pedernal,arrancada la barba, segun las escrituras,
Serenidad apabullante, HUMILDAD sin limites, anonadamiento, TOTAL!!,
SE anonada, por la extrema Malicia del Pecado ORIGINAL, y de todos los que cometemos, cada hombre, nadie se puede considerar justo frente a EL, En el Huerto de los OLIVOS, sufre el abandono de sus discipulos, y de nosotros, Padre si puede pase este momento pero no se haga mi volunatad sino la tuya, con temor, tristeza hasta la muerte, transpirando gotas de sangre, y de alli sale con el ROSTRO SAGRADO; DIOS!!!!!!!!!!LA CARA DE PEDERNAL; SEGUN LAS ESCRITURAS, alli están mis pecados, y las de cada hombre, por lo que tendremos que dar cuenta, en relación al SUFRIMIENTO DE UN DIOS.
LAS HEREJIAS, de todos los tiempos, las de HOY!!!!!!!!!, abre el CIELO, Y EL INFIERNO,
Levantaos y vamos, su grito de guerra, les dice a sus discipulos y a nosotros a cada instante, en cada misa, la CRUZ PERMANECE, la RESANTISIMA MISA; SACRIFICIO, el mundo MIRA, nuestras palabras pasaran , las DE EL NO, Pasa la FUIGURA de ESTE MUNDO, que son 100 años de VIDA, frente a la ETERNIDAD, UN PUNTO.
Sí. Yo he visto algunas: cuando éramos niños pequeños jugábamos en casa de la abuela a "misa y procesión", con total solemnidad. Nos parecía que mi abuela "no salía de la iglesia" y a lo mejor era esa la motivación. El celebrante se revestía y todo, un cenicero servía de patena, un vaso lustroso de cáliz (no puedo recordar si en alguna ocasión usamos vino), y decíamos las palabras de la institución según nos acordábamos, pero en sustancia eran las palabras.
Bueno, pues esta misa de mis juegos infantiles vale tanto como TODAS las pseudocelebraciones que llevan haciendo los protestantes desde hace 500 años. Con bizcocho y zumo de uva las he visto...
Dejar un comentario