Halloween
CIRCULAR: “Halloween”
Queridas familias:
Alguna madre se ha dirigido a mí para preguntarme por el asunto de esa “fiesta” importada que llaman “Halloween”. En nuestro Colegio no celebramos “Halloween”. Como saben ustedes, este es un Colegio católico y nosotros celebramos la Fiesta de Todos los Santos el día uno de noviembre y el Día de los Difuntos, el dos.
Evidentemente, a simple vista resulta mucho más divertido hacer una fiesta de disfraces con los niños que ir a misa o visitar cementerios. Pero no siempre lo que aparentemente es bueno (o inocente) lo es de verdad; ni siempre lo que parece desagradable o aburrido, lo debemos evitar a toda costa. Podemos encontrarnos en nuestro día a día con cosas atractivas y apetecibles que pueden resultar mortales y venenosas (“No poner al alcance de los niños”: el otro día vi ese letrero en el envase de unas pastillas para el lavavajillas con un colorido realmente atrayente para un niño pequeño); y, en cambio, ponerse una inyección o una vacuna puede resultar muy doloroso y desagradable para un niño, pero le puede salvar la vida y, aunque el niño llore, no dejamos de ponérsela.
La fiesta de Halloween, con sus disfraces de brujas y monstruos, se está importando de la cultura anglosajona y resulta completamente ajena a las tradiciones españolas. En clase de inglés, se hará referencia a “Halloween” y se les explicará en qué consiste esa tradición británica y norteamericana. Pero nosotros no vamos a celebrar nada que tenga que ver con todo eso. Entre otras cosas porque, evidentemente no creemos en brujas, fantasmas ni patochadas similares.
Yo les invitaría a comer “huesos de santo”, buñuelos o castañas; y a visitar el cementerio para rezar por sus difuntos para que el Señor los tenga en su gloria. Los disfraces me atrevería a sugerirles que los dejaran mejor para Carnaval, que es una fiesta mucho más gaditana. No nos dejemos colonizar por las modas americanas y honremos la memoria y las tradiciones de nuestros antepasados. Ese es mi consejo: pero cada uno es muy libre de celebrar lo que estime oportuno en su casa. Faltaría más.
Atentamente,
Pedro L. Llera Vázquez
Director
12 comentarios
Yo solía pensar que estos tres elementos se custodiaban sólo en la Iglesia católica, sólo que refinados y purificados por la verdadera FE: la Misa, los sufragios por los difuntos y el culto a los santos y la familia.
Ni que decir tiene que se conservan sólo PRECARIAMENTE dentro de la Iglesia católica y que han desaparecido prácticamente fuera de ella.
Entiendo que es labor de los colegios católicos, efectivamente, fomentar los sufragios por los difuntos, tema TABÚ en la Iglesia actualmente. En el fondo privar a los niños de ir al cementerio a las tumbas de sus abuelos o (no lo quiera Dios) de sus padres y sustituirlo por la tontería de los disfraces, y ocultarlo con la tontería de los disfraces es una maldad. La de-forma del XVI privó a media Europa de las oraciones por los difuntos. Que no siga pasando.
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Pedro L. Llera
Muchísimas gracias por tomarse la molestia de hacerme ver que lo que escribo son meras tonterías y por ese consejo tan sabio de que me caiga del "guindo". Por cierto, no sé de dónde saca usted que yo haya dicho que los ingleses, por el hecho de serlo, son peores que yo o que nadie. Sus costumbres son sus costumbres y las nuestras, son nuestras. Y hablando de demonios y de endemoniados, tenga cuidado con el azufre, azufrito... El nick es muy significativo.
¿Que pueden hacer esos padres?
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Pedro L. Llera
Pueden cambiar a sus hijos de colegio. Tratar de hablar con la dirección también es una opción, pero dudo de que les hagan el más mínimo caso. Hay mucho colegio católico que, desgraciadamente, sólo lo es de nombre. Es triste, pero es la verdad.
Una fiesta de niños con caramelos, disfraces y demás no puede hacer daño a nadie.
Con mis niños de catequética lo utilizamos precisamente como vacuna contra el miedo ante lo que no es real. Podemos jugar con vampiros, hombres lobo, fantasmas y demás porque no existen. Y el juego es una forma de entender que no existen.
Es divertido y buen contrapunto a lo que viene después, lo que sí es serio y debe tener presencia en nuestros corazones.
La peor noche del año sin duda, donde uno no puede dormir tranquilo sabiendo que millones de niños y jóvenes están a merced de los demonios.
San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.
https://www.youtube.com/watch?v=NrYYqFAnku0
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Pedro L. Llera
Yo la palabra "satanismo" no la he empleado en este artículo en ningún momento. Aunque es cierto que para las sectas satánicas, según he leído, es su día grande. Pero no soy experto en satanismo ni en sectas. Efectivamente, Halloween se ha convertido en España en una fiesta de disfraces sin más: pero para eso ya tenemos el carnaval: y más en Cádiz...
En cuanto a lo que los niños o los adultos creen o dejan de creer, probablemente se asombraría usted. Creo que era Chesterton quien decía que cuando se deja de creer en Dios, se acaba creyendo en cualquier cosa... No sé si usted se puede imaginar la cantidad de españoles que no creen en Dios ni en la resurrección pero, en cambio, creen en la reencarnación, en los horóscopos, en el espiritismo, etc.
Por otra parte, creo que sí, fue Chesterton quien dijo que cuando se deja de creer en Dios se empieza a creer en cualquier cosa, y aunque no lo hubiera dicho Chesterton, es una verdad patente. Por desgracia, podría ponerle un montón de ejemplos en mi entorno inmediato. Eso no se lo discuto. Lo que quería decirle, más bien, es que no pienso que la celebración del Halloween, precisamente, fomente ese tipo de creencias o de prácticas supersticiosas. Más bien al contrario.
No sabía que las sectas satánicas celebraran el Halloween, pero tampoco me sorprende. Sin embargo, lo que hagan o dejen de hacer las sectas satánicas me trae sin cuidado. De hecho, me cuesta tomármelas en serio. Entiéndame, no quiero decir que no sean peligrosas, todo lo contrario, sino que sus prácticas, celebraciones, etc., me parecen ridículas y no creo que signifiquen nada de por sí, aparte de las ganas de escandalizar.
En cualquier caso, muchas gracias por su respuesta, y que tenga usted un buen día.
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